Quito. 06.09.95. Los Jefes de Estado y de Gobierno del
Mecanismo Permanente de Consulta y Concertación PolÃtica
-Grupo de RÃo- se reunieron en la ciudad de Quito, los dÃas 4
y 5 de septiembre de 1995, y acordaron emitir lo siguiente:
1.- Constatamos que en los paÃses miembros del Grupo de RÃo,
la existencia de regÃmenes democráticos constituye la regla
general. La realización de elecciones libres y el traspaso
ordenado del poder; el pleno ejercicio de la oposición
polÃtica; el imperio del derecho; la separación e
independencia de los poderes públicos; los esfuerzos para
alcanzar reformas estructurales en la dirección de una más
amplia participación ciudadana e integración social- el mayor
control democrático sobre el ejercicio de la autoridad; el
mayor acceso a los sistemas judiciales- la libertad de
expresión, son rasgos caracterÃsticos del sistema democrático
que ya no constituyen meras aspiraciones sino realidades en
progreso en todos nuestros paÃses. Todo ello nos permite
situarnos con optimismo ante los grandes desafÃos que hoy
debemos enfrentar para alcanzar un pleno desarrollo
polÃtico e institucional.
2.- Decidimos continuar la construcción de un proyecto
fundado en la concertación e integración, orientado para la
paz y el bien común, consolidando y fortaleciendo la
democracia, sobre la base de la supremacÃa del poder civil, la
modernización del Estado, un mayor equilibrio, nivelación y
armonÃa de sus instituciones, asà como una administración
transparente y eficiente de los recursos públicos, convencidos
de que conducimos a nuestros paÃses hacia el desarrollo, a
través de una verdadera justicia social sustentada en la
promoción y respeto irrestricto de los derechos humanos.
3.- Reiteramos el compromiso de nuestros gobiernos de promover
la adopción de mecanismos de cooperación dirigidos a continuar
el combate contra la corrupción. Estamos convencidos que esta
actividad delictiva debilita la legitimidad democrática, y
empaña el prestigio de sus instituciones y constituye un
factor de desintegración social que distorsionan el sistema
económico. En tal sentido, acogemos complacidos la Resolución
sobre Probidad y Etica CÃvica aprobada por la Asamblea General
de la OEA celebrada en HaitÃ, el pasado mes junio, y
comprometemos la participación de nuestros paÃses en la
Conferencia Especializada para examinar la adopción de una
Convención Interamericana contra la Corrupción.
4.- Ratificamos nuestro firme compromiso de continuar con la
lucha contra el consumo, la producción y el tráfico ilÃcito de
drogas, asà como los delitos conexos. Estamos convencidos de
que esa lucha tendrá éxito a partir de una solución integral
del problema que contemple los aspectos sociales y económicos
de este flagelo y de compromisos mutuos que llevan y a una
disminución significativa verificable del consumo y a una
resolución importante de la oferta. También consideramos que
deben adoptarse enérgicas medidas en contra del lavado de
dinero, las organizaciones de distribución, el tráfico de
armas y el tráfico ilÃcito de los precursores quÃmicos. Ene
este contexto, ratificamos nuestro apoyo a la convocatoria de
una Conferencia Mundial contra los Estupefacientes y a la
elaboración de una Convención Interamericana contra el lavado
de dinero.
5.- Reafirmamos nuestra condena al terrorismo en todas sus
formas, y reiteramos nuestro compromiso de combatir conjunta y
firmemente este flagelo que viola los derechos humanos, a
través de todos los medios legales. En este contexto,
expresamos nuestra satisfacción por la convocatoria de una
Conferencia Especializada Interamericana sobre Terrorismo que
se celebrará en el seno de la OEA.
ó.- Reafirmamos nuestra convicción de que la paz en nuestra
región está garantizada por el respeto a los principios
consagrados en las Cartas de las Naciones Unidas y de la
Organización de los Estados Americanos. Recordamos lo
expresado en relación a la solución pacÃfica de controversias,
en las Declaraciones de RÃo de Janeiro de 1986 y de Buenos
Aires de diciembre de 1992. Reiteramos el compromiso de
nuestros gobiernos de buscar soluciones pacÃficas, negociadas
y conformes al derecho internacional, a las controversias y
conflictos de cualquier naturaleza existentes en la
región. En ese mismo espÃritu, ratificamos la expresión de
nuestro decidido apoyo a los esfuerzos realizados por aquellos
paÃses que viven de pacificación y de reconciliación interna.
7.- Reiteramos la importancia del diálogo polÃtico con la
Unión Europea, y consideramos que su agenda debe profundizar
los temas económicos, sociales, educativos y la transferencia
de tecnologÃa. Expresamos nuestra firme determinación de
buscar soluciones a los obstáculos al comercio y fomentar la
inversión europea en América Latina y El Caribe para obtener
resultados más concretos durante las próximas reuniones sobre
la materia. Al mismo tiempo. resaltamos la importancia de
impulsar gradualmente marcos jurÃdicos adecuados para promover
tales inversiones. Consideramos, asimismo, útil fomentar la
creación de nuevos mecanismos y fortalecer los ya existentes,
a fin de promover, facilitar o intensificar los contactos
entre los empresarios de las dos regiones. En este sentido.
instruimos a nuestros cancilleres profundizar el diálogo con
el objeto de avanzar en temas especÃficos de cooperación entre
las dos regiones.
8.- Destacamos la importancia histórica de la Cumbre de las
Américas, de su Declaración de Principios y de su Plan de
Acción. Coincidimos en la conveniencia de desarrollar los
compromisos asumidos en la Cumbre de las Américas y de
perfeccionar los mecanismos que permitan el eficiente
seguimiento a efectos de que sus objetivos sean
cumplidos. En este contexto, destacamos la importancia del
Documento de Exposición de los Ministros de Relaciones
Exteriores sobre la ejecución de la Cumbre, presentado en
Montrouis, HaitÃ, el 4 de junio de 1995.
9.- Afirmamos el compromiso de continuar en la aplicación de
programas polÃticos, económicos y sociales en nuestros paÃses
para avanzar en el proceso de desarrollo de nuestros pueblos,
con el objeto de erradicar la pobreza que todavÃa subsiste en
la región. En este contexto, nos complacemos por la invitación
formulada por el Gobierno de Chile para la realización, en
Santiago, los dÃas 18 y 19 de enero de 1996, de una
"Conferencia Hemisférica sobre la Erradicación de la Pobreza y
la Discriminación" dentro del seguimiento del Plan de Acción
de la Cumbre de las Américas, dedicada al estudio de acciones
y áreas de cooperación en la materia.
10.- Destacamos que para dar seguimiento regional a los
compromisos asumidos en la Reunión Mundial sobre Desarrollo
Social realizada en Copenhague, en marzo pasado, los Ministros
y Secretarios responsables del área de los paÃses del
Grupo de RÃo se reunieron en Buenos Aires, los dÃas 4 y 5 de
mayo pasado, para concretar un panorama de cooperación y
consulta sobre polÃtica social a fin de responder exitosamente
al desafÃo de lograr la equidad, la justicia social y el
fortalecimiento de las capacidades sociales en un marco de
solidaridad nacional e internacional.
11.- Manifestamos nuestra satisfacción por la reciente
adopción en la Conferencia Internacional convocada
oportunamente por Naciones Unidas, con miras a ejecutar lo
expresado en la Declaración de RÃo sobre Medio Ambiente y
Desarrollo, del Acuerdo sobre la aplicación de las
disposiciones de la Convención de Naciones Unidas sobre el
Derecho del Mar de 1982 relativas a la conservación y
ordenación de las poblaciones de peces transzonales y
altamente migratorios en alta mar.
Tal Acuerdo permitirá alcanzar medidas eficaces para la
protección y conservación de recursos vivos en
alta mar, que son básicos para alimento y nutrición de
nuestros pueblos.
12.- Instamos a los paÃses que no lo hubieren hecho, a la
pronta ratificación de las Convenciones Internacionales sobre
Diversidad Biológica, Cambios Climáticos y Desertificación,
instrumentos que coadyuvarán al logro del desarrollo
sostenible hemisférico.
13.- Manifestamos nuestra preocupación por los intentos de
aplicación extraterritorial del derecho interno en violación
del derecho internacional y de los principios elementales que
rigen la convivencia regional y que atentan contra la
soberanÃa de otros Estados y las prácticas transparentes del
comercio reconocidas universalmente.
14.- Manifestamos nuestro apoyo a los procesos de interación
y de cooperación en América Latina, el Caribe y en el
Hemisferio, y destacamos la dinámica que dichos procesos han
adquirido durante los últimos años. Reafirmamos la importancia
de continuar apoyando los esfuerzos que realizan los
organismos regionales con miras a la ampliación del proceso de
integración considerando, los acuerdos bilaterales,
subregionales y regionales existentes y su convergencia, de
conformidad con los compromisos asumidos en la pasada Cumbre
de las Américas y en la Organización Mundial de Comercio. En
esa dirección, reiteramos nuestro positivo interés, formulado
desde la Cumbre de Miami, de avanzar hacia un comercio libre y
transparente a más tardar para el año 2005. Destacamos el
avance realizado en la reciente reunión de Denver, y nos
congratulamos por la próxima reunión ministerial sobre
comercio, que se efectuará en Cartagena de Indias, en el mes
de marzo de 1996.
15.- Reconocemos la necesidad de racionalizar el
funcionamiento de los organismos regionales de integración y
cooperación, y eventualmente reorganizarlos, con el
objeto de fortalecerlos y de adaptarlos a las nuevas
realidades y necesidades de la región. Al respecto, observamos
con beneplácito los procesos de reflexión y reforma que han
iniciado algunos de ellos, en particular el SELA y la ALADI.
Coincidimos en que el apoyo técnico de estos organismos,
dentro de sus ámbitos de competencia, proporcionará elementos
útiles para los trabajos del Grupo de RÃo.
16.- Manifestamos nuestra firme decisión de impulsar, mediante
polÃticas y acciones concertadas, la integración fÃsica entre
los paÃses de la región. Para el logro de dicho objetivo, que
juzgamos prioritario para consolidar los distintos procesos
integradores en América y favorecer su ulterior convergencia
en términos hemisféricos, resolvemos encomendar a las
autoridades competentes de nuestros paÃses el estudio y la
formulación de una propuesta que será tratada en la próxima
Reunión Cumbre. Esta propuesta contemplará la ejecución de los
principales proyectos de infraestructura de alcance regional,
en cuyo desarrollo participen los sectores públicos y
privados, en materia de transportes, comunicaciones y otros
sectores relevantes, considerando su contribución al
crecimiento del comercio en nuestra región y a los vÃnculos de
todo tipo entre nuestros paÃses, y su capacidad de atraer las
importantes inversiones que dichas obras requerirán.
17.- Reconocemos la necesidad de utilizar prioritariamente los
recursos energéticos regionales. En tal sentido coincidimos en
impulsar la cooperación energética regional y hemisférica, a
través de planes y programas compatibles con las estrategias
nacionales y como instrumento para alcanzar los objetivos
que nos hemos trazado en el marco del desarrollo sostenible.
En este contexto, especial atención se deberá otorgar a la
optimización y creación de facilidades de financiamiento por
parte de las instituciones financieras internacionales, la
promoción de las inversiones de capital sin menoscabo de la
legislación interna de cada paÃs, y el uso de tecnologÃas
energéticas eficientes, con el propósito fundamental de apoyar
el desarrollo de los proyectos requeridos por nuestra región
en este sector.
18.- Modificaciones de B.W. Volatilidad de capitales.
19.- Constatando la importancia de reunir un consenso en el
Hemisferio que permita impulsar polÃticas de desarrollo
económico y social bajo condiciones de uso eficiente de los
recursos naturales, señalamos nuestro decidido apoyo a la
celebración de la Cumbre Hemisférica de Desarrollo Sostenible
que se efectuará en la ciudad de Santa Cruz, Bolivia, durante
el segundo semestre de 1996.
20.- Dejamos constancia de nuestra profunda preocupación y
rechazo, como Mandatarios de paÃses de América Latina y El
Caribe, primera zona libre de armas nucleares, a la
reanudación de los ensayos nucleares por parte de la República
Popular China y a la decisión del Gobierno francés de
reanudarlas en el PacÃfico, área geográfica de la
cual forman parte la mayorÃa de los paÃses miembros del Grupo
de RÃo. Considerando que dichas acciones afectan el ambiente
propicio para el desarrollo de las negociaciones sobre el
Tratado de Prohibición Total de los Ensayos Nucleares, hacemos
un enfático llamado a los Gobiernos de todos los Estados
poseedores de este tipo de armas para que suspendan todos los
ensayos nucleares mediante moratorias unilaterales o acordadas
a fin de acelerar la negociación de un tratado multilateral de
prohibición total de los ensayos nucleares, que sea
efectivamente verificable.
21.- Respaldamos la decisión del Consejo del Organismo para la
Prescripción de las Armas Nucleares en América Latina y el
Caribe (OPANAL) de celebrar una reunión con los Miembros del
Consejo Consultivo del Tratado sobre la Zona Desnuclearizada
del PacÃfico Sur (Tratado de Rarotoga), a fin de acordar una
estrategia conjunta para que en el 50o. periodo Ordinario de
Sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas se
adopte una moratoria inmediata de todos los ensayos nucleares.
22.- Instamos, a aquellos paÃses que aún no lo han hecho, a
una pronta firma y ratificación de la Convención sobre la
Prohibición del Desarrollo, Producción, Almacenamiento y Uso
de Armas QuÃmicas y sobre su Destrucción, Manifestamos
nuestra decisión de trabajar en forma conjunta por el
fortalecimiento de la Convención de Armas Biológicas con la
adopción de medidas adecuadas. Asimismo, expresamos nuestra
voluntad de cooperar en la promoción de la transparencia en
las transferencias internacionales de armas y en los
presupuestos y gastos de defensa.
23. - Acordamos llevar a cabo la X Reunión Cumbre de Jefes de
Estado y de Gobierno en la ciudad de Cochabamba, Bolivia en
1996.
24.- Los Jefes de Estado y de Gobierno concurrentes en Quito,
expresamos nuestro agradecimiento al Señor Presidente de la
República Sixto Durán-Ballén, a su Gobierno y al pueblo del
Ecuador y le felicitamos por la adecuada organización y
conducción de la IX Cumbre del Mecanismo Permanente de
Consulta y Concertación PolÃtica.
Tomado de El Telégrafo (Pág. 9A)