EL CERCO A LOS RAPTORES SE ESTRECHA

Quito. 5 mar 2001. Un informe militar revela que el Ejército
siguió de cerca los últimos movimientos de los secuestradores
antes de la liberación de los rehenes.

¿Se conoce la ubicación de ese grupo y, de ser así, se podría
hablar de una inminente captura?

Nosotros seguimos con nuestras operaciones de patrullaje en la
zona. Debemos desarticular todo tipo de vinculación, tanto para
los abastecimientos como para los informantes y personas que les
apoyan en comunicación, alarmas tempranas y alimentación. Tenemos
que desarticular esa red. Para nosotros esta operación no ha
terminado. Muchas de las poblaciones se ven obligadas por dinero y
por miedo a colaborar con ellos. El momento que vayamos
desarticulando esos grupos evitaremos nuevos problemas a futuro en
ese mismo sector.

¿Pero se puede hablar de que se ha ubicado el área donde están los
secuestradores?

Sí. Estamos trabajando en la búsqueda de ello y con la información
obtenida se han montado los operativos y realizamos patrullajes en
los lugares donde presumiblemente estuvieron. Allí comprobamos la
vinculación que tienen con la población.

¿Se puede anticipar que estaría próxima la captura del grupo de
plagiadores?

No podría adelantar situaciones. Entre la entrega del dinero y la
liberación hubo algún tiempo que permitió a esa gente haberse
desplazado a otros lugares, a lo mejor hacia Colombia o hacia otro
lado. También pueden estar de paisanos dentro de la misma área o
fuera de ella. Lo que sí garantizamos es la seguridad en el
sector. La captura sería ideal, esa es una misión que nos
trazamos, no solo el 12 de octubre sino desde siempre. Sería un
éxito realmente. No hemos podido dormir tranquilos pensando qué
medidas tomar, qué hacer, por dónde actuar. Si eso no es posible,
por lo menos podemos decir que dominamos totalmente ese sector
amazónico.

¿Cuántos efectivos militares toman parte en los operativos de
búsqueda en la región?

Es el mismo personal de la Brigada de Selva Napo que dispone de 4
000 hombres. Toda esa gente se mueve de acuerdo a una
planificación. En determinado momento puede haber más personal en
un sitio que en otro, porque el comandante tiene la opción de
mover a su gente.

¿El Ejército pudo establecer en algún momento la ubicación de los
secuestradores y los técnicos cautivo, antes de su liberación?

Este grupo de delincuentes no tuvo un solo campamento. Siempre
estuvo moviéndose, por estrategia durante las noches y en especial
cuando había fuertes lluvias, para no dejar rastros. Además, tuvo
lugares previstos, reconocidos a los que iba, lo que evitó que
pueda ser fácilmente descubierto.

El grupo, según informes confidenciales de inteligencia, tanto
nacionales como del FBI, sería integrante del denominado comando
"América Libre", con vínculos con el ELN y EPL, ambos colombianos.
¿Hay indicios que apunten hacia allá?

Es una aspiración de los grupos de bandoleros de Colombia contar
con organizaciones latinoamericanas, siempre ha sido un anhelo, un
objetivo. De ahí que mucho antes se hablaba de un batallón
América, ahora de América Libre. Pero tienen la misma connotación.

Tienen lugares de entrenamiento de ecuatorianos, peruanos,
chilenos, etc., para que ellos, a su vez, mantengan la subversión
en cada uno de sus países. Su anhelo es subvertir a la región; por
lo tanto, no está descartada la posibilidad de que existan
ecuatorianos conformando estos grupos y que se quiera mantener una
organización subversiva en el país.

Según los informes de inteligencia, estas organizaciones armadas
operan generalmente en el sector fronterizo para poder jugar en
las dos áreas.

Para EE.UU. este caso no está cerrado. Ese Gobierno anunció su
colaboración para detener a los secuestradores y llevarlos a los
tribunales.

Si el Ejército o Gobierno de EE.UU. desean apoyarnos sería
bienvenida la ayuda. Requerimos de recursos necesarios para
equipos sofisticados de comunicaciones.Dentro del esquema de
nocturnizar nuestros recursos, necesitamos aeronaves, en especial
los helicópteros, con todo el dispositivo de infrarrojos, al igual
que para los soldados, para actuar en condiciones favorables
durante la noche.

¿Qué lecciones deja el reciente secuestro?

Las enseñanzas que deja este plagio no son solo para las Fuerzas
Armadas, sino para todo el país. Los miembros de las FF.AA.
estamos claros sobre el problema que vivimos. Pero ojalá que este
nefasto suceso llame a la meditación a los políticos, a las
autoridades y al pueblo, para que se den cuenta que es de vital
importancia dotar de todos los medios necesarios a sus FF. AA. Es
fundamental que estén totalmente equipadas, dispongan de una mayor
movilidad, y se adquieran equipos más sofisticados, material de
nobtulización para helicópteros.

Según varios expertos, una de las estrategias que debe aplicarse
es la inmediata formación de grupos de elite en los cuerpos de
inteligencia.

En ese tipo de problemas internos son de vital importancia las
operaciones de inteligencia porque estos bandoleros el rato de
vestirse de paisanos son indetectables. Se requiere una
organización de inteligencia sumamente fuerte para poder destruir
los diferentes nexos. Para ello, es necesario tener informantes,
una red para destruir los grupos de abastecimientos y de sus
colaboradores. Existe una comunidad de inteligencia militar y
policial que trabajan en forma conjunta. Sin embargo, se requiere
de una mayor cantidad de recursos.

¿Qué debe hacer el Estado para disminuir los riesgos de nuevas
colaboraciones de ecuatorianos con estos grupos delictivos?

La sugerencia hecha por el Consejo Nacional de Seguridad debe
observarse: es la creación de organismos de desarrollo en la
frontera norte.

Es importante porque al llegar con carreteras, letrinización,
escuelas, agua potable y luz, se impedirá que la población no sea
afectada ni vulnerable a las propuestas de estos grupos. El
Ejército ejecuta obras de apoyo al desarrollo y se requiere de
equipamiento par el Cuerpo de Ingenieros. Si el Estado entrega el
equipo y las asignaciones será necesario únicamente una
planificación para llegar a los lugares más lejanos para estar
junto a nuestra población. (Texto tomado de El Comercio)