Beijing (China). 16.09.95. La referencia a los derechos de la
mujer a disfrutar de su propia sexualidad y el que no se
encarcele a la que se someta a un aborto ilegal figuran entre
las principales novedades de los documentos adoptados hoy,
viernes, en la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer en Pekín.

Los textos, una Plataforma de Acción con las principales
iniciativas que deberán adoptar los gobiernos en los próximos
cinco años para mejorar la situación de la mujer en el mundo y
la llamada Declaración de Pekín, a modo de resumen, fueron
adoptados por los 189 estados participantes en la Conferencia.

La Plataforma, de 163 páginas en su texto en castellano, tiene
como propósito general favorecer la potenciación de las
capacidades de la mujer para situarla en condiciones de
igualdad con el hombre.

Entre los doce capítulos o áreas de preocupación con que
cuenta la Plataforma, uno de los más innovadores ha sido el
relativo a la salud sexual y reproductiva, que a lo largo de
los quince días de reunión se reveló también como uno de los
más polémicos.

Este capítulo alude por primera vez de modo directo al derecho
de la mujer a tener control y decidir libremente sobre las
cuestiones relativas a su sexualidad, sin verse sujeta a
coerción.

Igualmente, estipula que no se penalizará con la cárcel a las
mujeres que se sometan a abortos, aunque éstos sean ilegales
en los países donde se practiquen.

El área de salud menciona también la necesidad de garantizar
la disponibilidad para la mujer de unos servicios médicos
seguros y accesibles.

En el capítulo relativo a la violencia, uno de los principales
avances obtenidos ha sido el que no se supedite el respetar
los derechos de la mujer a las particularidades culturales,
religiosas o tradicionales de los diferentes países, al
contrario de lo que había defendido el bloque islámico.

Sobre derechos humanos, se condenan como violaciones de los
derechos humanos prácticas tradicionales en algunos países,
como la mutilación genital, y se reconoce la igualdad de
hombres y mujeres en el derecho a la sucesión y la herencia.

Precisamente la igualdad en la herencia ha sido uno de los
puntos que han contado con más reservas, en especial de los
países islámicos, donde el Corán marca la diferencia entre
sexos con respecto a este punto.

Acerca de los conflictos armados, por primera vez se recoge
como un crimen de guerra la violación en tiempos de
enfrentamiento bélico, incluso aunque ese delito no forme
parte de una estrategia sistemática o militar.

Los gobiernos deberán proporcionar mecanismos de ayuda a las
mujeres maltratadas, incluidas las que sufren la violencia
ligada a la prostitución.

En el apartado relativo a la educación, la Plataforma
establece el derecho de los hijos a recibir información
confidencial, veraz y completa acerca del comportamiento
sexual y reproductivo, otro punto que para su aprobación contó
con la resistencia de los países islámicos, la Santa Sede y
varios estados del ámbito católico.

Específica también la necesidad de reducir a menos de la mitad
de los niveles de 1990 las tasas de analfabetismo femenino, en
particular entre las mujeres de las zonas rurales, las
emigrantes, las refugiadas y desplazadas y las minusválidas.

Por primera vez, la Plataforma recoge un apartado dedicado
específicamente a la niña, donde se concreta la necesidad de
fijar una edad mínima para el acceso de la menor al empleo y
de protegerla de la explotación económica, así como de poner
fin a la discriminación que sufre en numerosos países con
respecto a los hijos varones.

La Plataforma reconoce también la necesidad de proporcionar
recursos adicionales, en particular a los países en vías de
desarrollo, con fondos provenientes de mecanismos públicos y
privados para promocionar los programas que rompan con la
discriminación sexual.

Otro de los avances del documento, en el capítulo de reparto
del poder y toma de decisiones, es la plasmación de la
necesidad de facilitar e incrementar el acceso de la mujer a
los puestos de mando.

Con la adopción de la Plataforma, los Gobiernos se han
comprometido del mismo modo a tomar medidas para permitir que
las mujeres accedan al empleo en condiciones de igualdad con
el hombre y no se las discrimine a la hora, entre otras cosas,
de recibir su salario.

La adopción de la Plataforma con las iniciativas para mejorar
la situación de la mujer en la clausura de la Conferencia
supondrá "un cambio extraordinario en las sociedades", según
la ministra española de Asuntos Sociales, Cristina Alberdi.

EMPIEZA LA REVOLUCION

- "La revolución de la mujer por mejorar su condición social
comenzó hace muchos años, pero la declaración final de la
Conferencia de Beijing es una parte fundamental de este
proceso", señaló Patricia Licuanan, presidenta del comité
principal de la Conferencia.

- "Digámosle al mundo, y con orgullo, que reforzar la causa de
la mujer es mejorar la de toda la Humanidad", explicó el
secretario general de la ONU, Butros Gali, en un mensaje leído
el viernes, en la clausura.

- "La revolución de la mujer comienza este 15 de septiembre en
Beijing", asegura Cristina Alberdi, portavoz de la Unión
Europea en la Conferencia.

- "Las mujeres siempre han estado al lado de los hombres en su
lucha por la libertad; ha llegado la hora de que ellos se
sumen ahora a la nuestra", enfatizó la secretaria general de
la Conferencia, Gertrude Mongella.

- "La paz está en el bolsillo, la discriminación viene de la
falta de dinero. Cuando hay dinero en los bolsillos la aldea
está en paz", agregó la vicepresidenta de Uganda, Speciosa
Wandira, al hablar de la importancia de otorgar más fondos a
la causa de la mujer.

- "Las mujeres siempre han trabajado, en todas las sociedades
y en todas las épocas y, por regla general, sin paga ni
reconocimiento", explico la primera ministra noruega, Gro
Harlem Brundtland, al recordar que la contribución de las
mujeres a la economía es "decisiva" para lograr el crecimiento
y el desarrollo social.

LAS RESERVAS DEL VATICANO

El Vaticano se suma con reservas y sólo de modo parcial al
consenso sobre la Plataforma de Acción, el documento
programático resultante de la IV Conferencia Mundial sobre la
Mujer.

La Santa Sede se declaró "crítica" con los contenidos de los
dos documentos de la Conferencia, la Plataforma de Acción, en
la que se inscriben las iniciativas que deberán adoptarse a
nivel mundial para la promoción de la mujer, y la Declaración
en la que se resumen los puntos más importantes.

En el comunicado, el Vaticano criticó las "promesas de papel"
que no vienen acompañadas de compromisos financieros y la
"preocupación por las cuestiones sexuales" en perjuicio de
importantes intereses de la mujer, en particular de las
"pobres, indígenas, emigrantes y refugiadas".

Según la Santa Sede, las secciones relativas a los derechos
humanos "reflejan una creciente colonización de la gran
tradición de los Derechos Humanos Universales por parte de un
dialecto empobrecido y libertario de derechos".

El portavoz del Vaticano, Joaquín Navarro-Valls, describió los
documentos, que en opinión de la Santa Sede padecen una
"obsesión con las cuestiones reproductivas", como
"sorprendentes", pues por un lado buscan la dignidad y la
libertad de las mujeres y por otra "consideran a la mujer de
una manera casi paternalista".

Al asociarse con un documento así, indicó el portavoz, el
Vaticano pretende "elevar y desarrollar lo auténtico y útil al
tiempo que denuncia vigorosamente lo que es falso y dañino al
desarrollo humano".

CABILDEO Y PRESION DEL MOVIMIENTO DE MUJERES

La IV Conferencia Mundial sobre la Mujer, que cierra sus
puertas el viernes en Beijing, ha sido escenario de batallas,
discursos, protestas inéditas en anteriores foros de la ONU y,
sobre todo, del trabajo de cinco mil "hormigas": las mujeres
de las organizaciones de base del mundo entero, empeñadas en
que los 181 Estados presentes oigan su voz.

Agotadas, desveladas, satisfechas o decepcionadas, y no pocas
indignadas por la "falta de compromisos" o la "debilidad" de
algunos puntos de los documentos, las 5 mil mujeres de las
ONGs con estatuto de observadoras en la ONU - entre ellas
varios cientos de latinoamericanas - han tenido una fuerte
presencia diaria en el Centro de Convenciones.

"Cabildearon" en los corredores, corrieron detrás de los
delegados, pero sobre todo, y como nunca antes, participaron
en el asesoramiento técnico de las delegaciones oficiales.

"Esa participación contribuyó a que las delegaciones
latinoamericanas, mucho menos numerosas que las asiáticas o
las africanas, lograran tener un papel de vanguardia,
permitiendo desbloquear varios temas empantanados en los
grupos de trabajo", señaló Sonia Montaño, que preside el
equipo negociador de Bolivia.

Se sabe, por ejemplo, que fue una propuesta de México lo que
logro desatascar el difícil tema del trabajo no remunerado de
las mujeres e incluirlo en la Plataforma de Acción, donde se
pide que ese trabajo sea reconocido y contabilizado en los
presupuestos nacionales.

Para otras, como Ximena Machucao, de Bolivia, "Beijing fue
sólo un pretexto", que "permitió generar discusión y aprender
a negociar con los gobiernos para obtener consensos con la
ONU, que se vio obligada a hacer concesiones, e incluso, con
la gran potencia que es China, a quien hicimos ceder en
algunas cosas". (EFE) (Diario HOY) (10A)
EXPLORED
en Ciudad Beijing (China)

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