Quito (Ecuador). 02 mar 96. Fernando Marroquín llegó a
inscribirse en un auto pintoresco, que solo tenía carteles
llamativos. El fue su propio jefe de campaña, tesorero y
relacionador público. Miguel Sánchez ha realizado, de paso
por la secretaría del Tribunal Supremo Electoral (TSE), un
intento de exorcismo, en la incrédula persona de un periodista
televisivo, al que luego pregunta con inocencia si "sintió
algo".
René Manangón propone multas y habla con acento gringo.
¿Qué significa está aparición, repentina y pintoresca, de
candidatos más o menos sui géneris, que aspiran a llegar a la
presidencia de la República?
Esta fue la pregunta que HOY formuló a varios analistas
políticos.
Antes, sin embargo, hay que diferenciar frente a qué tipos de
candidatos estamos. Politólogos consultados afirman que
frente a los candidatos de fuerzas estables (Nebot) y a los
de tendencias más o menos orgánicas (Abdalá) hay aquellos que
representan a "intersticios" de una sociedad que no encuentran
en los sectores políticos tradicionales una expresión de su
"identidad social".
Y es que en un país como el nuestro, con una gran
heterogeneidad social, no puede sorprender que muchos grupos
no sean parte de la política y busquen nuevas formas de
expresión.
El analista político Luis Verdesoto, dice a HOY que "la
transición genera incertidumbre", en relación con el nuevo
marco legal que facilita la participación de los
independientes y del nuevo modelo de desarrollo neo liberal.
En una estructura rígida dominada por partidos organizados,
pueden surgir tendencias "inorgánicas" que se opongan a esos
partidos.
Verdesoto compara al Partido Social Cristiano con el mexicano
PRI: un estructura partidista que ha llegado a confundirse con
la estructura estatal.
Solo quieren expresarse
En este marco, el pintoresco independiente que sabe que no
puede ganar pero que aún así participa, responde a un
necesidad: la de expresión de sectores que no son
necesariamente tomados en cuenta por el sistema.
Para Luis Verdesoto, aun Freddy Ehlers es un candidato que
ilustra esta situación.
"Marroquín es la expresión palpable de la política, como la
fue en su época Eusebio Macías, pero es una expresión
micropolítica," estimó Verdesoto.
Por su parte, las candidaturas de los grupos evangélicos son,
a criterio del experto, manifestaciones de una concepción
política "providencialista" que cree en la intervención de
Dios y que además, es excluyente para con otros grupos y se
guía por una postura evidentemente maniqueísta: los buenos
contra los malos.
Candidaturas como las de Castelló no estarían muy lejanas de
esta concepción: se trata de un "providencialismo" de
vertiente marxista.
"Estos candidatos saben que no van a ganar, pero buscan un
espacio de expresión", afirma Verdesoto.
"Postulaciones como la de Velázquez, por ejemplo, que tiene
un planteamiento más o menos consistente, carecen de
viabilidad de masa."
Verdesoto advierte sobre el aparecimiento de los candidatos de
las minorías marginadas: homosexuales, prostitutas, como ha
sucedido en otros países.
"Nuevamente, responderían a la necesidad de expresión de esos
sectores", asegura.
¿ Un Fujimori ecuatoriano?
No es descabellado afirmar que los políticos que se han
lanzado como independientes busquen convertirse en el
"Fujimori ecuatoriano", aunque la gente quiere políticos más o
menos fogueados".
Marroquín irá a la OEA y la ONU
A Fernando Marroquín no le causó sorpresa la decisión del
Supremo Electoral de no calificar su candidatura presidencial.
Por ello tuvo lista la apelación que luego pasará a
conocimiento del Tribunal Constitucional, instancia en la que
el candidato y la agrupación "Poder Civil red 96" pedirán
audiencia de estrados para ser escuchados porque "se han
conculcado los derechos de los independientes".
¿Le sorprende la decisión del TSE?
- Nosotros la esperábamos porque vivimos un sistema de régimen
de partido. Todavía no se ha entendido que a raíz de la
consulta popular de 1994 los independientes pueden entrar en
la vida política, por eso se ha establecido una cantidad de
cortapisas para que los independientes puedan participar.
¿Usted no presentó las firmas de respaldo al momento de la
inscripción?
- Así es. Nosotros nos acogimos a transitoria quinta de las
reformas constitucionales, según la cual los tribunales
electorales están obligados a recibir las inscripciones de los
ciudadanos independientes, por eso no podían impedirnos
nuestra inscripción.
¿Ese es el argumento de su apelación?
- Sí, porque se han violado disposiciones no solo de la
Constitución sino de la Ley de Elecciones, en un acto de
verdadera iniquidad y de discriminación política. He
antepuesto el recurso de apelación a fin de que el Tribunal
Constitucional revise este acto y lo revoque.
¿Tomará otras acciones?
- También iremos a la sede de la OEA y de las Naciones Unidas
para solicitar el envío de delegados para vigilar los derechos
de los ciudadanos para elegir y ser elegidos libremente.
¿La resolución del TSE afecta el rumbo de su campaña?
- Vamos a seguir trabajando y difundiendo nuestra propuesta
porque es absolutamente diferente a las que tienen los demás
candidatos que están por el mantenimiento del sistema actual.
Yo soy el único que lo está cuestionando.
¿Pero cómo receptar la voluntad popular si no consta en la
papeleta electoral?
- Ese es otro signo de cómo a los independientes se les
considera la cola del sistema partidista, por eso les dan
números que son asimilaciones de los independientes a la
papeleta electoral partidista.
Un desconcertado Manangón
"Nosotros pensamos que teníamos las firmas", dijo a HOY un
desconcertado René Manangón al comentar la descalificación de
su candidatura a la Presidencia de la República por parte del
Tribunal Supremo Electoral.
El frustrado candidato todavía no entiende cómo al momento de
contar las firmas de respaldo solo aparecieron 74.464, las que
no cubren el 1.5% establecido en las últimas reformas a la Ley
de Elecciones para que los independientes puedan participar
como candidatos presidenciales.
Indica que al momento de presentar las firmas en el TSE tuvo
la impresión de que su agrupación había recogido una cantidad
superior a las 98.670 firmas requeridas para respaldar la
candidatura, pero no precisa el número exacto porque "no
tenemos ningún recibo", además porque "ni el candidato
vicepresidencial, ni yo personalmente, las contamos", relata.
Hasta ayer, Manangón tampoco tenía una idea clara de cómo
actuar frente a la resolución del pleno del TSE, "tendré que
planificar con mis asesores las acciones a seguir", dijo,
aunque piensa continuar al frente de la campaña electoral de
su movimiento "Unidos para servir al Ecuador".
Aunque no comprende el por qué de la descalificación del TSE,
Manangón se niega a pensar que ésta tenga que ver con su
condición de evangélico, "si lo fuera es ilegal", puntualiza.
inscribirse en un auto pintoresco, que solo tenía carteles
llamativos. El fue su propio jefe de campaña, tesorero y
relacionador público. Miguel Sánchez ha realizado, de paso
por la secretaría del Tribunal Supremo Electoral (TSE), un
intento de exorcismo, en la incrédula persona de un periodista
televisivo, al que luego pregunta con inocencia si "sintió
algo".
René Manangón propone multas y habla con acento gringo.
¿Qué significa está aparición, repentina y pintoresca, de
candidatos más o menos sui géneris, que aspiran a llegar a la
presidencia de la República?
Esta fue la pregunta que HOY formuló a varios analistas
políticos.
Antes, sin embargo, hay que diferenciar frente a qué tipos de
candidatos estamos. Politólogos consultados afirman que
frente a los candidatos de fuerzas estables (Nebot) y a los
de tendencias más o menos orgánicas (Abdalá) hay aquellos que
representan a "intersticios" de una sociedad que no encuentran
en los sectores políticos tradicionales una expresión de su
"identidad social".
Y es que en un país como el nuestro, con una gran
heterogeneidad social, no puede sorprender que muchos grupos
no sean parte de la política y busquen nuevas formas de
expresión.
El analista político Luis Verdesoto, dice a HOY que "la
transición genera incertidumbre", en relación con el nuevo
marco legal que facilita la participación de los
independientes y del nuevo modelo de desarrollo neo liberal.
En una estructura rígida dominada por partidos organizados,
pueden surgir tendencias "inorgánicas" que se opongan a esos
partidos.
Verdesoto compara al Partido Social Cristiano con el mexicano
PRI: un estructura partidista que ha llegado a confundirse con
la estructura estatal.
Solo quieren expresarse
En este marco, el pintoresco independiente que sabe que no
puede ganar pero que aún así participa, responde a un
necesidad: la de expresión de sectores que no son
necesariamente tomados en cuenta por el sistema.
Para Luis Verdesoto, aun Freddy Ehlers es un candidato que
ilustra esta situación.
"Marroquín es la expresión palpable de la política, como la
fue en su época Eusebio Macías, pero es una expresión
micropolítica," estimó Verdesoto.
Por su parte, las candidaturas de los grupos evangélicos son,
a criterio del experto, manifestaciones de una concepción
política "providencialista" que cree en la intervención de
Dios y que además, es excluyente para con otros grupos y se
guía por una postura evidentemente maniqueísta: los buenos
contra los malos.
Candidaturas como las de Castelló no estarían muy lejanas de
esta concepción: se trata de un "providencialismo" de
vertiente marxista.
"Estos candidatos saben que no van a ganar, pero buscan un
espacio de expresión", afirma Verdesoto.
"Postulaciones como la de Velázquez, por ejemplo, que tiene
un planteamiento más o menos consistente, carecen de
viabilidad de masa."
Verdesoto advierte sobre el aparecimiento de los candidatos de
las minorías marginadas: homosexuales, prostitutas, como ha
sucedido en otros países.
"Nuevamente, responderían a la necesidad de expresión de esos
sectores", asegura.
¿ Un Fujimori ecuatoriano?
No es descabellado afirmar que los políticos que se han
lanzado como independientes busquen convertirse en el
"Fujimori ecuatoriano", aunque la gente quiere políticos más o
menos fogueados".
Marroquín irá a la OEA y la ONU
A Fernando Marroquín no le causó sorpresa la decisión del
Supremo Electoral de no calificar su candidatura presidencial.
Por ello tuvo lista la apelación que luego pasará a
conocimiento del Tribunal Constitucional, instancia en la que
el candidato y la agrupación "Poder Civil red 96" pedirán
audiencia de estrados para ser escuchados porque "se han
conculcado los derechos de los independientes".
¿Le sorprende la decisión del TSE?
- Nosotros la esperábamos porque vivimos un sistema de régimen
de partido. Todavía no se ha entendido que a raíz de la
consulta popular de 1994 los independientes pueden entrar en
la vida política, por eso se ha establecido una cantidad de
cortapisas para que los independientes puedan participar.
¿Usted no presentó las firmas de respaldo al momento de la
inscripción?
- Así es. Nosotros nos acogimos a transitoria quinta de las
reformas constitucionales, según la cual los tribunales
electorales están obligados a recibir las inscripciones de los
ciudadanos independientes, por eso no podían impedirnos
nuestra inscripción.
¿Ese es el argumento de su apelación?
- Sí, porque se han violado disposiciones no solo de la
Constitución sino de la Ley de Elecciones, en un acto de
verdadera iniquidad y de discriminación política. He
antepuesto el recurso de apelación a fin de que el Tribunal
Constitucional revise este acto y lo revoque.
¿Tomará otras acciones?
- También iremos a la sede de la OEA y de las Naciones Unidas
para solicitar el envío de delegados para vigilar los derechos
de los ciudadanos para elegir y ser elegidos libremente.
¿La resolución del TSE afecta el rumbo de su campaña?
- Vamos a seguir trabajando y difundiendo nuestra propuesta
porque es absolutamente diferente a las que tienen los demás
candidatos que están por el mantenimiento del sistema actual.
Yo soy el único que lo está cuestionando.
¿Pero cómo receptar la voluntad popular si no consta en la
papeleta electoral?
- Ese es otro signo de cómo a los independientes se les
considera la cola del sistema partidista, por eso les dan
números que son asimilaciones de los independientes a la
papeleta electoral partidista.
Un desconcertado Manangón
"Nosotros pensamos que teníamos las firmas", dijo a HOY un
desconcertado René Manangón al comentar la descalificación de
su candidatura a la Presidencia de la República por parte del
Tribunal Supremo Electoral.
El frustrado candidato todavía no entiende cómo al momento de
contar las firmas de respaldo solo aparecieron 74.464, las que
no cubren el 1.5% establecido en las últimas reformas a la Ley
de Elecciones para que los independientes puedan participar
como candidatos presidenciales.
Indica que al momento de presentar las firmas en el TSE tuvo
la impresión de que su agrupación había recogido una cantidad
superior a las 98.670 firmas requeridas para respaldar la
candidatura, pero no precisa el número exacto porque "no
tenemos ningún recibo", además porque "ni el candidato
vicepresidencial, ni yo personalmente, las contamos", relata.
Hasta ayer, Manangón tampoco tenía una idea clara de cómo
actuar frente a la resolución del pleno del TSE, "tendré que
planificar con mis asesores las acciones a seguir", dijo,
aunque piensa continuar al frente de la campaña electoral de
su movimiento "Unidos para servir al Ecuador".
Aunque no comprende el por qué de la descalificación del TSE,
Manangón se niega a pensar que ésta tenga que ver con su
condición de evangélico, "si lo fuera es ilegal", puntualiza.
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