SE CERRO UN CAPITULO DE LA HISTORIA DEL MUNDO
MOSCU. 28.12.91. Un capÃtulo de la historia del mundo fue
clausurado esta semana con la partida del ex presidente de la
ex URSS Mijail Gorbachov, que abandonó su cargo previendo dÃas
difÃciles para su paÃs, y con la definitiva liquidación de la
Unión Soviética.
Minutos después de la renuncia de Gorbachov, la bandera roja
con la hoz y el martillo de la revolución comunista, que ondeó
sobre el Kremlin y condicionó la marcha del universo en estos
últimos 74 años, era arriada, dejando paso a la blanca, roja y
azul de la Rusia del presidente Boris Yeltsin.
Gorbachov aseguraba, en su despedida, que "la lÃnea del
desmembramiento de su paÃs y de la dislocación del Estado
habÃa ganado", y se alejaba del poder reafirmando su fidelidad
al principio de la unidad de la Unión.
El hombre que quedará en la historia como el primer y último
presidente de la URSS y último secretario general del Partido
Comunista Soviético, partÃa el dÃa mismo de Navidad, tres
semanas después de la creación en Minsk por los tres
presidentes eslavos de la Comunidad de Estados Independientes,
y cuatro dÃas después de la ampliación de esta nueva "entidad
geopolÃtica" a otros ocho ex repúblicas soviéticas durante una
ceremonia "histórica" realizada en Alma Ata, en Kazajastán.
El jefe del estado de la que fue una de las dos mayores
potencias del universo debió inclinarse ante el proceso de
desintegración de la Unión Soviética que se habÃa acelerado
después del fracaso del golpe de Estado del mes de agosto
pasado, pero que estas últimas semanas comenzó a asemejarse a
un verdadero "golpe de estado pacÃfico".
Privado sucesivamente de las instituciones de su poder
presidencial, de los ministerios federales e incluso estos
últimos dÃas de sus oficinas en el Kremlin, Gorbachov se vio
además colocado delante del hecho consumado de que la
comunidad internacional comenzó a reconocer a los nuevos
estados sin esperar su renuncia formal.
Incluso los paÃses más prudentes habÃan anunciado que tenÃan
la intención de reconocer de un momento a otro a los miembros
de la CEI, sigla que reemplazó a la de la URSS.
Frente a la caÃda ineluctable de las estructuras estatales de
la URSS, el presidente soviético cedió finalmente el
miércoles, en momentos en que su posición ya era inconfortable
y comenzaba a volverse ridÃcula.
Calificado de presidente de un "paÃs borrado de los mapas
geográficos", Gorbachov seguÃa firmando decretos de
condecoraciones o de congratulaciones, que la agencia TASS
difundÃa paralelamente a los decretos emitidos por Yeltsin,
que decidÃan paulatinamente la desaparición de los últimos
vestigios del poder soviético, del ministerio de Defensa o del
de Relaciones Exteriores.
Yeltsin tomaba firmemente las riendas del poder, abriendo un
nuevo capÃtulo en la historia de esa antigua nación, gracias
al hecho simbólico que significaba -poco después de la
alocución televisiva de quien dirigiera la URSS durante siete
años provocando indirectamente el derrumbe del comunismo en
ese paÃs y en el mundo- el traspaso del "botón nuclear".
Durante siete años, Gorbachov habÃa intentado desesperadamente
de reformar el sistema soviético.
Cuando llegó al poder en 1985, a los 54 años, siendo electo
secretario general del PCUS, habÃa iniciado inmediatamente una
polÃtica de rejuvenecimiento de cuadros, y un poco más tarde,
habÃa presentado su plan de reestructuración económica
denominado "Perestroika".
El principio del fin de la URSS se inició probablemente en
1988, cuando estalló una serie de violentos enfrentamientos
inter-étnicos en diversas repúblicas.
La marginalización de la vieja guardia brezhneviana, el
reemplazo de Andrei Gromyko en el cargo de jefe de estado, y
el establecimiento de una nueva constitución que reforzó el
poder presidencial, no pudieron contener el proceso
irreversible.
Al mismo tiempo, los paÃses que durante más de cuarenta años
habÃan sido satélites de ls URSS, se separaban uno a uno, y
con el consentimiento tácito de Gorbachov, de la "madre
patria".
Ya en marzo de 1991, en el referéndum por la Unión, 76,4% de
los votos fueron favorables a una "Unión renovada de las
repúblicas soberanas", y en junio, Boris Yeltsin, gran rival
de Gorbachov, fue electo por sufragio universal presidente de
Rusia.
El fracaso del golpe de estado de los conservadores, el papel
resignado que desempeño Gorbachov durante el putsch, con la
oposición liderada fÃsica y espiritualmente por el presidente
ruso, no dejó ya esperanza alguna a una salida favorable para
las tesis del presidente soviético, quien ya no podÃa salvar
las estructuras que quedaban de su paÃs.
De esta manera, la marcha de la historia se aceleró esta
semana, y el mundo cambió radicalmente de rostro.
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Ciudad N/D
Publicado el 28/Diciembre/1991 | 00:00