Quito. 29. jun. 97. La muerte de Jacques Cousteau ha apenado a
todo el mundo. El oceanógrafo francés fue el gran divulgador
del mundo marino y un ferviente defensor del medio ambiente.
Con la muerte del comandante Jacques-Ives Cousteau, ocurrida
el miércoles pasado en si domicilio de ParÃs, desaparece a los
87 años el mejor conocedor y divulgador de los fondos marinos,
un gran defensor de la naturaleza y el francés más universal
de los últimos tiempos.
Jacques-Ives Cousteau, nació el 11 de junio de 1910 en
Saint-André-de-Cubzac, un pueblo de la Gironda (suroeste
francés) y pasó su infancia en ParÃs y Nueva York.
Cuando apenas tenÃa nueve años, Cousteau compró con sus
ahorros una cámara de cine rudimentaria con la que hizo sus
primeras filmaciones. La vocación de estudiar el mar le
surgió cuando aprendió a bucear a los diez años durante una
estancia en Lake Harvey, Vermont (EE.UU). Después estudió en
la Academia Naval francesa de Brest.
El misterio de las profundidades de los océanos fascinó a
Cousteau desde que era un joven oficial de la Marina francesa
en Indochina, cuando observó a pescadores chinos sumergirse
sin equipos de buceo para capturar peces con las manos.
Primer hombre rana
En 1942, cuando era un joven oficial de la Marina y un
enamorado del cine, Cousteau inventó la técnica para captar
imágenes bajo el agua, y al año siguiente la primera
escafandra autónoma, el Aqua Lung junto con Emile Gagnan,
convirtiéndose, por asà decirlo, en el primer hombre rana del
mundo.
A estos inventos se sumarÃan otros destinados a la
investigación marÃtima, cómo cámaras, gafas especiales de
buceo y otros aparatos automáticos de exploración.
En 1947 alcanzó los 90 metros de profundidad con su pulmón
acuático, del que en 1956 se construyeron 15.000 unidades en
EE.UU al precio de 120 dólares.
Antes de adjudicarse en la vida real el papel de émulo del
Capitán Nemo, el personaje literario de Julio Verne, Cousteau
abandonó en 1956 su carrera de oficial de la Marina, donde
alcanzó el grado de capitán de corbeta, para entrar en el
Museo Oceanográfico de Mónaco, del que serÃa su presidente
durante 30 años, y para dedicarse de lleno a la investigación
submarina.
El Calypso
En 1950 un antiguo tragaminas llamado Calypso que le convirtió
en su centro de operaciones y con el que surcó aguas del
Mediterráneo, Mar Rojo, golfo Pérsico, océano PacÃfico y
oceáno Indico por cerca de 40 años y de cuyas expediciones
surgieron una serie de documentales que le dieron celebridad
en todo el mundo.
En 1952 creó la empresa Oficina Francesa de Investigaciones
Submarinas, con sede en Marsella, que serÃa luego Les Requins
Associés (Los tiburones asociados) que dio paso a la actual
Fundación Cousteau.
Dos de sus cientos de filmaciones sobre las faunas marinas
merecieron premios en acreditados certámenes internacionales:
El mundo del silencio -que rodó con el también desaparecido
realizador Louis Malle-, en el Festival de Cannes de 1956, y
el Pez rojo, galardonado dos años después con el Oscar al
mejor cortometraje.
Entre sus descubrimientos figura el descubrimiento en 1952 de
los restos de un navÃo del siglo III antes de Cristo, del cual
fueron extraÃdas 15.000 piezas de gran valor histórico
depositadas en el Museo de Marsella.
Uno de los más importantes logros de las investigaciones de
Cousteau fue el establecimiento en 1962 de la primera estación
submarina habitada en las profundidades del océano, cerca de
la costa de Marsella.
Dos de los tripulantes del Calypso se mantuvieron en la
estación por más de una semana.
El famoso del gorro rojo
Famoso, entre otras cosas por su gorro rojo, tras un primer
apoyo financiero de la prestigiosa National Geographic
Society, el comandante Cousteau supo desarrollar un gran
sentido empresarial y fundo su propia sociedad en Norfolk
(EE.UU), que complementarÃa después con otra fundación en
Francia: el Equipe Cousteau.
Calificado por muchos como el más famoso de los exploradores
submarinos, Cousteau solÃa decir que "en la vida, hay tres
fluidos vitales: el agua, el aire y el dinero, y hay que
servirse de los tres", según lo recuerda Bernard Violet,
biógrafo iconoclasta de este personaje.
Junto con uno de sus dos hijos, Jean Michel, realizó una
expedición de 11 meses a los largo del rÃo Amazonas en 1982
para hacer un mapa y estudiar la vÃa fluvial, una de las más
importantes del mundo, asà como la región amazónica en
general.
En 1978, Cousteau gastó 900.000 dólares en una investigación
sobre los depósitos de basura tóxica en el Mediterráneo y dijo
a los medios de prensa que habÃa dejado de nadar en las costas
de Mónaco debido a que estaban demasiado contaminadas.
El oceanógrafo habÃa nadado en el Mediterráneo por una hora
diaria, casi sin interrupción, durante 20 años. Era "su mar",
según decÃa. "No tengo tiempo para nadar 20 ó 30 kilómetros
mar afuera para hallar agua limpia", habÃa dicho entonces.
Durante la ocupación alemana, participó en la Resistencia y se
convirtió en el primer explorador que ingresó, en 1988, en la
Academia Francesa.
Ese año, Cousteau llevó a su hijo Jean Michel a los tribunales
por utilizar su apellido para promocionar un complejo
turÃstico en las islas Fiji.
Cousteau participó también en proyectos de minisubmarinos
capaces de operar a más de 3.000 metros de profundidad.
Lúcido hasta el final
Activo colaborador en programas de la UNESCO, el comandante
Cousteau publicó, entre otros libros, Nuestras amigas las
ballenas, La Expedición Cousteau en la AmazonÃa, La Mar herida
y El mar de Cortez.
Uno de sus logros fue conseguido en 1991 cuando obtuvo una
moratoria de 50 años que prohÃbe la explotación del subsuelo
del continente helado de la Antártida.
La petición que presentó ante la Asamblea General de las
Naciones Unidas, en octubre de 1994, para el derecho de las
generaciones futuras a heredar un planeta no contaminado,
recogió millones de firmas en todo el mundo.
En 1995 se unió a los grupos internacionales que protestaron
contra las pruebas nucleares francesas, efectuadas en la
región del PacÃfico Sur, por lo cual se enfrentó públicamente
con el actual presidente francés Jacques Chirac y renunció a
la presidencia de una comisión oficial que trataba los
problemas medio ambientales.
El 8 de enero de 1996, el emblemático Calypso tuvo un
accidente y se hundió en Singapur, por ello Cousteau abrió una
suscripción popular de recogida de fondos para la
construcción de un nuevo buque, el Calypso II.
Jacques-Ives Cousteau murió de un paro cardiaco en su casa de
ParÃs, donde se recuperaba de una afección respiratoria que lo
mantuvo hospitalizada durante cuatro meses.
Su viuda señaló en una conferencia de prensa que estuvo
consciente y lúcido hasta su último dÃa y que acaba de
terminar un libro para transmitir su legado.
Jacques Cousteau contrajo matrimonio en 1937 con Simone
Melchoir (fallecida en diciembre de 1990), con la que tuvo dos
hijos, Jan Michel y Philippe.
En 1979 murió su hijo Philippe al estrellarse el hidroavión en
el que viajaba en el estuario del Tajo, Lisboa Portugal.
Volvió a casarse en junio de 1991 con la hasta entonces
azafata de vuelo Francisne Triplet, con quien ya tenÃa dos
hijos, Diana (nacida en 19980) y Pierre-Ives (1982).
"Quiero vivir, luchar hasta la muerte para vivir, ¿por qué?,
por el mundo, la vida, la felicidad, el aire puro, las
canciones, los pájaros en el cielo, los peces en el mar...".
(Texto tomado de El Universo)
en
Explored
Publicado el 29/Junio/1997 | 00:00