Quito. 03 ene 98. Las personas de la Tercera Edad, los
minusválidos, los niños menores de 12 años y los estudiantes
de primaria y secundaria solo pagarán el 50 % del pasaje
total. En tanto, las compensaciones y bonificaciones se
incrementaron, pero el salario mínimo vital no. El incremento
de los precios terminó el año en el 30,67 por ciento.
La elevación de las tarifas en el transporte es un hecho.
Ayer, los choferes urbanos y algunos taxistas, en Quito,
empezaron a cobrar los nuevos pasajes.
Para los usuarios que viajaban en un bus popular de la
cooperativa La Victoria (Colón-Camal) no fue una novedad. En
las unidades en las que estuvo este Diario, no hubo reclamos.
En el servicio ejecutivo también variaó el valor de las
tarifas. El precio pasó de 600 a 800 sucres. A los usuarios
que viajaban en una buseta de la cooperativa Latinos
(Guamaní-Seminario Mayor), en el momento de bajar de la unidad
se les informó sobre el nuevo pasaje. En los buses selectivos
fue la misma historia, solo que esta vez sí se notó la
molestia de algunos pasajeros al pagar los 1.000 sucres y no
recibir el cambio. En el andén de una unidad de cooperativa
Catar (Amazonas-El Inca), la gente comentaba que es exagerado
que cobre tanto en este servicio, cuando el salario subió una
miseria.
La situación de la transportación interprovincial fue
distinta. Ninguna cooperativa elevó los pasajes.
La mayoría de choferes de estas unidades dijo que aún no
habían recibido la resolución. Según un conductor de la
empresa Flota Imbabura, la lista de precios regirá
posiblemente desde el próximo martes. Según el CNT, las nuevas
tarifas para los taxis tiene un incremento del 27%, pero no se
unificó el cobro. Hay una novedad: los viejitos, los
minusválidos, niños menores de 12 años y estudiantes de
primaria y secundaria pagarán solo el 50%.
En Guayaquil, aunque la resolución no es notificada
oficialmente, los transportistas pusieron en vigencia la nueva
tarifa. No obstante, los choferes no están contentos con el
aumento. La idea de dirigentes de la transportación urbana,
como Rafael Bermúdez, ex presidente de Fetug, es que los
consejos provinciales de tránsito tengan autonomía suficiente
para fijar los valores. Las cooperativas de la Fetug exigían
un 50% de incremento, sin tomar en cuenta el reajuste mensual
de los precios del combustible. Las cooperativas que cuentan
con unidades compradas entre 1993 y 1994, renegociaron en
muchos casos los préstamos a los bancos, hasta el 2002 ó 2003,
afectados por la aparición de las furgonetas y de los taxi
rutas.
En Cuenca, algunas unidades tuvieron la tarifa anterior y en
otras ya empezó a aplicarse el 25% de alza. Los pasajeros
protestaron. Durante los primeros turnos aún se cobrara las
tarifas anteriores. Los choferes quieren una nueva alza en
abril.
La inflación cerró en 30,7%
La meta de inflación para 1997 se cumplió: el año pasado el
aumento sostenido de precios cerró a 30,67 por ciento. Este
nivel estaba dentro de las previsiones gubernamentales y
constituye hasta cierto punto un logro. Sin embargo, el nivel
aún es elevado para garantizar la estabilidad económica a
mediano y largo plazos. De ahí que las mismas autoridades ven
necesario reducirla y por eso se fijaron en el presente año y
ubicarla entre en 23 y 25 por ciento.
El último mes del año pasado, el índice inflacionario se ubicó
en 1,9 por ciento, 0,5 puntos porcentuales más que noviembre.
Además, el índice inflacionario de diciembre es el mayor
registrado en los cuatro últimos años, afectado sin duda por
los efectos del fenómeno de El Niño.
El director del Instituto Nacional de Estadística y Censos
(INEC), Rodrigo Salguero, señaló que los precios crecieron
mayoritariamente en la Costa debido a los efectos de El Niño.
"Esto ratifica que este fenómeno está afectando severamente,
además de pronosticar mayores dificultades en la economía del
país como consecuencia de ese fenómeno natural.
"Si ya hemos tenido un noviembre y diciembre difíciles, vamos
a tener un enero en el cual sí se va a sentir una subida de
precios", agregó.
Es de esperar que en este y el próximo mes se registren
índices inflacionarios que reflejen el incremento en los
combustibles y los pasajes de transporte.
Las variaciones más altas de diciembre correspondieron a los
rubros alimentos, bebidas y tabaco; hoteles, cafeterías y
restaurantes; alquiler, agua, electricidad, grupos que
aportaron en un 62 por ciento a la inflación anualizada.
De otro lado, los datos del INEC señalan que el desempleo
urbano bajó a 9,2 por ciento en noviembre de 1997, frente al
10,4 por ciento del mismo mes en el año anterior. De las 3,37
millones de personas que constituyen la población
económicamente activa, 311.625 se encuentran desocupadas.
La tasa de desempleo de noviembre es menor al 9,3 por ciento
que se registró en agosto de este año.
El salario mínimo vital no se incrementó, aunque las
compensaciones sí subieron
El Gobierno no elevó el salario mínimo vital (SMV): se
mantiene en 100 mil sucres para trabajadores públicos y
privados amparados en el código de trabajo, cifra que rige
desde julio de 1997 cuando se hizo un incremento de 5 mil
sucres. Hasta junio de 1995, el mínimo alcanzaba 75 mil
sucres, al mes, se incrementó en 10 mil, alcanzando los 85 mil
sucres. En enero del 96, el SMV volvió a subir en 10 mil y
alcanzó los 95 mil sucres mensuales. El salario se mantuvo en
ese nivel por un año cinco meses.
Solo al llegar a julio de 1997 el régimen elevó el salario en
5 mil sucres, lo que causó malestar en los trabajadores que
calificaron el alza como una burla.
El decreto del Consejo Nacional de Salarios (Conades)
considera un incremento en la compensación por el incremento
del costo de la vida para los trabajadores de los sectores
públicos y privados de 10 mil sucres mensuales y para los del
servicio doméstico de 5 mil sucres. De esa forma la
compensación total queda en 190 mil sucres mensuales para los
primeros y 115 mil para los segundos.
Quienes ganen sueldos de hasta 600 mil sucres recibirán el
valor íntegro de estos beneficios, pero quienes perciban un
salario mayor de ese monto tendrán una bonificación total de
95 mil sucres.
En cuanto a la bonificación complementaria para los
trabajadores públicos y privados, su valor se incrementará en
500 mil sucres, para los domésticos en 100 mil y para los de
régimen de maquila 250 mil. De esta forma los trabajadores en
general recibirán por esto concepto 3,86 millones de sucres,
los de maquila 2,35 millones y los domésticos 750 mil al año.
El sector privado cree que es hora de evitar distorsiones
creadas por un sistema salarial complejo. Para el
vicepresidente jurídico de la Cámara de Industrias del Azuay,
Marcelo Chico, por ejemplo, "la unificación salarial es
urgente; no es posible que el salario mínimo vital sea de cien
mil sucres y las bonificaciones adicionales representen seis
veces esa cifra. Hace falta decisión para lograr "un proyecto
de Ley que espera aprobación hace casi de ocho años".
Según el jurista, el Consejo Nacional de Salarios (Conades) no
tiene atribuciones para incrementar las bonificaciones, sino
únicamente la remuneración mínima vital, "pero al hacerlo se
afectaría al sector público". Se refiere sin duda al hecho de
que al aumentar el salario mínimo vital, subiría
automáticamente el valor que el Estado debe pagar al Seguro
Social por concepto de su aporte como empleador de todo el
aparato burocrático.
El principal de Cartopel, una de las más grandes industrias
del Austro, Rafael Simmons, es partidario de reformar el
esquema relativo a los aportes al Seguro Social antes de
aprobar la Ley de Unificación Salarial. Según Simmons, "es
obvio que la práctica de realizar incrementos sobre las
bonificaciones y no sobre los salarios busca beneficiar al
Estado". Pero, además, cree que todo el sistema salarial está
distorsionado en el país.
El último incremento, de 60.000 sucres sobre las
bonificaciones, "afecta poco a la gran industria, pues la
cifra es inferior al incremento sectorial, que fue del 18 por
ciento". Redacciones Quito y Cuenca. (Texto tomado de El
Comercio)
minusválidos, los niños menores de 12 años y los estudiantes
de primaria y secundaria solo pagarán el 50 % del pasaje
total. En tanto, las compensaciones y bonificaciones se
incrementaron, pero el salario mínimo vital no. El incremento
de los precios terminó el año en el 30,67 por ciento.
La elevación de las tarifas en el transporte es un hecho.
Ayer, los choferes urbanos y algunos taxistas, en Quito,
empezaron a cobrar los nuevos pasajes.
Para los usuarios que viajaban en un bus popular de la
cooperativa La Victoria (Colón-Camal) no fue una novedad. En
las unidades en las que estuvo este Diario, no hubo reclamos.
En el servicio ejecutivo también variaó el valor de las
tarifas. El precio pasó de 600 a 800 sucres. A los usuarios
que viajaban en una buseta de la cooperativa Latinos
(Guamaní-Seminario Mayor), en el momento de bajar de la unidad
se les informó sobre el nuevo pasaje. En los buses selectivos
fue la misma historia, solo que esta vez sí se notó la
molestia de algunos pasajeros al pagar los 1.000 sucres y no
recibir el cambio. En el andén de una unidad de cooperativa
Catar (Amazonas-El Inca), la gente comentaba que es exagerado
que cobre tanto en este servicio, cuando el salario subió una
miseria.
La situación de la transportación interprovincial fue
distinta. Ninguna cooperativa elevó los pasajes.
La mayoría de choferes de estas unidades dijo que aún no
habían recibido la resolución. Según un conductor de la
empresa Flota Imbabura, la lista de precios regirá
posiblemente desde el próximo martes. Según el CNT, las nuevas
tarifas para los taxis tiene un incremento del 27%, pero no se
unificó el cobro. Hay una novedad: los viejitos, los
minusválidos, niños menores de 12 años y estudiantes de
primaria y secundaria pagarán solo el 50%.
En Guayaquil, aunque la resolución no es notificada
oficialmente, los transportistas pusieron en vigencia la nueva
tarifa. No obstante, los choferes no están contentos con el
aumento. La idea de dirigentes de la transportación urbana,
como Rafael Bermúdez, ex presidente de Fetug, es que los
consejos provinciales de tránsito tengan autonomía suficiente
para fijar los valores. Las cooperativas de la Fetug exigían
un 50% de incremento, sin tomar en cuenta el reajuste mensual
de los precios del combustible. Las cooperativas que cuentan
con unidades compradas entre 1993 y 1994, renegociaron en
muchos casos los préstamos a los bancos, hasta el 2002 ó 2003,
afectados por la aparición de las furgonetas y de los taxi
rutas.
En Cuenca, algunas unidades tuvieron la tarifa anterior y en
otras ya empezó a aplicarse el 25% de alza. Los pasajeros
protestaron. Durante los primeros turnos aún se cobrara las
tarifas anteriores. Los choferes quieren una nueva alza en
abril.
La inflación cerró en 30,7%
La meta de inflación para 1997 se cumplió: el año pasado el
aumento sostenido de precios cerró a 30,67 por ciento. Este
nivel estaba dentro de las previsiones gubernamentales y
constituye hasta cierto punto un logro. Sin embargo, el nivel
aún es elevado para garantizar la estabilidad económica a
mediano y largo plazos. De ahí que las mismas autoridades ven
necesario reducirla y por eso se fijaron en el presente año y
ubicarla entre en 23 y 25 por ciento.
El último mes del año pasado, el índice inflacionario se ubicó
en 1,9 por ciento, 0,5 puntos porcentuales más que noviembre.
Además, el índice inflacionario de diciembre es el mayor
registrado en los cuatro últimos años, afectado sin duda por
los efectos del fenómeno de El Niño.
El director del Instituto Nacional de Estadística y Censos
(INEC), Rodrigo Salguero, señaló que los precios crecieron
mayoritariamente en la Costa debido a los efectos de El Niño.
"Esto ratifica que este fenómeno está afectando severamente,
además de pronosticar mayores dificultades en la economía del
país como consecuencia de ese fenómeno natural.
"Si ya hemos tenido un noviembre y diciembre difíciles, vamos
a tener un enero en el cual sí se va a sentir una subida de
precios", agregó.
Es de esperar que en este y el próximo mes se registren
índices inflacionarios que reflejen el incremento en los
combustibles y los pasajes de transporte.
Las variaciones más altas de diciembre correspondieron a los
rubros alimentos, bebidas y tabaco; hoteles, cafeterías y
restaurantes; alquiler, agua, electricidad, grupos que
aportaron en un 62 por ciento a la inflación anualizada.
De otro lado, los datos del INEC señalan que el desempleo
urbano bajó a 9,2 por ciento en noviembre de 1997, frente al
10,4 por ciento del mismo mes en el año anterior. De las 3,37
millones de personas que constituyen la población
económicamente activa, 311.625 se encuentran desocupadas.
La tasa de desempleo de noviembre es menor al 9,3 por ciento
que se registró en agosto de este año.
El salario mínimo vital no se incrementó, aunque las
compensaciones sí subieron
El Gobierno no elevó el salario mínimo vital (SMV): se
mantiene en 100 mil sucres para trabajadores públicos y
privados amparados en el código de trabajo, cifra que rige
desde julio de 1997 cuando se hizo un incremento de 5 mil
sucres. Hasta junio de 1995, el mínimo alcanzaba 75 mil
sucres, al mes, se incrementó en 10 mil, alcanzando los 85 mil
sucres. En enero del 96, el SMV volvió a subir en 10 mil y
alcanzó los 95 mil sucres mensuales. El salario se mantuvo en
ese nivel por un año cinco meses.
Solo al llegar a julio de 1997 el régimen elevó el salario en
5 mil sucres, lo que causó malestar en los trabajadores que
calificaron el alza como una burla.
El decreto del Consejo Nacional de Salarios (Conades)
considera un incremento en la compensación por el incremento
del costo de la vida para los trabajadores de los sectores
públicos y privados de 10 mil sucres mensuales y para los del
servicio doméstico de 5 mil sucres. De esa forma la
compensación total queda en 190 mil sucres mensuales para los
primeros y 115 mil para los segundos.
Quienes ganen sueldos de hasta 600 mil sucres recibirán el
valor íntegro de estos beneficios, pero quienes perciban un
salario mayor de ese monto tendrán una bonificación total de
95 mil sucres.
En cuanto a la bonificación complementaria para los
trabajadores públicos y privados, su valor se incrementará en
500 mil sucres, para los domésticos en 100 mil y para los de
régimen de maquila 250 mil. De esta forma los trabajadores en
general recibirán por esto concepto 3,86 millones de sucres,
los de maquila 2,35 millones y los domésticos 750 mil al año.
El sector privado cree que es hora de evitar distorsiones
creadas por un sistema salarial complejo. Para el
vicepresidente jurídico de la Cámara de Industrias del Azuay,
Marcelo Chico, por ejemplo, "la unificación salarial es
urgente; no es posible que el salario mínimo vital sea de cien
mil sucres y las bonificaciones adicionales representen seis
veces esa cifra. Hace falta decisión para lograr "un proyecto
de Ley que espera aprobación hace casi de ocho años".
Según el jurista, el Consejo Nacional de Salarios (Conades) no
tiene atribuciones para incrementar las bonificaciones, sino
únicamente la remuneración mínima vital, "pero al hacerlo se
afectaría al sector público". Se refiere sin duda al hecho de
que al aumentar el salario mínimo vital, subiría
automáticamente el valor que el Estado debe pagar al Seguro
Social por concepto de su aporte como empleador de todo el
aparato burocrático.
El principal de Cartopel, una de las más grandes industrias
del Austro, Rafael Simmons, es partidario de reformar el
esquema relativo a los aportes al Seguro Social antes de
aprobar la Ley de Unificación Salarial. Según Simmons, "es
obvio que la práctica de realizar incrementos sobre las
bonificaciones y no sobre los salarios busca beneficiar al
Estado". Pero, además, cree que todo el sistema salarial está
distorsionado en el país.
El último incremento, de 60.000 sucres sobre las
bonificaciones, "afecta poco a la gran industria, pues la
cifra es inferior al incremento sectorial, que fue del 18 por
ciento". Redacciones Quito y Cuenca. (Texto tomado de El
Comercio)
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