Quito. 27.05.95. Se resiste a proporcionar un calificativo a la
huelga nacional de trabajadores del pasado miércoles. No tenemos
porque darle una valoración de buena o de mala, simplemente hubo
una respuesta de muchos sectores, dice Fausto Dután, el
presidente alterno del Frente Unitario de Trabajadores (FUT),
quien no puede disimular su preocupación por los resultados que
dejaron entredicho el poder de convocatoria del movimiento
sindical ecuatoriano.
Luego de concluir una entrevista con una radio de la capital,
Fausto Dután, recibe a HOY. Tiene un aspecto de cansancio y,
hasta cierto punto de desilusión, a su lado están varios
periódicos con grandes titulares que recogen la poca acogida que
tuvo la convocatoria del FUT a la cuarta huelga nacional en lo
que va del Gobierno de Sixto Durán Ballén.
Justifica la respuesta, calificada por muchos como fracaso, por
el cambio del objetivo de la propuesta. La mayoría de sectores
todavía no alcanzan a comprender la magnitud de lo que el
Gobierno llama modernización, que incluye la privatización de los
principales sectores, asegura en un diálogo con HOY.
¿La poca acogida que recibió el FUT evidencia que el movimiento
sindical perdió su poder de convocatoria?
- No creo que dependa exclusivamente de los dirigentes, depende de
las condiciones en las que se realizan estas acciones. Depende de
muchos factores, por ejemplo, de la comprensión del pueblo sobre
los objetivos de privatización del Gobierno. Si la huelga del 25
hubiera sido por alguna medida económica, estoy seguro que en
forma inmediata se hubiera participado, pero como todavía no hay
un entendimiento de la importancia que tiene la privatización, no
ocurrió ello.
Si quieren probar fuerza que mañana incrementan los pasajes y
nosotros convocaremos a otra huelga, allí verán lo que sucederá.
¿Cree que el FUT mantiene todavía su liderazgo?
- Si no se tuviera capacidad de convocatoria no le hubiera apoyado
absolutamente nadie. No hay que olvidar que el Gobierno lanzó
toda una campaña ideológica (incluida la amenazada de la vigencia
de la Ley de Emergencia) y a pesar de ello se obtuvo una
respuesta positiva. Si no hubiera capacidad de convocatoria los
campesinos no estuvieran cerrando las carreteras. Entonces no
creo que se pueda hablar, como muchos agoreros pretenden, que ha
desaparecido la lucha sindical. Creo que estamos, más bien en un
proceso de autocrítica, autoreflexión y de superación de algunas
deficiencias que pueda existir en el FUT.
¿Podría especificar las deficiencias que Ud. reconoce que
existen?
- Tienen que ver con problemas de orden interno y externo. En el
segundo caso, se vive una nueva forma de estructuración del
sistema capitalista. Estamos frente a una globalización de la
economía, a una estrategia distinta en el proceso productivo. En
ese contexto, la organización sindical no tiene que dar cuenta
solo sobre los salarios, sino sobre el proceso productivo en su
conjunto. Entonces, hay que definir la estrategia del movimiento
sindical.
En el aspecto interno, el movimiento sindical tiene que
replantear la alianza con todos los sectores (mujeres,
campesinos, etc) para buscar consensos y propuestas globales.
Ud. dice que en la nueva estrategia hay que buscar alianzas, pero
el FUT hace todo lo contrario, por ejemplo ignora al Frente
Popular que agrupa a importantes organizaciones sociales
- El Frente Popular carece de organizaciones sindicales, ellos
fueron legalizados gracias a un acuerdo político con el Gobierno.
Su base social está ligada al movimiento estudiantil y al
magisterio -no estoy despreciando a esa base-, pero
desgraciadamente el Frente Popular está atravesado de intereses,
representados por el Movimiento Popular Democrático (MPD), que
tiene intereses de orden político electoral. Parece ser que Juan
Casteló, por ejemplo, está enloquecido por ser candidato a
vicepresidente de la República. No hay que confundir la
organización política con la organización y social.
Sin embargo, no se puede desconocer al Frente Popular como una
fuerza y ustedes no lo invitaron a participar en el paro
- Allí hay una incoherencia. A las acciones de lucha nadie tiene
que invitarles. La gente tiene que tener conciencia para
participar.
¿Cómo entender el divorcio de dos grupos que aparentemente se
identifican por objetivos comunes?
- Por los intereses particulares de los partidos políticos. El FUT
no tiene intereses particulares, hizo esa lucha por intereses
generales. Nuestra plataforma está en la defensa de las áreas
estratégicas, de la seguridad social, de la defensa de los
trabajadores de los sindicatos del sector público. Nosotros no
hemos planteado un nombre como posible candidato para nada.
El comportamiento de tanto del FUT como del Frente Popular deja
en evidencia la crisis que están sumidos las organizaciones
sociales
- Creo que el movimiento sindical, así como todas las
organizaciones (Congreso, Ejecutivo, etc) entran en crisis como
resultado de estas nuevas condiciones mundiales. Nosotros no
somos una isla, somos un componente social. Lo más importante en
este momento es que haya una reflexión profunda, de
replanteamiento del sindicalismo que tiene que contar con una
estrategia que no solo contemple al movimiento obrero. Estamos en
condiciones distintas incluso hay que replantear nuestra
condición internacional, contemplando la integración. Buscar
procesos de negociación colectiva.
¿En que se diferencia el FUT con el Frente Popular?
El FUT no está dominado por ningún partido político. Somos
democráticos y respetamos a las militancias, pero nosotros no
hemos convertido al movimiento de masas en el apéndice de ningún
partido político.
¿Qué opinión le merecen los choferes?
Yo separaría a los choferes en tres sectores. Uno, un sector
monopolista ; dos los pequeños propietarios del transporte; y
tres, los asalariados (choferes). Creo que es necesario
establecer un nivel de coordinación y unidad con los dos últimos
sectores para buscar reivindicaciones que puedan favorecer a
ellos sin afectar a la población porque el objetivo de los que
dirigen la Federación de los Choferes es el de lograr sus
reivindicaciones incrementando los pasajes.
Los monopolistas prefieren llegar a cuerdos con el Gobierno en
tema de pasajes y no buscar alternativas con nosotros para lograr
que se derogue la ley que permite el incremento mensual de
gasolina.
¿Con ese panorama es posible pensar en una unidad de los sectores
sociales?
Esa es una utopía totalmente viable. La unidad siempre será una
necesidad histórica. Lo que hay que recalcar es que hay que
despojarnos de intereses egoístas, de intereses económicos, de
vanidades populares, para hacer una unidad distinta, nueva, que
respete a los demás.
¿Qué lección le dejó al FUT la última huelga?
Primero, que aún hace falta un proceso de concientización en
algunos sectores fundamentales de la población; segundo, que es
necesario avanzar con propuestas; y la próxima semana
presentaremos al Gobierno una; tercero, que en el camino de
luchas hay amigos y enemigos. Creo que los amigos de toda la vida
son los campesinos, ellos son un sector que tienen un accionar
coherente que son capases de ir hasta las últimas consecuencias.
¿Hasta que punto se puede vincular a la lucha campesina con el
FUT?
Creo que uno de los errores del FUT fue no vincular a la lucha
campesina con el FUT, porque al plantear solo la lucha por
salarios, dejamos a un lado a quienes producen para el mercado
interno, creo que esta alianza nos permite uniformar nuestras
acciones.
¿La huelga es el instrumento caduco de protesta?
La huelga es la forma más alta de lucha, tanto que debe ser
reservada para los momentos fundamentales. Creo que cometimos
algunos errores en la utilización de la huelga, a veces
respondemos a cada golpe del Gobierno con una medida de hecho y
esa acción la ha desgastado; sin embargo, la huelga como tal no
ha dejado de ser el mecanismo más idóneo para protestar.
SE AGUDIZA LA PUGNA FUT-MPD
La ruptura entre las organizaciones sindicales vinculadas
políticamente el Movimiento Popular Democrático con aquellas
vinculadas a la corriente partidaria de la candidatura electoral
de Frank Vargas Pazzos, del APRE, se hizo ayer más evidente.
En efecto, ayer el presidente del Sindicato de Trabajadores del
IESS de Pichincha, Patricio Sánchez, responsabilizó del fracaso
del paro al dirigente de los trabajadores del IESS, Diego
Ordóñez, quien pertenece al Partido Socialista Ecuatoriano,
actual aliado político del APRE.
Sánchez criticó duramente a Ordóñez y dijo que se hallaba en el
cargo de forma ilegalmente prorrogada. Además, repitió el
argumento del Frente Popular (organización cercana al MPD) de que
no plegaron al paro porque el FUT (allegado al APRE) no consultó
a las bases de los trabajadores. La crítica de Sánchez se hizo en
términos muy duros, nunca antes escuchados al interior de las
organizaciones sindicales del IESS. Sánchez dijo que los
trabajadores del IESS se reunirán en un próximo Congreso donde se
elegirá a un nuevo secretario general de trabajadores, que
reemplace a Ordóñez y que participarán del paro del Frente
Popular cuando éste lo convoque.
La ruptura se debe, principalmente, a la reticencia del APRE a
que el MPD entre a participar de lleno en la candidatura de
Vargas.
El MPD, al parecer, quiere llegar a un entendimiento exclusivo
con el APRE, sin la participación de los partidos de la centro
izquierda. Entonces, a través de las organizaciones que le son
afines y que forman parte del Frente Popular, quiere hacer una
"demostración de fuerza" para presionar al APRE a que se decida
por la alianza con el MPD.
¿Y EL SEGURO SOCIAL CAMPESINO?
Los campesinos han levantado como bandera de lucha, en las
jornadas de protesta que está viviendo el país, el rechazo a la
propuesta del Consejo Nacional de Modernización (CONAM), sobre el
futuro del Seguro Social Campesino (SSC), dentro de la reforma de
la seguridad social propuesta del por el gobierno.
Los "subversivos" (como los llamó un funcionario del gobierno),
temen que, con la propuesta del CONAM, se perderían la mayoría de
las prestaciones a las que tienen actualmente derecho los
afiliados.
Creen que se causaría, a corto plazo, la desafiliación masiva y
la extinción del SSC.
El SSC es una entidad dependiente del Instituto Ecuatoriano de
Seguridad Social (IESS). Fue creado en 1968 y, actualmente, tiene
cerca de 900 mil afiliados que son atendidos en 500 dispensarios
y están agrupados en 1800 comités de usuarios y 20 federaciones
provinciales de usuarios.
Las prestaciones que brinda son el seguro médico (incluido parto
de riesgo y atención odontológica), jubilación, invalidez y
mortuoria.
Se financia con el 1% del salario mínimo vital (SMV) aportado por
los usuarios, un aporte solidario de los trabajadores del 0,35%
del SMV, un aporte similar de los empleadores y un aporte del
Estado del 0,3% del SMV.
Ha sido afectado por los problemas financieros del seguro general
que es el que ha solventado la falta de atención de los gobiernos
a su responsabilidad con el SSC.
Según el sociólogo Fernando Buendía, en la propuesta del CONAM se
plantea separa al SSC del seguro general y se lo incluye en un
sistema de atención médica subsidiada (para pobres e indigentes).
Este sistema se financiaría con la contribución obligatoria de
toda la población y convertiría a la atención de salud en un
sistema pagado. La estructura funcionaría en el ámbito de los
gobiernos locales.
Entre la serie de incertidumbres que encierra la propuesta, según
el mismo analista, está el que no señala donde quedarían los
recursos monetarios ahorrados y la infraestructura médica. Por
otro lado, los afiliados perderían el seguro de jubilación, de
mortuoria, de invalidez y derecho a la atención médica sin costo
alguno en hospitales de la calidad del Carlos Andrade Marín que,
en algunos servicios, tienen el mejor equipamiento del país.
Finalmente, se perdería la posibilidad de alcanzar nuevas
prestaciones.
Buendía afirma que la viabilidad el planteamiento del CONAM choca
con varios obstáculos como la mínima capacidad de cotización del
90% de la población rural ecuatoriana pobre. Por otro lado, el
presupuesto del Estado destinado a salud ha disminuido del 8% en
1988 al 3,5% en 1994, con lo cual no tendría el estado capacidad
de cubrir mínimamente los servicios del SSC hasta ahora
subsidiados por el IESS.
Además, existe una deficiente capacidad de gestión administrativa
y carencia total de recursos humanos adecuados para manejar
sevicios médicos principalmente en aquellos municipios o
prefecturas de población más pobre, señala Buendía.
Las federaciones provinciales de usuarios del seguro social
campesino resolvieron participar en el denominado "Paro nacional
por la vida", que inició el 24 de mayo, aduciendo que sus
peticiones respecto a las reformas constitucionales, que incluyen
la viabilización de la propuesta del CONAM sobre seguridad
social, a pesar de sus múltiples intentos de diálogo, no han sido
escuchadas por el Ejecutivo ni por el Congreso. (3A)
en
Explored
Ciudad N/D
Publicado el 27/Mayo/1995 | 00:00