GORBACHOV TIENE GRANDES PLANES DE FUTURO POLþTICO
MOSCU 27.12.91. Fuera del poder aunque no de la polÃtica,
según parece, Mijail Gorbachov semeja un boxeador que todavÃa
se entrena para asà mantenerse cerca del ring.
No habla de retornos, pero dice: "Tengo grandes planes, con
referencia a su futuro polÃtico, presumiblemente en el paÃs
o en el exterior." Se necesita más que una caÃda, es obvio,
para vencer su espÃritu.
Menos de 24 horas después de verse forzado a renunciar la
presidencia de una desarticulada Unión Soviética, volvÃa a
presentarse ante los medios, el jueves, con su clásico estilo
vehemente.
Gorbachov llegó en vena alegre a una recepción de despedida
que le daban sus colaboradores, y se puso a bromear con
periodistas y funcionarios, hizo brindis con vodka y firmó
autógrafos por decenas.
Se le veÃa rebosante de salud, pese a las agónicas semanas
vividas desde que el establecimiento de la Mancomunidad de
Estados Independientes, el 8 de diciembre, marcó el fin de sus
seis años y tres cuartos de gobierno.
Gorbachov parecÃa más bien un candidato presidencial de
Occidente que un polÃtico derrotado, quien, a los 60 años,
podrÃa entregarse a la calma del retiro en su dacha del
interior. Sin embargo, el retiro le suena a Gorbachov como la
última opción.
Tengo grandes planes. Mi papel ha cambiado pero no abandonaré
la escena polÃtica, dijo en un breve discurso.
Durante las dos semanas venideras voy a desaparecer. No
fÃsicamente... Necesito descansar y recuperarme. Creo que es
lógico hacer una pausa entre el fin y el (nuevo) comienzo,
añadió el ex presidente.
Gorbachov se ha comprometido a realizar cuanto pueda, dentro y
fuera del paÃs, para ayudar al presidente ruso Boris Yeltsin
mientras su entenado de antaño luego convertido en antagonista
principal lleve adelante las reformas democráticas.
Si Rusia, si las autoridades rusas, si el presidente de Rusia
fracasa en esta etapa de reformas radicales, todos saldremos
perdidosos. Debemos tener esto muy en claro, sostuvo
Gorbachov. Y reiteró su exhortación en favor de las
transformaciones.
La sociedad está cansada, odia a los polÃticos, odia todo lo
conseguido durante la perestroika, porque la vida cotidiana es
harto complicada, dijo.
Debemos liberar al pueblo de esta carga a través de las
reformas, y asà podrá evaluar todo con justeza. Nuestro pueblo
no es ingrato, indicó.
Comentó que diariamente recibÃa miles de telegramas de apoyo y
simpatÃa.
En el amargo mensaje televisado del miércoles, al comunicar su
renuncia, Gorbachov destacó sus temores de que la Mancomunidad
no fuera la solución adecuada, aunque prometió darle su
absoluto respaldo, sin embargo.
En un arranque de humor, respondió una pregunta acerca de su
madre, que vive en su ciudad natal de Privolnoye, cerca de
Stavropol, al Sur de Rusia.
Mi madre pasó mucho tiempo diciéndome --Deja todo y vuelve a
casa. Voy a llamarla hoy. Estoy seguro de que me dirá lo
mismo. Hasta es capaz de decirme --Gracias a Dios. Descansa
un poco ahora. Ella siempre va a defenderme y a justificarme,
y nunca estará de acuerdo si escriben mentiras acerca de mÃ.
Después, siguió brindando y despidiéndose de sus
colaboradores, lleno de humor y afabilidad. Ha encanecido,
pero sus ojos brillan y no hay arrugas en su frente manchada.
Al preguntársele qué deportes practicaba, sonrió --
El deporte de la polÃtica.
¿Cuál es el secreto de su buena salud, después de haber guiado
a lo largo de casi siete años a una superpotencia nuclear de
un sistema polÃtico a otro? La tierra --dijo--. Soy un hombre
de la tierra, mi padre y mi madre son gente de la tierra. Y
además, está conmigo mi familia, que tanto hizo para ayudarme
a soportar todo esto...
Mencionó otro motivo --No tengo traumas al optar. Una vez que
he tomado mi decisión, no la cambio. Pasos, movimientos
tácticos, eso es otra cosa. Pero yo nunca he vacilado sobre la
rectitud de mis decisiones. Esto es muy importante. Porque
quien no cree y es asaltado por las dudas, termina destruÃdo.
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Ciudad N/D
Publicado el 27/Diciembre/1991 | 00:00