Guayaquil. 9 ago 98. La pobreza en la que continúan miles de
familias ecuatorianas es un grave signo de una economía que no
logra estabilizarse. El crecimiento de la economía no llegará
al 1% en 1998 y la tasa anual 34,2% de inflación al mes de
julio.

Mañana se cumple el periodo de interinato presidencial, no así
el objetivo de estabilizar la economía, meta que tienen los
gobiernos de esa naturaleza.

Diez y ocho meses después del 5 de febrero, fecha en que quedó
insubsistente el gobierno electo de Abdalá Bucaram, su
remplazo Fabián Alarcón, designado por el Congreso para
dirigir los destinos del Ecuador en ese lapso, deja una
economía con saldo en rojo.

Un desfase fiscal que bordea el 6% del Producto Interno Bruto,
PIB, esto es alrededor de 1.500 millones de dólares; la
inflación con una tasa anual de 34,2% al mes julio, que a su
vez ejerce presiones sobre las tasas de interés y el tipo de
cambio del dólar; y la pérdida de reservas monetarias,
constituyen el fiel reflejo de la afirmación.

Esas no son las únicas cifras que dan cuenta de la crítica
situación. El crecimiento de la economía que no llegará al 1%
en 1998, por debajo del crecimiento vegetativo de la población
que es del 2%; la caída del índice de actividad económica en
-1,57% en el primer cuatrimestre de este año, se agregan a
ellas.

De forma paralela, se registra un negativo saldo de la balanza
comercial, que en ese mismo mes marcó una brecha de î88
millones de dólares entre exportaciones e importaciones, con
lo que se revierte la tendencia de años anteriores y la
disminución de la inversión productiva privada.

Consecuencia del deterioro del sector real de la economía se
observa una desmejoría en materia social. Así, el aumento del
desempleo de acuerdo a una investigación de la Pontificia
Universidad Católica del Ecuador está en 17% de la Población
Económicamente Activa, PEA, el decremento del valor real de
los salarios en -10% al mes de mayo y la expansión de la
pobreza, dan cuenta de lo expresado.

Nula modernización

La frustrada venta del 35% de las acciones de Pacifictel y
Andinatel, la inexistente inversión en los sectores
hidrocarburífero y eléctrico, son la pauta del estancamiento
en materia de modernización, que se presentó en esta
administración interina.

A ello se suma una nueva posibilidad de racionamientos
eléctricos, producto de que no se concretó la contratación de
una generación de energía emergente para enfrentar la sequía
(estiaje) que se presentaría en la zona de Paute en octubre.

Organizaciones sindicales del sector público al parecer son
las únicas que resultaron fortalecidas en estos diez y ocho
meses en detrimento de los usuarios de los servicios.

El alza de los salarios para los maestros de aquí al año 2000,
así como el otorgamiento de bonos a los empleados de una serie
de instituciones públicas, contribuyen al criterio sobre el
mal manejo de las finanzas públicas.

En ese contexto el criterio de tres analistas que evalúan la
gestión de Alarcón en materia económica está marcado por una
coincidencia: Ni el fenómeno El Niño ni la caída del precio
del petróleo en los mercados internacionales son la causa
directa de la inestabilidad macroeconómica en Ecuador,
registrada en el gobierno interino.

Para Walter Spurrier, Luis Jácome y Omar Maluk, la razón
radica fundamentalmente en el mal manejo de las finanzas
públicas. Ellos sostienen que la inestabilidad que se dejará
como legado a la próxima administración ya estaba presente
desde antes que ambos factores se presentaran.

A continuación ofrecemos sus criterios.

Spurrier: No hubo un norte

Walter Spurrier Baquerizo, director de la publicación
especializada Análisis Semanal, calificó como mala a la
gestión que el gobierno interino de Fabián Alarcón desarrolló
en materia económica y social.

Basó su aseveración en que esta administración no fijó
objetivos ni definió cuál sería su tarea. "No ha habido un
norte e incluso se abandonó el que Sixto Durán-Ballén había
enunciado con la modernización que también fue seguida por
Bucaram", precisó.

La señalización de la ejecución de 20 megaproyectos, opinó el
analista, se hizo independientemente de su importancia y
necesidad para el desarrollo del país y ni siquiera se han
ejecutado.

Esa es la razón según Spurrier para el fracaso del Conam
(Consejo Nacional de Modernización), pese al esfuerzo que le
imprimieron sus directivos.

Otro aspecto que explica su calificativo, se vincula con el
hecho de que el régimen no se definiera como un gobierno de
naturaleza interina en el que el propósito central es sanear
la situación fiscal y entregar un país en mejores condiciones.
Por el contrario, expuso, Alarcón pospuso medidas de ajuste y
se ubicó en el filo de la navaja al gastar lo que no tenía en
proyectos de corto plazo encaminados a la creación de un
partido de gobierno.

Lo más criticable

En ese sentido, haber dilapidado el equilibrio macroeconómico
que había heredado, porque la inflación estaba controlada,
había crecimiento de las reservas monetarias y no había un
gran déficit fiscal, es lo más criticable de este gobierno.

Citó como ejemplo que en 1997 el Ejecutivo dispuso un
incremento drástico en las remuneraciones de la UNE (Unión
Nacional de Educadores) para los años 1998, 1999 y 2000,
concesiones que a él no le correspondía realizar.

En lo social el balance también le resulta desfavorable porque
se conservó la política de Sixto de desmantelar los programas
de apoyo a la niñez que montaron Febres-Cordero y Borja.
Como aspecto destacable señaló que fue una administración
respetuosa de la crítica y la negociación de la paz con el
Perú.

Aunque el resultado de la labor cumplida por Alarcón tiene
tinte rojizo, manifiesta que el desgaste insostenible de
Bucaram, tornó indispensable el cambio de gobierno. La
equivocación estuvo, anotó, en que ``los notables designaron
al más político de los políticos' cuando debieron nombrar a
una persona no política que tomara las medidas necesarias para
estabilizar la economía.

Jácome: Este Gobierno resultó incompetente

Incompetente, fue la palabra que utilizó Luis Jácome Hidalgo,
director de Carta Económica, de la Corporación de Estudios
para el Desarrollo (Cordes), para calificar la labor
desarrollada por Fabián Alarcón durante el periodo de
interinato presidencial en el campo económico.

Este es un gobierno que no supo enfrentar las adversidades que
afectaron al país, apreciación que atribuyó a dos razones:
cálculos políticos e incompetencia.

En el primer caso, detalló que el gobierno pensó que era
posible que los problemas se arreglaran sin un manejo
adecuado; y en el segundo porque no se sabía cómo conducir lo
económico y social. "Lo que primó fue la improvisación",
sentenció el especialista.

Coincidió con Spurrier respecto a que el gobierno del
presidente Alarcón no entendió que su mandato era temporal y
que se le dio la oportunidad de ordenar la economía del país y
sentar las bases para que un gobierno posterior, con un
horizonte más largo, ejecutara una política económica para un
tiempo similar.

Por ello considera que lo más criticable es la falta de
entendimiento de los problemas económicos y su inexistente
decisión para enfrentarlos. "Creo que se privilegió
definitivamente y en forma equivocada el criterio de no asumir
costos políticos por ser un gobierno interino", señaló.

Producto de su inacción, tales costos se exacerbaron "y en
economía lo peor que se puede hacer es no decidir". Alarcon,
sostuvo Luis Jácome, pensó que con esa actitud no ocasionaba
costos a la población y nunca entendió que ellos ahora son más
graves.

Señaló como positivo, en cambio, la reestructuración del Poder
Judicial y la nueva Constitución.

De igual manera considera que los primeros meses de Bucaram
hicieron presagiar lo peor, por lo que se justifica que fuera
cesado en sus funciones. Lamentablemente, acotó, el sustituto
no fue el adecuado. "La dirigencia política del país se
equivocó y estamos pagando un costo muy alto en ese sentido",
precisó.

Desde su punto de vista, tanto Abdalá Bucaram como Fabián
alarcón contribuyeron de alguna manera al deterioro de la
imagen del país.

Maluk: Grave error con el gas

El director del Instituto de Ciencias Humanísticas y
Económicas, ICHE, Omar Maluk Salem, usó el apelativo de
regular al evaluar la gestión desempeñada por Fabián Alarcón
en sus 18 meses de gobierno.

Al explicar su razonamiento detalló que la política monetaria
fue bien administrada por el Banco Central, no así la
situación fiscal por el Ministerio de Finanzas, y ni qué decir
del plano social en el que piensa que este gobierno se
comportó de manera indolente.

"Se cometió un grave error al retroceder en la decisión de
eliminar el subsidio al gas y focalizarlo en su debida
oportunidad", mencionó en relación al segundo punto.

Incluso sostuvo que la propuesta de reforma tributaria no fue
debidamente sustentada "con quienes hacemos y producimos en el
país", y en esas circunstancias un proyecto que se basa en el
criterio de pocas personas y no tiene consenso no tenía
posibilidad de triunfar.

Así también cuestionó que no se tomaron las decisiones
correctas para disminuir los gastos del gobierno sino que se
optó por crear una deuda flotante que al momento bordea los
1.500 millones de dólares. Con esa mecánica, agregó, lo que se
ha hecho es postergar el problema, lo que implica que el
próximo gobierno deberá asumirla.

En cuanto al refinanciamiento de la deuda externa, indicó que
tampoco aplicó las resoluciones pertinentes y respecto a las
obras de reconstrucción lo único que hizo como balance
positivo fue firmar la ley que crea Corpecuador.

Desde su punto de vista, la desestabilización económica ya
existía desde antes que se presentaran las torrenciales
lluvias y el derrumbe del precio del crudo. Estos dos
factores, dijo, lo que hicieron fue agravar la crisis.

Este régimen, anotó, no actuó ni por el lado de la oferta para
tratar de mejorar la productividad ni por el lado fiscal para
intentar elevar la recaudación tributaria y disminuir el gasto
público.

Lo más negativo de este gobierno es su indolencia respecto al
problema de los pobres ecuatorianos y especialmente de la
Costa; mientras que lo destacable es el manejo de la política
monetaria que se la atribuye más al instituto emisor.

Respecto al deterioro de la imagen de Ecuador a nivel
internacional, especificó que Bucaram la desdibujó en lo
relativo a la dignidad que representa una Presidencia, pero
había expectativas importantes de cambio, "que se hicieron
trizas". (Texto tomado de El Universo)

EXPLORED
en Ciudad Guayaquil

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