Quito. 09.01.95. Uno de esos personajes que siempre causa revuelo
y capta atención por su ideologÃa entremezclada con los
particulares rasgos de su enigmática personalidad es la del
alcalde de Guayaquil, León Febres Cordero, cuya gestión ha sido
calificada como buena por funcionarios públicos y empresarios.
Febres Cordero ha manifestado que su acción rebasa las
expectativas, pero sus opositores señalan que el alcalde trabaja
cada dÃa con un municipio marginado de responsabilidades en agua
potable, alcantarillado, pavimentación, aseo de calles, etc,
servicios que en unos casos los asumió la Empresa Cantonal de
Agua Potable y en otros casos, la empresa privada.
Obra extraordinaria
El presidente de la Junta CÃvica de Guayaquil, José Baquerizo
Maldonado declaró a HOY que el jefe del Ayuntamiento porteño está
ejecutando una obra "sensacional y extraordinaria" tendiente al
mejoramiento del palacio municipal y su ordenamiento, que los
guayaquileños pueden captar todos los dÃas.
Tinte polÃtico resta legitimidad
El rector de la Universidad Estatal de Guayaquil, León Roldós
Aguilera señaló como buena las actividades desarrolladas hasta el
momento por el alcalde.
"Es evidente que se ha cambiado la imagen del municipio, claro
está que ahora hay una definición diferente de la municipalidad y
que ésta es solo de vialidad, porque el agua potable y
alcantarillado ya no le pertenecen. Creo que en los últimos meses
Febres Cordero ha dado un tinte polÃtico a su presencia pública y
le hace perder la legitimidad en el análisis, porque lo polÃtico
lleva simpatizantes y opositores, pero al margen de eso hay una
administración que ha trabajado", destacó.
Aseguró que el talón de "Aquiles" del municipio es la
politización de la que ha sido objeto, siendo una misión difÃcil
su despolitización.
"Siempre he recibido su apoyo y se lo agradezco, pero al margen
de eso se debe intentar mayor despolitización y en segundo lugar
mejorar los niveles de coordinación con otras entidades que den
soluciones a problemas globales que tiene Guayaquil como el medio
ambiente, viabilidad y el desarrollo de red comunitarias",
agregó.
GOMEZ IZQUIERDO: "BUENA LABOR FISICA"
Luis Gómez por su parte reconoció la existencia de un trabajo
fÃsico en la gestión de Febres Cordero al igual que un cambio
organizativo municipal.
"Realmente no podemos hablar que dichas cosas sean lo que
actualmente la ciudad hubiera necesitado para poder insertarse en
lo que demanda. Guayaquil necesita inmediatamente tener
conocimiento de cómo se va a planificar su desarrollo urbano
futuro. Es una ciudad que actualmente con el nuevo lÃmite urbano
abarca 150.000 has., de las cuales 16.000 son del sur de la urbe
y están consolidadas fÃsicamente; en el norte hay asentamientos
dispersos poblacionalmente y no hay una respuesta a la ocupación
de dichas áreas".
Para Gómez es fundamental la intervención municipal en la
planificación de los asentamiento poblacionales ordenadamente
para evitar que la tierra sea invadida por quienes han hecho
grandes negocios a base de la necesidad poblacional.
Alcantarillado y agua le competen al cabildo
Dentro de los proyectos que se han presentado, argumentó
desconocer cuál es el que debe darse para solucionar el sistema
de alcantarillado sanitario y pluvial, de forma especial cuando
hay un Plan Maestro de Alcantarillado y Agua Potable preparado
hasta el año 2000.
"Los servicios básicos de alcantarillado y agua potable son de
responsabilidad municipal y con la creación de la ECAPAG el
cabildo no puede desligarse de su responsabilidad de seguir
prácticamente al frente de la distribución de servicios", añadió.
Explicó que las redes de distribución de alcantarillado son
obsoletas, por lo que se debe establecer un sistema nuevo, tal
como lo indica el plan maestro de alcantarillado sanitario y
pluvial, porque no se puede solo desenterrar tuberÃas y
cambiarlas, sino que hay que determinar de qué manera serán
recogidas y tratadas, para evitar contaminaciones de los lugares
donde se descargan en la actualidad, afirmó.
No hay costo frente a resultados
Al inquirir a Luis Gómez que el costo del Plan Maestro de 600
millones de dólares podrÃa ser un obstáculo para su consecución,
sostuvo que no hay costo alguno que no sea posible cubrirlo para
salvar a una población con evidentes problemas de salubridad.
A su parecer las obras del cabildo poseen un tinte polÃtico que
sirven de plataforma frente a los próximos procesos electorales.
Organizar transporte
El transporte urbano es, a criterio de Gómez, un problema de
incumbencia municipal, a efectos de planificar el ordenamiento
del sistema.
Calificó de un "escape" a las obligaciones del municipio, el
permitir que la CTG se encargue del sistema de planificación del
uso de las calles.
"La utilización de las vÃas en una ciudad como Guayaquil, en el
sector de los comerciantes informales no puede limitarse al
desalojo, cuando el alcalde tiene en el sector de la BahÃa y del
mercado sur dos problemas de redistribución del espacio fÃsico,
con la opción de ser transformados técnicamente para uso
eminentemente peatonal.
Criminal no dar leche a niños
Al finalizar dijo Gómez que los guayaquileños esperan que el
Cabildo reactive la procesadora de leche PROLAHUAN, puesto que es
su deber recuperar sus bienes; caso contrario, dijo, serÃa
criminal dejar que una empresa que puede brindar un alimento
básico a la población infantil no lo haga.
RAFAEL GUERRERO: "PUSO ORDEN"
El conocido radiodifusor, Rafael Guerrero Valenzuela mencionó que
más allá del distanciamiento polÃtico e ideológico con el alcalde
no tiene reparo en decir que su labor es buena.
"Después de una larga etapa de mala dministración municipal, de
dilapidación de recursos, pésimos servicios y malversaciones que
llevaron a la quiebra al municipio guayaquileño, Febres Cordero
puso orden en la administración, redujo considerablemente el
gasto de sueldos y salarios al extremo de fijar en el actual
presupuesto no más del 9.7% para tal objeto, liberando rentas
para la obra pública, que está encaminada a cambiar el rostro de
la ciudad", afirmó.
Lo que falta
Guerrero define puntualmente lo que aún falta en la obra pública
municipal: orden en el uso de la vÃa pública, puesto que la
situación actual equivale a permitir a unos ciudadanos, que
ejercen su actividad informal como comerciantes, agredir al resto
de la ciudadanÃa impidiendo el libre tránsito, a la vez que se
expende el cólera y otras enfermedades libremente. (7A)
y capta atención por su ideologÃa entremezclada con los
particulares rasgos de su enigmática personalidad es la del
alcalde de Guayaquil, León Febres Cordero, cuya gestión ha sido
calificada como buena por funcionarios públicos y empresarios.
Febres Cordero ha manifestado que su acción rebasa las
expectativas, pero sus opositores señalan que el alcalde trabaja
cada dÃa con un municipio marginado de responsabilidades en agua
potable, alcantarillado, pavimentación, aseo de calles, etc,
servicios que en unos casos los asumió la Empresa Cantonal de
Agua Potable y en otros casos, la empresa privada.
Obra extraordinaria
El presidente de la Junta CÃvica de Guayaquil, José Baquerizo
Maldonado declaró a HOY que el jefe del Ayuntamiento porteño está
ejecutando una obra "sensacional y extraordinaria" tendiente al
mejoramiento del palacio municipal y su ordenamiento, que los
guayaquileños pueden captar todos los dÃas.
Tinte polÃtico resta legitimidad
El rector de la Universidad Estatal de Guayaquil, León Roldós
Aguilera señaló como buena las actividades desarrolladas hasta el
momento por el alcalde.
"Es evidente que se ha cambiado la imagen del municipio, claro
está que ahora hay una definición diferente de la municipalidad y
que ésta es solo de vialidad, porque el agua potable y
alcantarillado ya no le pertenecen. Creo que en los últimos meses
Febres Cordero ha dado un tinte polÃtico a su presencia pública y
le hace perder la legitimidad en el análisis, porque lo polÃtico
lleva simpatizantes y opositores, pero al margen de eso hay una
administración que ha trabajado", destacó.
Aseguró que el talón de "Aquiles" del municipio es la
politización de la que ha sido objeto, siendo una misión difÃcil
su despolitización.
"Siempre he recibido su apoyo y se lo agradezco, pero al margen
de eso se debe intentar mayor despolitización y en segundo lugar
mejorar los niveles de coordinación con otras entidades que den
soluciones a problemas globales que tiene Guayaquil como el medio
ambiente, viabilidad y el desarrollo de red comunitarias",
agregó.
GOMEZ IZQUIERDO: "BUENA LABOR FISICA"
Luis Gómez por su parte reconoció la existencia de un trabajo
fÃsico en la gestión de Febres Cordero al igual que un cambio
organizativo municipal.
"Realmente no podemos hablar que dichas cosas sean lo que
actualmente la ciudad hubiera necesitado para poder insertarse en
lo que demanda. Guayaquil necesita inmediatamente tener
conocimiento de cómo se va a planificar su desarrollo urbano
futuro. Es una ciudad que actualmente con el nuevo lÃmite urbano
abarca 150.000 has., de las cuales 16.000 son del sur de la urbe
y están consolidadas fÃsicamente; en el norte hay asentamientos
dispersos poblacionalmente y no hay una respuesta a la ocupación
de dichas áreas".
Para Gómez es fundamental la intervención municipal en la
planificación de los asentamiento poblacionales ordenadamente
para evitar que la tierra sea invadida por quienes han hecho
grandes negocios a base de la necesidad poblacional.
Alcantarillado y agua le competen al cabildo
Dentro de los proyectos que se han presentado, argumentó
desconocer cuál es el que debe darse para solucionar el sistema
de alcantarillado sanitario y pluvial, de forma especial cuando
hay un Plan Maestro de Alcantarillado y Agua Potable preparado
hasta el año 2000.
"Los servicios básicos de alcantarillado y agua potable son de
responsabilidad municipal y con la creación de la ECAPAG el
cabildo no puede desligarse de su responsabilidad de seguir
prácticamente al frente de la distribución de servicios", añadió.
Explicó que las redes de distribución de alcantarillado son
obsoletas, por lo que se debe establecer un sistema nuevo, tal
como lo indica el plan maestro de alcantarillado sanitario y
pluvial, porque no se puede solo desenterrar tuberÃas y
cambiarlas, sino que hay que determinar de qué manera serán
recogidas y tratadas, para evitar contaminaciones de los lugares
donde se descargan en la actualidad, afirmó.
No hay costo frente a resultados
Al inquirir a Luis Gómez que el costo del Plan Maestro de 600
millones de dólares podrÃa ser un obstáculo para su consecución,
sostuvo que no hay costo alguno que no sea posible cubrirlo para
salvar a una población con evidentes problemas de salubridad.
A su parecer las obras del cabildo poseen un tinte polÃtico que
sirven de plataforma frente a los próximos procesos electorales.
Organizar transporte
El transporte urbano es, a criterio de Gómez, un problema de
incumbencia municipal, a efectos de planificar el ordenamiento
del sistema.
Calificó de un "escape" a las obligaciones del municipio, el
permitir que la CTG se encargue del sistema de planificación del
uso de las calles.
"La utilización de las vÃas en una ciudad como Guayaquil, en el
sector de los comerciantes informales no puede limitarse al
desalojo, cuando el alcalde tiene en el sector de la BahÃa y del
mercado sur dos problemas de redistribución del espacio fÃsico,
con la opción de ser transformados técnicamente para uso
eminentemente peatonal.
Criminal no dar leche a niños
Al finalizar dijo Gómez que los guayaquileños esperan que el
Cabildo reactive la procesadora de leche PROLAHUAN, puesto que es
su deber recuperar sus bienes; caso contrario, dijo, serÃa
criminal dejar que una empresa que puede brindar un alimento
básico a la población infantil no lo haga.
RAFAEL GUERRERO: "PUSO ORDEN"
El conocido radiodifusor, Rafael Guerrero Valenzuela mencionó que
más allá del distanciamiento polÃtico e ideológico con el alcalde
no tiene reparo en decir que su labor es buena.
"Después de una larga etapa de mala dministración municipal, de
dilapidación de recursos, pésimos servicios y malversaciones que
llevaron a la quiebra al municipio guayaquileño, Febres Cordero
puso orden en la administración, redujo considerablemente el
gasto de sueldos y salarios al extremo de fijar en el actual
presupuesto no más del 9.7% para tal objeto, liberando rentas
para la obra pública, que está encaminada a cambiar el rostro de
la ciudad", afirmó.
Lo que falta
Guerrero define puntualmente lo que aún falta en la obra pública
municipal: orden en el uso de la vÃa pública, puesto que la
situación actual equivale a permitir a unos ciudadanos, que
ejercen su actividad informal como comerciantes, agredir al resto
de la ciudadanÃa impidiendo el libre tránsito, a la vez que se
expende el cólera y otras enfermedades libremente. (7A)
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