Bonn. 11.04.95. La oposición parlamentaria reclamó la renuncia
del jefe de los servicios secretos alemanes (BND), un allegado al
canciller Helmut Kohl, tras las revelaciones del semanario Der
Spiegel que afirma en su edición de hoy que la incautación récord
de plutonio en Munich, en agosto pasado, fue una operación
fraguada por el BND y destinada a demostrar "el nuevo peligro
proveniente del Este".
Esta acusación era considerada hoy por los comentaristas alemanes
como una bomba polÃtica, que corre el riesgo de enfriar las
relaciones entre Alemania y Rusia.
La oposición socialdemócrata (SPD) y los Verdes reclamaron la
cabeza del gran coordinador de los servicios secretos, Bernd
Schmidbauer, secretario de Estado ante la cancillerÃa, hombre de
confianza de Helmut Kohl para todas las misiones delicadas,
apodado "008" por la prensa alemana.
Los cristiano-demócratas del canciller se unieron al SPD para
reclamar una investigación parlamentaria en profundidad.
Fiel a su personaje, Schmidbauer reaccionó a las declaraciones de
Der Spiegel con una imperturbable sangre frÃa, pero sus
declaraciones sibilinas contribuyeron a sembrar la duda: "Cuando
usted ve lo que ocurrió en Tokio, donde hay que realizar a
posteriori una difÃcil investigación, más vale contar con una
operación preventiva que aclare las cosas y nos permita sacar las
conclusiones necesarias", dijo haciendo alusión al atentado con
gas de combate que causó 11 muertos en el metro de Tokio el
pasado 20 de marzo.
Según la revista de Hamburgo, intermediarios reclutados, sin que
ellos lo supieran, por los servicios secretos alemanes (BND)
compraron ilegalmente plutonio en la ex Unión Soviética y luego
lo llevaron a Alemania, donde los "compradores" eran en realidad
agentes de la policÃa criminal de Baviera. Las únicas personas
detenidas fueron esos intermediarios.
El objetivo del operativo "Hades", asegura Der Spiegel, era
"mostrar la existencia efectiva del nuevo peligro proveniente del
Este". El objetivo buscado fue ampliamente alcanzado, ya que la
incautación de Munich suscitó una fuerte emoción en todo el mundo
y puso al gobierno ruso bajo presión durante dÃas.
A pocas semanas de las elecciones generales de octubre, el
canciller Kohl se ocupó personalmente del asunto, escribiendo una
carta al presidente ruso Boris Yeltsin para incitarlo a la
vigilancia, mientras que el ministro de Finanzas Theo Waigel
amenazaba con cortar los créditos a Moscú si los rusos se negaban
a cooperar.
Bajo la presión, el Kremlin habÃa aceptado entablar una
colaboración permanente con Alemania a nivel de los servicios
secretos para luchar contra el contrabando nuclear. Bernd
Schmidbauer y Helmut Kohl habÃan saludado esta decisión como una
gran victoria en la lucha contra la proliferación nuclear, y se
convirtió brevemente en uno de los temas candentes de la campaña
electoral.
Una parte de la prensa alemana destacaba esta mañana a qué punto
las revelaciones de Der Spiegel, en caso de confirmarse, podrÃan
dar a los rusos la impresión de haber sido engañados.
RECHAZAN ACUSACION
El Gobierno alemán desmintió este lunes, sin mucha convicción,
las informaciones del semanario Der Spiegel que indican que la
incautación récord de plutonio de contrabando, hecha en agosto
pasado, en Munich (sur), fue un montaje.
En Madrid, el Gobierno español se negó a comentar las
informaciones según las cuales la operación de los servicios
secretos alemanes (BND) habrÃa sido organizada desde España y
afirmó "no estar al corriente" de que el coordinador de dichos
servicios, Bernd Schmidbauer, se encuentre en el paÃs desde el
fin de semana pasado.
Durante una rueda de prensa en la que dio muestras de estar
molesto, el portavoz del Gobierno alemán, Peter Hausmann, se
limitó a leer un comunicado publicado la vÃspera por el jefe del
BND, Konrad Porzner, que desmentÃa las acusaciones del Spiegel.
Según el semanario, el propio BND provocó el contrabando de
plutonio 239 ruso de uso militar hacia Alemania para "demostrar
la existencia efectiva del nuevo peligro venido del Este".
La oposición socialdemócrata y los Verdes reclamaron la cabeza de
Schmidbauer, coordinador de los servicios secretos, secretario de
Estado de la CancillerÃa y hombre de confianza de Helmut Kohl
para todas las misiones delicadas, apodado "008" por la prensa
alemana.
Varios comentaristas subrayaban este lunes que en caso de
confirmarse las revelaciones del Spiegel, los rusos podrÃan
considerarse engañados.
Tras la incautación del plutonio, el canciller Helmut Kohl tomó
las riendas del asunto y presionó a Moscú para que aceptara
colaborar en la lucha contra el contrabando nuclear, cosa que
aceptó.
El propio jefe del BND explicó en rueda de prensa este lunes que
varios agentes alemanes basados en Madrid se enteraron el 18 de
julio pasado de que un grupo de traficantes de plutonio
intentaban vender su mercancÃa en Alemania. El BND, añadió
Porzner, transmitió el caso a la policÃa criminal de Baviera.
Por el contrario, el Spiegel afirmó que el propio BND reclutó a
los intermediarios desde España. Estos compraron el plutonio en
la ex URSS y lo transportaron a Munich, donde los "compradores"
eran policÃas bávaros.
La fiscalÃa de Munich declaró este lunes que la mayorÃa de
documentos citados por el semanario son "auténticos" y provienen
de las actas de acusación del caso, pero subrayó que no dispone
de indicios racionales que permitan afirmar que "el BND o
cualquier otra autoridad" hubiera violado el derecho penal en
este asunto.
Al mismo tiempo, el Hypo-Bank, citado por Der Spiegel como la
entidad que habrÃa garantizado los pagos por el plutonio, negó
que hubiera concedido un crédito o garantÃa de 276 millones de
dólares, pero admitió que hizo a la policÃa una declaración de
solvencia de "varios millones" de dólares.
Schmidbauer reaccionó el domingo con sangre frÃa a las
revelaciones del Spiegel, pero sus declaraciones sobre el
carácter "preventivo" de la operación contribuyeron a sembrar la
duda.
En Madrid, un portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores,
Jesús Cacho, afirmó "no estar al corriente" de la presencia en
España de Schmidbauer. El ministerio de Defensa, por su parte, se
negó a todo comentario sobre el caso de contrabando de plutonio.
Según Der Spiegel, el BND montó por completo el contrabando de
plutonio y contrató para ello a dos intermediarios, el español
Julio Oroz EguÃa y el colombiano Justiniano Torres. Ambos fueron
detenidos por la policÃa alemana.
Las repercusiones del caso de Munich se explican por la calidad y
la cantidad del material incautado, muy superiores a los otros
cientos de casos de tráfico nuclear detectados en Alemania desde
1990.
La práctica totalidad de los 267 casos registrados en 1994
concernÃan tráficos de materiales radiactivos de uso civil,
inútiles a la hora de fabricar una bomba. Los 3260 gramos de
plutonio 239 incautados en Munich, por el contrario, podÃan
entrar en la composición de una bomba. (AFP) (11A)
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Explored
Ciudad N/D
Publicado el 04/Noviembre/1995 | 00:00