Tokio. 16 may 95. La Policía detuvo hoy martes al líder de la
secta "Verdad Suprema", Shoko Asahara, posible responsable del
ataque con gas sarín perpetrado contra el metro de Tokio el 20
marzo, que causó 12 muertos y 5.500 intoxicados, informó la
cadena de televisión NHK.
El líder religioso, de 40 años fue conducido en un autobús de la
policía a las 09:46 horas (00:46 gmt) de un edificio de la secta
en Kamikuishi, al pie del Monte Fuji, unos 70 kilómetros de
Tokio.
La detención del barbudo y casi ciego gurú se produjo cuatro
horas después de que 2.000 policías lanzaran al amanecer del
martes la mayor operación policial orquestada hasta ahora en
Japón.
La policía japonesa intervino más 130 edificios pertenecientes a
la secta, entre ellos una especie de fortaleza al pie de monte
Fuji donde se había atrincherado Shoko Asahara, líder supremo de
Aum Shinri Kyo (Verdad Suprema).
La gigantesca operación policial tuvo lugar tras dos meses de
intensas investigaciones con el propósito de encontrar pruebas
acusatorias contra el líder de la secta Verdad Suprema.
La detención de Asahara siguió al arresto de otros 35 adeptos de
esta misteriosa organización religiosa, considerados como los
autores del atentado al subterráneo tokiota.
Por las declaraciones de dos miembros de la Verdad Suprema, la
Policía concluyó que esta secta perpetró el atentado con el gas
mortal desarrollado por la Alemania nazi en 1938.
"Hemos obtenidos pruebas de que la secta ha fabricado gas sarín
dentro de sus locales, y hemos identificados a los miembros (de
Aum) involucrados en los ataques al Metro", dijo Shieaki
Ishikawa, jefe de los detectives policiales.
La operación contra Asahara ha estado precedida de la detención
de más de 200 de sus seguidores desde el ataque al Metropolitano
de tokio, aunque todos los arrestados están acusados de cargos no
relacionados, hasta ahora, con el atentado.
La detención de Asahra, en lo que los medios de comunicación han
bautizado como el "Día X", no ha sido hecha con violencia, según
la Policía, que teme que su arresto desate actuaciones violentas
por parte de sus seguidores. (EFE)
DETIENEN AL LIDER DE SECTA QUE PRECONIZA FIN MUNDO EN 1997
Shoko Asahara, capturado hoy martes como cerebro del atentado de
gas sarín en el metro de Tokio el pasado marzo, es el fundador y
gurú venerado de la Verdad Suprema, una esotérica secta religiosa
que preconiza para 1997 la tercera guerra mundial.
Asahara está acusado de ser el máximo responsable del atentado al
metro de Tokio el 20 de marzo de este año, en el que murieron 12
personas y otras 5.500 resultaron heridas.
El "líder venerado" (sonshin) de la misteriosa religión inscrita
como organización budista en 1989, es a sus 40 años de edad un
gurú con aspecto de visionario que dice tener poderes mentales
que le permiten levitar sobre el suelo.
Acupunturista de profesión, Asahara ha dicho que a través de
prácticas ascéticas en las montañas del Himalaya ha renacido
desde la esclavitud de la Tierra.
A la antipatía de la mayoría de la población por el secretismo de
la secta se unen las revelaciones de la investigación policial,
al mostrar una cara inaudita de la secta que ha sido capaz de
mantener en vilo a los japoneses los dos últimos meses ante el
temor de nuevos ataque con gases nocivos.
Además de secuestros y retenciones de familiares o fieles,
deseosos de abandonar la creencia, la Verdad Suprema se apropiaba
de sus bienes, suministraba drogas en ritos de iniciación,
fabricaba armas, hacía acopio de agentes químicos altamente
nocivos que permitieron la fabricación del gas sarín en un
laboratorio oculto en una capilla, gas que colocó en horas punta
en tres líneas del metro tokiota.
Asahara, el único "iluminado" de Japón hoy en día, además de
haber profetizado el devastador terremoto de Kobe de enero,
mantiene que la tercera guerra mundial acabará con la mayoría del
mundo en 1997, consignas que, hasta su clausura, se lanzaban
frecuentemente desde una emisora de radio que financiaba en una
ciudad rusa próxima a Japón.
Aunque desmentido por las autoridades de ese país, la Verdad
Suprema tenía fuertes conexiones con Rusia.
Según las investigaciones, miembros de la secta recibieron
entrenamiento de una unidad militar de élite en Rusia y
científicos relacionados con las fuerzas armadas de la extinta
Unión Soviética enseñaron a sus expertos químicos a producir el
mortal gas sarín, inventado por la Alemania nazi en 1938.
La Verdad Suprema posee un helicóptero MIL-17 de fabricación rusa
y tenía planes de adquirir tanques de segunda mano, así como otra
clase de armamento y vehículos militares de Rusia, país en donde
contaba con al menos 20.000 seguidores.
El líder, de robusta talla física, largos y negros cabellos,
alabó en varias ocasiones al líder de la Alemania nazi Adolfo
Hitler, personaje al que compara con los profetas, y subrayó el
poder del sarín cuyos restos se encontraron en el metro de Tokio,
aunque también ha denunciado ser víctima de ataques con este gas
por parte del ejército estadounidense.
El líder venerado de la Verdad Suprema no ha ocultado sus
ambiciones políticas. En 1990, él y otros 24 seguidores se
presentaron a las elecciones generales al Parlamento, aunque
todos ellos fueron derrotados.
La secta comenzó a ser conocida para la policía en 1989, al ser
acusada del secuestro de un abogado y su familia en Yokohama,
junto a Tokio. El caso aún no está resuelto.
El pasado verano no se encontraron pruebas que acusaran a la
secta de las denuncias de pestilentes y extrañas emanaciones de
olores en su fábrica de gas camuflada de capilla.
Este caso ha abierto las sospechas de que la secta lanzara gas
sarín en junio de 1994, en las proximidades de un dormitorio la
localidad de Matsumoto, en el noroeste de Tokio, en el que
residían dos jueces encargados de tramitar denuncias contra el
grupo.
A pesar de que su ideología se inscribe en el ultranacionalismo,
la extrema derecha japonesa está entre sus enemigos, junto a los
militares estadounidenses, los servicios secretos norteamericanos
de la CIA y la propia policía nipona.
Un derechista afiliado al mayor grupo mafioso nipón
Yamaguchi-gumi, asesinó semanas atrás a cuchilladas ante las
cámaras de televisión a Hideo Murai, máximo responsable de las
actividades científicas de la Verdad, aunque la policía estudia
la posibilidad de que hubiera sido ordenada su ejecución por
algún traidor de la propia religión.
Los diez mil adeptos que cuenta la religión en este país
practican principalmente el yoga junto a otros extraños ritos
físicos expiatorios de culpas para alcanzar la libertad
espiritual, con la toma de grandes cantidades de agua hasta
limpiar por completo los intestinos.
Los miembros de la Verdad Suprema abandonan sus familias para
hacer una vida comunitaria en centros urbanos o rurales. La secta
no permite a ningún pariente visitar a los fieles, uno de los
motivos que más críticas ha levantado entre la población.
El medio centenar de niños menores de 15 años hallados en uno de
los centros próximos al monte Fuji desconocían sus propios
nombres y apellidos.
La secta construyó edificios y compró equipo para laboratorios
químicos con las donaciones de los bienes de los feligreses y los
beneficios de una cadena de establecimientos de electrónica,
varios restaurantes y contaba con una fortuna calculada en más de
2.500 millones de yenes (unos 29 millones de dólares). (EFE)
Yoshihiro Inue, de 25 años, "ministro de Inteligencia" de la
Verdad Suprema de Aum y presunto autor material del atentado con
gas de hace dos meses en el metro de Tokio, estaba considerado
como un "tipo agradable" cuando ingresó en la secta, a los 17
años.
Detenido en la noche del domingo, Inue era el hombre más buscado
de Japón. La policía lo considera jefe del comando que perpetró
el atentado del 2O de marzo, que mató a 12 personas e intoxicó a
unas 5.500.
De complexión endeble -pero buen karateka-, cara delgada y pelo
corto, el "ministro de Inteligencia" de Aum era, según la
policía, el encargado de operaciones clandestinas y violentas, y
el hombre de confianza del gurú de la secta, Shoko Asahara.
A diferencia de otros lugartenientes, muchos de los cuales se
graduaron en las mejores universidades japonesas, Inue no cursó
estudios superiores, ya que entró en la Verdad Suprema al
terminar la enseñanza secundaria.
Presionado por sus padres, se inscribió en una facultad de
Letras, pero la abandonó seis meses después para consagrarse por
entero a la secta, en la que años más tarde conseguiría afiliar a
su propia madre.
Imágenes de archivo del canal de televisión público NHK lo
muestran adolescente, pero ya discípulo de Asahara, explicando
que "no hay que demostrar la fe en palabras, sino a través de la
acción".
Sus antiguos compañeros de clase de un colegio secundario de
Kyoto lo recuerdan como "un muchacho alegre y de buen carácter, a
quien le gustaba mucho el fútbol. Todo el mundo lo quería".
Uno de sus primeros contactos con el mundo "sobrenatural" fue,
según parece, la lectura de las profecías del astrólogo francés
Nostradamus, escritas en 1555.
Tras ingresar en la secta, su carácter fue cambiando. Se volvió
soñador en clase, distraído, con la mente en otra parte. Trató de
reclutar compañeros de clase.
Poco a poco se convirtió en una persona autoritaria y hasta
tiránica. "A veces gritaba para intimidar. Nadie en la secta se
atrevía a enfrentarlo", contó un ex discípulo al semanario Gendai
Weekly.
Como su gurú, Inue había desaparecido por completo tras el
atentado del metro de Tokio. Cuando fue detenido en las afueras
de la capital, se había afeitado el bigote y teñido de castaño
sus cabellos negros.
El joven está acusado ahora de haber dirigido personalmente las
acciones más brutales de la secta Aum, entre ellas varios
secuestros de ex fieles y de miembros de sus familias.
Según un testimonio citado por la prensa, en febrero pasado
supervisó el secuestro del ayudante de un notario cuya hermana
había abandonado la secta negándose a donar sus bienes. El
secuestrado no reapareció. (EFE) (11A)
secta "Verdad Suprema", Shoko Asahara, posible responsable del
ataque con gas sarín perpetrado contra el metro de Tokio el 20
marzo, que causó 12 muertos y 5.500 intoxicados, informó la
cadena de televisión NHK.
El líder religioso, de 40 años fue conducido en un autobús de la
policía a las 09:46 horas (00:46 gmt) de un edificio de la secta
en Kamikuishi, al pie del Monte Fuji, unos 70 kilómetros de
Tokio.
La detención del barbudo y casi ciego gurú se produjo cuatro
horas después de que 2.000 policías lanzaran al amanecer del
martes la mayor operación policial orquestada hasta ahora en
Japón.
La policía japonesa intervino más 130 edificios pertenecientes a
la secta, entre ellos una especie de fortaleza al pie de monte
Fuji donde se había atrincherado Shoko Asahara, líder supremo de
Aum Shinri Kyo (Verdad Suprema).
La gigantesca operación policial tuvo lugar tras dos meses de
intensas investigaciones con el propósito de encontrar pruebas
acusatorias contra el líder de la secta Verdad Suprema.
La detención de Asahara siguió al arresto de otros 35 adeptos de
esta misteriosa organización religiosa, considerados como los
autores del atentado al subterráneo tokiota.
Por las declaraciones de dos miembros de la Verdad Suprema, la
Policía concluyó que esta secta perpetró el atentado con el gas
mortal desarrollado por la Alemania nazi en 1938.
"Hemos obtenidos pruebas de que la secta ha fabricado gas sarín
dentro de sus locales, y hemos identificados a los miembros (de
Aum) involucrados en los ataques al Metro", dijo Shieaki
Ishikawa, jefe de los detectives policiales.
La operación contra Asahara ha estado precedida de la detención
de más de 200 de sus seguidores desde el ataque al Metropolitano
de tokio, aunque todos los arrestados están acusados de cargos no
relacionados, hasta ahora, con el atentado.
La detención de Asahra, en lo que los medios de comunicación han
bautizado como el "Día X", no ha sido hecha con violencia, según
la Policía, que teme que su arresto desate actuaciones violentas
por parte de sus seguidores. (EFE)
DETIENEN AL LIDER DE SECTA QUE PRECONIZA FIN MUNDO EN 1997
Shoko Asahara, capturado hoy martes como cerebro del atentado de
gas sarín en el metro de Tokio el pasado marzo, es el fundador y
gurú venerado de la Verdad Suprema, una esotérica secta religiosa
que preconiza para 1997 la tercera guerra mundial.
Asahara está acusado de ser el máximo responsable del atentado al
metro de Tokio el 20 de marzo de este año, en el que murieron 12
personas y otras 5.500 resultaron heridas.
El "líder venerado" (sonshin) de la misteriosa religión inscrita
como organización budista en 1989, es a sus 40 años de edad un
gurú con aspecto de visionario que dice tener poderes mentales
que le permiten levitar sobre el suelo.
Acupunturista de profesión, Asahara ha dicho que a través de
prácticas ascéticas en las montañas del Himalaya ha renacido
desde la esclavitud de la Tierra.
A la antipatía de la mayoría de la población por el secretismo de
la secta se unen las revelaciones de la investigación policial,
al mostrar una cara inaudita de la secta que ha sido capaz de
mantener en vilo a los japoneses los dos últimos meses ante el
temor de nuevos ataque con gases nocivos.
Además de secuestros y retenciones de familiares o fieles,
deseosos de abandonar la creencia, la Verdad Suprema se apropiaba
de sus bienes, suministraba drogas en ritos de iniciación,
fabricaba armas, hacía acopio de agentes químicos altamente
nocivos que permitieron la fabricación del gas sarín en un
laboratorio oculto en una capilla, gas que colocó en horas punta
en tres líneas del metro tokiota.
Asahara, el único "iluminado" de Japón hoy en día, además de
haber profetizado el devastador terremoto de Kobe de enero,
mantiene que la tercera guerra mundial acabará con la mayoría del
mundo en 1997, consignas que, hasta su clausura, se lanzaban
frecuentemente desde una emisora de radio que financiaba en una
ciudad rusa próxima a Japón.
Aunque desmentido por las autoridades de ese país, la Verdad
Suprema tenía fuertes conexiones con Rusia.
Según las investigaciones, miembros de la secta recibieron
entrenamiento de una unidad militar de élite en Rusia y
científicos relacionados con las fuerzas armadas de la extinta
Unión Soviética enseñaron a sus expertos químicos a producir el
mortal gas sarín, inventado por la Alemania nazi en 1938.
La Verdad Suprema posee un helicóptero MIL-17 de fabricación rusa
y tenía planes de adquirir tanques de segunda mano, así como otra
clase de armamento y vehículos militares de Rusia, país en donde
contaba con al menos 20.000 seguidores.
El líder, de robusta talla física, largos y negros cabellos,
alabó en varias ocasiones al líder de la Alemania nazi Adolfo
Hitler, personaje al que compara con los profetas, y subrayó el
poder del sarín cuyos restos se encontraron en el metro de Tokio,
aunque también ha denunciado ser víctima de ataques con este gas
por parte del ejército estadounidense.
El líder venerado de la Verdad Suprema no ha ocultado sus
ambiciones políticas. En 1990, él y otros 24 seguidores se
presentaron a las elecciones generales al Parlamento, aunque
todos ellos fueron derrotados.
La secta comenzó a ser conocida para la policía en 1989, al ser
acusada del secuestro de un abogado y su familia en Yokohama,
junto a Tokio. El caso aún no está resuelto.
El pasado verano no se encontraron pruebas que acusaran a la
secta de las denuncias de pestilentes y extrañas emanaciones de
olores en su fábrica de gas camuflada de capilla.
Este caso ha abierto las sospechas de que la secta lanzara gas
sarín en junio de 1994, en las proximidades de un dormitorio la
localidad de Matsumoto, en el noroeste de Tokio, en el que
residían dos jueces encargados de tramitar denuncias contra el
grupo.
A pesar de que su ideología se inscribe en el ultranacionalismo,
la extrema derecha japonesa está entre sus enemigos, junto a los
militares estadounidenses, los servicios secretos norteamericanos
de la CIA y la propia policía nipona.
Un derechista afiliado al mayor grupo mafioso nipón
Yamaguchi-gumi, asesinó semanas atrás a cuchilladas ante las
cámaras de televisión a Hideo Murai, máximo responsable de las
actividades científicas de la Verdad, aunque la policía estudia
la posibilidad de que hubiera sido ordenada su ejecución por
algún traidor de la propia religión.
Los diez mil adeptos que cuenta la religión en este país
practican principalmente el yoga junto a otros extraños ritos
físicos expiatorios de culpas para alcanzar la libertad
espiritual, con la toma de grandes cantidades de agua hasta
limpiar por completo los intestinos.
Los miembros de la Verdad Suprema abandonan sus familias para
hacer una vida comunitaria en centros urbanos o rurales. La secta
no permite a ningún pariente visitar a los fieles, uno de los
motivos que más críticas ha levantado entre la población.
El medio centenar de niños menores de 15 años hallados en uno de
los centros próximos al monte Fuji desconocían sus propios
nombres y apellidos.
La secta construyó edificios y compró equipo para laboratorios
químicos con las donaciones de los bienes de los feligreses y los
beneficios de una cadena de establecimientos de electrónica,
varios restaurantes y contaba con una fortuna calculada en más de
2.500 millones de yenes (unos 29 millones de dólares). (EFE)
Yoshihiro Inue, de 25 años, "ministro de Inteligencia" de la
Verdad Suprema de Aum y presunto autor material del atentado con
gas de hace dos meses en el metro de Tokio, estaba considerado
como un "tipo agradable" cuando ingresó en la secta, a los 17
años.
Detenido en la noche del domingo, Inue era el hombre más buscado
de Japón. La policía lo considera jefe del comando que perpetró
el atentado del 2O de marzo, que mató a 12 personas e intoxicó a
unas 5.500.
De complexión endeble -pero buen karateka-, cara delgada y pelo
corto, el "ministro de Inteligencia" de Aum era, según la
policía, el encargado de operaciones clandestinas y violentas, y
el hombre de confianza del gurú de la secta, Shoko Asahara.
A diferencia de otros lugartenientes, muchos de los cuales se
graduaron en las mejores universidades japonesas, Inue no cursó
estudios superiores, ya que entró en la Verdad Suprema al
terminar la enseñanza secundaria.
Presionado por sus padres, se inscribió en una facultad de
Letras, pero la abandonó seis meses después para consagrarse por
entero a la secta, en la que años más tarde conseguiría afiliar a
su propia madre.
Imágenes de archivo del canal de televisión público NHK lo
muestran adolescente, pero ya discípulo de Asahara, explicando
que "no hay que demostrar la fe en palabras, sino a través de la
acción".
Sus antiguos compañeros de clase de un colegio secundario de
Kyoto lo recuerdan como "un muchacho alegre y de buen carácter, a
quien le gustaba mucho el fútbol. Todo el mundo lo quería".
Uno de sus primeros contactos con el mundo "sobrenatural" fue,
según parece, la lectura de las profecías del astrólogo francés
Nostradamus, escritas en 1555.
Tras ingresar en la secta, su carácter fue cambiando. Se volvió
soñador en clase, distraído, con la mente en otra parte. Trató de
reclutar compañeros de clase.
Poco a poco se convirtió en una persona autoritaria y hasta
tiránica. "A veces gritaba para intimidar. Nadie en la secta se
atrevía a enfrentarlo", contó un ex discípulo al semanario Gendai
Weekly.
Como su gurú, Inue había desaparecido por completo tras el
atentado del metro de Tokio. Cuando fue detenido en las afueras
de la capital, se había afeitado el bigote y teñido de castaño
sus cabellos negros.
El joven está acusado ahora de haber dirigido personalmente las
acciones más brutales de la secta Aum, entre ellas varios
secuestros de ex fieles y de miembros de sus familias.
Según un testimonio citado por la prensa, en febrero pasado
supervisó el secuestro del ayudante de un notario cuya hermana
había abandonado la secta negándose a donar sus bienes. El
secuestrado no reapareció. (EFE) (11A)
Más en el