Hace pocas semanas se realizó un afortunado evento en la ciudad de Cuenca, BITE, Bolsa Internacional de Turismo del Ecuador, donde más de cien operadores y decenas de periodistas de todas partes del continente americano, como también de Europa, pudieron apreciar buena parte de lo que nuestro hermoso país puede ofrecer a quienes se interesen en visitarlo. El Turismo es una noble actividad que puede ayudar mucho al Ecuador a procurar las divisas que su actual esquema de dolarización tanto requiere, al mismo tiempo que puede generar nuevas plazas de trabajo a miles de ecuatorianos desocupados, que hoy se ven obligados a emigrar.
Si actualmente visitan el país cerca de medio millón de turistas al año, y se calcula que en promedio gastan alrededor de novecientos dólares por persona, esto es un ingreso adicional en divisas para el Ecuador de casi $500 millones por año, y si pudiéramos aumentar hasta triplicar el número de visitantes o de ingresos de divisas por este concepto, estaríamos logrando igualar o superar el monto de las remesas de los inmigrantes ecuatorianos trabajando en el exterior, con la particularidad que en vez de emplear a 300 mil ecuatorianos que hoy se calcula, es la fuerza laboral utilizada en actividades conexas al turismo, se ocuparía a 600 mil, disminuyendo notablemente la desocupación y la migración de jóvenes ecuatorianos que abandonan nuestro país sin importar riesgos y sufrimientos, con tal de conseguir nuevas oportunidades en el exterior.
Nadie podría oponerse o dejar de coadyuvar para conseguir tan buenos resultados y prometedoras cifras, más aún si partimos de la premisa que turistas ávidos por visitar y conocer el Ecuador sí los hay en número suficiente, especialmente hoy que el turismo, a países como los nuestros, está de moda, evitando otros destinos de mayor riesgo y menor diversidad. El turismo de países vecinos y el fomento al turismo interno es otra de las opciones interesantes, dignas de todo apoyo. Los Ministerios de Obras Públicas y Turismo están haciendo esfuerzos para facilitar la consecución de estos objetivos, con el mejoramiento ostensible de nuestra vialidad y la promoción de sitios turísticos.
Existe un proyecto de una nueva Ley de Turismo que merece todo apoyo y celeridad en su aprobación. Entre sus puntos principales está la restitución de incentivos tributarios para la inversión y mejoramiento de la infraestructura en el sector. La exoneración del IVA a los extranjeros que los visitan es una práctica común en otros países. También se propone la creación del Patrimonio Autónomo para el Fomento Turístico, que servirá para promocionar y publicitar el Ecuador en el exterior, lo cual creo será un gran paso, siempre que no se grave onerosamente la operación de actividades del sector, creando nuevos impuestos sobre los activos, o duplicando los ya existentes, como es el pago del 1,5 por mil a los Municipios del país.
Las Cámaras, las Asociaciones de empresas de Turismo, el Ministerio y la Comisión que se constituya en el Congreso para estudiar el mencionado proyecto, deben trabajar mancomunada y consensualmente, logrando un proyecto final único para que esta iniciativa no se postergue innecesariamente, ni su aplicación despierte controversias o debates tardíos. Es preferible unir fuerzas y todos apoyar su pronta aprobación, como también evitar que luego, en la discusión, se incluyan modificaciones inconvenientes que distorsionen el objetivo final, que es promocionar el crecimiento del sector y de la actividad.