VIVIENDA EN TULCAN
TULCAN. 07.07.91. En Tulcán hay 3 conjuntos habitacionales y
otro por culminar. Los 4, que tienen un total de 565 casas,
pertenecen a la cooperativa de vivienda "4 de octubre".
Las unidades habitacionales, a simple vista, se presentan como
otras tantas que existen en el paÃs, o quizá mejor. Pero este
tipo de construcción tiene algo que las diferencia del resto.
El detalle radica en que cada una de las casas ha sido
construida por autogestión, mediante mingas populares con los
socios de la cooperativa, hecho que las ha convertido en las
viviendas más baratas de la provincia y quizá del paÃs.
Todo empezó en 1972, cuando el padre Carlos de la Vega, previa
a la experiencia de la construcción de la "ciudadela del
betunero" cuyas casas, hace 20 años, tuvieron un costo de
11.000 sucres, decidió reunir a quienes no poseÃan vivienda
propia para emprender, mediante la tradicional minga, la
construcción de sus casas.
La cooperativa se inició con 160 socios, hoy, el cuarto
proyecto cuenta con 250. Los tres primeros conjuntos, (las
casas del primero tuvieron un costo de 40 mil sucres cada
una), fueron cristalizados bajo la supervisión y trabajo del
"padre Carlos", como lo conocen los habitantes de esta norteña
ciudad.
Para el cuarto conjunto, la muerte le tomó la delantera antes
de ver culminada la obra. Pero la posta fue tomada por uno de
sus pupilos más fieles y desinteresados, Remigio Cano, un
conocido comerciante de 46 años, considerado como uno de los
"buenos" lÃderes comunitarios que ha dado la provincia del
Carchi. "Es por la confianza que desde el inicio me dio el
padre Carlos, que he venido trabajando desde hace mas de 18
años, en calidad de gerente de la cooperativa", manifiesta.
Trabajo en conjunto
Los viernes de cada semana todos los socios se reúnen para
planificar el trabajo que realizarán el sábado. Las tareas que
se asignan a cada uno dependen de las necesidades del momento.
algunos transportarán la piedra desde las minas, otros la
madera, la carga y descarga de los ladrillos desde los hornos
respectivos, apertura de zanjas, nivelacion de terreno,
colocación de los materiales en el sitio mismo donde se
levantan las viviendas, en fin, "porque en la minga todos
trabajan, hombres, mujeres y niños", dice Remigio, y agrega
que quien no pudo cumplir la tarea en el tiempo previsto, lo
terminará en algún rato libre, con la ayuda de familiares y
amigos.
Materiales propios
Pero los socios no se han conformado con construir sus propias
viviendas. Para abaratar los costos de los materiales en el
cuarto proyecto, que consta de 250 casas, se han construido
dos fábricas de ladrillo, se ha comprado un bosque, han
construido un aserradero artesanal y se aprovechan elementos
propios de la zona: ladrillo, madera, piedra y teja. Para las
gestiones burocráticas se dividen en grupos, unos consiguen la
luz, otros el alcantarillado, el agua, etc.. "Si todos
acudimos, las autoridades no tienen más remedio que aceptar
nuestras peticiones", dice Remigio.
Financiamiento
Al momento, el Banco Ecuatoriano de la Vivienda -BEV- ha
otorgado a la cooperativa un préstamo por 262 millones 500 mil
sucres, que ha permitido la adquisición de materiales como
hierro o cemento. "Lo bueno es que aquà no hay directivos o
jefes, y como ésta es una obra de todo el grupo, el dinero es
administrado por la misma cooperativa", enfatiza Remigio
Cano.
Pero si bien el trabajo de los socios es loable, no es menor
la ayuda prestada por el Concejo Municipal, Consejo Provincial
y personas particulares, sea con maquinarias o equipo
caminero. Pronto, las espaciosas casas serán sorteadas entre
todos los socios, que pagarán, en un tiempo prudencial, un
millón 250 mil sucres por su vivienda.
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Ciudad N/D
Publicado el 07/Julio/1991 | 00:00