Quito. 12.01.95.
EL concepto de "calidad total" se ha transformado en un
pasaporte de supervivencia para las empresas del sector
privado de Ecuador y Chile en el marco del proceso de
Modernización del Estado que llevan adelante las autoridades
gubernamentales de ambos países.
Así lo reconocieron representantes del sector empresarial de
Chile y Ecuador que participaron en el seminario organizado
por CEPLAES e ILDIS, "Democracia, Equidad y Consenso",
realizado los días 31 de octubre y 1 de noviembre en Quito.
Ante la globalización de las economías y la apertura de zonas
de libre comercio, el empresario enfrenta el dilema:
sobrevivir o desaparecer.
"La ley de la selva se vuelve implacable y las especies
fuertes sobreviven y las mas débiles tienden a desaparecer. En
otras palabras, o nos volvemos eficientes o desaparecemos",
señaló Patricio Johnson, presidente de la Asociación de
Empresarios del Sur de Quito, al intervenir en el seminario.
Para lograr dicho objetivo, los representantes del sector
empresarial chileno y ecuatoriano reconocieron que se requiere
cambiar el concepto de empresa; el principio de "calidad
total" debe ser el motor en la producción para lograr
sobrevivir en el proceso de modernización del Estado y
sociedad.
La "calidad total" no significa efecto cero (sin errores),
sino la participación de todos los sectores -empresarios,
dirigentes, trabajadores y comunidad- en el proceso
productivo.
"La calidad total significa que el trabajador aporta con su
creatividad a la producción y deje de utilizar sólo las manos
en el proceso productivo", expresaron los empresarios.
En este marco, señalaron que un elemento básico en este
sentido juega la modernización del Estado, que debe estar
basada, entre otros factores, en la desburocratización y
desmonopolización de los servicios públicos y, a su vez, debe
facilitar las tareas productivas del sector privado para
"proveer bienes y servicios en un ambiente de sana
competencia".
"Es aquí donde tiene cabida la privatización, las concesiones
y la transferencia al sector privado de actividades netamente
empresariales ahora en manos del Estado", sostuvieron.
En este sentido, Roberto Fantuzzi, presidente de la Asociación
de Exportadores de Manufacturas de Chile, aseguró que si
existe un Estado ineficiente, es imposible tener
una empresa privada eficiente.
De otra parte, los empresarios indicaron que debe
simplificarse las leyes laborales para la contratación y
manejo laboral.
"La libre contratación dinamiza la inversión por parte del
sector productivo y propicia el empleo de la mano de obra que
va mejorando sus ingresos como consecuencia del crecimiento de
las mismas actividades productivas", argumentó Johnson.
Sin embargo, los representantes del sector productivo
reconocieron que el sector empresarial moderno debe lograr una
concertación armoniosa con el sector laboral, en
función del mejoramiento continuo de la productividad y de la
calidad vida del trabajador en el marco de la competitividad.
"Solo puede existir una concertación armoniosa en la medida en
que el sector empresarial comprenda que el trabajador puede
producir calidad siempre que goce de calidad en su vida. Esto
se logra solo con un salario que proporcione dignidad,
comodidad y satisfacción a quien entrega su aporte de
trabajo", reconocieron.
"La economía debe estar al servicio del hombre y no buscar
solamente equilibrios macros que mantienen los niveles de
pobreza tal como están", señaló el presidente de
la Asociación de Exportadores de Manufacturas de Chile.
Las cifras proporcionadas por los empresarios de ambos países
indican que la población que se ubica bajo los índices de
pobreza tanto en Chile como en Ecuador, se sitúa en 30
por ciento en el primero y en 63,5 por ciento en el segundo.
"Para derrotar la pobreza tenemos que cambiar el concepto de
empresa y, si queremos ser competitivos tenemos que invertir
en capital humano, pues, esto será lo único que nos va a
diferenciar del resto del mundo", indicó Fantuzzi.
En este marco, los representantes del sector productivo
reconocieron que existe una falta de visión del empresariado
que ve al trabajador en el corto plazo (menos de un
año), y no en el largo plazo como en los países desarrollados
que lo sitúan entre 5 y 15 años.
"Existe una falta de compresión del período de confrontación
con los trabajadores, pues el empresario piensa que no debe
capacitar a su teórico enemigo", expresó Fantuzzi.
Además, sostuvo que existe una distorsión del concepto de
empresa, donde la mayoría de los políticos, empresarios y
sector laboral hablan de empresa igual empresario.
"El concepto de empresa involucra a empresarios, trabajadores
y comunidad, pues su actuación afecta a la globalidad y no se
puede hablar, como se hace, como entes separados", sostuvo el
dirigente empresarial chileno.
"No se ve a la empresa como una institución y siempre se habla
de equilibrio de fuerzas, que es como reconocer que existe una
confrontación entre empresarios y trabajadores", añadió.
Los voceros del sector privado criticaron también el hecho de
que siempre se los mira como el motor de la economía y fuente
de riqueza, pero paralelamente se los trata de "explotadores".
Tanto en Chile como en Ecuador, indican estudios privados, el
sector político y empresarial son las esferas mas
desprestigiadas en el ámbito social, "cuando estos
deberían ser los pilares del desarrollo", indicaron.
En este marco, Luis Gómez Izquierdo, presidente de CEDAL,
sostuvo que en la actualidad sólo se habla de reformas de
eficiencia en la tecnología empresarial, pero que ella no vale
nada si no existe una reforma global y absoluta de la
sociedad.
"La reforma no es del Estado y mucho menos debe ser liderada
por el sector privado.
La reforma es la creación de una moderna nacionalidad,
diseñada, ejecutada y controlada no con la participación de la
sociedad, sino, por la sociedad", afirmó Gómez.
La "calidad total" es la única alternativa de la empresa
moderna y el cero error es un subproducto de una participación
democrática de todos sectores y que debe responder
también a mejorar la calidad de vida de los trabajadores,
concordaron los empresarios de Chile y Ecuador en sus
intervenciones.
"El concepto de empresa moderna, eficiente o de supervivencia,
nos obliga a pensar en bienes o servicios de la mas alta
calidad. Es un principio que se ha impuesto en el mundo
de hoy con el criterio o la escuela de la "calidad total".
En este marco, los empresarios aseguraron que los países de
América Latina no son asociados en el mundo como exportadores
de productos manufacturados, razón por la cual "seguiremos
siendo explotados por los países desarrollados en el siglo
XXI, que seguirán explotando nuestras minas y recursos
primarios".
Para superar esta situación, indicaron, es necesario que los
gobernantes redefinan el rol del Estado, a efectos de que este
sea un regulador y facilitador de las actividades
socio-económicas y de la iniciativa privada que tendrá como
única solución exportar productos manufacturados de primera
calidad ante la globalización de la economía a nivel mundial.
*Texto tomado de: revista ECUADOR ANALISIS DE COYUNTURA #9
(Pag. 97-99)
EL concepto de "calidad total" se ha transformado en un
pasaporte de supervivencia para las empresas del sector
privado de Ecuador y Chile en el marco del proceso de
Modernización del Estado que llevan adelante las autoridades
gubernamentales de ambos países.
Así lo reconocieron representantes del sector empresarial de
Chile y Ecuador que participaron en el seminario organizado
por CEPLAES e ILDIS, "Democracia, Equidad y Consenso",
realizado los días 31 de octubre y 1 de noviembre en Quito.
Ante la globalización de las economías y la apertura de zonas
de libre comercio, el empresario enfrenta el dilema:
sobrevivir o desaparecer.
"La ley de la selva se vuelve implacable y las especies
fuertes sobreviven y las mas débiles tienden a desaparecer. En
otras palabras, o nos volvemos eficientes o desaparecemos",
señaló Patricio Johnson, presidente de la Asociación de
Empresarios del Sur de Quito, al intervenir en el seminario.
Para lograr dicho objetivo, los representantes del sector
empresarial chileno y ecuatoriano reconocieron que se requiere
cambiar el concepto de empresa; el principio de "calidad
total" debe ser el motor en la producción para lograr
sobrevivir en el proceso de modernización del Estado y
sociedad.
La "calidad total" no significa efecto cero (sin errores),
sino la participación de todos los sectores -empresarios,
dirigentes, trabajadores y comunidad- en el proceso
productivo.
"La calidad total significa que el trabajador aporta con su
creatividad a la producción y deje de utilizar sólo las manos
en el proceso productivo", expresaron los empresarios.
En este marco, señalaron que un elemento básico en este
sentido juega la modernización del Estado, que debe estar
basada, entre otros factores, en la desburocratización y
desmonopolización de los servicios públicos y, a su vez, debe
facilitar las tareas productivas del sector privado para
"proveer bienes y servicios en un ambiente de sana
competencia".
"Es aquí donde tiene cabida la privatización, las concesiones
y la transferencia al sector privado de actividades netamente
empresariales ahora en manos del Estado", sostuvieron.
En este sentido, Roberto Fantuzzi, presidente de la Asociación
de Exportadores de Manufacturas de Chile, aseguró que si
existe un Estado ineficiente, es imposible tener
una empresa privada eficiente.
De otra parte, los empresarios indicaron que debe
simplificarse las leyes laborales para la contratación y
manejo laboral.
"La libre contratación dinamiza la inversión por parte del
sector productivo y propicia el empleo de la mano de obra que
va mejorando sus ingresos como consecuencia del crecimiento de
las mismas actividades productivas", argumentó Johnson.
Sin embargo, los representantes del sector productivo
reconocieron que el sector empresarial moderno debe lograr una
concertación armoniosa con el sector laboral, en
función del mejoramiento continuo de la productividad y de la
calidad vida del trabajador en el marco de la competitividad.
"Solo puede existir una concertación armoniosa en la medida en
que el sector empresarial comprenda que el trabajador puede
producir calidad siempre que goce de calidad en su vida. Esto
se logra solo con un salario que proporcione dignidad,
comodidad y satisfacción a quien entrega su aporte de
trabajo", reconocieron.
"La economía debe estar al servicio del hombre y no buscar
solamente equilibrios macros que mantienen los niveles de
pobreza tal como están", señaló el presidente de
la Asociación de Exportadores de Manufacturas de Chile.
Las cifras proporcionadas por los empresarios de ambos países
indican que la población que se ubica bajo los índices de
pobreza tanto en Chile como en Ecuador, se sitúa en 30
por ciento en el primero y en 63,5 por ciento en el segundo.
"Para derrotar la pobreza tenemos que cambiar el concepto de
empresa y, si queremos ser competitivos tenemos que invertir
en capital humano, pues, esto será lo único que nos va a
diferenciar del resto del mundo", indicó Fantuzzi.
En este marco, los representantes del sector productivo
reconocieron que existe una falta de visión del empresariado
que ve al trabajador en el corto plazo (menos de un
año), y no en el largo plazo como en los países desarrollados
que lo sitúan entre 5 y 15 años.
"Existe una falta de compresión del período de confrontación
con los trabajadores, pues el empresario piensa que no debe
capacitar a su teórico enemigo", expresó Fantuzzi.
Además, sostuvo que existe una distorsión del concepto de
empresa, donde la mayoría de los políticos, empresarios y
sector laboral hablan de empresa igual empresario.
"El concepto de empresa involucra a empresarios, trabajadores
y comunidad, pues su actuación afecta a la globalidad y no se
puede hablar, como se hace, como entes separados", sostuvo el
dirigente empresarial chileno.
"No se ve a la empresa como una institución y siempre se habla
de equilibrio de fuerzas, que es como reconocer que existe una
confrontación entre empresarios y trabajadores", añadió.
Los voceros del sector privado criticaron también el hecho de
que siempre se los mira como el motor de la economía y fuente
de riqueza, pero paralelamente se los trata de "explotadores".
Tanto en Chile como en Ecuador, indican estudios privados, el
sector político y empresarial son las esferas mas
desprestigiadas en el ámbito social, "cuando estos
deberían ser los pilares del desarrollo", indicaron.
En este marco, Luis Gómez Izquierdo, presidente de CEDAL,
sostuvo que en la actualidad sólo se habla de reformas de
eficiencia en la tecnología empresarial, pero que ella no vale
nada si no existe una reforma global y absoluta de la
sociedad.
"La reforma no es del Estado y mucho menos debe ser liderada
por el sector privado.
La reforma es la creación de una moderna nacionalidad,
diseñada, ejecutada y controlada no con la participación de la
sociedad, sino, por la sociedad", afirmó Gómez.
La "calidad total" es la única alternativa de la empresa
moderna y el cero error es un subproducto de una participación
democrática de todos sectores y que debe responder
también a mejorar la calidad de vida de los trabajadores,
concordaron los empresarios de Chile y Ecuador en sus
intervenciones.
"El concepto de empresa moderna, eficiente o de supervivencia,
nos obliga a pensar en bienes o servicios de la mas alta
calidad. Es un principio que se ha impuesto en el mundo
de hoy con el criterio o la escuela de la "calidad total".
En este marco, los empresarios aseguraron que los países de
América Latina no son asociados en el mundo como exportadores
de productos manufacturados, razón por la cual "seguiremos
siendo explotados por los países desarrollados en el siglo
XXI, que seguirán explotando nuestras minas y recursos
primarios".
Para superar esta situación, indicaron, es necesario que los
gobernantes redefinan el rol del Estado, a efectos de que este
sea un regulador y facilitador de las actividades
socio-económicas y de la iniciativa privada que tendrá como
única solución exportar productos manufacturados de primera
calidad ante la globalización de la economía a nivel mundial.
*Texto tomado de: revista ECUADOR ANALISIS DE COYUNTURA #9
(Pag. 97-99)
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