Quito. 12.02.95. La tenaz resistencia ecuatoriana en el alto
Cenepa ha revelado muchas facetas sobre la capacidad militar y
forma de organización de las Fuerzas Armadas.
El ejército y las otras ramas de las FFAA han aplicado en el
conflicto los que llaman "una doctrina militar propia" que tiene,
entre sus varios matices, el fortalecimiento de un soldado
profesional que cuenta con el apoyo de todo el pueblo en la
defensa nacional con todas sus implicaciones.
El oficial ecuatoriano también se instruye y autoforma
intelectualmente, en sus institutos y cuarteles. Se ha
constituido un pensamiento militar propio, dicen los
especialistas. Sus lecturas -opcionales, por cierto- incluyen lo
mejor del pensamiento ecuatoriano e internacional de todas las
tendencias y las épocas de la humanidad.
"No es militarismo. Es profesión militar", dice el ministro de
Defensa.
"Porque el militarismo se habla cuando hay una marcada influencia
sobre la sociedad. No es el caso del Ecuador. Es una profesión
militar donde sus miembros tratan de entender bien el rol que les
corresponde y hacerlo lo mejor posible. Y todo sobre la base de
la conciencia de que el Ecuador, es un paÃs que se ha reducido en
sus dimensiones territoriales, puede tener un destino feliz en
base del trabajo, de la cultura, de la ilustración".
Sin embargo las FFAA ecuatorianas son conscientes de su rol en el
poder del Estado.
Plantean una estrategia bélica de carácter disuasivo. Y entre la
oficialidad encontramos un pensamiento sui géneris, que tiene la
idea Zuche (los oficiales leen a Kim Zong II y a Kim II Sun), de
los textos Primo de Rivera, Mao, Goebbels y también Juan Domingo
Perón. José MarÃa Velasco Ibarra es, según un joven oficial, "el
que el siempre habló bien de nosotros": han editado en libro con
sus discursos que hacen referencia a las FFAA.
Nuestros oficiales creen que los últimos 15 años han desarrollado
una doctrina militar propia.
En este número de BLANCO y NEGRO, el lector encontrará un
reportaje a fondo de las FFAA ecuatorianas. También, entrevistas
exclusivas con el ministro de Defensa y el jefe del Comando
Conjunto, general VÃctor Bayas. Las declaraciones de este último
fueron hechas cuando la guerra tenÃa otras circunstancias, por
ejemplo, el Perú aún no usaba su aviación estratégica y el
conflicto no habÃa tomado el actual derrotero.
LA DOCTRINA FOR EXPORT
"Hemos asumido el problema de la seguridad nacional de manera
creativa, aplicando las teorÃas adecuadas para nuestra realidad
nacional e internacional. Se trata de una doctrina propia", dice
a BLANCO y NEGRO un joven mayor del Ejército ecuatoriano, quien
habla con reveladora solvencia.
Son dÃas de guerra. Y la doctrina de seguridad nacional creada e
impulsada por las FFAA a lo largo de estos últimos 15 años se
refleja en el frente de batalla.
"En el campo militar hemos implementado una doctrina disuasiva y
defensiva. Esta se complementa con una integración total con el
pueblo ecuatoriano", dice uno de sus ideólogos.
El concepto de defensa nacional, según el pensamiento militar
ecuatoriano, involucra a toda la sociedad. En el conflicto del
alto Cenepa existe el apoyo total de la población civil,
organizada en las Fuerzas de Resistencia y brigadas de la Defensa
Civil.
La doctrina militar pone énfasis en la tecnificación,
entrenamiento y motivación profesional de sus hombres. Se busca
crear soldados-ciudadanos que se integren a los problemas y
soluciones de la sociedad civil, pero al mismo tiempo que sean
combatientes temibles en tiempos de guerra. A la vez, las FFAA le
plantean a la sociedad un ciudadano-soldado que asuma también una
responsabilidad en la seguridad de la nación.
Estas son las claves de la resistencia ecuatoriana en el actual
conflicto, dicen a este medio los voceros militares: un soporte
armado y logÃstico, el conocimiento del terreno, el
aprovechamiento de sus ventajas, la simbiosis con la población y
un reforzamiento ideológico de toda la sociedad, que presenta un
frente unido (por vez primera en mucho tiempo) como nación.
Los militares no niegan que este concepto de seguridad nacional
coincida con el de "la guerra de todo el pueblo".
A nivel internacional rompe con las tradiciones militares de
Occidente, basadas en el concepto de seguridad de EEUU. Es visto
por sus colegas de armas del continente como una propuesta
novedosa e incluso varios ejércitos latinoamericanos han pedido
un asesoramiento al respecto.
LO QUE QUEREMOS Y PODEMOS
Las FFAA ecuatorianas dividen a los objetivos nacionales en tres
grupos:
1. Seguridad del Estado y la Nación
2. Bienestar del Pueblo y Desarrollo Nacional
3. Prestigio Nacional
Los objetivos nacionales permanentes, que según los entrevistados
significan "lo que queremos lograr", son:
La integridad nacional, la integración nacional, la soberanÃa, el
desarrollo integral, la justicia social y la democracia.
En cambio, los "objetivos militares", significan "lo que podemos
lograr"y son:
1. El mantenimiento de la integridad territorial
2. La sustentación de una capacidad militar disuasiva
3. El desarrollo de la industria bélica nacional
4. La integración cÃvico militar
5. El mantenimiento de la soberanÃa nacional, y
6. El desarrollo integral del paÃs y sus habitantes.
LA FORMACION DE UN OFICIAL
La formación de un oficial de las FFAA ecuatorianas comienza en
los institutos militares, que tienen estatus de universidad, a
pesar de la oposición del CONUEP.
El pensum de las escuelas naval, aérea y militar combina materias
técnicas, humanistas y las netamente profesionales.
Hay una concepción de educación "integral", coordinada por la
dirección educativa de cada una de las armas. Los militares
destacan que en sus institutos básicos y de Estado Mayor tienen a
los "mejores profesores civiles".
Los oficiales asisten a cursos especiales para cada ascenso y, de
acuerdo a su especialidad (artilleros, infantes, trasmisiones,
pilotos de guerra, submarinistas, etc), realizan cursos de
profesionalización que incluyen becas a España, Israel, Panamá,
Estados Unidos y Brasil.
Hay cursos opcionales como los de paracaidismo, comandos,
supervivencia y combate en selva, etc. Las unidades son también
centros de estudio por correspondencia y donde el respectivo
comandante exige, a sus oficiales subalternos, conferencias sobre
los más diversos temas. Tienen, también como opción, la Escuela
Politécnica del Ejército, en donde optan por un tÃtulo
profesional.
EL ESTADO MAYOR
Para ascender al grado de oficial superior (desde teniente
coronel y capitán de fragata) los oficiales deben ingresar a la
Academia de Guerra. Durante dos años realizan estudios
estratégicos que incluyen profundos análisis de la realidad
nacional.
Luego de la Academia está el curso de Comando Conjunto al que
asisten quienes los mandos superiores prevén serán sus futuros
reemplazos.
Sin embargo, al centro de estudios donde los oficiales aspiran
con más ahÃnco a ingresar es el Instituto de Altos Estudios
Nacionales, IAEN. Hasta sus aulas son llamados solo quienes
aspiran seriamente al grado de general, y sus compañeros de aula
son civiles escogidos de diversas instituciones o lÃderes
polÃticos, empresariales, laborales, etc. Según uno de sus
profesores y asesor de las FFAA, en el IAEN se estudian los
ámbitos militar, psicosocial, polÃtico y económico del poder
enfocados hacia la seguridad nacional. Se hacen análisis
mundiales, regionales y locales. Cada uno de sus alumnos debe,
para ser titulado, hacer una tesis de acuerdo a su especialidad.
Es decir, ahora un oficial de alta graduación es un profesional
bien formado y con amplia cultura general.
LAS DICTADURAS MILITARES
La institución se vio obligada a tomar el poder en 1963", dice
simplemente a BLANCO y NEGRO, el general Marcos Gándara, lÃder de
la Junta Militar que gobernó al Ecuador hasta 1966.
"Fue un movimiento independiente que fue atacado por la derecha y
la extrema izquierda", señala. Pero la verdad es que persiguió a
la izquierda con una muy dura actitud represiva
"Este gobierno militar hizo transformaciones fundamentales para
la vida nacional: la reforma agraria que terminó con el
huasipungo, acabó con el poder de los gamonales y concretó la
obra que solo enunció la revolución liberal", sostiene el general
Gándara.
Entre los "logros" que destaca Gándara está el "haber comenzado
la integración del paÃs y la reforma universitaria, que tuvo
postulados que ahora quiere plantearse la universidad".
Se hizo también la Ley de Seguridad Nacional que hoy es el
instrumento jurÃdico para la defensa del paÃs, manifiesta.
"Fue un gobierno progresista, hicimos obra social y además
combatimos la subversión e insurgencia de la época de Castro y el
Che Guevara", finaliza el ex dictado, que ahora vive entre
cientos de libros de historia, textos por publicar y con un
fÃsico envidiable para sus tres cuartos de siglo de vida.
LA DICTADURA DEL 70
Otro ex alto oficial, el vicealmirante Raúl jaramillo del
Castillo, enfatiza que las FFAA han sido protagonistas de la
principales transformaciones en el Ecuador. Y cita la manumisión
de esclavos de José MarÃa Urbina, la revolución liberal de Eloy
Alfaro, la revolución juliana del 25, la legislación petrolera y
laboral del general Alberto EnrÃquez Gallo, las reformas de la
Junta Militar de 1963 y la "dimensión social" de la dictadura de
los años 70, desde el general Guillermo RodrÃguez Lara al
almirante Alfredo Poveda Burbano.
Del 72 al 79, Jaramillo desempeño 5 años funciones militares y
dos funciones públicas. "Ese gobierno pensó más en el pueblo que
en el estrato alto de la sociedad", afirma Jaramillo, quien, sin
embargo, subraya que "la solución no es la dictadura".
Dice ser manifiestamente demócrata, aunque no cree que sea cierto
aquello de que la peor democracia sea preferible que la mejor de
las dictaduras.
Raúl Jaramillo anota, además, que los golpes de Estado de este
siglo no se originaron en las FFAA, "sino en las coyunturas en
que las fuerzas económicas del paÃs crearon las circunstancias
que obligaron a las FFAA a tomar el poder".
Dice que la dictadura del 70 se dividió en dos etapas. Una
nacionalista y revolucionaria, como se autocalificó, y otra
destinada a la transición del poder.
Cuando se hace mención a la participación del ex ministro de
Gobierno, general JarrÃn Cahueñas, en la muerte de Abdón Calderón
Muñoz, nuestro entrevistado reacciona: "no creo que exista un
general que mande a matar a un ciudadano ecuatoriano. Un militar
de honor no. No nos han preparado para eso".
LAS MISIONES MILITARES
En el siglo pasado, las Fuerzas Armadas fueron partidistas y
respondÃan a los interés de los jefes polÃticos de turno, dice el
general Marcos Gándara, actualmente de 75 años de edad y director
del Instituto de Investigaciones Históricas de las FFAA.
Un ejemplo de ello fue el ejército que creo la revolución
liberal: "un ejército revolucionario e improvisado, donde se
dieron grados militares a elementos no profesionales".
Desde la fundación de la república hasta 1900 hubo un vacÃo de 21
años en la formación militar, y durante ese tiempo se
promocionaron solo subtenientes. "No hubo una preocupación por
formar un ejército profesional", dice el general Gándara.
La primera misión militar que llegó al Ecuador fue la chilena, en
1901. De ello se ha escrito muy poco, dice el general. Pero,
añade, la gran limitante del ejército fue su influencia liberal.
Una aspiración "de la oficialidad sana de ese entonces" era que
el ejército sea nacional.
Gándara señala dos hechos fundamentales para el Ecuador y sus
Fuerzas Armadas en la década de los años 20: la llegada de la
primera misión militar italiana en 1922, "cuya obra fue
gigantesca" ya que impartió cursos de armas y de servicios, fundó
la primera Academia de Guerra; y el capitán Giacomo Roca fundó el
Instituto Geográfico Militar que permitió un desarrollo
fundamental del paÃs por la elaboración de sus cartas
topográficas.
LA REVOLUCION JULIANA Y VELASCO IBARRA
Otro hecho determinante para el ejército y el paÃs fue la
revolución del 9 de julio de 1925. "Ahà se consolidó por vez
primera un ejército nacional".
Luego el descalabro polÃtico de la década de los 30 condujo,
empero, a la catástrofe de 1941. "Entre la caÃda de Isidro Ayora
y la subida al poder de Arroyo del RÃo (9 años y 7 dÃas) el
Ecuador tuvo 17 gobiernos" relata el general Gándara. Esta
situación influyó para que el Perú aprovechara la oportunidad de
no tener un interlocutor en sus reclamos de lÃmites.
Luego de la Segunda Guerra Mundial llega al Ecuador una misión
militar norteamericana, que, con su experiencia de combate en
Europa, influye notablemente en la formación de los militares
ecuatorianos.
La relación de las FFAA y los gobiernos de turno tuvo sus
avatares, especialmente en los gobiernos de Velasco Ibarra.
Siempre esperó el Caudillo total incondicionalidad de la cúpula
militar, aunque tuvo permanentes frases bonitas para referirse al
elemento armado. Cuando asume el poder en 1952 "decapita" a una
cúpula de oficiales que habÃan sido héroes de la guerra del 41:
Octavio Ochoa, José Félix Vega, Miguel Estrella.
A mediados de la década del 50, la situación era que no habÃa más
de 7 oficiales de Estado Mayor en todo el ejército. En 1957, una
segunda misión militar chilena reorganiza la Academia de Guerra y
sienta las bases para los posteriores cursos de Estado Mayor. Las
escuelas de armas se perfeccionaron y sus oficiales se
distinguieron en sus misiones al exterior como los mejores
alumnos. La misión estuvo en el paÃs hasta 1962.
El general Marcos Gándara realizó en 1959 el primer plan general
de instrucción militar y el plan general de protección de
fronteras. Eso le dio prestigio entre sus camaradas de armas,
tanto que, siendo teniente coronel, Velasco Ibarra le propuso la
Comandancia General del Ejército. "No lo acepté porque ello
hubiera significado la salida de más de 100 oficiales coroneles y
generales", relata Gándara.
A inicios de la década del 60, cuando las FFAA toman el poder, la
institución estaba ya profesionalizada, aunque quedaba aún como
una referencia "mitológica" su origen liberal.
LOS MILITARES VAN AL CIELO
Las FFAA ejecutan diversas actividades con la comunidad,
especialmente de los sectores más afectados por la pobreza y la
acreencia de infraestructura, en distintas partes del paÃs.
Es lo que, en la lÃnea norteamericana, se llamó "acción cÃvica",
concepto que los militares consideran obsoleto. "Quedaron atrás
los tiempos en que Ãbamos con el dentista y los obsequios",
afirma un oficial del ejército, cargo de las relaciones
interinstitucionales de las FFAA.
AMPLIA GAMA DE PROYECTOS
Es la misma actividad de desarrollo social enmarcada en otro
concepto de obsoletos manuales de contrainsurgencia, también
repudiado por la oficialidad: el de "operaciones psicológicas"
En este ámbito, las FFAA ejecutan proyectos de educación cÃvica.
educación para la salud, educación para la producción y
construyen o reconstruyen pequeñas escuelas, o dotan de
infraestructura deportiva escolar.
Ponen profesores militares en aquellas escuelas que no disponen
de maestros permanentes en lugares alejados, y donan material
didáctico e implementos deportivos a estudiantes de escasos
recursos.
"La acción de apoyo al desarrollo es uno de los elementos que
explica el espontáneo respaldo del pueblo a las FFAA en este
último conflicto con el Perú, dijo a BLANCO y NEGRO un oficial
del ejército, encargado de las relaciones interinstitucionales de
las FFAA.
A las acciones de educación se añaden programas de salud
preventiva, atención sanitaria. letrinización, alcantarillado,
construcción de casas comunales, bibliotecas, centros
artesanales, canchas deportivas, centros cÃvicos, implantación de
cultivos hiropónicos, apoyo a la producción artesanal, a
proyectos agrÃcolas pilotos y centros de comercialización.
También llevan adelante programas de arborización y apoyan la
comunicación social en los lugares más apartados.
Muchos de estos programas se aplicaron, y se aplican por ejemplo,
en las provincias de BolÃvar y Chimborazo, donde el levantamiento
indÃgena de 1990 fue relevante.
DEONTOLOGIA MILITAR
"Tenemos una actitud muy abierta", señalan los oficiales que
participan en los programas de desarrollo social de las FFAA.
"En algunas comunidades, por ejemplo, hemos tenido que
reimplantar el uso de telares y el de tejidos de lana contra el
frÃo, pues los indÃgenas no sabÃan que no estaban resistiendo
clima del páramo por usar ropa de fibra poliester.
Es el mismo oficial que exhibe a BLANCO y NEGRO un libro de
"DeontologÃa militar" en el que, según él, quedan claras las
razones por las que el militar transgrede los diez mandamientos
y, sin embargo, puede ganar el cielo.
LA GUERRA DE LOS NEGOCIOS
En el llamado proceso de modernización del Estado, uno de los
tantos puntos polémicos ha sido el tratamiento de la gestión de
la Fuerzas Armadas en actividades industriales, agrÃcolas,
financieras y hasta camaroneras.
Para las cámaras de la producción esta intervención es
considerada como una intromisión en terrenos reservados a la
empresa privada. Y el hecho de que las Fuerzas Armadas hayan
cumplido su cometido con bastante eficiencia, a pesar de la
generalizada y provocada crisis del Estado, constituye casi una
provocación para los teóricos neoliberales.
UN DISPARO AL CORAZþN DEL LIBRE MERCADO
Sin embargo, no se puede simplemente aceptar que la crÃtica
contra la acción empresarial de los militares nace de una
reflexión ideológica.
Lo real es el atractivo que tienen estas empresas para el sector
privado. En otras palabras, éste avizora allà lucrativos negocios
que no desea perder fácilmente, más todavÃa si este esquema
podrÃa constituirse en un pernicioso ejemplo en el futuro.
Desde este punto de vista, determinados voceros de estos cÃrculos
de poder consideran que las empresas de los uniformados no se
ajustan a condiciones normales de la competencia y que gozan de
beneficios extraempresariales: locales gratis, ningún costo de
guardianÃa, vehÃculos sin costo, bajos sueldos a sus ejecutivos,
disciplina castrense, favoritismos en las licitaciones públicas,
etc.
Además, ellos están preocupados porque, en especial, el grupo de
empresas de la DINE trabaja en forma conjunta al mejor estilo de
un conglomerado transnacional: una empresa para la rentabilidad
de todas y todas para la seguridad de una.
Como escribió Carlos Castillo, de quien hemos tomado el tÃtulo de
este artÃculo, esta gestión es "un disparo al corazón de las
tesis del libre mercado", en tanto representa menores
posibilidades de hacer plata para inversionistas nacionales y
extranjeros.
En este coro de crÃticas no puede faltar la Embajada de los
Estados Unidos, que en varias ocasiones ha enfilado sus baterÃas
en contra de las empresas militares.
Pero, a más de estas posiciones, hay otras positivas desde la
misma vertiente empresarial, en tanto algunos inversionistas han
establecido una variedad de vÃnculos con empresas militares para
aprovechar de dicha condición como protección para el desarrollo
de sus actividades, como, por ejemplo, en el caso de las empresas
mineras frente a potenciales invasores.
¿UN ESTADO DENTRO DEL ESTADO?
Además, otros segmentos de la población han manifestado su
inquietud por esta nueva forma de intervención estatal,
concretamente militar que podrÃa dar paso a la conformación de
una nueva casta privilegiada, beneficiarÃa de una serie de
prebendas. Y su advertencia no se limita solo a la órbita
económica, sino que creen que las Fuerzas Armadas estarÃan
montando una suerte de Estado paralelo dentro del Estado.
Y tampoco han faltado quienes arremeten contra la acción cÃvica
de las Fuerzas Armadas, que tendrÃa como su principal cometido el
mantener controladas a zonas rurales alejadas, que podrÃan ser
susceptibles de infiltraciones extremistas. Con lo cual las FFAA
se mantendrÃan, de alguna manera, como un instrumento opresor
propio del sistema.
SU COMPROMISO CON EL DESARROLLO NACIONAL
Todas estas crÃticas contrastan, por otro lado, con otros
factores que pasan desapercibidos a la parafernalia neoliberal.
Cabe destacar la real importancia de sus servicios sociales
-educación, salud, caminos vecinales, etc.- en regiones
marginadas. Sobretodo en vista de que los gobiernos, tan prestos
para satisfacer los requerimientos del gran capital y de los
acreedores externos, no tienen capacidad (ni la voluntad) para
hacer la obra social.
Mención especial merecen también otras empresas, cuya
trascendencia estratégica no puede circunscribirse simplemente a
aquellas unidades productivas dedicadas a la provisión de
municiones o vituallas para las actividades castrenses.
Conviene señalar el caso de TAME (Transportes Aéreos Militares
Ecuatorianos), creada en 1962, que cumple una función de
integración de zonas alejadas, cuya vinculación aérea serÃa
impensable si estuviera en manos privados. Y cuya acción, además,
ha sido indispensable para enfrentar la agresión peruana.
Vale la pena mencionar también el aporte brindado por la Flota
Petrolera Ecuatoriana (FLOPEC), creada en 1973, y Transportes
Navales Ecuatorianos (TRANSNAVE), creado en 1971, para la
constitución y fortalecimiento del poderÃo marÃtimo nacional,
anteriormente inexistente. Más aún, si estas empresas se han
financiado en gran medida con recursos generados en su gestión y
han permitido que el paÃs no dependa totalmente de flotas
extranjeras, lo cual, como era lógico suponer, ha despertado el
encono de los navieros privados.
De cualquier forma, el reto está planteado. Las FFAA no pueden
estar al margen de una verdadera modernización del Estado, para
la cual ya han contribuido activamente en varios pasajes de
nuestra historia.
Hoy, la clave está en evitar nuevos privilegios, en asumir su
papel en un proceso nacional y democrático de desarrollo, y en
reconocer, como afirmó el ministro de Defensa, general Gallardo
Román, que "existen empresas que tienen valor estratégico, de las
cuales depende la economÃa y la seguridad del paÃs, que no pueden
ser entregadas a manos extranjeras".
PARTICIPACION EMPRESARIAL DE LAS FFAA
Nombre de la compañÃa Participación
AcerÃas Nacionales del Ecuador 54,50
Calzados Industriales 99,10
CompañÃa AgrÃcola CM 60,00
CompañÃa Minera 93,30
CompañÃa Minera Pachicutzam 35,00
CompañÃa Minera Pijilicem 40,00
Ecuatoriana de Cobre S.A. 10,90
Ecuatoriana de Siderúrgica S.A 100,00
Empresa Nacional y Comercial 99,00
Explosivos CompañÃa de EconomÃa
Mixta 60,00
Fábrica de Equipo Militar 94,03
Fábrica de Municiones
"Santa Bárbara" 100,00
Fabricaciones Militares Ecuatorianas 100,00
Fundiciones Nacionales S.A. 6,00
Herramientas Electrónicas del
Ecuador S.A. 51,00
Omnibus B.B. Transportes S.A. 4,53
Productos Metálicos ARMCO S.A. 10,40
Servicios Mineros CompañÃa de
EconomÃa Mixta 99,00
Astilleros Navales Ecuatorianos 100,00
Autoridad Portuaria de Esmeraldas 100,00
Autoridad Portuaria de Guayaquil 100,00
Autoridad Portuaria de Manta 100,00
Autoridad Portuaria de Puerto BolÃvar 100,00
Dirección de Industrias del
Ejército (DINE) 100,00
Ecuatoriana de Aviación 100,00
Flota Petrolera Ecuatoriana (FLOPEC) 100,00
Transportes Aéreos Militares
Ecuatorianos (TAME) 100,00
Transportes Navieros Ecuatorianos
(TRANSNAVE) 100,00
Contenedores del Ecuador S.A. 55,00
Banco Rumiñahui 100,00
Fuente: SENDA; "El ámbito empresarial del Estado
ecuatoriano-Información y análisis, año 1991", Quito, diciembre
de 1991, en: Acosta, Alberto, "La deuda eterna", donde se indica
que en la información de la SENDA no aparece el Banco Rumiñahui
IWIAS: LA MEZCLA LETAL
El Iwia es un personal del ejército -nativo de la selva
amazónica- que tiene la preparación militar para poder combatir.
Es el soldado del Oriente.
El coronel Gonzalo Barragán decidió capacitar militarmente a un
grupo de shuaras. En el ejército existe la tradición de que cada
promoción se autoimpone un nombre. Ellos decidieron ponerse el
nombre de Iwias. Asà se llama un dios de la mitologÃa shuar, que
significa "demonio de la selva". El Iwia tiene mucho de pÃcaro,
de astuto, de agil, rápido y sagaz, y siempre está molestando.
Sus inicios se remontan a 1982 y se creo el curso de iwias, en la
Brigada de Selva N- 7 Pastaza. Antes era solo para nativos, luego
se amplió para los colonos, que han ido aprendiendo algo de
ellos, y ahora están en a capacidad de actuar igual a los
shuaras. Los cursos se imparten también para personal militar.
En el conflicto del alto Cenepa actúan los comandos de fuerzas
especiales y los iwias, que según un vocero del ejército son "una
mezcla letal"y con una capacidad inusitada para resistir
prolongados perÃodos de combate. (P1-5)
en
Explored
Ciudad N/D
Publicado el 02/Diciembre/1995 | 00:00