Gaza. 11.04.95. La Autoridad Palestina detuvo el lunes a 150
integristas y condenó a quince años de prisión al islamista que
preparaba a jóvenes a cometer atentados suicidas, tras los
ataques de este tipo que mataron el domingo a seis militares
israelíes.

El movimiento integrista Hamas anunció por su parte próximos
ataques anti-israelíes "aun más sangrientos", mientras la Jihad
islámica presentó su atentado del domingo como una "respuesta
inicial" a las acciones de Israel.

Paralelamente, el Estado hebreo previno al jefe de la OLP, Yaser
Arafat, que ahora será "mucho más difícil" concluir antes del 1
de julio, como estaba previsto, un acuerdo sobre la extensión de
la autonomía a Cisjordania ocupada.

Según los responsables integristas, los 150 palestinos de Jihad
islámica o de Hamas fueron detenidos por la policía durante las
redadas efectuadas anoche en el territorio autónomo.

El procurador general palestino Jaled Al Kidra confirmó que "más
de cien" palestinos fueron arrestados.

"No les detuvimos porque fueran miembros de Jihad o de Hamas,
sino porque alentaron y sostuvieron la violencia y amenazaron la
seguridad nacional palestina y el acuerdo de paz", declaró Al
Kidra a AFP.

Un kamikaze de Jihad mató a seis soldados israelíes e hirió a 45
personas en el atentado con bomba cometido cerca de una colonia
judia el domingo en la Franja de Gaza. Varias horas más tarde,
otro kamikaze, miembro de Hamas, hirió a nueve personas en un
segundo atentado suicida.

Entre los heridos, 37 estaban todavía hospitalizadas el lunes, y
dos militares se encuentran en estado crítico.

Mientras tanto, el tribunal militar especial creado por Yaser
Arafat en Gaza pronunció su primera sentencia sin apelación, al
condenar a 15 años de prisión a un militante de Jihad acusado de
haber intentado convencer a jóvenes de 10 a 15 años a cometer
atentados suicidas.

Samir Ali Al Yidi, de 28 años, detenido hace dos meses, fue
encontrado culpable de haber incitado a niños a familiarizarse
con la idea de la muerte haciéndoles acostarse en tumbas vacías.

La Alta Corte de la Seguridad del Estado fue creada por Arafat
conminado por Israel, que le presiona a actuar más eficazmente
para prevenir las acciones anti-israelíes.

El jefe de la diplomacia israelí, Simon Peres, advirtió que los
dos atentados iban a complicar la conclusión antes del primero de
julio de un acuerdo sobre la autonomía de Cisjordania. "Las cosas
se hicieron mucho más difíciles y complicadas", dijo.

"Para Israel, todo dependerá de la lucha anti-terrorista que
lleve a cabo la Autoridad Palestina", explicó su portavoz Ygal
Palmor.

Hamas afirmó que no va a interrumpir sus acciones. "Vamos a
lanzar ataques aun más sangrientos contra los soldados y colonos
israelíes, a quienes recomendamos marcharse con sus maletas y sus
hijos", indicó el movimiento integrista en un comunicado.

"La operación, el domingo, prueba que nuestro aparato militar no
fue paralizado por el atentado cometido por los servicios de
seguridad israelíes, hace una semana en Gaza", añade el
comunicado. El texto hace alusión a la muerte de al menos dos
activistas de Hamas, por la explosión en un apartamento de Gaza
en el que fabricaban bombas.

Jihad islámica indicó además, en un comunicado, que su operación
del domingo estará seguida de otras. "Forma parte de una serie de
operaciones excepcionales y heroicas ejecutadas por Kasam", el
brazo militar clandestino de la organización, indica el texto.

PONEN EN JAQUE A ARAFAT

Jerusalén. Los extremistas de la Yihad Islámica y de Hamas tienen
en jaque al líder palestino, Yaser Arafat, que no se enfrenta con
ellos por temor a una guerra civil, y al primer ministro israelí,
Isaac Rabin, que no se anima a entregar a los palestinos el
control de Cisjordania.

En medios del Gobierno de Rabin existía hoy, lunes, la impresión
de que será prácticamente imposible concluir hasta el próximo
primero de julio los acuerdos para la retirada de las tropas
israelíes de las ciudades de Cisjordania -con vistas a la
autonomía de ese territorio ocupado- y para convocar a
elecciones.

La disyuntiva es acuciante para ambos líderes tras los ataques de
dos suicidas palestinos de esas organizaciones en la zona
autónoma de Gaza, y en los cuales el domingo murieron seis
soldados israelíes y resultaron heridos 61 militares y civiles.

Fueron los ataques más sangrientos desde el pasado 22 de enero,
cuando otros dos suicidas de la Yihad Islámica (Guerra Santa)
causaron la muerte de veintiún soldados en Bet Lid, al norte de
Tel Aviv.

Cada vez que un atentado de suicidas musulmanes sacude a los
israelíes, cuyas fuerzas de seguridad se muestran impotentes para
neutralizarlos, promete hacerlo Arafat, presidente de la
Autoridad Nacional Palestina (ANP) en Gaza y Jericó, aunque nunca
lo logró.
Arafat, que pretende negociar con Israel "en nombre de todo el
pueblo palestino", trata de "llegar a un compromiso con los
extremistas a fin de garantizar la unidad nacional en lugar de
desencadenar una guerra civil y poner fin a esta situación",
explicó hoy a la prensa local Diabel Luj, dirigente de Al Fatah
en Gaza.

El presidente de la ANP teme convertirse en "el general Antoine
Lahad de Gaza", dicen otras fuentes palestinas en referencia al
comandante del Ejército del Sur Libanés (ESL), aliado de Israel
en la "zona de seguridad" que ocupa en ese país.

Desde los acuerdos de Oslo para la paz (1933), en atentados
armados y de suicidas palestinos perdieron la vida 133 israelíes,
y 74 de ellos desde los acuerdos para la autonomía de Gaza y el
enclave de Jericó, de Cisjordania, del 4 de mayo de 1994.

"Podemos erradicar a todos los terroristas, pero se necesita
paciencia", declaró el domingo en Tel Aviv, en una conferencia
con generales israelíes retirados, el comandante de policía de la
ANP, general Naser Yusuf.

Pero, a juicio de algunos comentaristas de la prensa local, la
paciencia es lo que podría perder Rabin, acosado por los partidos
opositores de la derecha nacionalista y por una cada vez más
indignada opinión pública.

La policía de Arafat, que en la Yihad Islámica y en Hamás también
tiene a sus más duros enemigos políticos, ya que impugnan sus
acuerdos con Israel -Estado cuya legitimidad no reconocen-, ha
detenido en las últimas 24 horas a unos 150 activistas de ambos
grupos.

Diabel Luj añadió que, en rigor, "la policía palestina", que
cuenta con 14.000 efectivos, "puede desarmarlos, pero ello
depende de una decisión política", esto es, del presidente
Arafat.

"Arafat debe comprender que para seguir siendo el líder de los
palestinos debe impedir las operaciones de los extremistas; si no
lo hace, Israel debe revisar los acuerdos que firmó con él",
indicó el coronel retirado Tzvi Peleg, ex comandante militar de
Gaza.

El presidente palestino, agregó Peleg, "prefiere por ahora que
sigan atacando a Israel antes que enfrentarse con ellos y
arriesgarse a una guerra civil".

Rabin exhortó a Arafat a "trabajar juntos para impedir estos
ataques terroristas" y prometió que seguirán las negociaciones.

Pero el dilema de Rabin, comenta hoy el matutino independiente
"Haaretz", es "si semejante terrorismo se genera en Gaza" -unos
70 kilómetros al sur de Tel Aviv-, "¿qué ocurrirá si evacuamos
las ciudades de Jenin, Kalkilia o Tulkarem?", de Cisjordania,
"pegadas" a ciudades israelíes como Afula y Kfar Saba.

PESE A ATENTADO SIGUE EL DIALOGO

El Cairo. El jefe del equipo negociador israelí, Yoel Singer,
pidió hoy, lunes, que los palestinos elijan entre el terrorismo y
la construcción de una nación pacífica, antes de comenzar una
nueva ronda de conversaciones en la capital egipcia sobre las
futuras elecciones palestinas.

Singer, en unas declaraciones a los periodistas, señaló que
Israel ha decidido no suspender las negociaciones sobre la
segunda etapa de la Declaración de Principios, firmada entre
ambas partes en 1993, a pesar de los dos atentados perpetrados
ayer por extremistas palestinos en Gaza, que causaron la muerte
de siete israelíes.

El representante israelí, que es asesor de asuntos legales del
Ministerio de Exteriores de su país, manifestó que esta mañana,
en una reunión, el primer ministro Isaac Rabin y el titular de
Exteriores Simon Peres decidieron continuar las negociaciones
"sin ningún cambio".

"Con la suspensión de las negociaciones sólo daremos un premio a
los terroristas", dijo Singer. "Quiero añadir que los palestinos
deben tomar la decisión de si quieren vivir en una sociedad
inmersa en el terrorismo o en una sociedad pacífica para el
desarrollo económico".

Recordó que la semana pasada se celebraron conversaciones en
Washington entre israelíes y palestinos, "en las que se trabajó
codo con codo para conseguir la llegada de inversiones
económicas, incluso el establecimiento de proyectos industriales
conjuntos en Cisjordania y Gaza".

"Nadie que tenga un mínimo de razón va a querer invertir si
continúan los inhumanos atentados terroristas en Gaza y
Cisjordania. Nadie invertirá de ese modo", agregó Singer.

Manifestó que ha estado trabajando muchos meses con Saeb Oraikat,
jefe negociador palestino y "ministro" de Administración Local de
la Autoridad Nacional Palestina (ANP), "para conseguir que se
celebren elecciones libres (palestinas) lo antes posible".

"¿Qué tipo de elecciones pueden celebrarse en un lugar inmerso en
el terrorismo? Pienso que son los palestinos quienes deben
decidir si quieren construir una nación y en qué tipo de sociedad
quieren vivir", añadió el representante israelí.

"Israel quiere que tomen una decisión auténtica y luchen contra
el terrorismo de una forma mejor de como lo han hecho hasta
ahora", manifestó Singer en referencia a los grupos palestinos
radicales que actúan en Gaza y Cisjordania. (EFE) (12A)
EXPLORED
en Ciudad N/D

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