EL PRIMER ENCUENTRO CON UN ASTEROIDE

Guayaquil. 23.02.92. COLISIONES ESPACIALES. Se ha comprobado
que el asteroide es mayor (unos 15 kilómetros de largo y unos
11 de ancho, frente a un diámetro máximo previsto de 12.8
kilómetros) y más irregular de lo que se pensaba. Se cree que
forma parte de fragmentos surgidos de colisiones espaciales,
la última hace unos 500 millones de años, y que está integrado
por minerales rocosos y metálicos, entre ellos hierro y
niquel.

Pero la información disponible permite conjeturar poco más
sobre este objeto descubierto en 1916 desde un observatorio
ucraniano por el astrónomo Gaspra Neujmin y que lleva el
número 951 entre los catalogados por la comunidad atronómica
internacional. La sonda Galileo tomó 150 fotografías y datos
químicos de Gaspra al cruzarlo a una velocidad relativa de
30.000 kilómetros por hora, a distintas distancias y a más de
400 millones de kilómetros de la Tierra, durante su viaje
rumbo a Júpiter, su principal objetivo, a cuyas inmediaciones
tiene previsto llegar en 1995.

La sonda estadounidense de dos toneladas y media, lanzada en
1989, ha costado 1.400 millones de dólares y es una de las más
avanzadas que se han cosntruido para estudiar la atmósfera,
radiación, campo magnético y las lunas del mayor planeta del
sistema solar, ya visitado por las naves Pioneer y Voyager.

RUMBO A JUPITER

La nave, que ha rodeado Venus y pasado cerca de la Tierra para
ganar impulso gravitacional, aprovecha su recorrido elíptico
para analizar el espacio interplanetario y cuerpos como Gaspra
y el posible asteriode Ida, en 1993.

El retraso en su lanzamiento, previsto originalmente para
1986, le impidió encontrarse con Amphitrite, que con sus 200
kilómetros de ancho es uno de los más grandes que se conocen y
habría proporcionado más pistas sobre los guijarros
espaciales. Su estudio habría ayudado a determinar si la
mayoría de los asteroides son restos de materia original de la
formación del sistema solar (planetas que no llegaron a
formarse o cuerpos ricos en metales, que se calentaron y
cambiaron con el paso del tiempo, como debaten los estudiosos.

Sin embargo, los operadores de Galileo deberán para ello
solucionar primero el gallo que unmoviliza su antena mayor y
le impide transmitir a nuestro planeta la información
almacenada en sus ordenadores, lo que hace peligrar toda su
misión. Si no se soluciona el problema, los científicos
recibirán las imágenes y datos completos de Gaspra a finales
de 1992, cuando la nave vuelva a pasar cerca de la Tierra.

EL GRAN CINTURON

La sonda Galileo tomó las históricas imágenes de Gaspra en
compañía de su "familia", la denominada "flora de asteroides"
o "gran cinturón" donde se mueven estos objetos, entre Marte y

Júpiter.

Se espera que el breve encuentro quide a comprender los
orígenes, evolución y naturaleza de estos cuerpos que fueron
descubiertos hace poco, después de los planetas y los cometas.
Los primeros fueron detecatados a comienzos del siglo pasado y
el más grande, Ceres, tiene casi 929 kilómetros de ancho.
Según algunas teorías científicas, un asteroide, un asteroide
del tamaño de Gaspra chocó contra la Tierra hace 65 millones
de años y su impacto acabó con dos terceras partes de las
especies animales, incluidos los dinosaurios, aunque otros más
pequeños amenazan el planeta con más frecuencia.

En enero de 1991 un asteroide pasó a 150.000 kilómetros de la
Tierra (la mitad de la distancia a la Luna) y en marzo de
1989, otro de unos 300 a 800 metros, cruzó la órbita de
nuestro planeta y no llegó a chocar por solo seis horas de
diferencia.

En 1908 un gran asteroide se estrelló en Siberia, arrasó
cientos de kilómetros cuadrados en bosque despoblado y dejó el
terreno como si hubieran estallado un millar de bombas
atómicas como la que destruyó Hiroshima.

Los científicos esperan con ansiedad recibir todas las fotos
del asteroide Gaspra que tomó la sonda espacial Galileo hace
unas semanas y que podrían explicar la naturaleza de los
grandes guijarros, los cuales vagan por el sistema solar y a
veces devastan los planetas, como sucedió en la Tierra hace
millones de años.

Galileo fotografió a Gaspra a finales de octubre de 1991 pero
la primera imagen llegó a la Tierra dos semanas más tarde,
tras superar varios problemas en una de las antenas de la
sonda, que le impiden transmitir de inmediato. Los expertos de
la NASA están estudiando los primeros datos recibidos, que
lejos de aclarar las cosas han contribuido a intrigarlos más
de lo que estaban.

La foto de Gaspra, primera que se obtiene directamente de un
meteorito en vuelo, muestra un objeto cuya forma irregular
tiene similitudes con una patata y la cabeza de una salamandra
o de un tiburón, según la imaginación del observador. La
superficie del objeto semitriangular muestra hendiduras,
cavidades, abultamientos y otras formas extrañas difíciles de
descifrar, que sugieren que "algo le ha ocurrido durante su
larga historia", según los expertos.

La sonda espacial Galileo ha tomado fotografías y datos
químicos de Gaspra, un cuerpo de 15 kilómetros de largo,
similar al que acabó con los dinosaurios hace 65 millones de
años; la roca semitriangular, más grande e irregular de lo que
se pensaba, muestra formas difíciles de descifrar que indican
que "algo le ha ocurrido" en su largo viaje de millones de
años; la información ayudará a saber si los guijarros
espaciales son planetas que no llegaron a formarse, cuerpos
que se calentaron y cambiaron con el tiempo o el producto de
colisiones.
EXPLORED
en Ciudad N/D

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