Quito. 22.05.95. Navegar por Internet es como dar un paseo por
una megalópolis que no duerme: donde la noche se confunde con
el dÃa y los barrios residenciales de los más ricos dan puerta
con puerta con los barrios chinos más crudos. Como en el resto
del mundo, entre los cerca 30 millones de usuarios mundiales
de esta superautopista cibernética, impera la normalidad. Hay
sesudos profesores que la utilizan para difundir sus
conocimientos entre la comunidad universitaria y cientÃfica.
Amigos y familiares distantes se comunican por correo
electrónico por mucho menos dinero de lo que costarÃa una
conferencia telefónica; los adolescentes se intercambian
juegos de ordenador; los aficionados al arte acuden a los
fondos de los museos más importantes del mundo; las amas de
casa se inspiran en nuevas recetas de cocina; el enamorado de
los bonsais puede asociarse con otros forofos de estos
miniárboles para intercambiar técnicas de poda o abono. Todo
lo imaginable cabe en los textos, imágenes y sonidos que
ofrece Internet. Llega desde todo el mundo a cualquier hora.
Pero en este microuniverso también hay lugar para
visicionarios tarados, psicópatas, lúcidos delincuentes y otro
individuos sin escrúpulos. En Internet vislumbran la más
moderna herramienta para llevar a cabo sus fechorÃas.
"Internet es una infraestructura de comunicación igual que el
teléfono. Es muy difÃcil poder controlar con qué fines la
utiliza cada individuo. Internet puede ser un vehÃculo de
conspiración, pero en sà no es un medio conspirativo", detalla
Juan José Pascual, director comercial de Goya Servicios
Telemáticos, empresa española que ofrece conexión a Internet
desde 1992.
El atentado de Oklahoma que costó la vida a más de 160
personas el pasado 19 de abril ha alertado a la unidades
policiales de delitos informáticos las autopistas de la
comunicación no escapan a los delincuentes. La policÃa
estadounidense sospecha que el detenido Tim McVeigh, uno de
los supuestos autores de la masacre de Oklahoma, fue el autor
de un mensaje en Internet en el que se autocalificaba como
"enloquecido colocador de bombas". En Internet también se
encontró un documento en el que se explicaba cómo fabricar
bombas con fertilizantes quÃmicos y gasoil, el mismo método
utilizado en Oklahoma. Y el mismo dÃa 19 de abril habÃa sido
elegido por las milicias ultraderechistas de Estados Unidos
como DÃa de la Milicia. Con una proclama electrónica azuzaban
a sus miembros a organizar todo tipo de actos "especialmente
en ciudades donde haya organismos gubernamentales".
Cada vez son más los expertos criminalistas que previenen
sobre el uso delictivo de Internet. "Pronto habrá que entregar
a cada policÃa una insignia, un arma y, además, un ordenador
portátil", apunta Charles Rinkevich, director de una escuela
federal de PolicÃa de Brunswick, Georgia. "La criminalidad
ligada a la tecnologÃa avanzada va a conocer un desarrollo
considerable. Llegará un momento en que no sabremos lo que
está sucediendo y los criminales nos aventajaran, advierte
William Tafoya, del FBI.
Asesinar a través de un ordenador conectado a Internet todavÃa
pertenece a la ciencia-ficción. Pero puede servir como
herramienta. La PolicÃa de Pennsylvania, EEUU, descubrió
recientemente que en un caso de secuestro y asesinato, el
ahora acusado como autor, habÃa conectado con su vÃctima a
través del ciberespacio. El propio presidente norteamericano,
Bill Clinton, ha recibido en su buzón de correo electrónico
mensajes anónimos que lo amenazan de muerte.
Hasta el momento no existen evidencias de que el universo
Internet sea lugar de reunión de capos de la droga,
traficantes de armas y otras mafias del crimen. Pero la oferta
de documentos referentes a drogas y armas no es nada
desdeñable. Grupos ultraderechistas y de extrema izquierda se
explayan sobre armas comerciales y caseras: cómo usarlas, como
construirlas, la munición más mortÃfera... Son auténticos
tratados cientÃficos, muchos de ellos extraÃdos de libros y
revistas disponibles en bibliotecas y librerÃas. Lo que más
preocupa a las autoridades policiales es que esta información
vÃa Internet es accesible para cualquiera: no se necesita ser
un experto ni una rata de biblioteca para hallar esta
información sensible. Además muchos de estos documentos están
trufados con comentarios de ideologÃas extremistas.
- Hay grupos de noticias en la red dedicados exclusivamente a
drogas. La mayorÃa de los textos no son de contenido
incitatorio; hay mensajes de prevención por parte de los
padres. También se avisa sobre efectos secundarios de algunas
drogas -explica JoaquÃn Castillejo, estudiante de informática
y experto navegante de Internet desde hace casi cuatro anos.
Pero junto a documentos inocuos se alecciona sobre como
fabricar drogas sintéticas.
El sexo es otra de las ofertas más polémicas a las que tiene
acceso el cibernauta. La variedad es interminable: chicas en
actividades lésbicas, chicas blancas, negras asiáticas, chica
con chico, chica con chicos, chicas con chico, chica delgada,
chica de pechos inconmensurables, chica sadomasoquista, chica
que lo parece pero que no lo es, chica que no ha dejado de ser
niña...
La pornografÃa infantil se persigue con ahÃnco por las
policÃas. Igual que ante los colegios esperan individuos en
gabardina con los bolsillos repletos de caramelos, en Internet
también están presentes los pedófilos. Uno de los casos se dio
en el estado norteamericano de Kentucky, donde un inspector de
la PolicÃa desmanteló una red de pornografÃa infantil. Según
reveló la revista US News & World Report, una fuente suiza del
agente filtró la existencia de un servidor de pornografÃa
infantil en la ciudad británica de Birmingham. Tras una
investigación de tres meses, durante los que recabó 400
imágenes y 60 ficheros porno, el policÃa estadounidense
consiguió que las fuerzas de seguridad británica detuvieran a
los delincuentes.
Los pedófilos no sólo se contentan con ver: algunos han
utilizado Internet como gancho perverso para contactar con
menores y conseguir con argucias una cita. Estas perversiones
no siempre son explÃcitas, según advierte Miguel Angel
Gallardo, presidente de la Asociación para la Prevención y
Estudio de Delitos, Abusos y Negligencias en Informática y
Comunicaciones Avanzadas, Apedanica:
- Dentro de los archivos dedicados a adopción de niños es muy
posible que haya alguien interesado en la pornografÃa infantil
y hasta el trafÃco de menores.
Penthouse y Playboy, revistas eróticas lÃderes en el mundo, no
se han resistido a la atracción de Internet. Publicaciones,
vÃdeos y otros productos de carácter sexual son su oferta.
Pero estas revistas son casi tebeos pacatos en comparación con
otros servicios y mensajes sexuales en Internet. Un usuario
describe sus experiencias en un burdel, con detalladas
referencias a las chicas, el precio de las copas y de los
servicios carnales. Otro intenta contactar con mujeres
sadomasoquistas a las que les guste vestir ropa de colegialas.
Y otro ofrece un estudio crÃtico y comparativo de los
lupanares en Tijuana, México.
En EEUU las primeras voces censoras contra Internet se han
levantado contra estos servicios. Gran Bretaña, donde la
pornografÃa es ilegal, no sabe cómo poner freno a este sexo
sin fronteras.
Una de las áreas oscuras de Internet que está experimentando
un mayor auge son las agrupaciones extremistas y racistas. Sus
soflamas de odio viajan de un ordenador a otro. Stormfront y
Voice of Freedom son dos de los servicios más radicales. Desde
ellos se proclama la creación de un estado sólo para blancos.
Conocidos historiadores revisionistas niegan la existencia del
holocausto judÃo cometido por los nazis. Nacionalistas
estadounidenses, skinheads fascistas británicos, neonazis
alemanes y segregacionistas sudafricanos se mantienen en
estrecho contacto por Internet. Asà lo atestigua Ingo
Hasselbach, un antiguo lÃder neonazi alemán: "Casi todo
nuestro material de propaganda provenÃa de grupos extremistas
de Nebraska y California".
Ernst Zündel, un famoso lÃder neonazi alemán que vive en
Canadá, no esconde sus intenciones ni sus medios: "Vamos a
desmantelar el poder judÃo que tiene oprimido al mundo.
Cambiaremos la historia del planeta. Y si es necesario lo
haremos a través de Internet". Don Black, director de
Stormfront declara:
- Un tercio de los hogares norteamericanos tiene ordenador.
Con el crecimiento increÃble de Internet, decenas de millones
pueden acceder a nuestros mensajes.
En un futuro próximo se pueden abrir nuevos horizontes para el
delito en Internet. Según explica Simon Birrel, un experto en
realidad virtual británico afincado en España, "en Holanda se
ha patentado hace poco una forma de dinero digital, que
funcionarÃa como moneda en metálico. La novedad es que es un
dinero sin huellas. Este sistema aporta una manera inmejorable
para blanquear dinero". Traficantes de armas y de drogas
serÃan los principales beneficiados de este invento.
Internet es una sociedad prácticamente incontrolable por las
ciberpolicÃas. El problema no es solo la cantidad creciente de
información. Se pueden falsificar firmas para esconder su
origen. Hay también 20 servicios en todo el mundo que
convierten los mensajes en anónimos totales. Estos traen de
cabeza a los ciberpolicÃas que temen las comunicaciones
anónimas casi tanto como la criptologÃa.
Los mensajes cifrados están en el punto de mira de los
gobiernos. La perfección de algunos códigos de encriptación
son tan poderosos que ni el propio FBI es capaz de romper sus
secretos. El temor a que terroristas y naciones enemigas
puedan comunicarse con absoluto sigilo vÃa Internet pone los
pelos de punta al Gobierno de EEUU.
Mientras tanto los usuarios de Internet ven con preocupación
los intentos gubernamentales por recortar la libertad de
actuación en esta democracia anárquica. La propia sociedad
Internet tiene armas de defensa y asà lo ha demostrado en más
de una ocasión. Algunos avispados que han enviado mensajes
comerciales en masa han recibido una respuesta contundente: la
inundación de sus archivos con miles de mensajes de protesta
que saturan la memoria del ordenador.
¿Bastarán los ciberpolicÃas para borrar de Internet la
delincuencia? ¿O se buscarán en un futuro próximo sistemas de
censura? Según Simon Birrell, el problema fundamental con el
que se encuentran los paÃses es que no pueden prohibir
Internet. "Desenganchar un paÃs de Internet es privarlo de un
sistema que va a ser crucial para la economÃa del futuro".
PELIGROSAS AVENTURAS Y DESVENTURAS EN INTERNET
No todo en internet es edificante, ni es verosÃmil que sus
usuarios tengan que ser mejores personas que las que cabe
encontrar en cualquier otro lugar. Desde la falta de
educación, la torpeza y la inoportunidad, hasta faltas y
delitos perfectamente tipificados por los códigos penales, no
es difÃcil encontrarse con experiencias indeseables que pueden
llegar a amargar al más entusiasta aficionado a las
comunicaciones telemáticas y, al mismo tiempo, atraer a más y
más fanáticos o degenerados. Por este motivo, conviene hacer
algunas sugerencias para evitar que los usuarios bien
intencionados sean fácilmente engañados por otros con menos
escrúpulos.
PRECAUCIONES CONTRA EL ABUSO ANONIMO
Resulta evidente para cualquier usuario de Internet que todo
el que conozca su palabra clave (password) y su procedimiento
de acceso, independientemente de que sea amigo o enemigo,
puede hacerse pasar por su titular, con la mayor impunidad. El
uso de nombre supuesto es, sin duda, el primero y más
importante de los delitos con los que tendremos que
enfrentarnos en Internet.
Debemos cuidar nuestra palabra clave, renovándola
periódicamente con otras no adivinables, y no dejársela a
nadie bajo ningún concepto. Si lo hacemos, debemos ser
conscientes de que a nuestro amigo, o enemigo, le hemos
firmado en blanco todo lo que él quiera atribuirnos. También
debemos ser prudentes a la hora de relacionarnos. Muchas
conversaciones comprometidas tienen lugar entre completos
desconocidos que sólo coinciden en Internet. Igual que no es
normal que se cuenten intimidades a quien, por azar, llama a
nuestro teléfono, tampoco debemos cruzar mensajes sensibles
con alguien de quien sólo conozcamos su dirección electrónica.
¿DONDE ACUDIR EN CASO DE PROBLEMAS?
Existen grupos de noticias (news) muy útiles para la discusión
telemática de la seguridad informática en Internet. Usuarios
de todo el mundo participan en ellos con mensajes y ofreciendo
su dirección de correo electrónico para relaciones
posteriores. Otros se suscriben para recibir los mensajes y
las Frequently Asked Questions (FAQs), es decir, las preguntas
más frecuentes sobre estos temas.
Entre los foros de carácter general destaca el comp.risks, que
sigue cualquier riesgo o incidente que tenga una explicación
tecnológica, convirtiéndose en una enciclopedia viva de las
más importantes incidencias. Está moderado por la Association
for Computer Machinerv y edita una revista: Software
Engineering Notes.
La experiencia demuestra que la instalación de mecanismos de
seguridad tiende a convertir en auténticos paranoicos a los
usuarios informáticos más comunes que tienen que habituarse,
desde el primer brote de paranoia delirante, a custodiar
passwords con el máximo celo. La psicologÃa informática
deberÃa considerar los paranógenos, los inductores de
paranoias clÃnicas, que son los temas de la seguridad, para
establecer medidas razonables adaptadas al usuario, y no que
éstos tengan que ser vÃctimas de insoportables medidas
cautelares o de inacabable suspicacias.
ORGANIZACIONES DE ALTO RIESGO
Es un hecho que las armas, al igual que el resto de las
tecnologÃas para el asalto y la guerra, las drogas y sus
métodos de sÃntesis, la pornografÃa, incluso la infantil, y
todo tipo de prácticas sexuales, esoterismos, creencias,
sectas, religiones y corrientes polÃticas extremas, son
debatidas apasionadamente en Internet. No es prudente
relacionarse con desconocidos. En caso de dudas sobre la
legalidad de un texto, por su conspiración o apologÃa de
delitos, se recomienda pedir consejo, referencias y testigos
expertos en la materia.
WANTED 20.000 DOLARES CONECTADOS O DESCONECTADOS
En el salvaje oeste de internet, los cazarrecompensas también
tienen su lugar. Desde el pasado invierno los carteles de
wanted (se busca) están clavados en todos los postes del
ciberespacio: 20.000 dólares, unos 2,5 millones de pesetas,
recibirá el que sea capaz de atrapar al atracador que robó, a
punta de software y para exponerlo al publico de Internet, el
último programa de tratamiento de textos de James Lennane,
ejecutivo de la compañÃa DeScrebe Inc.
En cambio, la colosal Microsoft es mucho más tacaña: sólo
pagará 10.000 dólares (1,2 millones de pesetas) al que
descubra al desaprensivo que logro hacerse con una copia del
esperadÃsimo programa Windows95 y la difundió por Internet
antes de salir al mercado legal.
Las recompensas son necesarias en este cibermundo de los sin
ley, porque la difusión pública gratuita de algo con copyright
no es delito en ningún código penal. Asà fue que el célebre
forajido David LaMacchia, ingeniero culpable de distribuir por
Internet programas de software por valor de muchos millones de
dólares, salió libre y sin cargos del tribunal federal de
Massachussetts. Eso a pesar de que el Gobierno empleó a sus
mejores fiscales para que fuera condenado.
LaMacchia, igual que los fugitivos del ciberespacio que tienen
puesto precio a su cabeza, no se benefició económicamente de
su anárquico robo, por lo que es imposible castigarlo
legalmente de forma alguna. Los que ahora ofrecen recompensas
se niegan a decir por que métodos piensan vengarse si alguien
les entrega en una bolsa la dirección electrónica de los
facinerosos. (CAMBIO 16. N. 1226, PP.20-24)
una megalópolis que no duerme: donde la noche se confunde con
el dÃa y los barrios residenciales de los más ricos dan puerta
con puerta con los barrios chinos más crudos. Como en el resto
del mundo, entre los cerca 30 millones de usuarios mundiales
de esta superautopista cibernética, impera la normalidad. Hay
sesudos profesores que la utilizan para difundir sus
conocimientos entre la comunidad universitaria y cientÃfica.
Amigos y familiares distantes se comunican por correo
electrónico por mucho menos dinero de lo que costarÃa una
conferencia telefónica; los adolescentes se intercambian
juegos de ordenador; los aficionados al arte acuden a los
fondos de los museos más importantes del mundo; las amas de
casa se inspiran en nuevas recetas de cocina; el enamorado de
los bonsais puede asociarse con otros forofos de estos
miniárboles para intercambiar técnicas de poda o abono. Todo
lo imaginable cabe en los textos, imágenes y sonidos que
ofrece Internet. Llega desde todo el mundo a cualquier hora.
Pero en este microuniverso también hay lugar para
visicionarios tarados, psicópatas, lúcidos delincuentes y otro
individuos sin escrúpulos. En Internet vislumbran la más
moderna herramienta para llevar a cabo sus fechorÃas.
"Internet es una infraestructura de comunicación igual que el
teléfono. Es muy difÃcil poder controlar con qué fines la
utiliza cada individuo. Internet puede ser un vehÃculo de
conspiración, pero en sà no es un medio conspirativo", detalla
Juan José Pascual, director comercial de Goya Servicios
Telemáticos, empresa española que ofrece conexión a Internet
desde 1992.
El atentado de Oklahoma que costó la vida a más de 160
personas el pasado 19 de abril ha alertado a la unidades
policiales de delitos informáticos las autopistas de la
comunicación no escapan a los delincuentes. La policÃa
estadounidense sospecha que el detenido Tim McVeigh, uno de
los supuestos autores de la masacre de Oklahoma, fue el autor
de un mensaje en Internet en el que se autocalificaba como
"enloquecido colocador de bombas". En Internet también se
encontró un documento en el que se explicaba cómo fabricar
bombas con fertilizantes quÃmicos y gasoil, el mismo método
utilizado en Oklahoma. Y el mismo dÃa 19 de abril habÃa sido
elegido por las milicias ultraderechistas de Estados Unidos
como DÃa de la Milicia. Con una proclama electrónica azuzaban
a sus miembros a organizar todo tipo de actos "especialmente
en ciudades donde haya organismos gubernamentales".
Cada vez son más los expertos criminalistas que previenen
sobre el uso delictivo de Internet. "Pronto habrá que entregar
a cada policÃa una insignia, un arma y, además, un ordenador
portátil", apunta Charles Rinkevich, director de una escuela
federal de PolicÃa de Brunswick, Georgia. "La criminalidad
ligada a la tecnologÃa avanzada va a conocer un desarrollo
considerable. Llegará un momento en que no sabremos lo que
está sucediendo y los criminales nos aventajaran, advierte
William Tafoya, del FBI.
Asesinar a través de un ordenador conectado a Internet todavÃa
pertenece a la ciencia-ficción. Pero puede servir como
herramienta. La PolicÃa de Pennsylvania, EEUU, descubrió
recientemente que en un caso de secuestro y asesinato, el
ahora acusado como autor, habÃa conectado con su vÃctima a
través del ciberespacio. El propio presidente norteamericano,
Bill Clinton, ha recibido en su buzón de correo electrónico
mensajes anónimos que lo amenazan de muerte.
Hasta el momento no existen evidencias de que el universo
Internet sea lugar de reunión de capos de la droga,
traficantes de armas y otras mafias del crimen. Pero la oferta
de documentos referentes a drogas y armas no es nada
desdeñable. Grupos ultraderechistas y de extrema izquierda se
explayan sobre armas comerciales y caseras: cómo usarlas, como
construirlas, la munición más mortÃfera... Son auténticos
tratados cientÃficos, muchos de ellos extraÃdos de libros y
revistas disponibles en bibliotecas y librerÃas. Lo que más
preocupa a las autoridades policiales es que esta información
vÃa Internet es accesible para cualquiera: no se necesita ser
un experto ni una rata de biblioteca para hallar esta
información sensible. Además muchos de estos documentos están
trufados con comentarios de ideologÃas extremistas.
- Hay grupos de noticias en la red dedicados exclusivamente a
drogas. La mayorÃa de los textos no son de contenido
incitatorio; hay mensajes de prevención por parte de los
padres. También se avisa sobre efectos secundarios de algunas
drogas -explica JoaquÃn Castillejo, estudiante de informática
y experto navegante de Internet desde hace casi cuatro anos.
Pero junto a documentos inocuos se alecciona sobre como
fabricar drogas sintéticas.
El sexo es otra de las ofertas más polémicas a las que tiene
acceso el cibernauta. La variedad es interminable: chicas en
actividades lésbicas, chicas blancas, negras asiáticas, chica
con chico, chica con chicos, chicas con chico, chica delgada,
chica de pechos inconmensurables, chica sadomasoquista, chica
que lo parece pero que no lo es, chica que no ha dejado de ser
niña...
La pornografÃa infantil se persigue con ahÃnco por las
policÃas. Igual que ante los colegios esperan individuos en
gabardina con los bolsillos repletos de caramelos, en Internet
también están presentes los pedófilos. Uno de los casos se dio
en el estado norteamericano de Kentucky, donde un inspector de
la PolicÃa desmanteló una red de pornografÃa infantil. Según
reveló la revista US News & World Report, una fuente suiza del
agente filtró la existencia de un servidor de pornografÃa
infantil en la ciudad británica de Birmingham. Tras una
investigación de tres meses, durante los que recabó 400
imágenes y 60 ficheros porno, el policÃa estadounidense
consiguió que las fuerzas de seguridad británica detuvieran a
los delincuentes.
Los pedófilos no sólo se contentan con ver: algunos han
utilizado Internet como gancho perverso para contactar con
menores y conseguir con argucias una cita. Estas perversiones
no siempre son explÃcitas, según advierte Miguel Angel
Gallardo, presidente de la Asociación para la Prevención y
Estudio de Delitos, Abusos y Negligencias en Informática y
Comunicaciones Avanzadas, Apedanica:
- Dentro de los archivos dedicados a adopción de niños es muy
posible que haya alguien interesado en la pornografÃa infantil
y hasta el trafÃco de menores.
Penthouse y Playboy, revistas eróticas lÃderes en el mundo, no
se han resistido a la atracción de Internet. Publicaciones,
vÃdeos y otros productos de carácter sexual son su oferta.
Pero estas revistas son casi tebeos pacatos en comparación con
otros servicios y mensajes sexuales en Internet. Un usuario
describe sus experiencias en un burdel, con detalladas
referencias a las chicas, el precio de las copas y de los
servicios carnales. Otro intenta contactar con mujeres
sadomasoquistas a las que les guste vestir ropa de colegialas.
Y otro ofrece un estudio crÃtico y comparativo de los
lupanares en Tijuana, México.
En EEUU las primeras voces censoras contra Internet se han
levantado contra estos servicios. Gran Bretaña, donde la
pornografÃa es ilegal, no sabe cómo poner freno a este sexo
sin fronteras.
Una de las áreas oscuras de Internet que está experimentando
un mayor auge son las agrupaciones extremistas y racistas. Sus
soflamas de odio viajan de un ordenador a otro. Stormfront y
Voice of Freedom son dos de los servicios más radicales. Desde
ellos se proclama la creación de un estado sólo para blancos.
Conocidos historiadores revisionistas niegan la existencia del
holocausto judÃo cometido por los nazis. Nacionalistas
estadounidenses, skinheads fascistas británicos, neonazis
alemanes y segregacionistas sudafricanos se mantienen en
estrecho contacto por Internet. Asà lo atestigua Ingo
Hasselbach, un antiguo lÃder neonazi alemán: "Casi todo
nuestro material de propaganda provenÃa de grupos extremistas
de Nebraska y California".
Ernst Zündel, un famoso lÃder neonazi alemán que vive en
Canadá, no esconde sus intenciones ni sus medios: "Vamos a
desmantelar el poder judÃo que tiene oprimido al mundo.
Cambiaremos la historia del planeta. Y si es necesario lo
haremos a través de Internet". Don Black, director de
Stormfront declara:
- Un tercio de los hogares norteamericanos tiene ordenador.
Con el crecimiento increÃble de Internet, decenas de millones
pueden acceder a nuestros mensajes.
En un futuro próximo se pueden abrir nuevos horizontes para el
delito en Internet. Según explica Simon Birrel, un experto en
realidad virtual británico afincado en España, "en Holanda se
ha patentado hace poco una forma de dinero digital, que
funcionarÃa como moneda en metálico. La novedad es que es un
dinero sin huellas. Este sistema aporta una manera inmejorable
para blanquear dinero". Traficantes de armas y de drogas
serÃan los principales beneficiados de este invento.
Internet es una sociedad prácticamente incontrolable por las
ciberpolicÃas. El problema no es solo la cantidad creciente de
información. Se pueden falsificar firmas para esconder su
origen. Hay también 20 servicios en todo el mundo que
convierten los mensajes en anónimos totales. Estos traen de
cabeza a los ciberpolicÃas que temen las comunicaciones
anónimas casi tanto como la criptologÃa.
Los mensajes cifrados están en el punto de mira de los
gobiernos. La perfección de algunos códigos de encriptación
son tan poderosos que ni el propio FBI es capaz de romper sus
secretos. El temor a que terroristas y naciones enemigas
puedan comunicarse con absoluto sigilo vÃa Internet pone los
pelos de punta al Gobierno de EEUU.
Mientras tanto los usuarios de Internet ven con preocupación
los intentos gubernamentales por recortar la libertad de
actuación en esta democracia anárquica. La propia sociedad
Internet tiene armas de defensa y asà lo ha demostrado en más
de una ocasión. Algunos avispados que han enviado mensajes
comerciales en masa han recibido una respuesta contundente: la
inundación de sus archivos con miles de mensajes de protesta
que saturan la memoria del ordenador.
¿Bastarán los ciberpolicÃas para borrar de Internet la
delincuencia? ¿O se buscarán en un futuro próximo sistemas de
censura? Según Simon Birrell, el problema fundamental con el
que se encuentran los paÃses es que no pueden prohibir
Internet. "Desenganchar un paÃs de Internet es privarlo de un
sistema que va a ser crucial para la economÃa del futuro".
PELIGROSAS AVENTURAS Y DESVENTURAS EN INTERNET
No todo en internet es edificante, ni es verosÃmil que sus
usuarios tengan que ser mejores personas que las que cabe
encontrar en cualquier otro lugar. Desde la falta de
educación, la torpeza y la inoportunidad, hasta faltas y
delitos perfectamente tipificados por los códigos penales, no
es difÃcil encontrarse con experiencias indeseables que pueden
llegar a amargar al más entusiasta aficionado a las
comunicaciones telemáticas y, al mismo tiempo, atraer a más y
más fanáticos o degenerados. Por este motivo, conviene hacer
algunas sugerencias para evitar que los usuarios bien
intencionados sean fácilmente engañados por otros con menos
escrúpulos.
PRECAUCIONES CONTRA EL ABUSO ANONIMO
Resulta evidente para cualquier usuario de Internet que todo
el que conozca su palabra clave (password) y su procedimiento
de acceso, independientemente de que sea amigo o enemigo,
puede hacerse pasar por su titular, con la mayor impunidad. El
uso de nombre supuesto es, sin duda, el primero y más
importante de los delitos con los que tendremos que
enfrentarnos en Internet.
Debemos cuidar nuestra palabra clave, renovándola
periódicamente con otras no adivinables, y no dejársela a
nadie bajo ningún concepto. Si lo hacemos, debemos ser
conscientes de que a nuestro amigo, o enemigo, le hemos
firmado en blanco todo lo que él quiera atribuirnos. También
debemos ser prudentes a la hora de relacionarnos. Muchas
conversaciones comprometidas tienen lugar entre completos
desconocidos que sólo coinciden en Internet. Igual que no es
normal que se cuenten intimidades a quien, por azar, llama a
nuestro teléfono, tampoco debemos cruzar mensajes sensibles
con alguien de quien sólo conozcamos su dirección electrónica.
¿DONDE ACUDIR EN CASO DE PROBLEMAS?
Existen grupos de noticias (news) muy útiles para la discusión
telemática de la seguridad informática en Internet. Usuarios
de todo el mundo participan en ellos con mensajes y ofreciendo
su dirección de correo electrónico para relaciones
posteriores. Otros se suscriben para recibir los mensajes y
las Frequently Asked Questions (FAQs), es decir, las preguntas
más frecuentes sobre estos temas.
Entre los foros de carácter general destaca el comp.risks, que
sigue cualquier riesgo o incidente que tenga una explicación
tecnológica, convirtiéndose en una enciclopedia viva de las
más importantes incidencias. Está moderado por la Association
for Computer Machinerv y edita una revista: Software
Engineering Notes.
La experiencia demuestra que la instalación de mecanismos de
seguridad tiende a convertir en auténticos paranoicos a los
usuarios informáticos más comunes que tienen que habituarse,
desde el primer brote de paranoia delirante, a custodiar
passwords con el máximo celo. La psicologÃa informática
deberÃa considerar los paranógenos, los inductores de
paranoias clÃnicas, que son los temas de la seguridad, para
establecer medidas razonables adaptadas al usuario, y no que
éstos tengan que ser vÃctimas de insoportables medidas
cautelares o de inacabable suspicacias.
ORGANIZACIONES DE ALTO RIESGO
Es un hecho que las armas, al igual que el resto de las
tecnologÃas para el asalto y la guerra, las drogas y sus
métodos de sÃntesis, la pornografÃa, incluso la infantil, y
todo tipo de prácticas sexuales, esoterismos, creencias,
sectas, religiones y corrientes polÃticas extremas, son
debatidas apasionadamente en Internet. No es prudente
relacionarse con desconocidos. En caso de dudas sobre la
legalidad de un texto, por su conspiración o apologÃa de
delitos, se recomienda pedir consejo, referencias y testigos
expertos en la materia.
WANTED 20.000 DOLARES CONECTADOS O DESCONECTADOS
En el salvaje oeste de internet, los cazarrecompensas también
tienen su lugar. Desde el pasado invierno los carteles de
wanted (se busca) están clavados en todos los postes del
ciberespacio: 20.000 dólares, unos 2,5 millones de pesetas,
recibirá el que sea capaz de atrapar al atracador que robó, a
punta de software y para exponerlo al publico de Internet, el
último programa de tratamiento de textos de James Lennane,
ejecutivo de la compañÃa DeScrebe Inc.
En cambio, la colosal Microsoft es mucho más tacaña: sólo
pagará 10.000 dólares (1,2 millones de pesetas) al que
descubra al desaprensivo que logro hacerse con una copia del
esperadÃsimo programa Windows95 y la difundió por Internet
antes de salir al mercado legal.
Las recompensas son necesarias en este cibermundo de los sin
ley, porque la difusión pública gratuita de algo con copyright
no es delito en ningún código penal. Asà fue que el célebre
forajido David LaMacchia, ingeniero culpable de distribuir por
Internet programas de software por valor de muchos millones de
dólares, salió libre y sin cargos del tribunal federal de
Massachussetts. Eso a pesar de que el Gobierno empleó a sus
mejores fiscales para que fuera condenado.
LaMacchia, igual que los fugitivos del ciberespacio que tienen
puesto precio a su cabeza, no se benefició económicamente de
su anárquico robo, por lo que es imposible castigarlo
legalmente de forma alguna. Los que ahora ofrecen recompensas
se niegan a decir por que métodos piensan vengarse si alguien
les entrega en una bolsa la dirección electrónica de los
facinerosos. (CAMBIO 16. N. 1226, PP.20-24)
Más en el