Quito. 14.05.95. Hoy, 22 millones de Argentinos acuden a las
urnas para elegir al presidente que conducirá los destinos del
país hasta el año 2000. Las encuestas señalan la posibilidad de
una segunda vuelta electoral, puesto que la intención de voto a
la candidatura del presidente Carlos Menem -que cuenta con un
45%- del total, apenas superará los 10 puntos necesarios para
asegurar la reelección.

Su principal opositor es el disidente peronista José Octavio
Bordón -a quien las encuestas le dan un 33%-, líder de una
alianza centroizquierdista. Bordón ha alcanzado un amplio margen
de diferencia sobre el Massaccessi, candidato del radicalismo,
que tiene apenas un 16%.

Argentina hoy es radicalmente distinta a la que encontró Carlos
Menem. La tendencia en las encuestas así lo revela.

Se dice que cuando el presidente Menem se cortó las patillas,
empezó en él una suerte de metamorfosis. El caudillo peronista de
campera de cuero, que predicaba la "revolución productiva" se
transformó de la noche a la mañana en un presidente neoliberal,
admirador de EEUU y acusado por la prensa de frivolidad.

En efecto, apenas elegido, Carlos Menem dio un vuelco completo en
su apariencia y en su programa de gobierno. Los sindicatos
peronistas se quedaban estupefactos al ver que el sucesor de Juan
Domingo Perón, no solo abandonaba las corbatas de colores
agresivos sino que quería vender los bienes estatales, privatizar
los servicios públicos, abandonar el movimiento de los No-
alineados y calcar su política exterior de la de EEUU.
Exactamente todo lo contrario de la línea y de los gustos del
peronismo tradicional.

Una vez electo, Menem lanzó un llamado a los inversores
extranjeros, renegociaba la deuda externa con el apoyo del Fondo
Monetario Internacional y transformaba del "peronismo" en
"menemismo".

LA SEGUNDA METAMORFOSIS

Desde principios de siglo -sin contar los innumerables golpes de
Estado, el Partido Justicialista (PJ), peronista, se repartió por
mitades con la llamada Unión Cívica Radical (UCR), del ex
presidente Raúl Alfonsín, los votos del electorado argentino.

En las elecciones de hoy no se repetirá lo mismo. Según las
encuestas, en las elecciones de hoy, el lugar de la oposición
será ocupado por el Frente para el País Solidario (FREPASO).

El principal opositor de Menem no serán los clásicos líderes del
radicalismo sino un senador nacional electo por el peronismo que
salió del partido enfrentado con el presidente Menem: José
Octavio Bordón.

FREPASO nació un año atrás. El 10 de abril de 1994, en las
elecciones de convencionales constituyentes, el Frente Grande
emergió como una nueva fuerza política en el país.

En febrero de 1995, Chacho Alvarez y José Octavio Bordón
compitieron, en internas abiertas, para encabezar la fórmula
presidencial del Frente Para el País Solidario (FREPASO).

Hoy en Argentina muchos de los 22 millones de sufragantes ven en
las propuestas centroizquierdistas del Frente, José Octavio
Bordón - Chacho Alvarez "la esperanza social de un futuro más
aliviado frente a la propuesta neoliberal de seis duros años
pasados y una tibia alternancia del radicalismo.

Parte del electorado que se quedó sin alternativa de cambio
frente a los despidos, la desocupación, salarios estatales
pagados con retraso y jubilados al borde de la miseria -cuatro
millones- ven en esta nueva alianza una 'esperanza'.

Las presidenciales del domingo, marcarán el principio del fin del
centenario bipartidismo argentino, pondrán en evidencia la
transformación del peronismo en el "menemismo" y la crisis del
radicalismo y el surgimiento de una gran fuerza de
centroizquierda. Al menos en apariencia.

MUCHO RUIDO Y POCAS NUECES

Sin embargo, en términos del programa económico, las diferencias
del menemismo y de la alianza de centroizquierda no son mayores.

Al menos eso queda clara de las últimas declaraciones del
candidato opositor. El candidato por FREPASO se ha ocupado de
tranquilizar a los grupos económicos, los bancos y los organismos
internacionales de crédito prometiéndoles que mantendrá el Plan
de Convertibilidad y que pagará puntualmente los servicios de la
deuda externa.

En cuanto a las relaciones internacionales, es casi imposible
encontrar un punto de divergencia: buenas relaciones con EEUU, la
pertenencia del país a la alianza de occidente y la integración
de la economía regional mundial.

Tampoco han sido diferentes las estrategias de campaña. Los dos
candidatos se lanzaron a capitalizar el rating de los más
populares artistas de televisión. Con suerte diversa y algún que
otro papelón, asistieron al almuerzos televisivo con la veterana
actriz y diva Mirtha Legran, con la también vedette actriz
popular Susana Giménez, ante la insolencia adolescente del
programa cómico de Marcelo Tinelli.

A lo largo de la campaña, Menem volvió a evocar al general Juan
Domingo Perón, fundador del Partido Justicialista, y entonó con
ardor la Marcha Peronista al son de los típicos bombos. También
reaparecieron las exuberantes caravanas de autobuses cargados de
militantes y adornados con banderas... ¿quién sabe cual será el
efecto?

Bordón, por su parte, al clásico estilo de Menem pudo probar sus
condiciones de cantor en las emisiones de televisión.

Bueno, después de tanta similitud, entre los dos principales
candidatos hay una diferencia evidente: Bordón lleva bigote y
Menem no.

Queda una duda. Se sabe que el presidente Menem lleva en su
séquito a su peluquero italiano. De Bordón no se sabe. Pero es
evidente que está siempre bien peinado.

La campaña electoral pura fue interrumpida por el debate acerca
de la manera en que los militares ejercieron la represión ilegal
en la década del 70. Un marino, Adolfo Scilingo, denunció que en
el centro de detención clandestino de la Escuela de Mecánica de
la Armada(ESMA), se tirara a los detenidos al mar desde aviones.
A partir de esas denuncias hubo una serie de presentaciones
judiciales de familiares de desaparecidos que reclamaron que se
dijera qué había pasado con las personas de las que nada se sabía
desde hacía cerca de dos décadas.

La confesión de un sargento del Ejército, de que en esa fuerza
también se tiraba prisioneros al mar, abrió el camino para que el
teniente general Martín Balza reconociera que se habían utilizado
la tortura y cometido asesinatos durante la lucha contra el
terrorismo. Balza, Jefe del Ejército, fue el primero de los altos
jefes militares que reconoció, después de veinte años, que se
habían usado métodos ilegales durante la década del 70. La Fuerza
Aérea, la Marina y la Policía Federal se sumaron a la
autocrítica. Mario Firmenich, el jefe de los Montoneros también
intentó arrepentirse públicamente.

En medio de la serie de arrepentimientos y confesiones de
militares y exguerrilleros, las encuestas preelectorales dejan
abierta la posibilidad de que se produzca una segunda vuelta
electoral entre Menem y Bordón.

Sobre este delicado tema y las secuelas de los desaparecidos por
la represión en dictadura (1976-1983), ningún aspirante ha
querido avanzar más allá de la colaboración para reconstruir la
historia.

Contradictorio sería en Menem revisar el pasado, desde el momento
en que firmó los indultos a militares y guerrilleros en 1989,
pero sus adversarios también han dado por cerrado este sangriento
y doloroso capítulo.

DECENAS DE MUJERES IRAN AL PARLAMENTO

Cuando culminen las elecciones presidenciales de hoy en
Argentina, las mujeres políticas en su conjunto tendrán un
triunfo propio: habrán ocupado 30% de las bancas del Congreso.

Con ese resultado, derivado de la ley de cupos, Argentina será el
tercer país del mundo después de Noruega e Islandia cuyo
parlamento tiene un porcentaje tan alto de mujeres.

Sin embargo, el fenómeno no implica necesariamente que las
Argentinas hayan alcanzado el mismo nivel de desarrollo que sus
pares del norte europeo, según interpretó la socióloga Elizabeth
Jelin.

La ley de cupo en Argentina obliga a que los partidos políticos
lleven a las mujeres en los primeros puestos de las listas
propuestas para ocupar los cargos electivos.

Antes de que rigiera la norma, en 1993, había apenas siete
mujeres sobre 257 diputados. Actualmente, hay 37 y tras los
comicios de hoy habrá 80.

El desembarco femenino previsto es considerado "un triunfo" por
Mónica Charma, colaboradora de la diputada oficialista Marcela
Durrieu. Charma explicó que en muchos distritos las mujeres
debieron presentar demandas ante la justicia denunciando a sus
compañeros de partido porque les negaban su derecho de ocupar los
primeros lugares de las nóminas.

Así y todo, apenas 12,8% de las listas están encabezadas por
mujeres, según una investigación realizada por el Centro de
Estudios por la Nueva Mayoría.

Ese promedio implica que en los casos de partidos chicos que solo
consigan la promoción de uno de sus candidatos, las mujeres que
no sean cabeza de la lista quedarán fuera del juego.

El mismo estudio indica que para cargos ejecutivos las mujeres
siguen muy rezagadas. "No hay ninguna mujer en las cinco fórmulas
presidenciales que concentran 90% de intención de voto, informa
el centro.

Hoy, 22 millones de Argentinos acuden a las urnas para elegir al
presidente que conducirá los destinos del país hasta el año 2000.
Las encuestas señalan la posibilidad de una segunda vuelta
electoral, puesto que la intención de voto a la candidatura del
presidente Carlos Menem -que cuenta con un 45%- del total, apenas
superara los 10 puntos necesarios para asegurar la reelección.

Su principal opositor es el disidente peronista José Octavio
Bordón -a quien las encuestas le dan un 33%-, líder de una
alianza centroizquierdista. Bordón ha alcanzado un amplio margen
de diferencia sobre el Massaccessi, candidato del radicalismo,
que tiene apenas un 16%.

Argentina hoy es radicalmente distinta a la que encontró Carlos
Menem. La tendencia en las encuestas así lo revela. (3A)
EXPLORED
en Ciudad N/D

Otras Noticias del día 14/Mayo/1995

Revisar otros años 2014 - 2013 - 2012 - 2011 - 2010 - 2009 - 2008 - 2007 - 2006 - 2005 -2004 - 2003 - 2002 - 2001 - 2000 - 1999 - 1998 - 1997 - 1996 - 1995 - 1994 1993 - 1992 - 1991 - 1990
  Más en el