Quito. 06.08.95. - Hace exactamente 50 años -el 6 de agosto de
1945- la bomba atómica arrasó las ciudades japonesas de
Hiroshima y Nagasaki.
- Hoy, la aventura mortal continúa: Francia reaundará los
ensayos nucleares en Mururuoa a partir de septiembre.
- Los cientÃficos franceses defienden el proyecto como
necesario para recuperar el "equilibrio estratégico" mundial
¿Cuáles serán las consecuencias?
- El juego atómico está lejos de terminar: el arsenal mundial
se encuentra repartido entre demasiadas manos y el "terrorismo
nuclear" ya no es una ficción.
Ni lo piense: el juego atómico aún no ha terminado.
Cincuenta años después de que la "bomba A" arrasara las
ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, el mundo asiste
atónito a lo que podrÃa ser el inicio de una nueva carrera por
el poderÃo nuclear: la reanudación de los ensayos en el atolón
de Mururoa.
Ocho pruebas conmoverán -a nombre del equilibrio estratégico-
el fondo del PacÃfico, desde el próximo mes de septiembre.
Los ecos de las organizaciones ecologistas y pacifistas
parecen no haber llegado a ese lejano punto de la geografÃa.
Tampoco los de la comunidad mundial que condena el
experimento: los cientÃficos franceses sostienen que las
pruebas son irreversibles.
Entre tanto, a la aventura atómica se suman nuevos actores. El
poderÃo nuclear rebasó ya el escenario exclusivo de las
grandes potencias y el mortal arsenal se encuentra repartido
entre demasiadas manos. Tantas, que en el mundo se habla ya
del "terrorismo nuclear".
La amenaza de un nuevo estallido está latente: cualquier dÃa,
a cualquier hora, en cualquier lugar del mundo alguien puede
apretar el botón...
Un macizo de basalto y coral
El gran atolón de Mururoa y Fangataufa, en el que se
realizarán los próximos ensayos nucleares franceses, en el
PacÃfico Sur, forma parte de lo que fue un volcán apagado.
Está estructurado por un gigantesco macizo de constitución
basáltica muy resistente y compacto, que tiene unos 28
kilómetros de longitud y dos kilómetros de profundidad en su
estado actual.
Mururoa, una zona de superficie del atolón, en donde está
ubicada la base militar de la Segunda Legión Extranjera y que
es el centro base de la comunidad cientÃfica francesa, se
asienta sobre una rÃgida capa de coral que, a su vez, se se
cimenta sobre el basalto de origen volcánico. El coral es duro
y en algunos sectores se presenta negruzco, porque está
sometido a los efectos de un proceso milenario por la acción
del carbón.
En sus orÃgenes el atolón formaba un solo cuerpo estructural
con una dimensión de 130 kilómetros de largo y 30 kilómetros
de profundidad, pero los cambios geológicos lo han
transformado fÃsicamente.
Gran parte de la contextura del atolón permanece hundido bajo
el océano por acción de su sismicidad y el movimiento de la
capa tectónica. Es un volcán apagado e inmóvil, pero a decir
de los cientÃficos, ya no es zona sÃsmica.
En Mururoa, como en Fangataufa, se han realizado los
anteriores 25 ensayos nucleares de carácter atmosférico, y se
espera realizar también los próximos ocho tiros de tipo
subterráneo.
En el atolón residen 1.500 personas entre personal militar,
cientÃfico y personal de servicio de ascendencia tahitiana,
quienes por su cercanÃa y estancia prolongada a la zona de las
pruebas son sometidos a rigurosas pruebas médicas y a
seguimientos individuales. Por su cercanÃa este sitio ha sido
el centro de la atención mundial y mantiene en vilo a sus
vecinos: Australia, Nueva Zelandia, Filipinas, Japón, Perú,
Chile, Ecuador, entre otros.
El promedio de distancia hacia nuestro continente es de seis
mil kilómetros.
Las bombas en miniatura
El poderoso aparato tecnológico francés es incuestionable. Uno
se queda perplejo ante el derroche de modernidad y no puede
imaginar que con tanta infraestructura, sea lógico que la
carrera nuclear francesa se detenga por iniciativa propia.
Cada ensayo le significará a Francia un gasto de 20 millones
de dólares, "que es la mitad del costo de un F-16
norteamericano", conforme opinan los voceros franceses en
Mururoa. Y, en la práctica , es un precio módico para un paÃs
que cuenta con toda una infraestructura lista. Incluso los
dispositivos abandonados antes de la suspensión de las pruebas
serán reactualizados para su utilización en los próximos
ensayos que se realizarán a partir de septiembre de 1995.
¿Cuál es el objetivo cientÃfico?
Pero, ¿para qué servirán los ocho ensayos? La intención es
completar una serie de pruebas que han ido desarrollándose a
partir de la experimentación de la bomba TN-10.
Ahora se pondrá a prueba, la TN-75, que será complementada en
la práctica, en Mururoa, hasta abril próximo antes de que
pasen los resultados a un "pool "cientÃfico en ParÃs.
Bajo el antecedente de que se requiere "una concepción nueva"
de la bomba, el primero de los ensayos nucleares permitirá
calificar la ojiva de la TN-75, que es 10 veces más potente
que aquella utilizada en Hiroshima. El ensayo es necesario
desde el punto de vista cientÃfico porque se quiere montar el
mecanismo en un nuevo misil denominado M-45, dotado de seis
cabezas nucleares, que deberá equipar a partir de 1996 a los
submarinos estratégicos franceses.
Los ensayos del TN-75 fueron requeridos, además, como pruebas
complementarias a ensayos anteriores y facilitarán a los
expertos del Centro de EnergÃa Atómica, iniciar de cero el
estudio conocido con el nombre de TN-100.
Aunque los expertos señalan que "estamos lejos de querer
miniaturizar las armas nucleares", en la realidad la
perfección del TN-75 significa miniaturizar el detonador de la
carga del contenedor, lo que, a su vez, permitirá ampliar la
capacidad del mecanismo general de la ojiva, que aumentará
tanto la capacidad de carga como la velocidad del misil en el
tipo TN-100.
Ocho tiros en Muroroa
Los expertos franceses reunidos en Mururoa, para rendir
explicaciones a 40 periodistas extranjeros, utilizan un doble
discurso. Mientras por un lado aseguran que la decisión de
realizar las pruebas nucleares en el PacÃfico Sur es
irrevocable, por otro dicen que la posición francesa es
mantener un arsenal disuasivo que no caerá en la proliferación
de armas no convencionales.
Francia permitió el acceso a la prensa extranjera cuyo primer
grupo, proveniente de Asia, Europa y América, visitó las
instalaciones del Centro de EnergÃa Atómica (CEA) en un plan
denominado "transparencia informativa", que es inédito en
estos casos.
La razón es simple: contrarrestar el miedo y la repulsión del
mundo ante los inminentes ensayos.
Como dedicados maestros de escuela, los técnicos y cientÃficos
del CEA se esmeraron en despejar una y otra vez las dudas,
aunque en lo particular el manejo de cifras no fue unánime
debido a la serie de estudios del ambiente que, según los
franceses, es su carta de certificación de que en Mururoa los
ensayos nucleares no han causado alteraciones ni en la
atmósfera, no en el agua ni en el suelo polinesio, por lo que
desestiman que la radioactividad pudiera causar efectos en
puntos continentales cercanos al atolón.
Los cientÃficos y jefes militares delegados en el PacÃfico Sur
sacan a relucir con insistencia, siempre a manera de buen o
mal ejemplo, las pruebas atómicas realizadas por China y
EEUUs, incluso permitiéndose asegurar que el riesgo de
irradiación ha sido menor en el caso de Mururoa.
Allà explotan para sà mismos una justificación moral al
problema.
En lo cientÃfico esperan ponerse al tanto de los últimos
avances cientÃficos nucleares en materia de defensa. "Tenemos
la necesidad de contar con una fuerza de disuasión. La
polÃtica de Francia es disuasiva. Estas armas hay que
renovarlas porque envejecen como todo. No queremos más
ensayos, pero hace falta mejorar mucho el modelo de perfección
mediante los ensayos, porque es el cuadro del mismo proceso de
disuasión", dijo Jaques Bourchard, jefe del proyecto y
director del CEA. Aparentemente para Bourchard el tema de los
ensayos es primero práctico y luego moral.
"Mientras más ensayos, más información, mejores modelos", dice
entre tanto se cruza de brazos.
"HabÃa que escoger un buen modelo para los ensayos, pero es
una promesa recogida en el proceso de no proliferación de
armas no pasar de ocho ensayos antes de entrar en la
posibilidad de firmar la detención de más pruebas", agregó,
coincidiendo con los voceros militares, quienes aseguran que
los ensayos juegan contra el tiempo y que se culminarán antes
de septiembre del próximo año en que Francia firmará el pacto
nuclear. "Ninguna bomba explotará a partir de mayo de 1996 en
nombre de la paz", acotó.
Bourchard asegura que es inconveniente para Francia comprar la
tecnologÃa de los paÃses que ya la tienen, porque significarÃa
revelar todos sus secretos tecnológicos franceses.
Asimismo, los franceses dejan entrever su temor porque otras
potencias nucleares disponen ya del dispositivo TN-75. ¿Cómo
nos podremos defender?, cuestionan, y agregan que en cuestión
estratégica la inestabilidad geopolÃtica que se registra en
Europa, como son los casos de Bosnia y Rusia, asà como el
crecimiento demográfico e industrial de China, son una piedra
en el zapato para este paÃs.
En Mururoa todo se encuentra listo y, como interpreta el
diario francés "Liberation", mientras los técnicos y
cientÃficos aguardan tranquilamente la fecha de la primera
prueba (septiembre de 1995), en el "Café de ParÃs" se inicia
la descarga del primero de los contenedores de 30 metros de
longitud, 70 toneladas de peso y 50 tones de potencia.
Los franceses tienen todo a punto. Solo falta aceitar el
disparador de tiro. Los efectos de estas pruebas solo lo dirá
la suerte de las circunstancias. Ojalá no pase lo de
Chernobil.
"Pruebas nucleares para mantener la paz"
El mundo creÃa haber llegado al fin de la era nuclear.
Sin embargo, con el cambio de gobierno -y la llegada a la
presidencia el candidato de las derechas- Francia se acordó,
de pronto, de que, cuando se discutieron los convenios de
control del armamento nuclear, habÃa conseguido que se le
hiciera una concesión: la de realizar, hasta 1996, unas pocas
pruebas subterráneas más.
El mundo se habÃa olvidado de aquello y también la Francia del
socialista Mitterrand. Pero el compromiso revivió con Chirac y
en septiembre próximo, una prueba nuclear conmoverá el fondo
del PacÃfico a la altura de Mururoa.
El embajador francés en Quito insiste: los firmantes del
acuerdo antinuclear sabÃan y aceptaron la solicitud de
Francia, para realizar tres o cuatro pruebas más, con el
objeto de "mantener la credibilidad de las fuerzas nucleares
francesas, en una Europa en la que el equilibrio ha
desaparecido y nadie sabe qué ocurrirá en el futuro".
- Hay una protesta internacional, sin embargo...
Como ocurrió en el pasado, estas últimas pruebas se harán en
condiciones de estricta seguridad, verificadas por periodistas
y cientÃficos. El gobierno está concretando la presencia de
una misión de cientÃficos independientes.
Es cierto que hay cientÃficos que han afirmado que no pueden
saber lo que puede ocurrir con la acumulación de material
radiactivo subterráneo a mediano o largo plazo. Pero la
respuesta está en el hecho de que los norteamericanos han
realizado sin consecuencias hasta 700 pruebas en la zona de
Nevada. Mientras tanto, las pruebas francesas en Mururoa han
llegado a solo 140 y serán en total 148 hasta el próximo año.
- ¿Que razón tiene Francia para continuar con unas pruebas que
irritan a buena parte del mundo?
La credibilidad de sus fuerzas nucleares. Necesitamos de estas
últimas pruebas para controlar las técnicas de simulación que
se aplicarán en un laboratorio que se construye en territorio
francés, simulaciones que ya practican Estados Unidos y Rusia.
Necesitamos de estas 8 últimas pruebas. El motivo para
perseguir esa credibilidad: la situación en Europa. Desde 1945
existÃa un equilibrio estratégico en el mundo, que permitÃa
mantener la paz en Europa. Hoy ese equilibrio ha desaparecido.
- ¿Y ése es un buen motivo para devolvernos al fantasma
nuclear que cubrió el perÃodo de la guerra frÃa?
Hay efectos positivos en todo esto: la disuación nuclear
permitirá mantener la paz en Europa. Una consecuencia negativa
puede tener que ver con la carrera armamentista. Pero Francia
no la está acelerando. Hicimos menos de 200 pruebas nucleares.
Estados Unidos y la Unión Soviética superaron las dos mil. Hay
que tener en cuenta que Francia es la única fuerza
independiente de Occidente. Inglaterra guarda fuertes lazos
con Estados Unidos.
- El conflicto que el anuncio francés ha provocado en las
organizaciones ecologistas ¿dejará resentida a Francia con el
ecologismo?
Yo no le pido al movimiento ecologista cambiar sus posiciones,
únicamente que acepte recibir más información de parte de
Francia y entre en un debate abierto, serio, sin prejuicios.
Cuando recibà a representantes ecologistas en la Embajada, les
manifesté que me habrÃa gustado encontrarles también apoyando
la campaña municipal contra la contaminación ambiental en
Quito, que tiene más consecuencias sobre sus niños, que las
pruebas nucleares.
- Pero las intenciones francesas podrÃan torpedear una plena
aplicación del tratado de prohibición de armas nucleares.
Creo que no. Francia mencionó oportunamente la necesidad de
realizar unas últimas pruebas. Ningún otro paÃs lo hizo y en
esa oportunidad hubo acuerdo entre las cinco potencias
nucleares.
- Resulta curioso que, mientras se condenan los intentos de
Corea del Norte por contar con fuerza atómica, se aplique un
privilegio con respecto a Francia
Antes de todo el movimiento en pro de la limitación de este
tipo de armas algunos paÃses alcanzaron el privilegio del
acceso al armamento nuclear. Es verdad que existe una
desproporción. Este es uno de los aspectos más difÃciles, pero
en el tratado han sido examinadas sus consecuencias. Por
ejemplo, todas las potencias se comprometieron a no usar armas
atómicas contra paÃses que no las tienen.
- El privilegio estaba dado, entonces.
No es una situación perfecta la que vivimos, pero los
movimientos de presión han favorecido para la limitación de
las armas nucleares. En el futuro se podrá avanzar más.
Argumentos franceses
- La probabilidad de un acontecimiento sÃsmico en la zona
continental a causa de los ensayos serÃa improbable. El
volcán, que forma el atolón, es inactivo y se ha desconectado
de su epicentro sÃsmico original. Incluso la base de basalto
ha sufrido un desplazamiento de 130 kilómetros y está fuera de
la placa de Nazca, dicen los cientÃficos del CEA.
- La fuga radioactiva en los lugares destinados para los
ensayos no tiene probabilidad. Los resquebrajamientos son
cubiertos por acción de la arcilla hirviente que sirve como un
cemento natural.
- En el atolón se ha reactivado la fauna y flora marinas. El
ciclo de las especies no se ha suspendido.
- El aire es menos radioactivo en Mururoa que en TahitÃ, ParÃs
o Santiago en donde existe los más altos Ãndices de radiación
de origen natural.
- En los alrededores de Mururoa la contaminación radioactiva
del aire ha bajado de 6 bequeres a 3 y medio en los últimos
ocho años.
- Al comparar la radioactividad natural y la artificial en el
agua de la zona del PacÃfico Sur se desprende que hay 0.2
bequeres de radiación natural en por metro cúbico de agua y
3.8 en la radioactividad provocada por 12 mil metros cúbicos
de agua. En las costas del Perú se registra el Ãndice mayor.
- También se realiza un control del plancton. El coral produce
un virus denominado sigotera que mata a quien lo ingiere y que
está contenido en el alimento del pescado, pero no se culpa a
una enfermedad radioactiva porque también se presenta en aguas
del Océano Indico. Su origen se atribuye a la contaminación
industrial.
- Entre el personal militar y cientÃfico de Mururoa se
comprobó que mayor radiación recibieron quienes realizan
radiografÃas y la manipulación nuclear antes que por radiación
natural.
- En Polinesia no hay grupos de testimonio para investigar el
cáncer, como tampoco hay pruebas que relacionen a la tasa de
mortalidad con los ensayos.
- La población polinesia ha denunciado la presencia de casos
misteriosos de muerte por una misteriosa enfermedad de la piel
y degeneración orgánica. Francia niega responsabilidades
porque sus registros médicos de observación no contienen
dichos casos. (Revista BLANCO Y NEGRO Nº67. Pp 1-4)
(Diario HOY)