Quito. 22 oct 2001. Ninguno de los 14 grupos parlamentarios agrupa a 24
diputados. Cada bloque tiene sus propios intereses. Ello obstaculiza las
conversaciones.
La última división del bloque de la DP, hace un mes, aceleró la
dispersión y atomización de fuerzas en el Congreso. Eso hace más
complicado hablar de acuerdos con el fin de armar mayorÃas.
Ante ese panorama, el diputado Raúl Hurtado, del grupo de los seis o
Cordes, que dejó la bancada de la flecha verde, sentenció: "el Congreso
no será muy productivo hasta enero del 2003".
Prueba de eso es la falta de consenso para elegir al segundo
vicepresidente, cargo que está vacante desde el 6 de junio, cuando, Hugo
Quevedo, forzado por la presión del PSC, DP, ID y Pachakutik, renunció a
la presidencia del Congreso. En su lugar, fue elegido el demopopular José
Cordero, y la primera vicepresidencia que él ocupaba la asumió el segundo
vicepresidente, Antonio Posso (Pachakutik).
Esa aparente mayorÃa fue circunstancial. Lo que se buscaba era sacar a
Quevedo de ese cargo, ya que el PSC, consideraba que le habÃa "usurpado"
la presidencia a Xavier Neira, en agosto del 2000.
Ramiro Rivera (DP) dice que es difÃcil hacer mayorÃas, porque cada
fragmento legislativo tiene su propia agenda. "Forcejear por una mayorÃa
alrededor de dos bloques que luchan por la hegemonÃa en la Costa -el PRE
y PSC- no tiene sentido". El legislador se refirió, con esta frase, al
nuevo intento del roldosismo de armar una mayorÃa, que surgió en las
últimas semanas, para reorganizar la Corte Suprema, que "está
secuestrada por el PSC", según VÃctor Hugo Sicouret.
La propuesta fue rechazada por la DP (14) y el MIN (12) que mantenÃan
conversaciones con el roldosismo (22) y los independientes, denominados
Q-10, en alusión a Hugo Quevedo.
El PSC (23), ID (16) y Pachakutik (5), también se oponen a que se
reestructure la Corte, donde se ventilan tres juicios contra el ex
presidente Abdalá Bucaram.
Si bien esos sectores legislativos, excepto el PRE, quieren impulsar una
agenda legislativa con temas como la nueva Ley de Educación, las reformas
a la Ley Anticorrupción, esta no se puede ejecutar. Sus intereses
particulares son el principal obstáculo.
El MIN y el PSC aspiran la reorganización de las comisiones legislativas,
el Comité de Excusas y el Consejo de la Legislatura.
El argumento es que sus bancadas no están representadas allÃ.
Esto no le conviene ni a la ID ni a la DP ni a Pachakutik, porque junto
al PRE, se posicionaron en esos organismos cuando formaban mayorÃa en
agosto del 2000.
A lo sumo dejarán que se llenen las vacantes producidas por las renuncias
de algunos de sus miembros. El roldosismo sà esta dispuesto a esa
reestructuración, con tal de que prime su agenda.
Otro tema en conflicto es el de la depuración. El PSC, ID, DP y
Pachakutik, dicen estar empeñados en la depuración legislativa, que se
congeló con la salida de Quevedo. Pero no se ve voluntad polÃtica aunque
argumenten que no hay los 62 votos necesarios para cada descalificación.
Wilfrido Lucero (ID), la depuración tiene trabas, porque los diputados
acusados se han unido con el PRE. Además, dijo, el Gobierno, a través de
Ricardo Noboa, se ha reunido con algunos de estos parlamentarios. El
propio Juan Cantos (MIN) lo admitió y confirmó que se habló de una agenda
de seis puntos, con la Ley de Educación, la Pro forma a la cabeza. La
cita no avanzó.
Para Lucero, Ricardo Noboa quiere una mayorÃa que le proteja de una
eventual acusación de la Fiscal, en el caso Filanbanco.
El jefe del bloque del PSC, Xavier Neira recordó que su bancada presentó
una agenda de 21 puntos hace cuatro meses. Pero dice que no madura,
porque hay bloques con visión cortoplacista, que buscan la impunidad.
"Solicitamos al Presidente del Congreso una reunión de jefes de bloques
para elaborar una agenda y no actuar coyunturalmente, pero no hay
respuesta".
Hurtado es más pesimista. Según él, es casi imposible que se pueda llegar
a mayorÃas programáticas, para procesar las leyes.
"En el mejor de los casos se producirán coincidencias porque hay muchas
contradicciones ideológicas entre los bloques". De allà que, cree que
solo mira posibles mayorÃas por intereses particulares o utilitarias.
Para Lucero, las coincidencias son necesarias, para aprobar leyes o
adoptar resoluciones, pues ningún bloque es mayoritario. (Texto tomado de
El Comercio)