PIDEN CAMBIOS EN AREA ENERGETICA REGIONAL
Quito. 02.12.91. América Latina y el Caribe demandan cambios
profundos en el papel y función que debe cumplir el Estado en
las distintas actividades involucradas con el desarrollo, en
particular con el del sector de la energÃa.
El anuncio lo hizo el secretario de la Organización
Latinoamericana de EnergÃa (OLADE), Gabriel Sánchez, quien
entregará a los Presidentes del Grupo de RÃo, el documento
sobre "La situación energética de América Latina y el Caribe:
transición hacia el siglo XXI".
Concentrados sobre temas especÃficos, los mandatarios
analizarán también la difÃcil situación energética de la
región, que tiende a agravarse en el futuro si no se adoptan
nuevas polÃticas.
El documento al que tuvo acceso HOY, define las estrategias
para que el sector energético desempeñe su papel como impulsor
del desarrollo económico y la integración regional.
Para el efecto, propone acciones tendientes a incrementar la
seguridad de abastecimiento energético, fijar una posición
regional en relación con la energÃa y el medio ambiente, y
definir el papel que cumplirá el Estado como principal
regulador y promotor del desarrollo sectorial.
OLADE dice que el giro de los acontecimientos económicos e
internacionales exigen cambios profundos en el papel y función
del Estado. Para el efecto sugiere impulsar su modernización e
imprimir una acción reguladora y estratégica, no solo en la
formulación de polÃticas sectoriales sino en la determinación
de una planificación energética orientada a procurar el óptimo
desarrollo de actividades ejecutadas directamente por el mismo
Estado o con la participación de la iniciativa privada.
El documento advierte que el sector público, en los casos en
que continúe siendo propietario de empresas, deberá limitarse
a su papel de accionista y dejar a las mismas la
responsabilidad de desempeñarse en condiciones de
competitividad y eficiencia, bajo prácticas estrictamente
comerciales, eliminando las interferencias polÃticas y los
controles innecesarios sobre las operaciones.
La autonomÃa de las empresas permitirá asimismo aumentar su
eficiencia administrativa y operativa, reducir los costos del
abastecimiento energético y eliminar su contribución al
déficit fiscal.
El organismo sostiene que el consumo final de energÃa per
cápita cayó durante la década pasada desde 5,7 a 5,5 barriles
de petróleo por habitante, recuperándose recién en 1990 a un
valor de 5,9.
Este estancamiento ha agravado la situación de infraconsumo
evidenciada en la región. Los consumos per cápita de energÃa
como el petróleo, el gas natural o la electricidad se
encuentran en general por debajo de los promedios mundiales y
muy alejados de los niveles de los paÃses desarrollados.
No obstante su reducido consumo energético, la región está
lejos de presentar niveles adecuados de eficiencia en la
transformación y el uso de la energÃa. Este hecho se evidencia
por una serie de elementos, como el estancamiento de los
valores de la intensidad energética (consumo por unidad de
producto), la subutilización y obsolescencia del parque
industrial como consecuencia de la crisis económica, el
crecimiento caótico del parque automotor y su envejecimiento,
asà como el empleo de equipos con bajos rendimientos
energéticos en el sector residencial.
CORTOS MINEROS
- Los requerimientos de inversión para la ampliación de la
infraestructura y la prospección de recursos en el presente
decenio de América Latina y el Caribe, se estiman en 320 mil
millones de dólares.
- Esa cifra representarÃa hacia el año 2000 el 13,2% de la
formación bruta de capital fijo y el 13% del total de ingresos
por exportaciones.
- Las restricciones financieras y los problemas de la deuda
continuarán siendo uno de los mayores obstáculos para hacer
frente al crecimiento esperado de la demanda de la energÃa en
la región.
- Esto obligará a los paÃses a efectuar una adecuada
asignación de recursos, recuperar su capacidad de ahorro e
inversión y crear las condiciones para estimular la
participación de la iniciativa privada.
- El comercio intrarregional de petróleo y derivados
representa solamente el 17% de las importaciones totales de
esos energéticos.
- La mayor parte de los problemas ambientales de la región se
originan en las caracterÃsticas de subdesarrollo y pobreza y,
en menor grado, al uso de la energÃa y a la explotación de los
recursos energéticos naturales.
- En la región, la producción y el uso de la energÃa solo es
responsable de la cuarta parte de la emisión de gases de
invernadero, el resto obedece a otros factores, esencialmente
la deforestación.
- Los paÃses industrializados son responsables de más del 70%
de las emisiones de dióxido de carbono, principal causa del
calentamiento global de la atmósfera y del 90% de las de
cloro-fluoro-carbonos, que producen serios efectos sobre la
capa de ozono. (3A)
en
Explored
Ciudad N/D
Publicado el 02/Diciembre/1991 | 00:00