Quito. 18.09.93. La juventud de ahora tuvo la suerte (o la
desgracia) de vivir a finales de un siglo donde la tecnología ha
avanzado tanto que quizás no se alcance a comprender sus reales
dimensiones.

Después de la invención de la televisión lo que más nos ha
sorprendido son las computadoras. Esas que primeros las miramos
en los filmes de ciencia ficción y después las encontramos con
mayor frecuencia a nuestro paso.

Las computadoras, esa suerte de máquinas que varias veces se
comieron nuestros textos sin razón aparente o nos salvaron al
poder llevar nuestros materiales en un pequeño disquete.
Mucho se ha dicho de las computadoras, sobre su enmarañada forma
de funcionar. Pocos saben cuales son sus procedimientos.

Recientemente se realizó un encuentro para, con el bisturí del
análisis, tratar de comprender más a las computadoras. Para
plantearse interrogantes sobre si serán nuestras enemigas del
futuro, si se comerán a los indefensos seres humanos. A
continuación una nota del encuentro.

Sin sentido común

Los científicos dicen que las computadoras ya tienen inteligencia
artificial. El problema es que adolecen de una seria falencia
-les falta sentido común, con lo que se parecen aún más a muchos
seres humanos.

Delegados a una conferencia mundial sobre inteligencia artificial
realizada en Australia escucharon informes que anticipan que, una
vez dotadas del precioso don de la sensatez, las computadoras
podrán dirigir ellas solas fábricas enteras o efectuar labores
más prosaicas, como limpiar las casas.

Usted y yo sabemos que se puede estirar una cuerda pero no se la
puede empujar, destacó el doctor Martin Minsky en una entrevista.

Cualquier niño sabe por qué pero no creo que haya una computadora
en el mundo que tenga un archivo sobre esto. Algo que todo el
mundo sabe no puede ser descripto en ninguna parte. Es necesario
describir cada cosa en detalle para que la computadora lo
entienda y proceda en consecuencia. Pero esto es algo que no
puede ser descripto. Aquí es donde se nota la falta de sentido
común de las computadoras, indicó.

Minsky, jefe de los laboratorios de inteligencia artificial del
Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) es considerado como
uno de los padres de la tecnología de pensamiento computerizado y
de la robótica.

Esperar un poco

Manifestó que la falta de sentido común en las computadoras,
incluso las más avanzadas, es un factor que los que están
trabajando en el desarrollo de inteligencia artificial -gente que
trata de hacer que las computadoras piensen por sí solas- creen
podrá ser superado en los próximos cinco años.

Con una base de conocimiento asentado en el sentido común una
máquina podría comenzar a resolver problemas de todos los días.
Si se puede conseguir que una máquina sea casi tan buena como una
persona, después será fácil hacerla mejor que una persona, señaló
Minsky.

El problema es cómo llevar una máquina al nivel de razonamiento
de un niño de cinco años. Si logramos esa meta creo que después
no habrá límites a lo que se pueda hacer, subrayó.

Algunas empresas ya están aplicando inteligencia artificial a las
operaciones fabriles y a otras actividades de control.

Hay ascensores que detectan qué pisos son los más usados a
determinada hora del día y luego se ubican en esos pisos cuando
no están siendo llamados o dar a esos pisos preferencia en horas
de mayor congestión.

Grandes inversiones

Y hay computadoras con el conocimiento especializado de
ingenieros químicos que contínuamente vigilan la producción de
fébricas, diagnosticando problemas de todos los días y planteando
soluciones.

Se está invirtiendo mucho dinero en este terreno. Entre los más
activos protagonistas están International Business Machines Corp.
(IBM) y Sun Microsystems Ltd. de Estados Unidos, Fujitsu Ltd. e
Hitachi Ltd. de Japón, y Broken Hill Pty. Co. Ltd. de Australia.

A pesar del mesurado optimismo de Misnky, persisten problemas
para los expertos mundiales en inteligencia artificial.

Delegados a la Conferencia Conjunta Internacional sobre
Inteligencia Artificial detallaron estudios sobre los tres
obstáculos remanentes -cómo hacer que las computadoras aprendan
de la experiencia, apliquen su conocimiento a situaciones nuevas
y sean capaces de ver y reconocer el mundo que las rodea.

Investigadores que participaron en la conferencia, que congregó a
1.500 expertos de 31 países en Sidney en los últimos días de
agosto, manifestaron que están ahora más cerca que nunca de
resolver esos problemas.

Todo ha quedado atrás

Han quedado atrás los días en que se creía que se necesitaban
computadoras más grandes y mejores para desarrollar computadoras
inteligentes.

La técnica así llamada de la fuerza bruta ha dado paso ahora a la
tarea de descomponer los procesos de pensamiento en tareas
separadas, lo que implica un gran trabajo de programación y de
lógica.

Los estudios tendientes a dotar a las computadoras de
inteligencia artificial han arrojado nueva luz sobre el proceso
de pensamiento humano y hacen creer que pensar representa sólo el
10 por ciento de la actividad intelectual. El resto se basa en
hechos aprendidos y experiencias pasadas, encargándose el
pensamiento de vincular esos dos factores y aplicarlos a
situaciones nuevas.

Seres autónomos

Ya existen alrededor de 500.000 robots que trabajan en la
industria en todo el mundo. La inteligencia les permitirá ser una
especie de ser autónomos, y evidentemente peligrosos si no
existen los controles adecuados. Pero siempre habrá que
expresar. (2C)
EXPLORED
en Ciudad N/D

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