Guayaquil. 07 jul 99. Quienes conforman el directorio del Banco
Central, desde hace dos semanas tienen entre ceja y ceja tres
retos primordiales: reducir la inflación, bajar las tasas de
interés y analizar con mente abierta y sin prejuicios los
beneficios de un nuevo sistema cambiario, como la dolarización
o la convertibilidad.
El anuncio lo hicieron Pablo Better, Enrique Chávez, Modesto
Correa, Mario Prado y Mauricio Pareja, en el marco de la visita
que dispensaron ayer a este Diario.
Better, presidente del directorio del instituto emisor,
puntualizó que en la actualidad no se puede pensar en establecer
las tasas de interés por decreto porque 'estamos en una economía
de mercado'.
Pero para lograr el objetivo de reducir bajo esas consideraciones
el interés activo que pagan los productores por los préstamos,
Better precisó que también hay que bajar la tasa de interés del
ahorrista y paralelamente lograr una política para bajar la
inflación, porque ambas se relacionan.
Si bien para ambos retos el directorio no se ha fijado plazos
concretos, Better consideró que el análisis de la política
cambiaria sí deberá hacerse de inmediato.
'Es un compromiso sin plazos, sin embargo, lo vamos a hacer
inmediatamente, tenemos que hacer entender a la población qué
requisitos son indispensables para dolarizar o ir a la
convertibilidad. Eso lo tenemos que hacer en un par de semanas,
no estamos hablando de plazos largos', enfatizó.
Total apertura
Recalcó que como Banco Central no se oponen a sistema monetario
alguno y que se aceptarán las sugerencias y se abrirá el diálogo.
Dolarizar por ejemplo, afirmó, implicaría que Ecuador se someta
a la política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos,
razón por la que el Banco Central dejaría de ser el instituto
emisor para convertirse en una oficina de la primera institución.
Cuestionado si al adoptar cambios de esta naturaleza se pondría
en juego la soberanía, el funcionario respondió: 'Seguramente
se tendrían que cambiar leyes, pero no sé si es un tema de
soberanía por lo menos políticamente. No sé si mantener un sucre
bastante débil nos asegura mucha soberanía".
Para él es importante despojarse de todo tipo de preconcepciones
y prejuicios y analizar el tema con mente abierta y
objetivamente.
Al margen del mercado
Explicó que los altibajos en el tipo de cambio obedecen a la
especulación y a la incertidumbre porque no hay razones
estructurales para que suba el dólar, a excepción de momentos en
que se registra mayor demanda porque hay que pagar créditos
externos.
En ese sentido, no descartó que a fines de agosto pueda existir
este tipo de presiones debido a vencimientos para el pago de la
deuda vinculada a los bonos Brady.
Ecuador deberá pagar el 28 de agosto más de 95 millones de
dólares por vencimientos de intereses de los bonos de descuento
y PDI.
Resaltó que esto no afecta al Central, pero hay que esperar para
conocer cómo encara el problema el Ministerio de Finanzas.
Si bien el tema de la deuda tanto externa como interna depende
directamente de la política fiscal, del Ministerio de Finanzas,
Better no estima lejana la posibilidad de que el Ecuador logre
una condonación de la deuda externa que mantiene con el Club de
París.
Better es un convencido de la necesidad del país de moverse
activamente en el tema de la recompra de bonos de la deuda Brady
o su utilización para compensar pagos del exterior, que
dependerán de las decisiones del Ministerio de Finanzas.
Para el funcionario, la mayor carga fiscal no radica en la deuda
externa sino en la interna, de corto plazo, que deberá pagarse
en lo que queda de 1999 y el 2000. "Son deudas que no pueden
dejar de pagarse", dijo el funcionario.
Aclaró que en esta urgencia fiscal no se encuentran los bonos
recibidos de la Agencia de Garantía de Depósitos (AGD) para pagar
a los depositantes de los bancos en saneamiento, ya que ese rubro
corresponde a bonos de largo plazo, concretamente de 15 años y
de amortización gradual, por lo que no tendrán un impacto
monetario.
Es la deuda interna a corto plazo la que vence este año y el
próximo año por la que hay que preocuparse, por sus efectos
inflacionarios, remarcó.
Por tanto Pablo Better destaca la necesidad de proveer al Fisco
de recursos, lo que se lograría si los ecuatorianos se
acostumbran a pagar los impuestos para darle viabilidad al Fisco
de cumplir con sus propósitos y obras del gobierno.
Atraer inversión
Al referirse a las propuestas que se escuchan en otras naciones
para restringir el ingreso de los capitales golondrinas señalados
como los mayores causantes de la especulación en el mercado
internacional luego de la crisis que atravesó, Better no le
presta mucha atención a este tema.
Mencionó que la crisis solo afectó de una forma indirecta al país
con la reducción de la demanda de sus productos y no en la fuga
de capitales.
Dijo que los fondos golondrinas nunca son sanos, porque como
vienen se van y no dan sustento a una economía.
En el país estos no han existido porque, lamentablemente, no hay
atractivo para invertir ni a largo ni a corto plazo.
De allí que el interés fundamental --según Better-- es procurar
recuperar la confianza en el sistema ecuatoriano, promover el
ahorro interno y el ingreso de capitales de largo plazo.
'Es grande la tarea, la miramos con optimismo y esperamos el
apoyo general de la población para que este país pueda salir
adelante', concluyó. Lo pendiente del Progreso 'El Banco
Central no le va a impedir a ningún banco privado que funcione',
manifestó ayer el presidente del directorio del instituto emisor,
Pablo Better, al indicar que la dación en pago propuesta por el
Banco del Progreso para cubrir sus préstamos de liquidez
dependerá de un informe favorable de auditoría. El funcionario
dio a conocer que en la entidad existen varias solicitudes de
daciones en pago y la postura adoptada por el directorio es
aceptarlas siempre que el informe de los auditores y el proceso
de capitalización que tenga que presentar a la Agencia de
Garantía de Depósitos (AGD) sean favorables y aceptados por la
entidad encargada del saneamiento bancario. 'Si es que el banco
se vuelve viable después de presentar sus planes de
capitalización, el Banco Central aceptará esa dación en pago, de
lo contrario no lo hará porque de todas maneras no va a resolver
el problema del banco', anticipó. Este tema ya ha motivado el
reclamo de los acreedores del banco que en una de sus marchas en
esta ciudad llegaron hasta la sucursal mayor del Banco Central
en Guayaquil para demandar una solución por parte de las
autoridades. Aunque los directivos del Comité de Clientes del
Banco del Progreso fueron recibidos por el director general
bancario, este solo se comprometió a transmitir la solicitud al
directorio de la entidad, que es el encargado de adoptar una
decisión. Con la propuesta se busca entregar bienes para cubrir
las obligaciones del Banco del Progreso con el instituto emisor,
pero con una promesa de recompra luego de cinco años. Es que la
reapertura del Progreso demandaría liquidez para atender los
requerimientos de efectivo de aquellos clientes que no
capitalizaron sus depósitos y según la resolución mediante la
cual se sometió a un proceso de reestructuración a la entidad
señala claramente que el fruto del aumento de capital deberá
destinarse a pagar los créditos de liquidez. (Texto tomado de El
Universo)
Central, desde hace dos semanas tienen entre ceja y ceja tres
retos primordiales: reducir la inflación, bajar las tasas de
interés y analizar con mente abierta y sin prejuicios los
beneficios de un nuevo sistema cambiario, como la dolarización
o la convertibilidad.
El anuncio lo hicieron Pablo Better, Enrique Chávez, Modesto
Correa, Mario Prado y Mauricio Pareja, en el marco de la visita
que dispensaron ayer a este Diario.
Better, presidente del directorio del instituto emisor,
puntualizó que en la actualidad no se puede pensar en establecer
las tasas de interés por decreto porque 'estamos en una economía
de mercado'.
Pero para lograr el objetivo de reducir bajo esas consideraciones
el interés activo que pagan los productores por los préstamos,
Better precisó que también hay que bajar la tasa de interés del
ahorrista y paralelamente lograr una política para bajar la
inflación, porque ambas se relacionan.
Si bien para ambos retos el directorio no se ha fijado plazos
concretos, Better consideró que el análisis de la política
cambiaria sí deberá hacerse de inmediato.
'Es un compromiso sin plazos, sin embargo, lo vamos a hacer
inmediatamente, tenemos que hacer entender a la población qué
requisitos son indispensables para dolarizar o ir a la
convertibilidad. Eso lo tenemos que hacer en un par de semanas,
no estamos hablando de plazos largos', enfatizó.
Total apertura
Recalcó que como Banco Central no se oponen a sistema monetario
alguno y que se aceptarán las sugerencias y se abrirá el diálogo.
Dolarizar por ejemplo, afirmó, implicaría que Ecuador se someta
a la política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos,
razón por la que el Banco Central dejaría de ser el instituto
emisor para convertirse en una oficina de la primera institución.
Cuestionado si al adoptar cambios de esta naturaleza se pondría
en juego la soberanía, el funcionario respondió: 'Seguramente
se tendrían que cambiar leyes, pero no sé si es un tema de
soberanía por lo menos políticamente. No sé si mantener un sucre
bastante débil nos asegura mucha soberanía".
Para él es importante despojarse de todo tipo de preconcepciones
y prejuicios y analizar el tema con mente abierta y
objetivamente.
Al margen del mercado
Explicó que los altibajos en el tipo de cambio obedecen a la
especulación y a la incertidumbre porque no hay razones
estructurales para que suba el dólar, a excepción de momentos en
que se registra mayor demanda porque hay que pagar créditos
externos.
En ese sentido, no descartó que a fines de agosto pueda existir
este tipo de presiones debido a vencimientos para el pago de la
deuda vinculada a los bonos Brady.
Ecuador deberá pagar el 28 de agosto más de 95 millones de
dólares por vencimientos de intereses de los bonos de descuento
y PDI.
Resaltó que esto no afecta al Central, pero hay que esperar para
conocer cómo encara el problema el Ministerio de Finanzas.
Si bien el tema de la deuda tanto externa como interna depende
directamente de la política fiscal, del Ministerio de Finanzas,
Better no estima lejana la posibilidad de que el Ecuador logre
una condonación de la deuda externa que mantiene con el Club de
París.
Better es un convencido de la necesidad del país de moverse
activamente en el tema de la recompra de bonos de la deuda Brady
o su utilización para compensar pagos del exterior, que
dependerán de las decisiones del Ministerio de Finanzas.
Para el funcionario, la mayor carga fiscal no radica en la deuda
externa sino en la interna, de corto plazo, que deberá pagarse
en lo que queda de 1999 y el 2000. "Son deudas que no pueden
dejar de pagarse", dijo el funcionario.
Aclaró que en esta urgencia fiscal no se encuentran los bonos
recibidos de la Agencia de Garantía de Depósitos (AGD) para pagar
a los depositantes de los bancos en saneamiento, ya que ese rubro
corresponde a bonos de largo plazo, concretamente de 15 años y
de amortización gradual, por lo que no tendrán un impacto
monetario.
Es la deuda interna a corto plazo la que vence este año y el
próximo año por la que hay que preocuparse, por sus efectos
inflacionarios, remarcó.
Por tanto Pablo Better destaca la necesidad de proveer al Fisco
de recursos, lo que se lograría si los ecuatorianos se
acostumbran a pagar los impuestos para darle viabilidad al Fisco
de cumplir con sus propósitos y obras del gobierno.
Atraer inversión
Al referirse a las propuestas que se escuchan en otras naciones
para restringir el ingreso de los capitales golondrinas señalados
como los mayores causantes de la especulación en el mercado
internacional luego de la crisis que atravesó, Better no le
presta mucha atención a este tema.
Mencionó que la crisis solo afectó de una forma indirecta al país
con la reducción de la demanda de sus productos y no en la fuga
de capitales.
Dijo que los fondos golondrinas nunca son sanos, porque como
vienen se van y no dan sustento a una economía.
En el país estos no han existido porque, lamentablemente, no hay
atractivo para invertir ni a largo ni a corto plazo.
De allí que el interés fundamental --según Better-- es procurar
recuperar la confianza en el sistema ecuatoriano, promover el
ahorro interno y el ingreso de capitales de largo plazo.
'Es grande la tarea, la miramos con optimismo y esperamos el
apoyo general de la población para que este país pueda salir
adelante', concluyó. Lo pendiente del Progreso 'El Banco
Central no le va a impedir a ningún banco privado que funcione',
manifestó ayer el presidente del directorio del instituto emisor,
Pablo Better, al indicar que la dación en pago propuesta por el
Banco del Progreso para cubrir sus préstamos de liquidez
dependerá de un informe favorable de auditoría. El funcionario
dio a conocer que en la entidad existen varias solicitudes de
daciones en pago y la postura adoptada por el directorio es
aceptarlas siempre que el informe de los auditores y el proceso
de capitalización que tenga que presentar a la Agencia de
Garantía de Depósitos (AGD) sean favorables y aceptados por la
entidad encargada del saneamiento bancario. 'Si es que el banco
se vuelve viable después de presentar sus planes de
capitalización, el Banco Central aceptará esa dación en pago, de
lo contrario no lo hará porque de todas maneras no va a resolver
el problema del banco', anticipó. Este tema ya ha motivado el
reclamo de los acreedores del banco que en una de sus marchas en
esta ciudad llegaron hasta la sucursal mayor del Banco Central
en Guayaquil para demandar una solución por parte de las
autoridades. Aunque los directivos del Comité de Clientes del
Banco del Progreso fueron recibidos por el director general
bancario, este solo se comprometió a transmitir la solicitud al
directorio de la entidad, que es el encargado de adoptar una
decisión. Con la propuesta se busca entregar bienes para cubrir
las obligaciones del Banco del Progreso con el instituto emisor,
pero con una promesa de recompra luego de cinco años. Es que la
reapertura del Progreso demandaría liquidez para atender los
requerimientos de efectivo de aquellos clientes que no
capitalizaron sus depósitos y según la resolución mediante la
cual se sometió a un proceso de reestructuración a la entidad
señala claramente que el fruto del aumento de capital deberá
destinarse a pagar los créditos de liquidez. (Texto tomado de El
Universo)
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