Quito. 01.01.91. El mejoramiento del sector externo de la
economía en 1990, positivos índices internos y el alza del
precio del petróleo desde agosto último a raíz de la crisis
del Golfo Pérsico, llevaron a las autoridades a augurar que
1991 será el año del "despegue" en Ecuador, mientras la
población se queja de la situación de crisis que ha debido
enfrentar.
Un balance oficial estimó que la aplicación de la política de
ajuste gradual de la economía, motivo de las protestas
ciudadanas, tuvo logros positivos este año, destacando a la
recuperación de la reserva monetaria internacional, que pasó
de 103 millones de dólares en enero a 467 millones el 30 de
noviembre.
La balanza comercial arrojó un superávit de 650,4 millones de
dólares en los diez primeros meses de 1990, en los que el
valor de las exportaciones sumaron 2.181,2 millones, contra
1.530,8 millones de las importaciones.
Las ventas petroleras, que aportan los mayores ingresos al
país, llegaron en igual período a 972,3 millones de dólares,
439,5 de ellos obtenidos desde el inicio de la crisis del
Golfo Pérsico, según la cifras oficiales del Banco Central.
La inflación oficial en el acumulado anual llegó en noviembre
último al 49,8 por ciento, porcentaje inferior en 10% al
registrado en el mismo período de 1989.
La pesada carga de la deuda externa
Pero si las cifras del Banco Central muestran mejoría,
persiste aún el problema de la deuda externa, la carga más
pesada que debe encarar el país.
Su valor supera los 11.200 millones de dólares, de los cuales
6.483 millones corresponden a deudas a la banca comercial, con
la que se están refinanciando 5.700 millones, que incluyen
1.200 de intereses atrasados, de los que país paga solo el 30
por ciento anual.
Ecuador tiene al día sus pagos a los organismos
multilaterales, a los que debe 2.451 millones, y a los
gobiernos y proveedores, a los que adeuda 2.246.
PIB habría crecido a 0,2 por ciento
Estimaciones oficiales esperan que el crecimiento del Producto
Interno Bruto (PIB) será de sólo 0,2 por ciento este año, pero
organismos privados internacionales y nacionales creen que
puede llegar al 1,3 por ciento, mientras la población crece
en 2,8 por ciento.
La agricultura alcanzaría el mayor crecimiento según esos
organismos, que destacan el que registrará la exportación de
bananos, un 8,5 por ciento.
El valor de esas colocaciones llegó a 391 millones de dólares
en los primeros diez meses del año, ubicándolas en segundo
término tras el petróleo, y se estima que su volumen superará
las dos millones de toneladas, un récord para este país
sudamericano, el mayor productor y exportador mundial de la
fruta.
Ecuador estimó en 16,25 dólares promedio el precio del barril
de crudo para confeccionar su presupuesto de 1990, pero la
caída del mismo a niveles de hasta 10 dólares, llevó al
gobierno a reducir los gastos en un 5 por ciento el pasado 2
de agosto, el mismo día de la invasión de Kuwait por Irak, que
produjo una escalada hasta 30 dólares en la cotización.
340 millones de dólares en créditos
La economía se beneficiará además con 340 millones de dólares
de créditos que, a solicitud del Pacto Andino, otorgarán a
Ecuador el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco
Mundial y la Corporación Andina de Fomento.
Esos fondos se destinarán a la modernización y ampliación de
la industria del país, que en seis meses debe responder a la
decisión tomada por sus socios andinos en noviembre último en
la La Paz, que acordaron llegar a 1992 con sus aranceles
liberados, con miras a la formación de un mercado común.
Los presidentes de Bolivia, Colombia, Perú y Venezuela
acordaron en esa oportunidad adelantar una programada
desgravación arancelaria y Ecuador, que obtuvo un plazo de
seis meses para incorporarse al mecanismo, reducirá en enero
sus aranceles a menos del 40 por ciento, luego de haberlos
bajado al 60 por ciento en 1990.
El gobierno y la empresa privada iniciaron reuniones y
estudios para acordar fórmulas que permitan al sector
productivo competir con sus socios andinos y se espera
asimismo llegar a consensos con los sindicatos para
flexibilizar leyes laborales que desestimulan las inversiones.
La política económica es criticada por los sindicatos, que
exigen un alza del salario mínimo vital, ya elevado este año
desde 29.000 sucres mensuales (32,5 dólares) a 35.000 sucres
(41.2 dólares). El gobierno aumentó también desde 10.000 a
50.000 sucres la décima cuarta de las 15 remuneraciones
anuales que reciben los trabajadores. (AFP) (A-2).
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