Quito. 27 mar 2001. Malestar popular y grandes perjuicios económicos deja
paro de choferes.
La paralización de todas las ramas del transporte terrestre puso en
"jaque" las actividades comerciales, industriales, estudiantiles y de
todo orden, causando pérdidas incuantificables al país.
El paro, que comenzó a las 00:00 y duró todo el día, tuvo el carácter de
preventivo y lo sufrieron especialmente Quito y Guayaquil, en cuyas
calles se vivió el drama de la falta de buses y colectivos.
Las instituciones públicas y privadas acusaron un evidente ausentismo
laboral en las primeras horas del día, pero con el paso del tiempo los
empleados fueron llegando a sus puestos de trabajo haciendo uso de taxis,
motos, bicicletas, o simplemente caminando.
Según datos que manejaron la Policía y la Comisión de Tránsito, al
comenzar el día hubo un 5% de servicio en Guayaquil, pero a las 10:00 ese
porcentaje se habría reducido.
Un sinnúmero de camiones y camionetas aprovecharon la ausencia de buses y
busetas para transportar personas, pero cobrando tarifas exhorbitantes en
muchos de los casos.
Valores que fluctuaban entre 20 y 60 centavos de dólar cobraban las
diferentes camionetas que laboraron durante todo el día, llevando
pasajeros en exceso y con muchos riesgos.
"Antes habían estos paros y nos servían los camiones militares, ahora ni
eso tenemos", dijo Yanina Aguayo, cuyo malestar por la medida fue el
mismo que le tocó vivir a todos los usuarios. (JAA)
El gobernador del Guayas, Joaquín Martínez, condenó la medida adoptada
por la dirigencia de la transportación terrestre, aunque ponderó que esta
no haya generado violencia ni cierre de vías, al menos en Guayaquil y la
provincia.
Criticó que los líderes del volante hayan escogido este camino para hacer
escuchar sus demandas, cuando lo que debieron hacer es buscar el diálogo
oportuno.
Invocó a los transportistas a reflexionar si "¿es esto lo mejor para el
país?, ¿es esto lo que queremos, un país paralizado, donde nadie puede
trabajar?".
Martínez considera que tan golpeado está el Ecuador por la crisis que la
única salida que tenemos para salir adelante es trabajar.
"El paro conlleva a que se produzca menos y al suceder esto, se encarecen
los precios de los productos y nos fregamos todos", subrayó.
Advierten a huelguistas.
El intendente de Policía del Guayas, Peter Jácome, advirtió con detener a
los transportistas si el paro de ayer se prolonga con el carácter de
indefinido.
Reconoció que aún no hay disposiciones en este sentido por parte del
Ejecutivo, pero dijo que se mantiene a la expectativa de los
acontecimientos.
Si la medida sigue hoy el intendente Jácome aplicará el Art. 158 del
Código de Procedimiento Penal, que castiga con prisión a los responsables
de paralizar un servicio público.
Fue un lunes muy diferente
A diferencia de lo acostumbrado, ayer fue un lunes muy anormal en todas
las instituciones públicas del país, con motivo del paro de transporte.
Especialmente las entidades que brindan servicio masivo al público,
lucieron ayer vacías de usuarios, pese a ser inicio de semana. Los
hospitales y empresas que recaudan dinero por conceptos de planillas,
tenían aspecto de un viernes cualquiera en horas de la tarde.
En Guayaquil no se vieron las engorrosas colas que suelen formarse en las
ventanillas de las oficinas de recaudaciones de la Empresa Eléctrica,
Agua Potable y Pacifictel, y los empleados no tuvieron mucho trabajo.
Los encargados de las ventanillas de la Municipalidad de Guayaquil
también estuvieron con poco trabajo, aunque cerca del mediodía sí se
registró cierta cantidad de personas interesadas en comprar tasas o pagar
el impuesto predial. La Oficina de Pasaportes, otrora atestada de gente,
ayer tuvo escaso público. Igual situación se vio en los hospitales
públicos.
De normalizarse el transporte, quizás hoy parezca lunes en todos estos
entes, pues habrá mucha gente. (JAA)
Terminal, familias y negocios estancados
Jorge Sánchez, de profesión ingeniero, caminaba por los pasillos de la
terminal terrestre mientras le explicaba a su esposa que los ingresos de
esta semana se verán mermados, pues al no poder viajar a Milagro debido
al paro de los choferes, el negocio permanecerá cerrado y dejarán de
ganar 100 dólares.
"Vine para arreglar unos trámites en Guayaquil y ahora voy a ver si tomo
algún carro para abrir mañana temprano y así evitar que el perjuicio sea
mayor", explica.
Sostiene a su hija menor y recuerda que se ve imposibilitado de trabajar,
a pesar de encontrarse relativamente próximo a su ciudad natal.
Cerca de ellos, efectivos policiales inspeccionaban la terminal terrestre
para evitar incidentes.
Los gendarmes eran observados por turistas extranjeros que permanecían a
la espera de viajar por las ciudades de la Sierra, pero que, en algunos
casos, desistieron de su propósito.
Las que sí quisieron esperar fueron María Castañeda, María Tapia y Rosa
Paredes, quienes habían llegado a Guayaquil, provenientes de Riobamba,
para participar en una convención evangélica. En una de las cooperativas
les informaron que las unidades recién saldrían a la 01:15 de hoy, de ahí
que pidieron ayuda para la alimentación a miembros de su iglesia.
A su alrededor había decenas de personas que también permanecían sentadas
o acostadas a la expectativa de que se reanuden las frecuencias de las
1.100 unidades de 94 cooperativas que salen desde la terminal, donde
solamente laboró la empresa Libertad Peninsular (CLP), porque, según
explica un empleado, no está afiliada a la Unión de Cooperativas.
Choferes también pierden.
Eduardo Rugel Cusme, presidente de la Unión, resalta los logros del paro,
pero reconoce que la medida le significará una pérdida de 100 dólares a
cada unidad que cubre rutas intercantonales y de 150 dólares a las
interprovinciales.
Se muestra sorprendido por la posibilidad de que el paro se prolongue en
forma indefinida y califica de anticipadas las expresiones de Ricardo
Onofre, dirigente de los choferes. No obstante, manifiesta que acataría
esa resolución si proviene de los dirigentes nacionales. (JVR)
Otros sectores también protestan
José Luis Valverde, presidente de la Unión Nacional de Educadores (UNE),
núcleo de Pichincha, anuncia para hoy una movilización de este sector,
como señal de rechazo a las reformas a la Ley de Seguridad Social.
A partir de las 09:00, maestros, campesinos, jubilados y otros afiliados
al Seguro Social saldrán desde el parque El Ejido hasta el Congreso
Nacional.
Manifiesta que estarán vigilantes de que en el Parlamento no se dé paso a
las pretensiones de privatizar el Seguro Social a través de las Agencias
Colocadoras de Ahorro Previsional (Acaps)
Luis Villacís, presidente del Frente Popular (FP), anuncia para mañana, a
las 16:00, una movilización desde la plaza de Santo Domingo hasta el
Congreso.
Califica de "impopular" al paro de los transportistas, porque afecta a
los sectores más pobres del país y porque la intención es chantajear al
Gobierno y buscar prebendas para los empresarios de la transportación.
Advierte que los sectores sociales saldrían a las calles para evitar que
se condene al pueblo al hambre y la miseria.
En Guayaquil, Víctor Castillo, titular de la Asociación de Jubilados
"Publio Falconí", anuncia que el gremio solo se mantendrá en
concentraciones, pero descarta la toma de instituciones públicas y otras
acciones de protesta.
Explica que esperan que el presidente, Gustavo Noboa, les dé una fecha
para ser recibidos en comisión con el diputado Marco Proaño. Le da como
plazo esta semana, pero advierte que de no recibir respuesta adoptarán
medidas para obligarlo a que aumente las pensiones. (TAR y JVR) (Texto
tomado de El Expreso)
paro de choferes.
La paralización de todas las ramas del transporte terrestre puso en
"jaque" las actividades comerciales, industriales, estudiantiles y de
todo orden, causando pérdidas incuantificables al país.
El paro, que comenzó a las 00:00 y duró todo el día, tuvo el carácter de
preventivo y lo sufrieron especialmente Quito y Guayaquil, en cuyas
calles se vivió el drama de la falta de buses y colectivos.
Las instituciones públicas y privadas acusaron un evidente ausentismo
laboral en las primeras horas del día, pero con el paso del tiempo los
empleados fueron llegando a sus puestos de trabajo haciendo uso de taxis,
motos, bicicletas, o simplemente caminando.
Según datos que manejaron la Policía y la Comisión de Tránsito, al
comenzar el día hubo un 5% de servicio en Guayaquil, pero a las 10:00 ese
porcentaje se habría reducido.
Un sinnúmero de camiones y camionetas aprovecharon la ausencia de buses y
busetas para transportar personas, pero cobrando tarifas exhorbitantes en
muchos de los casos.
Valores que fluctuaban entre 20 y 60 centavos de dólar cobraban las
diferentes camionetas que laboraron durante todo el día, llevando
pasajeros en exceso y con muchos riesgos.
"Antes habían estos paros y nos servían los camiones militares, ahora ni
eso tenemos", dijo Yanina Aguayo, cuyo malestar por la medida fue el
mismo que le tocó vivir a todos los usuarios. (JAA)
El gobernador del Guayas, Joaquín Martínez, condenó la medida adoptada
por la dirigencia de la transportación terrestre, aunque ponderó que esta
no haya generado violencia ni cierre de vías, al menos en Guayaquil y la
provincia.
Criticó que los líderes del volante hayan escogido este camino para hacer
escuchar sus demandas, cuando lo que debieron hacer es buscar el diálogo
oportuno.
Invocó a los transportistas a reflexionar si "¿es esto lo mejor para el
país?, ¿es esto lo que queremos, un país paralizado, donde nadie puede
trabajar?".
Martínez considera que tan golpeado está el Ecuador por la crisis que la
única salida que tenemos para salir adelante es trabajar.
"El paro conlleva a que se produzca menos y al suceder esto, se encarecen
los precios de los productos y nos fregamos todos", subrayó.
Advierten a huelguistas.
El intendente de Policía del Guayas, Peter Jácome, advirtió con detener a
los transportistas si el paro de ayer se prolonga con el carácter de
indefinido.
Reconoció que aún no hay disposiciones en este sentido por parte del
Ejecutivo, pero dijo que se mantiene a la expectativa de los
acontecimientos.
Si la medida sigue hoy el intendente Jácome aplicará el Art. 158 del
Código de Procedimiento Penal, que castiga con prisión a los responsables
de paralizar un servicio público.
Fue un lunes muy diferente
A diferencia de lo acostumbrado, ayer fue un lunes muy anormal en todas
las instituciones públicas del país, con motivo del paro de transporte.
Especialmente las entidades que brindan servicio masivo al público,
lucieron ayer vacías de usuarios, pese a ser inicio de semana. Los
hospitales y empresas que recaudan dinero por conceptos de planillas,
tenían aspecto de un viernes cualquiera en horas de la tarde.
En Guayaquil no se vieron las engorrosas colas que suelen formarse en las
ventanillas de las oficinas de recaudaciones de la Empresa Eléctrica,
Agua Potable y Pacifictel, y los empleados no tuvieron mucho trabajo.
Los encargados de las ventanillas de la Municipalidad de Guayaquil
también estuvieron con poco trabajo, aunque cerca del mediodía sí se
registró cierta cantidad de personas interesadas en comprar tasas o pagar
el impuesto predial. La Oficina de Pasaportes, otrora atestada de gente,
ayer tuvo escaso público. Igual situación se vio en los hospitales
públicos.
De normalizarse el transporte, quizás hoy parezca lunes en todos estos
entes, pues habrá mucha gente. (JAA)
Terminal, familias y negocios estancados
Jorge Sánchez, de profesión ingeniero, caminaba por los pasillos de la
terminal terrestre mientras le explicaba a su esposa que los ingresos de
esta semana se verán mermados, pues al no poder viajar a Milagro debido
al paro de los choferes, el negocio permanecerá cerrado y dejarán de
ganar 100 dólares.
"Vine para arreglar unos trámites en Guayaquil y ahora voy a ver si tomo
algún carro para abrir mañana temprano y así evitar que el perjuicio sea
mayor", explica.
Sostiene a su hija menor y recuerda que se ve imposibilitado de trabajar,
a pesar de encontrarse relativamente próximo a su ciudad natal.
Cerca de ellos, efectivos policiales inspeccionaban la terminal terrestre
para evitar incidentes.
Los gendarmes eran observados por turistas extranjeros que permanecían a
la espera de viajar por las ciudades de la Sierra, pero que, en algunos
casos, desistieron de su propósito.
Las que sí quisieron esperar fueron María Castañeda, María Tapia y Rosa
Paredes, quienes habían llegado a Guayaquil, provenientes de Riobamba,
para participar en una convención evangélica. En una de las cooperativas
les informaron que las unidades recién saldrían a la 01:15 de hoy, de ahí
que pidieron ayuda para la alimentación a miembros de su iglesia.
A su alrededor había decenas de personas que también permanecían sentadas
o acostadas a la expectativa de que se reanuden las frecuencias de las
1.100 unidades de 94 cooperativas que salen desde la terminal, donde
solamente laboró la empresa Libertad Peninsular (CLP), porque, según
explica un empleado, no está afiliada a la Unión de Cooperativas.
Choferes también pierden.
Eduardo Rugel Cusme, presidente de la Unión, resalta los logros del paro,
pero reconoce que la medida le significará una pérdida de 100 dólares a
cada unidad que cubre rutas intercantonales y de 150 dólares a las
interprovinciales.
Se muestra sorprendido por la posibilidad de que el paro se prolongue en
forma indefinida y califica de anticipadas las expresiones de Ricardo
Onofre, dirigente de los choferes. No obstante, manifiesta que acataría
esa resolución si proviene de los dirigentes nacionales. (JVR)
Otros sectores también protestan
José Luis Valverde, presidente de la Unión Nacional de Educadores (UNE),
núcleo de Pichincha, anuncia para hoy una movilización de este sector,
como señal de rechazo a las reformas a la Ley de Seguridad Social.
A partir de las 09:00, maestros, campesinos, jubilados y otros afiliados
al Seguro Social saldrán desde el parque El Ejido hasta el Congreso
Nacional.
Manifiesta que estarán vigilantes de que en el Parlamento no se dé paso a
las pretensiones de privatizar el Seguro Social a través de las Agencias
Colocadoras de Ahorro Previsional (Acaps)
Luis Villacís, presidente del Frente Popular (FP), anuncia para mañana, a
las 16:00, una movilización desde la plaza de Santo Domingo hasta el
Congreso.
Califica de "impopular" al paro de los transportistas, porque afecta a
los sectores más pobres del país y porque la intención es chantajear al
Gobierno y buscar prebendas para los empresarios de la transportación.
Advierte que los sectores sociales saldrían a las calles para evitar que
se condene al pueblo al hambre y la miseria.
En Guayaquil, Víctor Castillo, titular de la Asociación de Jubilados
"Publio Falconí", anuncia que el gremio solo se mantendrá en
concentraciones, pero descarta la toma de instituciones públicas y otras
acciones de protesta.
Explica que esperan que el presidente, Gustavo Noboa, les dé una fecha
para ser recibidos en comisión con el diputado Marco Proaño. Le da como
plazo esta semana, pero advierte que de no recibir respuesta adoptarán
medidas para obligarlo a que aumente las pensiones. (TAR y JVR) (Texto
tomado de El Expreso)
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