DIA SAN VALENTIN: EL BOLSILLO RECUERDA CUANTO CUESTA EL AMOR
Madrid. 13.02.92. El 14 de febrero o dÃa de San ValentÃn,
sirve cada año para que el corazón se llene de alegrÃa y el
bolsillo y las carteras queden vacÃos tras el envÃo de las
flores, la compra del regalo y el pago de la cena y el baile
preceptivos.
Este año, el segundo viernes de febrero está destinado en
muchos paÃses al amor y a la amistad, que aunque se dice que
son sentimientos de todos los dÃas, al menos una vez cada doce
meses se recuerdan con flores, chocolates, pañuelos o con lo
que buenamente se pueda.
Como siempre, el dÃa de San ValentÃn se presta para que el
comercio ofrezca cualquier artilugio imaginable propicio para
cautivar al pretendido o pretendiente.
Los joyeros, recordando que las flores se marchitan, los
perfumes se evaporan y los chocolates desaparecen en un
instante, se encargan de "sugerir" que las piedras preciosas
son una inversión duradera y efectiva para conseguir el
"objetivo".
En algunas ciudades, desde hace varios dÃas es imposible
reservar mesa en los restaurantes más Ãntimos y de moda.
Y cuando el ser querido resida lejos del alcance fÃsico, peor
si es en otro paÃs, habrá que añadir a los gastos del mes un
envÃo internacional -y costoso- de flores y una reserva
especial del sueldo para la cuenta "interoceánica" de
teléfono.
El susodicho San ValentÃn -quien lo dijera-, fue un mártir que
hace unos 18 siglos pasó por alto la prohibición del Papa
Gelasio I de celebrar una fiesta romana muy popular que
terminaba con no pocos desmanes.
ValentÃn, que después no se sabe cómo, llegó a santo, es el
culpable de que ahora, cada año, haya que caer en las redes
del consumo para demostrar el amor.
En Perú, San Antonio, a quien se rezaba para conseguir novio,
fue desbancado en 1964 por su colega San ValentÃn. Ahora, la
crisis económica ha hecho que el amor peruano se manifieste
más con sentimiento que con obsequios.
Los panameños celebran el dÃa "de los enamorados o de la
amistad" con regalos a los novios o a los compañeros de
trabajo, asà como los esposos se regalan y festejan ese dÃa,
para reafirmar su amor.
Hasta hace pocos años una radio local organizaba y costeaba el
matrimonio entre una pareja ganadora de un concurso, pero los
problemas económicos acabaron con esta promoción.
Los enamorados de El Salvador acostumbran a intercambiar
regalos y tarjetas y por la noche se van a restaurantes y
discotecas, que disponen de ofertas y veladas especiales.
Las floristerÃas salvadoreñas, que nunca hacen mejor negocio,
venden ese dÃa miles de rosas rojas, que son las que
simbolizan el amor apasionado.
En Colombia también se celebra dicho dÃa, pero un poco más
tarde, el segundo sábado de septiembre.
En México se celebra el "DÃa" desde hace varios años, pero al
decir de diversos historiadores, son los comerciantes los que
menos expresan su amor en la ocasión, ya que los precios de
los artÃculos se disparan de forma despiadada.
Por todas partes se exhiben regalos y objetos de todo tipo,
según las posibilidades del interesado, y los restaurantes
decoran sus interiores con corazones y ofrecen menús "del
amor".
En Puerto Rico, tradición centenaria que no excluye a madres y
abuelas y amigos, además del intercambio de regalos, las
parejas se van a bailar o a cenar.
Los dominicanos, enamorados, padres, hijos, compañeros de
oficina, intercambian regalos. Los jefes de empresa suelen
invitar a las secretarias a un almuerzo y también les hacen un
regalo, casi siempre rosas rojas.
Los ecuatorianos llenan los periódicos de corazones y mensajes
cariñosos entre los avisos comerciales. Este año, algunas
empresas han lanzado la campaña "regale una flor a la persona
que ame".
En Venezuela, existe la misma costumbre con el incentivo
añadido de salidas a los restaurantes de las parejas e
intercambios de regalos.
En Cuba, los habaneros se irán este año al malecón a bailar y
a unirse al programa de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC),
que con el lema "solo el amor", celebrarán el dÃa de San
ValentÃn -dicen- "por todo lo alto".
Mientras, en EEUU, las flores, los bombones, los globos,
grandes corazones y millones de tarjetas, permitirán decir "te
quiero" o esconderse detrás de un muñequito y proponer a la
enamorada de carne y hueso un "se mÃa" en la distancia.
Algunos gastarán 200 dólares en alquilar un par de horas una
limusina rosa que le permita besar a su novia frente a los
jardines del Capitolio y otros alquilarán "cruceros
románticos" que, por menos de 100 dólares, permitirán a la
pareja recorrer el Potomac o el rÃo local a la luz de alguna
vela.
También, cada 14 de febrero, el diario "The Washington Post"
dispone de un cuadernillo especial dedicado a las "locuras de
amor" de los residentes.
Bajo uno o varios corazones, cuyo tamaño depende del precio,
se puede escribir lo que se quiera, siempre que el mensaje
llegue a los talleres del periódico antes del mediodÃa de la
vÃspera para dar tiempo a la impresión y evitar "terribles"
equivocaciones. (EFE)
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Ciudad N/D
Publicado el 13/Febrero/1992 | 00:00