Quito. 07.02.93. Cualquier ecuatoriano que visite Manabí en estos
momentos, se llevará una sorpresa. ­Cómo esta olvidada la
provincia!.

Manabí es una provincia extensa, con 1,2 millones de habitantes
repartidos en una buena parte en la zona rural dedicados a las
labores agrícolas, con 16 cantones, 800 kilómetros de extensión
vial, productora de arroz, maíz, hortalizas, banano, algodón,
etc., así como rica en producción pesquera.

Los lectores dirían que los manabitas no nos podemos quejar ya
que tenemos "un presidente manabita", quien al menos está
atendiendo a la provincia en sus necesidades, que incluso cada
vez que tiene un tiempo, se dirige a uno de sus cantones, el
balneario de Bahía de Caráquez, llamados por muchos, como "la
meca del nuevo rumbo".

También han de decir que en los últimos gobiernos, siempre hemos
tenido ministros de Estado, en el presente hay dos, Carlos Vera y
Leonardo Viteri.

Pero no es así. Vasta echar un vistazo para comprobar que, de no
ser por el esfuerzo de sus propios hijos, la provincia poco o
nada ha cambiado.

En un breve recorrido efectuado por HOY este fin de semana, pudo
constatar que varios problemas que aquejan a los manabitas
aumentan día a día, en medio de la desesperación de las
autoridades que ven solo al gobierno en la única tabla de
salvación, a tal punto que para lograr resultados han declarado
un paro general de actividades para el lunes ocho de febrero en
Portoviejo.

PERO, MIREMOS LOS HECHOS:

-Carreteras en mal estado. No podemos citar una buena carretera.
Incluso las que enlazan a la provincia con Guayas y Pichincha
están deterioradas, no se diga otras que conectan a los cantones
como la Rocafuerte-Manta,

Manabí tiene 800 kilómetros cuadrados de carreteras,
sobresaliendo las principales, las que conducen desde Portoviejo
a Guayaquil, de 400 kilómetros en muy mal estado y la que enlaza
a Portoviejo con Quito, de 600 kilómetros, en igual situación.

Existen otras carreteras importantes como por ejemplo la
Jama-Pedernales, actualmente paralizada por el incumplimiento del
MOP en el pago de cinco mil millones de sucres a la compañía
constructora, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército.

En igual situación se encuentra la vía que conduce de Rocafuerte
al balneario de San Clemente, no así la que enlaza
Portoviejo-Crucita que está en buenas condiciones.

También están intransitables las vías Sesme-Eloy Alfaro-San
Isidro debido a los malos trabajos efectuados por una compañía
constructora, la Canuto-Chone; Lodana-Sucre; Pimpiguasí-Calceta;
Santa Ana-Ayacucho y Colímes-Paján.

En igual circunstancia están averiadas las carreteras
Guanábano-El Carmen; Flavio Alfaro-La Crespa; Manta-Portoviejo;
Pimpiguasí-Junín-Calceta; San Clemente-Bahía de Caráquez;
Chone-Canuto y finalmente la San Plácido-Pichincha, que está a
punto concluir y que sería una ruta alterna para los enlaces con
otras provincias como Guayas y Los Ríos.

La subsecretaría del MOP en Manabí no tiene atribuciones
definidas, habida cuenta que las decisiones importantes en esta
materia se las toma en el MOP en Quito en donde los resultados no
siempre reflejan la realidad manabita.

Es por ello que los manabitas han solicitado al gobierno la
elaboración de un proyecto de mejoramiento de la red básica de
carreteras, además del proyecto de mantenimiento rutinario de las
vías para que los tramos nuevos no se destruyan al entrar en el
proceso de reconstrucción, so pena de quedar aislada del resto
del país.

Las carreteras y los caminos vecinales son los que le dan vida a
la provincia, son las que le motivan a producir para sacar sus
cosechas a los grandes mercados de Guayaquil y Quito. Ahí estriba
la necesidad de resolver el problema vial, señor presidente Sixto
Durán Ballén.

- El aprovisionamiento de agua. No hay cantón manabita cuyos
habitantes se sientan complacidos por mantener óptimos sus
servicios de agua potable y alcantarillado. Estos son otros de
los graves problemas de la población. Se iniciaron los trabajos
de las plantas de agua potable Las Cuatro Esquinas y El Ceibal
para proporcionar agua potable a los cantones de Rocafuerte,
Portoviejo, manta y zonas aledañas, pero como siempre, problemas
de reajuste de precios, mantiene paralizadas las obras.

En el sistema de alcantarillado, hay cantones como Rocafuerte
donde desde hace 12 años que no concluye la obra y todo por falta
de financiamiento complementario.

Respecto de las lluvias, la temporada invernal se ha presentado
con bastante regularidades en las diferentes zonas agrícolas de
la campiña manabita, aunque no con la fuerza necesaria como para
lograr buenas cosechas.

Manabí, donde son pocas las industrias, está a merced de lo que
haga su agricultura, sector que constantemente es asediado por la
falta de agua para riego.

Pese a que en Manabí existe la presa de Poza Honda, con algo más
de 100 millones de metros cúbicos de agua, lo cierto es que la
población soporta una aguda escasez de agua potable para consumo
humano.

Manabí cuenta con alrededor de 600 mil hectáreas de cultivos, a
lo que se suma unas 30 mil más que se cosechan cuando el invierno
es copioso y queda húmeda la tierra en el verano.

Pero pese a las bondades de la naturaleza, en Manabí los
agricultores cada día se sienten más desventurados. No hay
planificación agrícola, no hay créditos oportunos, el pésimo
sistema de comercialización ha afectado a algodoneros,
cafetaleros, apenas existen 3.500 hectáreas con sistemas de
riego, lo cual permite avisorar un cuadro de pesimismo frente al
futuro que todos aspiran que sea la provincia de Manabí.

A estos hechos se suma el reclamo insistente de los municipios y
entidades manabitas para que el gobierno atienda de mejor manera
a la provincia.

Lo que en estos momentos existe en Manabí son municipios pobres,
tan pobres que al año ni siquiera les alcanza el presupuesto para
pagar los inflados roles de trabajadores, peor para hacer obras
vitales. Lo único que queda de ellos son sus edificio, algunos a
punto de derrumbarse.

Varios presidentes de concejos cantonales de Manabí se sintieron
molestos porque el presidente Durán Ballén "también tiene su
corazoncito" al dedicarle la mayor parte de su ayuda a Bahía de
Caráquez. Su generosidad es inconmensurable. En la última semana
apenas dio al cantón Sucre 700 millones de sucres, cuyo concejo
es presidido por una de sus amigas, la señora María viuda de
Ruperti.

Las veces que el presidente ha ido a Manabí, cada fin de semana,
y cuando es contactado por la prensa que le reclama por varias
impostergables obras como por ejemplo el sistema de riego de los
sistema de agua potable, como el que se va a construir con la
presa La Esperanza y los de Poza Honda, el mandatario se
transforma en hipersensible, a tan punto que siempre recuerda que
en seis meses de gobierno no puede hacer obras que requieren de
mucho tiempo.

La prensa manabita inclusive le recordó al presidente aquello de
que "los trasvases y la presa no producen resultados sino cuentan
con los sistemas de riego para factibilizar la producción
agropecuaria".

"Si el país invierte 100 millones de dólares en una presa y la
mitad de esa cifra en un trasvase, resulta indispensable invertir
lo que sea necesario en el sistema de riego, porque sin él, las
dos primeras obras pierden significación productiva".

Por eso, cuando los turistas van a Manabí, prefieren las playas,
eso sí, lo más lindo que tiene la tierra de Alfaro.
EXPLORED
en Autor: Alcides Montilla - [email protected] Ciudad N/D

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