Quito. 20.02.92. Contaminación doméstica y química son los
insumos que reciben a diario los ríos Machángara y Monjas a
partir de los vertederos de basura, el lavado de calles, aceites
residuales automotores, detergentes y residuos originados por la
industria, el comercio y todos los pobladores de Quito.

El año anterior el Municipio de Quito analizó las aguas de estos
ríos, recogió 103 muestras en diferentes zonas del Machángara y
64 muestras del Monjas recordó Jorge Jurado, jefe del
departamento de control de la calidad ambiental del Municipio de
Quito, Jurado analizó el proceso de contaminación hídrica en un
seminario sobre este tema organizado por la empresa Formación e
Investigación Petrolera y Enérgética, FIPETROL, la semana pasada.

Los resultados revelaron que estos ríos ya vienen contaminados
desde sus inicios, comentó Jurado. El Machángara mostró en sus
aguas la existencia de coliformes fecales en un porcentaje que
sobrepasa cualquier límite "normal" y en ambos ríos hubo
presencia de metales pesados como el cromo, cobre, cobalto y
níquel que son desechos de las industrias. Estos elementos
químicos contaminantes no son biodegradables.

La zona de paso del río Machángara con más contaminada fue la
situada a la altura de la Villa Flora, donde el agua tenía cero
de oxígeno.

Plantas de tratamiento y prevención en la fuente

Para solucionar este problema un estudio de la agencia alemana
GTZ planteó la urgencia de construir en el Machángara tres
plantas de tratamiento, que eliminarían la carga tóxica que carga
el río. "Una gran inversión" pues demandará de 287 millones de
dolares en un plazo de ocho años.

Ya el estudio de la GTZ dictaminó que la calidad del agua es
"inaceptable" y que debe ser mejorada para su utilización en el
sector agrícola.

Pomasqui y San Antonio son áreas donde sus cultivos son regados
por las aguas del río Monjas.

En orden a prevenir el problema, Jurado dijo que el Municipio
emprenderá en el control de las emisiones contaminantes en las
fuentes, y tratará así las descargas industriales en sus
orígenes.

Respecto de la ordenanza de control de la contaminación, expedida
por el Municipio de Quito, Jurado dijo que los industriales han
demostrado su apoyo a esta iniciativa. "Sin el apoyo de los
ciudadanos e instituciones no es posible hacer nada. Sin esa
toma de conciencia todo esto que ha elaborado el Municipio de
Quito por dos años puede irse al agua", comentó.

Jurado informó que el Municipio iniciará un plan similar al del
Inca con las industrias ubicadas en el sur de la ciudad.

¿El agua fuente de enfermedades?

Otro de los participantes en el seminario organizado por FIPETROL
fue Juan Vásconez, médico representante del Colegio de Médicos
de Pichincha, quien se refirió a la relación entre la
contaminación hídrica y los problemas de salud.

La Organización Mundial de la Salud, OMS, enuncia que el "agua
debe ser un componente agradable a los sentidos y no causar
enfermedades", sin embargo las aguas de los ríos Machángara y
Monjas son fuente de múltiples contagios, aseguró Vásconez.
Entre otros ellas son fuente de contagio de males
microbiológicos, causados por micro organismos como la ameba;
también son vehículo de contagio de sarna, conjuntivitis, tiña,
dengue, fiebre amarilla, cólera, y de cánceres como el pulmonar,
como consecuencia del agua depositada o trasladada con elementos
de asbesto.

Frente a este problema Vásconez dijo que "hay que tomar medidas
para controlar las fuentes de abastecimiento del agua, el
tratamiento de las vertientes, disposición sanitaria de excretas
y educación sanitaria".

No basta una buen lavada

Vásconez aseguró que el río Monjas y el Machángara riegan pastos,
hortalizas, flores, sorgos y papas, en diferentes zonas
agrícolas. Todos estos productos tienen un alto índice de
contaminación.

Cuando los productos reciben contaminación orgánica, los
contaminantes se quedan en las hojas y en las cáscaras: no
ingresan al cultivo, por lo cual basta lavarlos bien para
eliminar todo peligro. Pero con los elementos químicos, las
plantas toman del suelo lo que necesitan para su desarrollo, por
lo que no se puede saber cuanto de ellos ingresó al vegetal.

Hay leyes... pero...

En el Ecuador existen leyes que regulan la emisión de desechos
líquidos como el código de salud, ley de aguas, código de la
policía marítima y la ley para la prevención y control de la
contaminación, pues el Estado tiene la obligación constitucional
de preservar el medio ambiente.

Un ejemplo de ello es el código de salud que en su artículo 16
especifica que toda persona tiene la obligación de proteger las
fuentes y cuencas hidrográficas. El artículo 17 dice que nadie
podrá descargar directa o indirectamente sustancias nocivas e
indeseables que pudieran afectar la calidad del agua.

"Existen sanciones a quienes violen estos reglamentos" dijo
Eduardo Espín, jefe de la división de impacto ambiental del
Instituto Ecuatoriano de Obras Sanitarias, IEOS. Espín también
intervino en el seminario sobre contaminación hídrica de
FIPETROL.

Las sanciones pueden llegar hasta a la clausura temporal o
definitiva de la industria o fábrica establecida como
contaminante.

El Ministerio de Salud, por medio de las comisarías de salud y
previo informe del IEOS, es el encargado de emitir la sanción.
sin embargo "son pocas las industrias que tratan sus residuos"
aseguró Espín.

Contaminación hídrica -aseguró este funcionario, no solo la sufre
Quito, sino todo el Ecuador por lo cual se deben tomar urgentes
medidas. (6C)
EXPLORED
en Ciudad N/D

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