LA EDUCACION ECUATORIANA PREPARA A LA MUJER ¿O LA SOMETE?: LAS
MUJERES INVISIBLES. Por Tania Laurini
Quito. 03.02.92. La mayoría absoluta de educadores de
preprimaria es mujer. En la primaria la abundancia decrece. En
la secundaria hay equilibrio entre maestros hombres y mujeres.
En el nivel superior se revierte la distribución inicial y los
hombres ocupan casi la totalidad de espacios secundarios.
Finalmente, en la educación técnica el número de profesoras
por poco es nulo.
Mientras -supuestamente- asciende el nivel de complejidad de
la enseñanza, la mujer va desapareciendo ¿Por qué?
Es que la universidad- la universidad es para hombres. En
cambio, la mujer posee la dulzura, la paciencia, el instinto
maternal, la ternura para ocuparse de los pequeñines. Además
la mujer no va a llegar a la universidad, en el Ecuador la
edad promedio en que la mujer se casa es 18 años, así que
llegará a ser profesora de niños a duras penas. Y si llega a
la universidad, el resultado será el mismo pues su "profesión
de mamá" no le resta tiempo para tener la "preparación" que
requiere ese nivel. Para la educación primaria, bueno, para
eso sí, ahí no se requiere mucha preparación.
Según esta concepción la sociedad se guía.
Y según ella educa. Se prepara a la mujer para que desde niña
asuma su papel de madre y nada más. Y no es un mensaje
subliminal, impuesto disimuladamente. Es un mandato normal,
natural. Un libro de lectura para primer grado presenta la
imagen típica de la muñeca y la cocinita para la mujer, para
el hombre los carros y las pelotas, y al pie de la página dice
textualmente: "La niña les obliga al oso y a la muñeca a
seguir sus órdenes. La niña y el niño juegan con objetos
apropiados a su sexo".
Y las actitudes de los profesores con respecto al tema también
son alarmantes. El 71 % de profesores, de una muestra
representativa del país, opina que las actitudes de
superioridad masculina son naturales en los niños. La cuarta
parte piensa que si un niño juega con juguetes de mujer se
volverá afeminado. Un mayoritario 64 % considera natural la
existencia de juegos específicos según el sexo de los
escolares. Y para un tercio de los profesores es necesario que
el docente oriente a los escolares a optar por "carreras
propias de su sexo".
Se acaba el siglo XX. La mujer en el Ecuador aún no es mujer.
Que exista este índice de discriminación en las personas de
cuya formación e influencia no nos salvamos nadie es
definitivamente preocupante.
CENAISE (Centro Nacional de Investigaciones Sociales y
Educativas, de la UNE) con el apoyo de DINAMU (Dirección
Nacional de la Mujer) y UNICEF (Fondo Internacional para la
Niñez y la Infancia), decidieron verificar con una amplia
investigación el índice de educación sexista en el Ecuador y
lo que comprobaron realmente deberá levantar acciones.
"Educación y discriminación a la mujer" es el informe de esta
investigación que será presentado al público el próximo 5 de
marzo.
Inocentes
Arrastrados por una cultura netamente machista, víctimas de
condiciones que no les permiten tener la preparación que
debieran, empujados por planes de trabajo y textos escolares
en que las mujeres solo aparecen para cocinar o jugar con las
muñecas, se puede calificar la actitud de los maestros
simplemente como inocente.
Los profesores primarios y pre-primarios -de establecimientos
fiscales y municipales, particulares laicos y religiosos- que
respondieron al sondeo de opinión de CENAISE lo hicieron sin
ser advertidos que el tema eje era "Educación y
Discriminación a la Mujer".
Después de la explicación y la charla que precedió a la
encuesta, los profesores no sabían cómo habían podido
contestar eso y, sobretodo, cómo hasta hoy han conservado tal
actitud.
"Los profesores se llevaron una gran sorpresa, nunca antes
habían identificado el problema", comenta Magaly Robalino,
directora de CENAISE y este proyecto.
Papeles secundarios en los textos
No hay una sola niña que use pantalón en la mayoría de textos
escolares. No hay ni una mujer con casco o que aparesca como
obrera o ingeniera, pero sí abundan las enfermeras,
profesoras, costureras y otras profesiones que solo son
extensiones de su rol de hogar. En los textos siempre hay más
hombres que mujeres. Y las que aparecen están lavando o
"cumpliendo sus tareas".
Y lo peor es que "los maestros no están capacitados para
analizar los mensajes de los textos, no discriminan mensajes",
explica Magaly Robalino. Entonces qué se espera como producto,
pues que la mujer asuma su papel de inferioridad.
Definitivamente, los textos deben reformarse. "Así como no
deben existir textos escolares con faltas ortográficas, no
debe existir en ellos el sexismo", afirma Magaly.
¿Entonces qué?
Hasta hoy esto ha sido un círculo vicioso. Los profesores no
son los malos de la película. Se formaron para formar en una
sociedad machista. Si quieren innovar, los padres de familia y
ciertas autoridades son los primeros en oponerse. Los textos
escolares particulares y del mismo Ministerio de Educación y
Cultura, les guía por este camino. El descuido del Ministerio
y las instituciones pertinentes han dejado en dilatada y letal
paz a este problema.
Pero ahora que se sabe qué pasa, solo falta -lo más
importante- la acción de todos, maestros, padres de familia y
sobre todo de quien dispone oficialmente los cambios: el
Ministerio de Educación y Cultura.
Según nos cuenta en confianza Magaly, el interés ha empezado,
las mayores autoridades del Ministerio expresaron
informalmente su preocupación por el tema y su disposición por
el cambio. El interés se ha desencadenado y lo seguirá
haciendo por esta época de auge sobre el tema pero
¿continuará?
"Educación y discriminación a la mujer" busca que se despierte
una acción concreta en contra de esta preocupante situación.
Recomienda
¿El rostro de la mujer empezará a aparecer por los textos
escolares, un poco soltando muñecas y poniéndose casco de
técnica o ingeniera?. Debe propagarse entre los educadores,
que hoy en el siglo XX, pasando al XXI, los mitos que
relegaron a la mujer están realmente caducos y que la mujer ya
no debe ser invisible.
Números machos
- A nivel nacional, el 89% de profesores está total o
parcialmente de acuerdo que las niñas son más tranquilas; 75%
que son más sensibles; y 72 % que las niñas son más solidarias
que los niños debido al instinto maternal.
- Un 49% de los profesores encuesstaods está de acuerdo con
que los varones tienen más facilidad para el trabajo técnico.
- Uno de cada 10 profesores opina que los contenidos deben ser
diferenciados por las distancias "naturales de los sexos" y
casi el mismo porcentaje ve a la educación mixta como un
peligro a la moral infantil.
- El 43% de docentes consideran que los programas de educación
física deben ser diferentes para niños y niñas.
- El 15% de maestros están de acuerdo con que las niñas
pierden su feminidad si juegan a lo mismo que los niños. Y
casi el mismo porcentaje considera que un trato escolar
igualitario acelera el despertar sexual de los escolares.
- El 45% opina que la educación religiosa fortalece las
diferencias sexuales.
- El 83% piensa que la Educación Sexual debe iniciarse desde
la pre-escolar, y casi el mismo porcentaje que no debe
solamente enseñarse en las ciencias naturales, lo que indica
una buen disposición para la enseñanza del tema. Sin embargo,
un gran 30% cree que su conocimiento natural y experiencia
personal son suficientes para enseñarla, lo que desprestigia
la importancia de la Educación Sexual.
- Según el 77% de los encuestados, un importante freno a la
igualdad de niños y niñas en la educación es la oposición de
los padres.
- Tres de cada 10 profesores piensan que los escolares no
tienen edad para opinar sobre temas como el discrimen sexual.
- En Guayaquil existe más sexismo que en Quito, a pesar de
todos los prejuicios que nos rodean sobre la supuesta libertad
de concepciones de los costeños y el conservadorismo de los
serranos.
- No es cierto que las mujeres por su propia condición son
menos discriminatorias. Las profesoras mujeres son más
sexistas que los profesores.
- La diferencia de edad tampoco es un determinante en las
opiniones. Al contrario de lo que se pensara,tanto maestros
mayores como jóvenes tienen un pensamiento sexista, y en
algunas ocasiones hasta más los jóvenes.
MUJERES INVISIBLES. Por Tania Laurini
Quito. 03.02.92. La mayoría absoluta de educadores de
preprimaria es mujer. En la primaria la abundancia decrece. En
la secundaria hay equilibrio entre maestros hombres y mujeres.
En el nivel superior se revierte la distribución inicial y los
hombres ocupan casi la totalidad de espacios secundarios.
Finalmente, en la educación técnica el número de profesoras
por poco es nulo.
Mientras -supuestamente- asciende el nivel de complejidad de
la enseñanza, la mujer va desapareciendo ¿Por qué?
Es que la universidad- la universidad es para hombres. En
cambio, la mujer posee la dulzura, la paciencia, el instinto
maternal, la ternura para ocuparse de los pequeñines. Además
la mujer no va a llegar a la universidad, en el Ecuador la
edad promedio en que la mujer se casa es 18 años, así que
llegará a ser profesora de niños a duras penas. Y si llega a
la universidad, el resultado será el mismo pues su "profesión
de mamá" no le resta tiempo para tener la "preparación" que
requiere ese nivel. Para la educación primaria, bueno, para
eso sí, ahí no se requiere mucha preparación.
Según esta concepción la sociedad se guía.
Y según ella educa. Se prepara a la mujer para que desde niña
asuma su papel de madre y nada más. Y no es un mensaje
subliminal, impuesto disimuladamente. Es un mandato normal,
natural. Un libro de lectura para primer grado presenta la
imagen típica de la muñeca y la cocinita para la mujer, para
el hombre los carros y las pelotas, y al pie de la página dice
textualmente: "La niña les obliga al oso y a la muñeca a
seguir sus órdenes. La niña y el niño juegan con objetos
apropiados a su sexo".
Y las actitudes de los profesores con respecto al tema también
son alarmantes. El 71 % de profesores, de una muestra
representativa del país, opina que las actitudes de
superioridad masculina son naturales en los niños. La cuarta
parte piensa que si un niño juega con juguetes de mujer se
volverá afeminado. Un mayoritario 64 % considera natural la
existencia de juegos específicos según el sexo de los
escolares. Y para un tercio de los profesores es necesario que
el docente oriente a los escolares a optar por "carreras
propias de su sexo".
Se acaba el siglo XX. La mujer en el Ecuador aún no es mujer.
Que exista este índice de discriminación en las personas de
cuya formación e influencia no nos salvamos nadie es
definitivamente preocupante.
CENAISE (Centro Nacional de Investigaciones Sociales y
Educativas, de la UNE) con el apoyo de DINAMU (Dirección
Nacional de la Mujer) y UNICEF (Fondo Internacional para la
Niñez y la Infancia), decidieron verificar con una amplia
investigación el índice de educación sexista en el Ecuador y
lo que comprobaron realmente deberá levantar acciones.
"Educación y discriminación a la mujer" es el informe de esta
investigación que será presentado al público el próximo 5 de
marzo.
Inocentes
Arrastrados por una cultura netamente machista, víctimas de
condiciones que no les permiten tener la preparación que
debieran, empujados por planes de trabajo y textos escolares
en que las mujeres solo aparecen para cocinar o jugar con las
muñecas, se puede calificar la actitud de los maestros
simplemente como inocente.
Los profesores primarios y pre-primarios -de establecimientos
fiscales y municipales, particulares laicos y religiosos- que
respondieron al sondeo de opinión de CENAISE lo hicieron sin
ser advertidos que el tema eje era "Educación y
Discriminación a la Mujer".
Después de la explicación y la charla que precedió a la
encuesta, los profesores no sabían cómo habían podido
contestar eso y, sobretodo, cómo hasta hoy han conservado tal
actitud.
"Los profesores se llevaron una gran sorpresa, nunca antes
habían identificado el problema", comenta Magaly Robalino,
directora de CENAISE y este proyecto.
Papeles secundarios en los textos
No hay una sola niña que use pantalón en la mayoría de textos
escolares. No hay ni una mujer con casco o que aparesca como
obrera o ingeniera, pero sí abundan las enfermeras,
profesoras, costureras y otras profesiones que solo son
extensiones de su rol de hogar. En los textos siempre hay más
hombres que mujeres. Y las que aparecen están lavando o
"cumpliendo sus tareas".
Y lo peor es que "los maestros no están capacitados para
analizar los mensajes de los textos, no discriminan mensajes",
explica Magaly Robalino. Entonces qué se espera como producto,
pues que la mujer asuma su papel de inferioridad.
Definitivamente, los textos deben reformarse. "Así como no
deben existir textos escolares con faltas ortográficas, no
debe existir en ellos el sexismo", afirma Magaly.
¿Entonces qué?
Hasta hoy esto ha sido un círculo vicioso. Los profesores no
son los malos de la película. Se formaron para formar en una
sociedad machista. Si quieren innovar, los padres de familia y
ciertas autoridades son los primeros en oponerse. Los textos
escolares particulares y del mismo Ministerio de Educación y
Cultura, les guía por este camino. El descuido del Ministerio
y las instituciones pertinentes han dejado en dilatada y letal
paz a este problema.
Pero ahora que se sabe qué pasa, solo falta -lo más
importante- la acción de todos, maestros, padres de familia y
sobre todo de quien dispone oficialmente los cambios: el
Ministerio de Educación y Cultura.
Según nos cuenta en confianza Magaly, el interés ha empezado,
las mayores autoridades del Ministerio expresaron
informalmente su preocupación por el tema y su disposición por
el cambio. El interés se ha desencadenado y lo seguirá
haciendo por esta época de auge sobre el tema pero
¿continuará?
"Educación y discriminación a la mujer" busca que se despierte
una acción concreta en contra de esta preocupante situación.
Recomienda
¿El rostro de la mujer empezará a aparecer por los textos
escolares, un poco soltando muñecas y poniéndose casco de
técnica o ingeniera?. Debe propagarse entre los educadores,
que hoy en el siglo XX, pasando al XXI, los mitos que
relegaron a la mujer están realmente caducos y que la mujer ya
no debe ser invisible.
Números machos
- A nivel nacional, el 89% de profesores está total o
parcialmente de acuerdo que las niñas son más tranquilas; 75%
que son más sensibles; y 72 % que las niñas son más solidarias
que los niños debido al instinto maternal.
- Un 49% de los profesores encuesstaods está de acuerdo con
que los varones tienen más facilidad para el trabajo técnico.
- Uno de cada 10 profesores opina que los contenidos deben ser
diferenciados por las distancias "naturales de los sexos" y
casi el mismo porcentaje ve a la educación mixta como un
peligro a la moral infantil.
- El 43% de docentes consideran que los programas de educación
física deben ser diferentes para niños y niñas.
- El 15% de maestros están de acuerdo con que las niñas
pierden su feminidad si juegan a lo mismo que los niños. Y
casi el mismo porcentaje considera que un trato escolar
igualitario acelera el despertar sexual de los escolares.
- El 45% opina que la educación religiosa fortalece las
diferencias sexuales.
- El 83% piensa que la Educación Sexual debe iniciarse desde
la pre-escolar, y casi el mismo porcentaje que no debe
solamente enseñarse en las ciencias naturales, lo que indica
una buen disposición para la enseñanza del tema. Sin embargo,
un gran 30% cree que su conocimiento natural y experiencia
personal son suficientes para enseñarla, lo que desprestigia
la importancia de la Educación Sexual.
- Según el 77% de los encuestados, un importante freno a la
igualdad de niños y niñas en la educación es la oposición de
los padres.
- Tres de cada 10 profesores piensan que los escolares no
tienen edad para opinar sobre temas como el discrimen sexual.
- En Guayaquil existe más sexismo que en Quito, a pesar de
todos los prejuicios que nos rodean sobre la supuesta libertad
de concepciones de los costeños y el conservadorismo de los
serranos.
- No es cierto que las mujeres por su propia condición son
menos discriminatorias. Las profesoras mujeres son más
sexistas que los profesores.
- La diferencia de edad tampoco es un determinante en las
opiniones. Al contrario de lo que se pensara,tanto maestros
mayores como jóvenes tienen un pensamiento sexista, y en
algunas ocasiones hasta más los jóvenes.
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