LOS RAYOS, ESE MISTERIO FULMINANTE, Por Santiago SolÃs
QUITO. 23.02.92. EspañaCientÃficos de todo el mundo llevan
lustros intentando descifrar los misterios del rayo, esa potente
descarga eléctrica natural capaz de desencadenar en fracciones
de segundo una energÃa equivalente a la de una central nuclear
y que cada año causa estragos materiales y la muerte de
centenares de personas en todo el mundo.
Algunas industrias y, sobre todo, los circuitos electrónicos de
equipos y ordenadores, son muy vulnerables a los efectos de los
rayos, que pueden dañar las lÃneas de alta tensión y telefónicas
(debido a la subida de voltaje que inducen) y amenazan a los
aviones comerciales, que alcanzan al menos una vez al año.
Las distintas agencias espaciales del mundo están especialmente
interesadas en desvelar este fenómeno fÃsico que amenaza a sus
naves cada vez que aparecen nubes en las zonas de lanzamiento y
que obliga a constantes suspensiones de la cuenta atrás.
MUERTE DESDE EL CIELO
Sólo en Estados Unidos los rayos causaron en 1989 daños a la
propiedad privada por unos setenta millones de dólares y matan
a un promedio de ochenta y cinco personas al año -más que
cualquier otro desastre natural, si se exceptúan las riadas e
inundaciones- y hieren a otras doscientas cincuenta mil, que
sobreviven al no ser alcanzadas directamente.
Según las estadÃsticas de los últimos cincuenta años, en España
mueren anualmente medio centenar de personas alcanzados por
rayos.
Un rayo alcanzó en 1963, cerca de Maryland (EEUU), el tanque de
combustible de un avión que explosionó causando la muerte a las
ochenta y una personas que lo ocupaban. Asimismo, imprevisibles
descargas eléctricas causaron daños exteriores e interfirieron
los ordenadores e instrumentos de la nave "Apolo XII" cuando
partÃa hacia la Luna en 1969; generaron una orden fasla que
desvió y destruyó un cohete Atlas-Centauro, en 1987; y poco
después dispararon antes de tiempo tres cohetes en posición
horizontal.
LA SUERTE DE FRANKLIN
Los rayos son capaces de carbonizar la piel y hacer estallar los
órganos de una persona o animal como consecuencia de un impacto
directo. Los rayos, al caer, también funden metales, magnetizan
el hierro, rompen piedras y cristales, además de incendiar
combustibles, tronchar árboles y derribar paredes.
BenjamÃn Franklin, el inventor del pararrayos, estuvo a punto de
morir fulminado, en 1752, cuando elevó una cometa durante una
tormenta eléctrica e hizo bajar un rayo a través del hilo hasta
una llave metálica. No corrió la misma suerte un año después un
cientÃfico sueco que intentó repetir el experimento y falleció
al recibir la mortal descarga.
Los cientÃficos que han intentado desvelar los secretos del
fenómeno, se han encontrado con una especial dificultad debido
a que es impredecible e instantáneo y evidencia en medio segundo
una compleja secuencia de alementos que no se pueden observar,
salvo por el destello del relámpago o el estruendo del trueno.
PRECURSORES Y CONTRAGOLPES
El profesor Martin Uman, de la Universidad de Florida (EEUU)
investiga los rayos desde hace 25 años con antenas, receptores
de radio, radares y ordenadores, lo que le ha permitido registrar
los fenómenos electromagnéticos asociados y reconstruir la
anatomÃa de una descarga entre nube y tierra.
Cuando las cargas eléctricas se separan en la nube, la negativa
(en la base) induce otra de signo positivo en el suelo. Entonces
un canal de electrones, denominado precursos, fluye de la nube
y zigzaguea hacia la superficie terrestre, generando a su vez un
flujo ascendente de carga positiva, señala Uman.
Al encontrarse el precursos que baja y el flujo que sube, se
cierra el circuito y se descarga una enorme corriente: en menos
de un milisegundo, 100 trillones de electrones alcanzan la
tierra, con valores de hasta unos 200.000 amperios, el
equivalente a 40.000 planchas electrónicas encendidas.
RELAMPAGOS Y TRUENOS
Aunque el flujo de partÃculas desciende, el punto de contacto
entre las cargas de tierra y las de la nube asciende a unos
80.000 kilómetros por segundo, en un "contragolpe" que calienta
el aire, estallando y originando el trueno, que es una onda de
choque supersónica. Ese "contragolpe" produce un gran brillo
incandescente: el relámpago.
Un único relámpago, de medio segundo de vida, es una secuencia
de precursores y contragolpes que se repite unas cuatro veces.
Además de los relámpagos tÃpicos, existen los que surgen entre
nubes (más frecuentes, con menos efecto en la gente y difÃciles
de estudiar), los de corriente contÃnua (que duran un segundo y
suelen causar los incendios forestales) y los "positivos" (más
raros, consistentes en electrones que van del suelo hacia
arriba).
COHETES INDUCTORES Y ANTENAS
Para desentrañar el fenómeno fÃsico, el equipo de Uman está
montando una red de cinco antenas para detectar los pulsos
electromagnéticos del rayo hasta 50 kilómetros a su alrededor y
la NASA impulsa un programa en el que se inducen los relámpagos
mediante el lanzamiento de cohetes plásticos.
Una de las teorÃas sobre los rayos sostiene que las cargas
positivas y negativas de las nubes se separan por la
precipitación de aguanieve y granizo, mientras que otra indica
que se dividen debido a las corrientes internas causados por la
propagación del calor dentro de las formaciones nubosas.6c
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Publicado el 23/Febrero/1992 | 00:00