Guayaquil. 11 ago 98. Sin perjucio de que durante su gobierno
Jamil Mahuad continuará en la búsqueda de un acuerdo final con
el Perú sobre el problema limítrofe y territorial, temas sobre
política nacional son acuciantes para el nuevo gobierno: La
reconstrucción de los daños causados por el fenómeno El Niño,
la renegociación de la deuda externa, el diseño de una
estrategia para un manejo fiscal eficiente, la reactivación de
la economía y la adopción de políticas que incluyan la
seguridad social y la generación de empleo.

Recursos, deuda externa y manejo fiscal adecuado

El analista Mauricio Pozo, estima que a fines de año la
balanza comercial podría tener un saldo negativo de 300
millones de dólares. "La herencia que recibe el régimen es una
combinación de inflación creciente y recesión económica por el
déficit fiscal y por un sector externo afectado
primordialmente por El Niño".

El especialista Oswaldo Dávila, señala que la urgencia es
encontrar los fondos para la reconstrucción: "El reto es
conseguir recursos en el exterior para un país con una imagen
muy pobre".

Jaramillo, confirma que la obtención de los recursos fue una
de las principales razones del viaje de Mahuad a Washington
donde se reunió con representantes del Banco Interamericano de
Desarrollo (BID), el Banco Mundial y otros organismos que
enviarán una comisión para evaluar los efectos de El Niño el
17 de agosto.

Jaramillo, no precisó la cifra de los préstamos "porque no
está afinada", pero estimó en 200 millones de dólares el monto
que debe ser invertido en forma urgente hasta diciembre para
rehabilitar la red vial principal del país.

"Si se aprovechan los meses de verano para la reconstrucción
en la Costa, se habrá ganado un año con la posibilidad de que
se convierta en un motor de reactivación de la economía", dice
el analista Alberto Acosta, con quien coinciden Pozo y
Jaramillo.

La deuda externa

El segundo reto, la renegociación de la deuda externa, es uno
de los dolores de cabeza más graves para este gobierno,
concuerdan los analistas: "Lo más grave se va a sentir en 1999
cuando el país tenga que pagar mil millones de dólares por
concepto de deuda. ¿De dónde va a venir el dividendo?",
pregunta Dávila.

Y Pozo recuerda que en las próximas semanas vencerá un tramo
de la deuda en bonos Brady por el orden de los 90 millones de
dólares. "Aquí el problema no es si hay reservas suficientes.
Es un problema fiscal. Es deuda del Gobierno y este requiere
de los sucres para comprar los dólares al Banco Central".

Ello se suma -dice Pozo- al hecho de que el país tiene atrasos
por el orden de 349 millones de dólares en el pago de la deuda
con el club de París. "La única forma de entrar en
negociaciones en este caso es a través del Fondo Monetario
Internacional", explica.

Fidel Jaramillo lo asume como un problema. "El Ecuador dejó de
pagar oportunamente desde 1996. No organizó pagos en el
Gobierno de (Abdalá) Bucaram y el Gobierno de (Fabián) Alarcón
realizó pagos parciales. Pero el país ha sido afectado por
demasiados choques adversos que disminuyeron la capacidad de
pagar la deuda y es la intención reestructurarla,
renegociándola".

¿Cómo lo logrará? según Jaramillo, se necesita un programa
macroeconómico "serio, sostenible y que restaure la confianza
en el país" y su sustento "es la restauración de la
estabilidad macroeconómica uno de cuyos ejes son las finanzas
públicas".

Manejo fiscal

Tercer reto: lograr un manejo fiscal adecuado, con base en una
eficiente recaudación tributaria, un Estado moderno.

Jaramillo anticipa la política "de la zanahoria y el palo"
para lograr una mejor recaudación tributaria que -en cifras
estimativas- podría llevar al Estado a recaudar anualmente dos
puntos del producto interno bruto (PIB), esto es, 400 millones
de dólares.

Reformas profundas: estímulos para quienes tributen, castigos
para quienes no, y una posible reestructuración del esquema
tributario es lo que propone el Ministro de Finanzas.

"Hay una serie de impuestos de difícil cobro y de fácil
evasión. Hay que limpliarlos y eliminar las exenciones a
varios impuestos como el IVA. No hay decisiones al respecto,
de bajar unos y de subir otros, porque esto será materia de
análisis y discusión en el futuro inmediato".

Todos los analistas coinciden en que uno de los lastres que
recibe este régimen es el abultado déficit fiscal que bordea
el 7% del PIB. Reducirlo implica incluir en todas las
políticas de Gobierno un componente de eficiencia y de
sobriedad en el gasto, enfatiza Dávila. Y otro punto de
coincidencia es la necesidad de un Estado eficiente que
optimice recursos y no los dilapide.

En ese contexto, Jaramillo dice tener claro el rol estatal:
"el proceso de una ambiciosa reforma estructural contará con
la participación del capital privado en las áreas de petróleo,
construcción del nuevo oleoducto, electricidad,
telecomunicaciones e infraestructura. En primera instancia por
la reconstrucción de la Costa y en segunda por un proceso más
ambicioso de concesiones".

Jaramillo estima que este motor reactivará la economía, otro
de los retos sobre el cual Acosta hace una puntualización: "La
economía debe estar en función del bienestar de la sociedad y
de las personas. Es también un desafío superar las visiones
dogmáticas que creen que el objetivo de la economía es reducir
la inflación. Esta no puede ser la meta si no parte del
proceso".

Para Dávila, el modelo que propone el actual régimen podría
acentuar los problemas de desempleo y subempleo, a partir de
la eliminación de los así llamados "derechos adquiridos de los
trabajadores" en un esquema de libre flujo de la oferta y la
demanda del mercado laboral.

Desafío social: Enfrentar los estragos de El Niño

La reconstrucción de 12.500 kilómetros de carreteras, la
problemática social de 16 mil damnificados por el fenómeno de
El Niño y contrarrestar brotes epidémicos producidos por la
insalubridad que aqueja al Litoral son parte de la herencia
que recibe Jamil Mahuad.

El panorama se presenta muy complicado: a decir de la ex
ministra de Bienestar Social, Edith García, su sucesor
continuará enfrentando el problema de los damnificados a
quienes, por falta de recursos económicos, hasta el momento no
se ha encontrado un sitio para trasladarlos.

Actualmente permanecen 16 mil personas en los albergues
instalados por ese Ministerio, a quienes se les sigue
manteniendo porque perdieron todos sus bienes por las lluvias,
deslaves e inundaciones.

Por su parte el ex ministro de Obras Públicas, Homero Torres,
señaló que se realizó un inventario para constatar con más
certeza el grado de destrucción provocado por El Niño.

Según estos estudios, entre esos los de la Cepal, se requiere
más de mil millones de dólares para rehabilitar la red vial
del país, porque 2.500 kilómetros de la red fundamental y
10.000 kilómetros de caminos secundarios se encuentran
destruidos.

Torres explicó que el proceso de concesiones se encuentra
vigente y aseguró que mediante este proceso se reconstruirán
los corredores Rumichaca-Riobamba y Santo Domingo de Los
Colorados-El Guabo, ya entregados a la empresa privada.

"Adicionalmente se cuenta con el crédito de cien millones de
dólares de la Corporación Andina de Fomento (CAF), que aunque
fue tramitado antes de que se conozcan los efectos de El Niño,
se invertirán en el 70% de vías destruidas", añadió.

Otro de los retos del régimen de Mahuad es enfrentar los
brotes epidémicos producidos por el grado de insalubridad que
dejaron las inundaciones, al punto que por cólera y
leptospirosis han fallecido 23 personas.

Al respecto, el Ministro de Salud, Asdrúbal de La Torre,
puntualizó que la situación es manejable, ya que su sucesor
dispone de tres millones de dólares que se deberán invertir en
la fase post-Niño. "Hay cinco millones de dólares más para
equipar los hospitales de la Costa y comprar insumos", dijo.

Indicó que el próximo año el Ministerio de Salud, a cargo de
Edgar Rodas, contará con un 4% del presupuesto del Estado,
"que es todavía bajo, pero que se duplicó con relación al de
1997".

Otra de las herencias para el régimen es la existencia de dos
sindicatos de la Salud y la posible firma del contrato
colectivo con uno de ellos, lo que podría ocasionar un nuevo
paro de la Fetsae.

Pero la reestructuración del IESS ya dio paso a una amenaza.
En efecto, el 26 de agosto, el Seguro Social Campesino
realizará una marcha a Palacio para pedir que se deje sin
efecto las disposiciones transitorias de la nueva Constitución
para modernizar la Seguridad Social.

Reto político: Estabilidad para lograr los objetivos

La estabilidad política es el factor que varios analistas
consideran como el principal desafío político de Jamil Mahuad
después que el Ecuador ha vivido seis procesos electorales en
los últimos dos años, aparte de la crisis de 1996.

Esa estabilidad, coinciden, no significa inmovilismo ni falta
de confrontación política; al contrario, debería entenderse
como la consecusión de objetivos nacionales donde todos los
sectores coincidan y ninguna de sus propuestas quede por
fuera, explica la analista Lourdes Rodríguez.

En la misma línea se pronuncia el ex asambleísta Ricardo
Noboa, pero agrega otros elementos: "que la política
ecuatoriana sea más democrática y sus gobiernos más estables,
que la economía sea más productiva y que la gestión pública
esté guiada por sólidos principios éticos".

En un estudio sobre la "Agenda Institucional Pendiente", Noboa
apunta entre otras tareas imprescindibles: mejorar los
derechos y garantías individuales, mecanismos efectivos para
controlar y exigir cuentas a los políticos, reformar el
sistema electoral, profundizar el proceso de
descentralización, regular de mejor manera la relación
Ejecutivo-Congreso y declarar la educación como área
estratégica para el desarrollo.

Sobre todo esto, Rodríguez señala que en esencia también se
debe consolidar un profundo proceso de unidad nacional con
base en la concertación de objetivos nacionales.

Coincide con el analista Francisco Rosales Ramos, en que una
tarea inaplazable es la lucha contra la corrupción porque en
su base se asienta la confianza de la gente para poder
impulsar procesos a largo plazo.

Rosales, apunta que la lucha contra la corrupción debe
entenderse con una total transparencia en los contratos y
negocios públicos. "Los presupuestos detallados de todos los
entes públicos deben estar al alcance de la ciudadanía",
acota.

Para el logro de todos estos propósitos los analistas también
señalan un componente fundamental que es el liderazgo, "porque
sin esta condición, ninguna receta funciona", dice Rosales.

Sin embargo, Rodríguez destaca un factor que no favorecería su
idea de los consensos y es el nombramiento como Ministra de
Gobierno para Ana Lucía Armijos porque más bien su
personalidad apunta a los disensos.

Existe otro elemento en común entre los analistas: la calidad
de vida de la gente debe mejorarse como base para la
estabilidad política, el desarrollo económico y el combate a
la pobreza.

En ese sentido apuntan las conclusiones de la mesa de trabajo
sobre desarrollo social realizada en julio: "Las políticas
sociales son inversiones para el desarrollo económico y
mecanismos para lograr la igualdad de oportunidades. Su
rentabilidad y sostenibilidad dependen de que su
implementación se incorporen criterios de eficiencia, eficacia
y equidad. De esta forma constituyen el elemento clave de
estabilidad, legitimidad y gobernabilidad".

Con ello, comenta Rodríguez, también hay que contar si en
verdad se quiere impulsar procesos de participación ciudadana
en forma activa y responsable que no significa la creación de
más municipios o cantones sino dar a ciertas instancias
nacionales responsabilidades y toma de decisiones a través de
la administración de sus recursos y los que provengan del
Estado. (Texto tomado de El Universo)

EXPLORED
en Ciudad Guayaquil

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