Quito. 17.01.91. El secretario de la Organización
Latinoamericana de Energía (OLADE), Gabriel Sánchez, descartó
una crisis energética en el corto plazo ante la eventualidad
de una guerra en el Golfo Pérsico, aunque dijo que todo
dependerá como evolucionen los acontecimientos.

"Si continúan afectadas las producciones de Irak y Kuwait y en
escala pequeña la de los países de esa zona, no se puede
hablar de crisis energética, pero dependiendo del escalamiento
del conflicto, la producción petrolera proveniente del Golfo,
se reduciría considerablemente", enfatizó.

Gabriel Sánchez expresó su optimismo porque se produzca una
solución de último momento para evitar que estallen las
hostilidades en esta importante región hidrocarburífera del
mundo. "Esperamos que haya alguna iniciativa que le de más
tiempo a las vías diplomáticas", dijo.

"No habrá vencedores"

Sin embargo, advirtió que si se produce la guerra será un
conflicto donde no habrá vencedores, puesto que el área del
Golfo quedará desestabilizada geopolíticamente, "situación que
no le conviene a nadie".

Según el funcionario, la guerra haría disparar los precios
mundiales del petróleo por efectos sicológicos, antes que por
un desbalance entre la oferta y la demanda, a niveles del
orden de los 40 dólares por barril, lo que incidirá
sensiblemente en los importadores latinoamericanos del
hidrocarburo.

La Organización Latinoamericana de Energía estima que por cada
dólar de incremento en los precios, los países que tienen que
abastecerse del petróleo tienen que pagar 540 millones de
dólares anuales.

Al momento las reservas de los países industrializados
ascienden a los 4 mil millones de barriles, en tanto que, la
Agencia Internacional de Energía se halla dispuesta a poner en
el mercado más de 2 millones de barriles diarios, lo cual
daría un margen aceptable, pero todo dependiendo del
desenvolvimiento del conflicto, según Sánchez.

El secretario de OLADE dijo que los efectos inmediatos de la
crisis se verán en los problemas económicos de los países
industrializados que, por una parte, disminuirán sus
importaciones provenientes de la región latinoamericana,
mientras que la inflación dará margen al incremento en la
adquisición de los bienes de capital provenientes de esas
naciones.

Para Sánchez, América Latina es una de las regiones del mundo
donde los efectos de la crisis del golfo son más moderados, no
así Europa cuyos abastecimientos provienen en mayor volumen
del Golfo. En efecto, la mayor proporción del petróleo
producido en el Medio Oriente y el norte de Africa se dirige a
Europa, Japón y el resto de Asia, mientras que Estados Unidos
es el principal comprador de Canadá, América Latina y el oeste
de Africa.

OLADE asegura que esta fuerte dependencia de los suministros
provenientes del Medio Oriente hace que el mercado
internacional del petróleo sea altamente sensible a cualquier
acontecimiento político-militar en el área, tal como la crisis
actual del golfo.

Irak y Kuwait son dos de los trece socios de la Organización
de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). A inicios de la
anterior década, Irak e Irán enfrentaron también un conflicto
bélico que duró ocho años. América Latina ha tomado las
previsiones del caso para enfrentar una eventual guerra en el
golfo Pérsico.

El secretario de la Organización Latinoamericana de Energía
(OLADE), Gabriel Sánchez, informó que el Fondo Monetario
Internacional, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de
Desarrollo (BID), pusieron en vigencia varias acciones de
apoyo a la comunidad latinoamericana.

- El Fondo Monetario creó en noviembre último un fondo de
compensación petrolera, al cual pueden tener acceso todos sus
países miembros.

- El Banco Mundial ha asignado 325 millones de dólares a sus
fondos IDA (concesionales). Sin embargo, son muy pocos los
países de América Latina y el Caribe que pueden hacer uso de
estos recursos. Asimismo, el banco continúa analizando la
posibilidad de utilizar parcialmente y en forma acelerada,
recursos asignados a préstamos existentes, para enfrentar
situaciones de emergencias energéticas en los países
beneficiarios.

- El BID está estudiando la posibilidad de establecer un
mecanismo al respecto para apoyar a algunos de los países
miembros y en especial a los de economías más débiles.
Mientras Chile creó el "Fondo de estabilización de precios del
petróleo", Venezuela y el Ecuador (exportadores netos de
crudo), disponen del Fondo de Estabilización Económica. Costa
Rica puso en vigencia medidas de ahorro energético, y Brasil y
Uruguay incrementaron sus reservas.

Al momento la región produce 6.6 millones de barriles diarios
de petróleo y consume aproximadamente 5 millones. Sin embargo
a este balance global excedentario, OLADE sostiene que debido
a la desigual distribución de las reservas -cinco países son
exportadores y el resto importadores o autoabastecidos- y al
escaso comercio petrolero intrarregional

América Latina y el Caribe están fuertemente vinculados al
mercado petrolero internacional a través de sus flujos de
importación y exportación: importa de fuera del área alrededor
de 1.2 millones de barriles diarios y la exportación
extrarregional asciende a aproximadamente 3.5 millones de
barriles por día.

El secretario del organismo regional, advirtió que ante los
sucesos del Golfo Pérsico, pueden ocurrir cambios en la
inserción de América Latina y el Caribe en el mercado mundial.
Por una parte, podría incrementarse el comercio intraregional
si los países importadores, por ejemplo Brasil, deciden
asegurar su abastecimiento adquiriendo más hidrocarburos en la
región.

Por otra parte, la situación de Estados Unidos en relación al
conflicto puede generar presiones para aumentar los envíos de
petróleo originados en América Latina, al tratar de sustituir
en parte el 25% que adquieren en el Medio Oriente y el norte
de Africa. (A-9)
EXPLORED
en Ciudad N/D

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