Especial para HOY
Quito. 25 mar 96. Sospecho que a la literatura ecuatoriana le
ha salido un nuevo "enfant terrible", con la diferencia de que
al guayaquileño Marcelo Báez -27 años, Premio Nacional de
Poesía "Ismael Pérez Pazmiño", periodista, adicto al
cine-video, narrador y otros ítems- le sobra talento, rigor
crítico y unas ganas de escribir con profesionalismo que a
otros escritores de su generación les hace mucha falta.
Báez, con su libro "Puerto sin Rostros" (Eskeletra Editorial,
1996) intenta darle a su ciudad, Guayaquil, un sentido de
resonancias universales con la medida de un discurso lírico
profundamente ligado a la historia y a los hechos cotidianos.
Esta entrevista descubre facetas de un joven escritor "sin
pelos en la lengua".

- Cine y poesía ¿una relación tortuosa en tu vida?
Dos pasiones convergentes, fuentes de inspiración importantes
no solo en mi escritura, sino también en mi cotidianidad.

- ¿Crees que existe la crítica cinematográfica en nuestro
medio?
Lo que hay es reseñadores, comentaristas, personas que
reelaboran información ya existente. La única persona que ha
intentado hacer una crítica cinematográfica en Ecuador, pero
que desafortunadamente no tiene un espacio, es Gerard Raad,
director del cine foro de la Casa de la Cultura del Guayas
desde hace 20 años.

- Tú eres periodista, ¿cómo compaginas el periodismo con la
literatura?
La literatura es una mentira que dice la verdad, afirma Juan
Rulfo. El periodismo es la verdad a secas. Pero creo como
Truman Capote y Tom Wolfe que las fronteras entre ambas a
veces se difuminan.

- ¿Qué opinas de las jóvenes generaciones que se dedican a la
poesía? ¿Concuerdas con aquella actitud de jóvenes que tienen
una desesperación por publicar?
Hay mucha precipitación, improvisación, deseo de alcanzar un
sitial de fama. Esto se ve mucho en Quito y con menos
frecuencia en Guayaquil, que tiene menos oportunidades
editoriales. Se cree que con amontonar palabras, páginas,
cuentos, versos, y ponerlos entre las dos tapas de un libro,
se ha hecho algo valedero.

- Tú publicaste un libro de cuentos al que yo llamo de
"ejercicios de escritura" ¿Por qué siendo poeta -incluso
tienes un premio nacional- te decidiste primero a publicar
narraciones?
Lo hice para dar fe de una fase importante de aprendizaje, la
de una voluntad de narrar.

- ¿Por qué tu libro de cuentos se tituló "Movimientos para
bosquejar un rostro"? ¿Qué pretendías bosquejar en esos
pedazos de vida, en esos trazos vivenciales en donde
condensaste desgarramientos?
Sólo borroneaba una escritura, un discurso, una identidad.

- ¿"Puerto sin rostros", de Editorial Eskeletra, es también un
bosquejo?
No, es un largo proceso de conformación y decantamiento de un
discurso poético, de una ciudad de palabras.

- ¿Cuándo descubres que Guayaquil se convierte en un referente
fuerte para tu escritura?
Lo fui descubriendo paulatinamente. Después de leer a
cronistas y poetas de este siglo me di cuenta de que se podía
poetizar nuestro puerto de otra manera.

-¿Esa "otra manera" se acerca en cierto sentido a la línea de
Fernando Nieto, Fernando Artieda y Carlos Rojas, escritores
que ven en Guayaquil a un gran referente poético?
Estamos en un medio en el cual se mide una obra por su
similitud o disimilitud con otras. Lo único que me acerca a
esos poetas es el tema. El tratamiento que yo le doy a
Guayaquil es distinto en todos los sentidos. "Puerto sin
rostros" se aleja de la visión tropicalista y algo folclórica
que a ratos manejan esos escritores.

- Al leer tu poemario me doy cuenta de que hay una
recuperación de la memoria de la ciudad, una búsqueda de su
historicidad. ¿Cuál es la relación de tu poesía con la
historia de Guayaquil?
La poesía debe nutrirse de todas las fuentes y si la historia
es una de ellas, bienvenida sea. Aunque en el caso de mi
poemario -que a veces tiene unos flashbacks históricos- en
ningún momento pretendo hacer textos que sean estampas
históricas o crónicas en verso sobre el Guayaquil antiguo.

"ESTAMOS EN UNA EPOCA DE CAOS"

- Cuáles son las lecturas que más han influido en tu
escritura?
Mis influencias vienen primero del cine y la cultura del
videoclip, luego de la música (barroca, new age, rock latino,
etc.) y, por último, de la literatura.

Sin dejarse absorber por la maquinaria tecnocrática

- ¿Qué autores consideras importantes en la poesía ecuatoriana
actual?
Hay tres que -a mi criterio- deberían ser mejor difundidos y
estudiados: Filoteo Samaniego, Paco Tobar García y Efraín Jara
Idrovo.

- Esos son nombres de poetas que no pertenecen a una geografía
costeña. ¿Rescatas el trabajo poético de algún guayaquileño?
Me parecen importantes Nieto Cadena, Rojas, y la obra del
extinto Hugo Mayo.

- De nombres de la Sierra veo que omites a Jorge Enrique
Adoum.
Es del tipo de literatos cuya imagen rebasa su obra. Su figura
se basa más en las relaciones que él ha tenido con otros
escritores a nivel internacional, que en un debate serio sobre
sus libros. ¿Hasta cuándo alguien vive del hecho de haber sido
secretario personal de un premio Nobel? Gran parte de su
poesía me parece que quedará como testimonio del nerudianismo,
el vanguardismo, el experimentalismo fonético.

- Tampoco nombras a Julio Pazos, Iván Carvajal y a otros.
De Pazos puedo decir que su discurso es parte de un problema
de muchos escritores: maneja un lenguaje decorativo y
automatizado. No acontece así con Carvajal, que tiene uno de
los poemas mayores de nuestra lírica: "Los amantes de Sumpa".
Si me pides otros nombres de poetas te puedo dar el de Alexis
Naranjo y, para ir más atrás, Alfredo Gangotena, Gonzalo
Escuderos y César Dávila Andrade.

- ¿Cómo enmarcas tu obra dentro de la llamada posmodernidad?
Es un término tan manoseado, que uno corre el peligro de caer
en algo que algunos han llamado "moda filosofista". Ahora
Peter F. Drucker nos habla de la era del poscapitalismo, en la
que el conocimiento es el máximo recurso y capital. Esta época
finisecular es de mucho caos, de una sobreestructración de
información frente a la cual no hay que sucumbir. Vivimos en
aquello que el comunicólogo Gerard Mermet llama la
"democratura" (dictadura de los "masa media" en las
democracias). El papel del escritor, aparte de sobrevivir
dentro de este laberinto informativo, es intentar no dejarse
absorber totalmente por esa maquinaria tecnocrática, y ser
fiel a su escritura, a sus pensamientos y valores.

- Tú estuviste en los talleres literarios ¿cómo fue tu paso
por ellos? ¿Qué opinión te merecen?
Fui un turista accidental de esa institución. En nuestro medio
se le da demasiado énfasis al hecho de haber pertenecido a
estas entidades. De tal forma que se los convierte en un
referente máximo. Hasta se habla de una literatura de
talleres. Yo creo que la literatura debe ser discutida dentro
de la literatura, no importa si ha salido de un taller, de una
cocina o de un garaje.

- Marcelo, ¿no crees que te estás convirtiendo en un "enfant
terrible" de la literatura con las opiniones aquí vertidas?
Si ese es el precio que se debe pagar por decir lo que se
piensa, acepto cualquier rótulo. (DIARIO HOY) (P.5-B)
EXPLORED
en

Otras Noticias del día 25/Marzo/1996

Revisar otros años 2014 - 2013 - 2012 - 2011 - 2010 - 2009 - 2008 - 2007 - 2006 - 2005 -2004 - 2003 - 2002 - 2001 - 2000 - 1999 - 1998 - 1997 - 1996 - 1995 - 1994 1993 - 1992 - 1991 - 1990
  Más en el