MAR DEL PLATA. 8 mar 96. El fútbol bonito y efectivo, plagado
de toques, gambetas y goles, resurgió desde el fondo de la
historia sudamericana para aflorar en el Torneo PreolÃmpico,
donde dos de los hijos más pródigos de la región, Argentina y
Brasil, regalaron fantasÃa y habilidad.
Albicelestes y auriverdes pusieron el toque de distinción a un
certamen que se caracterizó por levantar de sus asientos a los
fanáticos.
Porteros que hipotecaron chances (Perú) y zagueros que en
varias oportunidades cometieron errores infantiles abrieron
asà la posibilidad del gol, en especial a los "carasucias"
argentinos y brasileños, siempre al acecho y dispuestos a
dejar su marca.
Tácticamente sin novedad en el frente porque la vieja lÃnea de
cuatro final, tan tradicional dentro del fútbol sudamericano
dentro de sistemas globales que oscilaron entre el 4-4-2 y el
4-3-3, volvió a imponerse sobre soluciones más rÃgidas como la
marca con lÃbero y stoppers y los delanteros únicos.
Brasil y Argentina fueron justos ganadores, confirmaron su
superioridad actual dentro de la categorÃa y alcanzaron en
buena lid los dos pasajes a Atlanta 96, más precisamente a las
ciudades de Orlando y Miami.
AllÃ, muy cerquita del mágico mundo de Walt Disney
(Disneyworld), esa dupla seguramente regalará una vez más
fantasÃa e intentará hallar el esquivo botÃn dorado que, casi
contranatura, la historia le negó.
BRASIL: UN EXPRESO CON DESTINO ATLANTA
Viejo zorro del fútbol sudamericano, Mario Lobo Zagalo, no se
equivocó cuando apostó todas sus cartas por la sub 23
auriverde.
Aún sin llegar a deslumbrar, el equipo se convirtió por
momentos en un "expreso" con destino a la final y pasó cómodo
por su serie de clasificación, donde si acaso solo Uruguay y
sus propios fantasmas le provocaron ciertas aprehensiones.
Algunas dificultades en defensa no empañaron su clasificación
ya que el resto del equipo funcionó colectivamente de manera
acertada y tuvo en las individualidades solución para
cualquier pequeño tropiezo.
Brasil goleó, y lo que es más, por momentos gustó cuando
dentro del terreno de juego se encontraron jugadores de la
talla de Juninho (Middlesbrough de Inglaterra), Roberto Carlos
(Inter de Milán), Savio (Flamengo), Flavio o el propio Beto
(Botafogo), que llegó suplente y terminó de titular.
En el último partido ante Argentina, la sub 23 auriverde tuvo
que poner toda la carne en el asador para remontar un 2-0
adverso y convertirlo en el empate que, a la postre y por
diferencia de goles, le significó su coronación.
El resultado final empero apareció a los ojos menos avispados
como una simple anécdota porque la semilla de Zagalo ya habÃa
sido sembrada, el tetracampeón respiraba tranquilo y dispuesto
a recoger la cosecha en el próximo Mundial de Francia 98.
URUGUAY: LOS PICHONES SE CAYERON DEL NIDO
Con toda su historia a cuestas -la celeste es la única
selección sudamericana que ganó el oro olÃmpico (1924-1928)-
Uruguay pasó por el preolÃmpico con mucha más pena que gloria.
Aún antes de iniciarse la lucha, el entrenador Héctor "Pichón"
Núñez habÃa pronosticado dificultades, hasta tal punto que
llegó a decir que vencer en el torneo serÃa más difÃcil que
encontrar un perro verde.
Con un gran poder de recuperación en la parte anÃmica, Uruguay
se llevó por delante a Perú y a Paraguay, venció a Bolivia con
total justicia y empató 0-0 con los auriverdes para arribar
segundo en el grupo A.
Pero la fase final resultó lapidaria para los celestes porque
en el primer partido chocaron con Argentina para caer 2-0 y
acto seguido se midieron nuevamente con Brasil para recoger un
categórico 1-3.
Falta de audacia ofensiva, una convulsión interna con
jugadores que se negaban a integrar el banco de suplentes y la
realidad de un fútbol cansino y fuera de tiempo conspiraron
para una prematura eliminación.
Núñez tenÃa razón porque en Mar del Plata los perros verdes
brillaban por su ausencia.
BOLIVIA: CON AZKARGORTA EN EL ALMA
Bolivia bajó de la montaña con la casi exclusiva intención de
recoger experiencia en el torneo, según admitió en el inicio
su entrenador, Carlos Aragonés.
Perdió con Uruguay y con Brasil, cayó también frente a Perú
pero en el último suspiro de la serie arrancó a Paraguay su
primera y única victoria.
Los verdiblancos observaron un planteo ciertamente conservador
con lÃbero y stoppers, laterales volantes y una lÃnea de
mediocampistas muy recostada a los zagueros, a punto tal que
tuvieron en el goleador Milton Coimbra la única pieza capaz de
desequilibrar a su favor.
La sub 23 boliviana hizo recordar por momentos y por su
planteo táctico la figura del ex entrenador Xabier Azkargorta.
Para colmo de males, los del antiplano no pudieron contar en
sus filas con el defensa Juan Manuel Peña, cuyo equipo el Real
Valladolid (España) le impidió unirse a la plantilla
preolÃmpica en la ciudad de Tandil.
Jaime Moreno, compañero del brasileño Juninho en el
Middlesbrough inglés, no resultó solución para Aragonés pero
como contrapartida el volante Richard Uriona dio una buena
mano para que su equipo funcionara por momentos de manera
aceptable.
PARAGUAY: CRISPIN VERZA NO HACE VERSO (MENTIRA)
Los guaranÃes quedaron ciertamente en deuda con el preolÃmpico
porque llegaron a Argentina para defender su condición de
campeón del último torneo de ese tipo disputado en Asunción,
en 1992.
El entrenador CrispÃn Verza prometió cambiar la cara del once
paraguayo y en cierta forma lo hizo, aunque los resultados
quedaron a la espera de mejor oportunidad.
Ya no utilizan los blanquirrojos el pelotazo como única arma
ofensiva, intentan tocar la pelota y técnicamente aparecen
como una fuerza superior.
Pero al parecer en el remedio no estaba la enfermedad porque
los otrora aguerridos guaranÃes no pelean como antes y su
reconocida garra apenas es un recuerdo en la sub-23
preolÃmpica.
El mayor ejemplo en ese sentido lo dieron cuando enfrentaron a
Uruguay porque después de ir en ventaja 1-0 cayeron 4-2 a
pesar de tener los celestes un hombre de menos dentro del
terreno de juego.
Eso sÃ, Paraguay donó al certamen un jugador excepcional,
Virgilio Ferreira, con seguro destino en el fútbol europeo.
PERU: EN EL PECADO ESTA LA PENITENCIA
Los del Rimac fueron el equipo que mejor trató el balón en la
serie A de clasificación pero careció casi por completo de
poder de definición.
Toque, toque y más toque fue el principal argumento a favor de
los dirigidos por Freddy Ternero, pero como contrapartida la
falta de profundidad se constituyó en su peor defecto.
Tal fue el uso y el abuso de aquella variante que más de un
espectador llegó a decir que Perú podrÃa haber sido campeón si
los arcos hubiesen estado sobre las bandas laterales.
Los de la banda roja cruzada hipotecaron buena parte de sus
posibilidades en dos porteros que se dedicaron a cometer
errores infantiles al por mayor.
ARGENTINA: CARASUCIAS AL FRENTE
La selección sub 23 albiceleste -subcampeona del preolÃmpico-
coronó su buen momento futbolÃstico, tanto en lo colectivo
como en lo individual, con su clasificación para los Juegos
OlÃmpicos de Atlanta 96.
Sin rivales exigentes en su serie, ratificó junto a su
histórico adversario de la final su condición de favorito.
El entrenador Daniel Passarella armó el equipo sobre la base
de un esquema 4-3-1-2 elástico que fue respaldado por la
categorÃa de los jugadores convocados para el preolÃmpico.
Sus integrantes formaron un conjunto sólido en el que se
destacaron, desde atrás hacia adelante, el cuidapalos Pablo
Cavallero, el lateral Gustavo Lombardi, los volantes MatÃas
Almeyda y Christian Bassedas y los cuatro delanteros que
integraron la lista de buena fe argentina: Ariel Ortega,
Marcelo Delgado, Claudio López y Hernán Crespo.
Quedó latente la duda acerca de si los rivales de los
albicelestes en primera ronda fueron demasiado débiles o si
los locales son realmente fuertes, pero lo cierto es que
clasificaron respetando su tradición de toque, gambeta y
vocación ofensiva.
VENEZUELA: CENICIENTA AMENAZA CON CALZARSE LOS ZAPATOS
El combinado venezolano entrenado por Rafael Santana fue,
aunque todos sus integrantes lo nieguen, la sorpresa del
PreolÃmpico.
Llegaron arrastrando el perdedor mote de Cenicienta,
destinados a una rápida eliminación del torneo, pero
terminaron participando en el cuadrangular decisivo junto a
las potencias del subcontinente, Argentina, Brasil y Uruguay.
Con un esquema de juego 4-4-2 mentiroso, que en realidad
funcionó como 4-5-1, con esporádicas llegadas de volantes
acompañando al atacante Rafael CastellÃn en el área rival, su
juego cauteloso le permitió complicar a varios adversarios.
El propio Santana confió que su principal meta consiste en
quitar de la frente del fútbol de su paÃs el rótulo de
"perdedor" en cada torneo, para convertirse en participante.
Un planteo conservador le permitió la hazaña de no volver a
Caracas apenas arribados a Mar del Plata.
CHILE: TRANSANDINOS NO CRUZAN LA CORDILLERA
La formación adiestrada por Ignacio Prieto llegó a Mar del
Plata como favorita para acompañar a Argentina a la fase
final, pero su promocionada ofensiva integrada por el volante
Sebastián Rozental y los delanteros Marcelo Salas y Claudio
Núñez no ayudaron a concretar la expectativa.
La necesidad de obtener resultados que le permitiesen aspirar
a la clasificación para la fase final hizo que Prieto
superpoblara el mediocampo con jugadores de mucha lucha, sobre
todo Pablo Galdames, pero que no supieron generar juego para
sus atacantes.
Solo el partido que ganó 4-0 a Ecuador y el que empató 3-3 con
Colombia mostraron ráfagas de lo que puede dar el sub 23
chileno y la condición de goleador de Salas, quien tuvo en el
suplente Moisés Avila un buen socio de ataque cuando no jugó
Claudio Núñez.
COLOMBIA: COLOMBIANOS NO GANAN NI PARA SU CAFE
El juego bonito que intenta desarrollar el fútbol de Colombia
y que le permitió a su selección mayor poner al borde del
abismo a la de Argentina en las eliminatorias para el Mundial
de Estados Unidos-94 no tuvo ningún peso ofensivo en su
frustrante paso por el Torneo preolÃmpico.
Su eliminación en primera ronda desnudó las limitaciones del
equipo entrenado por Pedro Sarmiento y con el cual el técnico
Hernán Dario "Bolillo" Gómez no viajó hasta la Argentina,
seguramente para evitar el costo de un seguro fracaso en el
certamen.
Su flojo desempeño en los partidos preparatorios ya habÃa sido
criticado por la prensa colombiana, que despidió al combinado
con comentarios que desalentaban cualquier posibilidad de
obtener una de las dos casillas para Atlanta-96.
El volante Geovanni Hernández, que habÃa llegado como una
promesa de revelación, regresó al América de Cali habiendo
mostrado muy poco.
Lo paradójico, como en otros equipos del torneo, estuvo en que
su reemplazante, el mediocampista suplente VÃctor Mafla, fue
quien más aportó a la ofensiva de su equipo en los escasos
minutos que jugó en todo el campeonato.
ECUADOR: MORCILLO SE QUEMO EN EL FUEGO PREOLIMPICO
Su presentación en el preolÃmpico fue de lo peor del torneo.
No ganó ni un partido, se fue con 18 goles en contra y solo 5
a favor. Ni siquiera la cesión de Iván Hurtado por parte del
Celaya de México ayudó al técnico Otto Morcillo a mejorar su
nivel.
Su partido despedida ante Venezuela, que le goleó 5-2, mostró
al equipo ecuatoriano en su peor momento, aun cuando también
habÃa sido vapuleado por Argentina (6-0) y Chile (4-0).
Su conservador planteo con lÃbero y dos stoppers no le sirvió
para nada, porque carecen de velocidad, no manejan bien el
balón, son imprecisos y no tienen técnica.
Sus stoppers perdieron siempre las marcas, el lÃbero chocaba
con sus compañeros y los volantes eran indolentes a la hora de
correr. Eso explica los 18 goles en contra y la eliminación
sin atenuantes en primera ronda.
Si, como se afirma, el colombiano coordinador general de las
selecciones ecuatorianas, Francisco "Pacho" Maturana, quiere
sacar del pozo futbolÃstico a Ecuador, deberá trabajar mirando
mucho más allá de las eliminatorias para el Mundial Francia
98.
Maturana condujo a la selección mayor colombiana a los
mundiales de Italia-90 y EEUU-94. ¿Podrá llevar a Ecuador a
Francia 98) (AFP) (DIARIO HOY) (P. 1-B)
en
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Publicado el 08/Marzo/1996 | 00:00