Quito. 22 ene 98. El Papa Juan Pablo II llegó ayer a esta
capital para iniciar una histórica gira de cinco días por el
único país comunista de América, donde lo recibió el
Presidente Fidel Castro.
"La tierra que usted acaba de besar, se honra con su
presencia", dijo Castro en un vibrante discurso en que
defendió su revolución y de inmediato atacó a los Estados
Unidos.
"Hoy, Santidad, de nuevo se intenta el genocidio, pretendiendo
rendir por hambre, enfermedad y asfixia económica total a un
pueblo que se niega a someterse a los dictados y al imperio de
la más poderosa potencia económica, política y militar de la
historia, mucho más poderosa que la antigua Roma, que durante
siglos hizo devorar por las fieras a los que se negaban a
renegar de su fe".
A su vez, el Papa respondió con sus argumentos, pidiendo más
libertad: "Acompaño con la oración mis mejores votos para que
esta tierra pueda ofrecer a todos una atmósfera de libertad,
de confianza recíproca, de justicia social y de paz duradera.
"Que Cuba se abra con todas sus magníficas posibilidades al
mundo y que el mundo se abra a Cuba para que este pueblo, que
como todo hombre y nación busca la verdad, que trabaja por
salir adelante, que anhela la concordia y la paz, pueda mirar
el futuro con esperanza".
La bienvenida
El avión del Pontífice aterrizó en el aeropuerto José Martí a
las 15h55, hora local. Luego de un lento correteo por la
pista, el avión con las banderitas de Cuba y el Vaticano se
detuvo frente a una alfombra roja.
Al descender del MD-11, a las 16h07 de la tarde (21h08 GMT),
en el cual se veía el nombre del compositor italiano Giácomo
Puccini, el Papa fue recibido por Castro, y a continuación
besó una bandeja con tierra cubana que le presentaron dos
niños.
Debido a su avanzada edad y por su frágil salud, el Papa ha
evitado, en sus últimos viajes arrodillarse para besar suelo
de cada tierra que visita, como lo hacía en ocasiones
anteriores.
Castro, vestido de riguroso terno azul de civil, esperó al
Papa junto a sus ministros. En otra larga fila, estaban los
obispos de la Conferencia Episcopal Cubana.
En su discurso de bienvenida Castro señaló que "a lo largo de
siglos, más de un millón de africanos ocuparon los lugares de
los nativos, ya extinguidos". "Fue mucha la sangre derramada",
dijo Castro.
Por su parte, el Papa dijo: "Con este viaje apostólico, vengo
en nombre del Señor para confirmarlos en la fe, animarlos en
la esperanza, alentarlos en la caridad; para compartir su
profundo espíritu religioso, sus afanes, alegrías y
sufrimientos".
Mientras tanto, una multitud concentrada en el aeropuerto de
la capital cubana, donde se registraban unos 24 grados
centígrados, portaba globos blancos y amarillos en sus manos,
así como con las banderas de Cuba y el Vaticano, y gritaba:
"Se siente, el Papa está presente".
La concentración se inició poco después del mediodía, cuando
comenzaron a cerrar los establecimientos públicos y las
oficinas para facilitar, por órdenes del Gobierno, la
bienvenida al Papa.
Un gigantesco retrato del Pontífice presidía el edificio de la
terminal del aeropuerto y bajo el mismo un cartel de varios
metros de longitud que cubría la fachada del aeropuerto, le
saludaba con un "Bienvenido Papa Juan Pablo II".
Después de la ceremonia de bienvenida, Juan Pablo II se
trasladó en un papamóvil a la Nunciatura donde se alojará
durante su estancia en Cuba.
Hoy, a primera hora, el Pontífice viajará en avión a la ciudad
de Santa Clara, donde oficiará la primera de las cuatro misas
que celebrará durante su visita.
Juan Pablo II pide a EE.UU. cambio de política de embargo
A BORDO DEL AVION PAPAL, (Efe).- El Papa Juan Pablo II pidió
ayer a Estados Unidos que cambie su política de 35 años de
embargo a Cuba, y reclamará a este país respeto por los
derechos humanos, que son "fundamento de toda civilización".
"Que cambie, que cambie" su política hacia Cuba, contestó el
Pontífice, en respuesta a una pregunta sobre qué mensaje daría
al pueblo norteamericano en relación con el embargo impuesto
por su Gobierno a la isla caribeña.
"Me da la impresión de que la visita papal (a Cuba) es seguida
con un profundo interés en Estados Unidos", dijo el Papa a los
periodistas que lo acompañan a bordo del avión papal durante
una conversación de 20 minutos.
Acerca de los derechos humanos, el jefe de la Iglesia Católica
afirmó que en Cuba dirá lo que viene diciendo desde que
comenzó sus viajes, en México, en 1979, y continuó en su
patria, Polonia.
"Está claro que los derechos humanos son el fundamento de toda
civilización y los cimientos de la convivencia social, y eso
lo dije en la confrontación de Polonia con la Unión Soviética,
con el sistema totalitario comunista, algo que viene de lejos,
y no se puede esperar que yo diga otra cosa", recalcó el
Pontífice poco antes del comienzo de su primera visita a Cuba.
Juan Pablo II dijo que espera que el Presidente de Cuba, Fidel
Castro, le hable "cara a cara, de hombre a hombre" sobre "la
verdad" del pueblo cubano y las relaciones de la Iglesia y el
Estado.
Comprensivo con Che Guevara
El Santo Padre se mostró muy duro con la revolución cubana,
pero comprensivo con el revolucionario de origen argentino
Ernesto Che Guevara.
Aunque "será Dios el que juzgue sus méritos (...) yo estoy
ciertamente convencido de que él quería servir a los pobres",
comentó el Pontífice.
El Papa agregó que "la revolución de Cristo es la del amor",
mientras que "la revolución marxista en la revolución del
odio, las venganzas y las víctimas".
Cubanos desde el exilio a la expectativa
MIAMI, (Reuter).- Con oraciones y declaraciones políticas, los
cubanos que viven en Miami, bastión del exilio anticastrista
en Estados Unidos, manifestaron sus opiniones diversas ante la
llegada del Pontífice a la Isla de Castro.
La llegada del Papa a La Habana fue transmitida en vivo por
las cadenas de televisión de Miami, enviando a las pantallas
caseras imágenes de un país que muchos exiliados no han visto
en muchos años.
En varias iglesias se han instituido vigilias para orar
durante el tiempo que dure la visita del Papa a Cuba y en un
auditorio del centro de la ciudad, se instaló una pantalla
gigante para observar las imágenes de la visita papal.
Grupos de exiliados realizan protestas y demostraciones para
llamar la atención sobre presuntas violaciones a los derechos
humanos de parte del gobierno de Castro.
"Esperamos que la visita del Papa les dé a los cubanos un
sentido de poder y les haga sentir que hay ciertos derechos
que nadie les puede quitar", dijo Rafael Peñalver, un abogado
y líder comunitario, a la salida de la misa.
La visita del Papa es vista aquí con interés y con ansiedad,
ya que los cubanos estadounidenses están sopesando las
ventajas y los inconvenientes.
Cientos de católicos se dieron cita en el santuario de Nuestra
Señora de la Caridad del Cobre, en la Bahía Biscayne, el
martes en la noche, para orar en favor del Papa, a quien
desearon que su viaje sea exitoso.
LA HABANA, (Reuter).- Miles de cubanos se lanzaron el
miércoles a las calles para recibir al Papa Juan Pablo II,
quien predicará durante cinco días la fe católica en uno de
los últimos bastiones del comunismo.
"Yo soy miembro del Partido Comunista, pero vengo porque el
Papa y nosotros, independientemente de las ideologías,
luchamos por lo mismo", dijo a Reuter, José Portocarrero.
"Luchamos por la paz, luchamos por la pobreza", agregó el
pescador de 57 años. "El Papa y los comunistas podemos marchar
unidos".
Palabras más o menos, lo mismo opinó Alicia Fernández, una
médica católica, de 24 años, que marchaba emocionada hacia la
ruta por donde pasará el Pontífice luego de llegar al
aeropuerto internacional José Martí, de La Habana.
"Esta visita es algo muy importante por lo espiritual. No
tiene nada de política, pero esperamos que nos traiga mucho
amor", sostuvo Fernández mientras se sumaba a una columna de
gente que portaba globos amarillos y blancos.
La concentración se inició poco después del mediodía, cuando
comenzaron a cerrar los establecimientos públicos y las
oficinas para facilitar, por órdenes del Gobierno, la
bienvenida al Papa. (Texto tomado de El Universo)
capital para iniciar una histórica gira de cinco días por el
único país comunista de América, donde lo recibió el
Presidente Fidel Castro.
"La tierra que usted acaba de besar, se honra con su
presencia", dijo Castro en un vibrante discurso en que
defendió su revolución y de inmediato atacó a los Estados
Unidos.
"Hoy, Santidad, de nuevo se intenta el genocidio, pretendiendo
rendir por hambre, enfermedad y asfixia económica total a un
pueblo que se niega a someterse a los dictados y al imperio de
la más poderosa potencia económica, política y militar de la
historia, mucho más poderosa que la antigua Roma, que durante
siglos hizo devorar por las fieras a los que se negaban a
renegar de su fe".
A su vez, el Papa respondió con sus argumentos, pidiendo más
libertad: "Acompaño con la oración mis mejores votos para que
esta tierra pueda ofrecer a todos una atmósfera de libertad,
de confianza recíproca, de justicia social y de paz duradera.
"Que Cuba se abra con todas sus magníficas posibilidades al
mundo y que el mundo se abra a Cuba para que este pueblo, que
como todo hombre y nación busca la verdad, que trabaja por
salir adelante, que anhela la concordia y la paz, pueda mirar
el futuro con esperanza".
La bienvenida
El avión del Pontífice aterrizó en el aeropuerto José Martí a
las 15h55, hora local. Luego de un lento correteo por la
pista, el avión con las banderitas de Cuba y el Vaticano se
detuvo frente a una alfombra roja.
Al descender del MD-11, a las 16h07 de la tarde (21h08 GMT),
en el cual se veía el nombre del compositor italiano Giácomo
Puccini, el Papa fue recibido por Castro, y a continuación
besó una bandeja con tierra cubana que le presentaron dos
niños.
Debido a su avanzada edad y por su frágil salud, el Papa ha
evitado, en sus últimos viajes arrodillarse para besar suelo
de cada tierra que visita, como lo hacía en ocasiones
anteriores.
Castro, vestido de riguroso terno azul de civil, esperó al
Papa junto a sus ministros. En otra larga fila, estaban los
obispos de la Conferencia Episcopal Cubana.
En su discurso de bienvenida Castro señaló que "a lo largo de
siglos, más de un millón de africanos ocuparon los lugares de
los nativos, ya extinguidos". "Fue mucha la sangre derramada",
dijo Castro.
Por su parte, el Papa dijo: "Con este viaje apostólico, vengo
en nombre del Señor para confirmarlos en la fe, animarlos en
la esperanza, alentarlos en la caridad; para compartir su
profundo espíritu religioso, sus afanes, alegrías y
sufrimientos".
Mientras tanto, una multitud concentrada en el aeropuerto de
la capital cubana, donde se registraban unos 24 grados
centígrados, portaba globos blancos y amarillos en sus manos,
así como con las banderas de Cuba y el Vaticano, y gritaba:
"Se siente, el Papa está presente".
La concentración se inició poco después del mediodía, cuando
comenzaron a cerrar los establecimientos públicos y las
oficinas para facilitar, por órdenes del Gobierno, la
bienvenida al Papa.
Un gigantesco retrato del Pontífice presidía el edificio de la
terminal del aeropuerto y bajo el mismo un cartel de varios
metros de longitud que cubría la fachada del aeropuerto, le
saludaba con un "Bienvenido Papa Juan Pablo II".
Después de la ceremonia de bienvenida, Juan Pablo II se
trasladó en un papamóvil a la Nunciatura donde se alojará
durante su estancia en Cuba.
Hoy, a primera hora, el Pontífice viajará en avión a la ciudad
de Santa Clara, donde oficiará la primera de las cuatro misas
que celebrará durante su visita.
Juan Pablo II pide a EE.UU. cambio de política de embargo
A BORDO DEL AVION PAPAL, (Efe).- El Papa Juan Pablo II pidió
ayer a Estados Unidos que cambie su política de 35 años de
embargo a Cuba, y reclamará a este país respeto por los
derechos humanos, que son "fundamento de toda civilización".
"Que cambie, que cambie" su política hacia Cuba, contestó el
Pontífice, en respuesta a una pregunta sobre qué mensaje daría
al pueblo norteamericano en relación con el embargo impuesto
por su Gobierno a la isla caribeña.
"Me da la impresión de que la visita papal (a Cuba) es seguida
con un profundo interés en Estados Unidos", dijo el Papa a los
periodistas que lo acompañan a bordo del avión papal durante
una conversación de 20 minutos.
Acerca de los derechos humanos, el jefe de la Iglesia Católica
afirmó que en Cuba dirá lo que viene diciendo desde que
comenzó sus viajes, en México, en 1979, y continuó en su
patria, Polonia.
"Está claro que los derechos humanos son el fundamento de toda
civilización y los cimientos de la convivencia social, y eso
lo dije en la confrontación de Polonia con la Unión Soviética,
con el sistema totalitario comunista, algo que viene de lejos,
y no se puede esperar que yo diga otra cosa", recalcó el
Pontífice poco antes del comienzo de su primera visita a Cuba.
Juan Pablo II dijo que espera que el Presidente de Cuba, Fidel
Castro, le hable "cara a cara, de hombre a hombre" sobre "la
verdad" del pueblo cubano y las relaciones de la Iglesia y el
Estado.
Comprensivo con Che Guevara
El Santo Padre se mostró muy duro con la revolución cubana,
pero comprensivo con el revolucionario de origen argentino
Ernesto Che Guevara.
Aunque "será Dios el que juzgue sus méritos (...) yo estoy
ciertamente convencido de que él quería servir a los pobres",
comentó el Pontífice.
El Papa agregó que "la revolución de Cristo es la del amor",
mientras que "la revolución marxista en la revolución del
odio, las venganzas y las víctimas".
Cubanos desde el exilio a la expectativa
MIAMI, (Reuter).- Con oraciones y declaraciones políticas, los
cubanos que viven en Miami, bastión del exilio anticastrista
en Estados Unidos, manifestaron sus opiniones diversas ante la
llegada del Pontífice a la Isla de Castro.
La llegada del Papa a La Habana fue transmitida en vivo por
las cadenas de televisión de Miami, enviando a las pantallas
caseras imágenes de un país que muchos exiliados no han visto
en muchos años.
En varias iglesias se han instituido vigilias para orar
durante el tiempo que dure la visita del Papa a Cuba y en un
auditorio del centro de la ciudad, se instaló una pantalla
gigante para observar las imágenes de la visita papal.
Grupos de exiliados realizan protestas y demostraciones para
llamar la atención sobre presuntas violaciones a los derechos
humanos de parte del gobierno de Castro.
"Esperamos que la visita del Papa les dé a los cubanos un
sentido de poder y les haga sentir que hay ciertos derechos
que nadie les puede quitar", dijo Rafael Peñalver, un abogado
y líder comunitario, a la salida de la misa.
La visita del Papa es vista aquí con interés y con ansiedad,
ya que los cubanos estadounidenses están sopesando las
ventajas y los inconvenientes.
Cientos de católicos se dieron cita en el santuario de Nuestra
Señora de la Caridad del Cobre, en la Bahía Biscayne, el
martes en la noche, para orar en favor del Papa, a quien
desearon que su viaje sea exitoso.
LA HABANA, (Reuter).- Miles de cubanos se lanzaron el
miércoles a las calles para recibir al Papa Juan Pablo II,
quien predicará durante cinco días la fe católica en uno de
los últimos bastiones del comunismo.
"Yo soy miembro del Partido Comunista, pero vengo porque el
Papa y nosotros, independientemente de las ideologías,
luchamos por lo mismo", dijo a Reuter, José Portocarrero.
"Luchamos por la paz, luchamos por la pobreza", agregó el
pescador de 57 años. "El Papa y los comunistas podemos marchar
unidos".
Palabras más o menos, lo mismo opinó Alicia Fernández, una
médica católica, de 24 años, que marchaba emocionada hacia la
ruta por donde pasará el Pontífice luego de llegar al
aeropuerto internacional José Martí, de La Habana.
"Esta visita es algo muy importante por lo espiritual. No
tiene nada de política, pero esperamos que nos traiga mucho
amor", sostuvo Fernández mientras se sumaba a una columna de
gente que portaba globos amarillos y blancos.
La concentración se inició poco después del mediodía, cuando
comenzaron a cerrar los establecimientos públicos y las
oficinas para facilitar, por órdenes del Gobierno, la
bienvenida al Papa. (Texto tomado de El Universo)
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