HISTORIA DE LA BARBA Y BARBAS HISTORICAS
Quito. 08.12.91. Primero vamos a delimitar de que barba
hablaremos, pues, al contrario de lo que se cree, barba no
solo es esa prominencia de pelo facial ubicada bajo la boca de
algunos hombres; también es el mechón de pelo que cubre la
quijada inferior del ganado cabrÃo; las carnocidades que
cuelgan de la mandÃbula inferior de algunas aves; y las
láminas córneas y elásticas que tiene, en la mandÃbula
superior, la ballena.
Barba es también el primer enjambre que sale de una colmena
(aunque seguro no es el primer pelo que sale de una barba); o
la parte superior de la colmena donde se colocan las abejas de
un nuevo enjambre.
En botánica, barba es el conjunto de raÃces delgadas de las
plantas y la madeja de hilos sedosos que penden del ápice de
la mazorca del maÃz. Barbas son los bordes desiguales del
papel de tina; y es el molestoso tumor que suele formarse bajo
la lengua. Por último, barba también es el actor dramático que
hace los papeles de viejo en las piezas teatrales.
Y eso solo en significados, porque si nos metemos a las
expresiones y usos no solo dirÃamos que a las personas
"distinguidas y respetables" se les llama "barba honrada"; que
"por barba" quiere decir "por persona" o "por cabeza"; y que
"subirse uno a las barbas de otro" es perder el respeto a un
superior; sino muchas cosas más.
Todo eso es barba. Pero aquà hablaremos de la historia de la
primera barba mencionada; esa protuberancia capilar que les
crece a los hombres en la mandÃbula inferior, pasada la
pubertad a unos o pasada la adolescencia a otros.
DESDE LOS HOMO
La barba tiene una larga historia. Seguramente todos han visto
las representaciones gráficas de esos hombres recontrapelones
que eran nuestros antepasados. Todos los "homo" que le
anteceden al homosapiens eran barbudos y, además, su enorme
quijada no les faltaba a la barba, pues esas injusticias de
que "Dios da barbas a los que no tienen quijadas" nacieron con
Adán y Eva, que tenÃan las mandÃbulas menos foribundas que los
homos. (El juicio de que Adán nació después se extrae de que
no era tan peludo, por lo tanto, debe ser un abuelo más
próximo).
Los egipcios son los más antiguos enemigos de la barba. Los
monumentos egipcios de la primera dinastÃa son las pruebas más
antiguas del afeitado. En cambio, los semitas de Babilonia y
Mesopotamia, conservaban largas y bien peinadas sus frondosas
barbas. No se hable de los Hebreos, para quienes era
sacrilegio rasurarse las mejillas y afeitar a alguien se
constituÃa en una buena prueba de odio y venganza. Lo mismo
pasaba con los árabes que ahora, influenciados por la moda de
los turcos, se dejan solo el bigote.
Los griegos variaron mucho el uso de la barba. En la época
arcaica se rasuraban solo el bigote; más tarde barba y bigote
demostraban virilidad y fuerza; significado que cambió a
sabidurÃa, cuando la navaja se difundió y solo viejos y
filósofos la conservaron. Por la misma lÃnea andaban los
romanos a partir del siglo III a.c., para los que -después de
un largo perÃodo de barbuderÃa- el rasurado era sÃmbolo de
juventud.
Mientras tanto, a los religiosos se les habÃa saltado este
pequeño detalle capilar. No establecieron ninguna norma al
respecto. Sin embargo, los monjes, sobre todo los orientales,
mantenÃan estendidas barbas; igual que los eslavos y los
germanos. Hasta que en el siglo XII empezaron a volar barbas,
y en el XIV casi desaparecieron. Renacieron por el XVI, con
varios cortes de moda: perilla, mosca, patilla y otros no
menos graciosos. En el XVII otorgaban honor a quien portaba
bigote y se esmeraba en rizarlo con tenacillas y perfumarlo
con aceite de jazmÃn. En el XVIII otra vez los bigotes volaron
por el uso de pelucas empolvadas, pero volvieron a crecer,
junto a una pequeña barba en el Romanticismo del siglo XVIII.
Por último, hoy los gustos y barbores son de todos los
sabores.
BARBAS HISTORICAS, BARBAS INTELECTUALES
Existen también barbas históricas, como la de Francisco I que
impuso la moda en todo su reino, por taparse él la quemazón de
su rostro; y la de Fidel Castro que junto a sus indomables
barbudos inspiró todos los años 60. Barbas históricas como la
de los dos sangrientos hermanos piratas Barbarroja, que
arrasaron el Mediterráneo, y el no menos sangriento Barba
Azul, mariscal de Francia, ejecutado por sus crÃmenes en 1440.
Y aquà va una para las barbas intelectuales, que -dejándose de
historias- son las que hoy predominan: "Barba de verdad, barba
lo que se dice completa, cerrada, no la llevan durante mucho
tiempo más que hombres hipersensibles, generalmente individuos
más o menos intelectuales que intentan fingir robustez del
intelecto mediante una barba indomeñada. Las mujeres toleran
esas barbas, porque constituyen una alusión nada despreciable
a la constitución y al temperamento de sus portadores y, por
lo tanto, un indicador de su utilización posible-". Conste que
no lo dije yo, sino la Esther Vilar en "El varón domado".
en
Explored
Ciudad N/D
Publicado el 08/Diciembre/1991 | 00:00