Quito. 26.02.93. De un dÃa para otro cambió la vida de MarÃa
Salvador. Esta vez para bien, para la felicidad. No como hace
cinco años, cuando sus dÃas se le oscurecieron y su existencia se
convirtió en una tragedia, al perder a su hija EstefanÃa, de seis
años.
Desde entonces nunca dejó de buscar a EstefanÃa, ahora una
adolescente de 11 años. A pocas horas del reencuentro fÃsico con
la niña, en Nueva York, MarÃa Salvador dialogó con HOY. Aún se
la percibÃa conmocionada, pues todas las buenas nuevas le fueron
anunciadas de golpe.
"El doctor Andrade Lara (abogado del ex marido de MarÃa
Salvador), consiguió que el padre accediera a que la niña me
hablara, como primer paso. Nuestro primer encuentro telefónico
fue muy lindo, muy emocionante. Creo que ninguna de las dos
creÃamos que era verdad. La encontré muy tierna, muy suavecita y
tranquila.
"Todo convergió al mismo tiempo -recordó- desde las
congratulaciones de la Interpol Estados Unidos e Interpol Bélgica
que me ratificaban que mi hija estaba en Nueva York, hasta la
ratificación del cónsul ecuatoriano y de la embajada de los
Estados Unidos.
"Enseguida la embajada americana se puso a las órdenes, como debe
ser la actitud de ayuda de una embajada, y nos concedió las visas
a mi hijo, a los dos abogados y a mÃ. En dos horas ya las
tenÃamos".
- ¿Conoce detalles de cómo ingresó la niña y desde cuándo está en
Nueva York?
- Nada, absolutamente nada. Y por preservar el estado emocional
de élla no he hecho más que decirle que la amo, que quiero verla,
tenerla, que la he buscado, eso sÃ, por muchos años. Pero no he
querido ahondar más. No es el momento. Pienso que apenas
comienza mi tarea: cuidar su parte espiritual, sicológica, para
que esté bien, Que sepa que nos tiene a su papá y a su mamá. No
quiero, tampoco, arrancarla del lado de su padre, como él hizo
conmigo. Ella debe amarle, obviamente está muy cerca de él.
- ¿La niña fue cambiada de nombre, como usted temÃa?
- A Dios gracias no está cambiada de nombre. Me imagino que algún
momento, al comienzo, estuvieron indocumentados. No sé, pero en
Nueva York buscar a una persona es como buscar querer hallar una
aguja en un pajar. Algo que me impresiona es que estuve allÃ. Y
sin embargo de que me sugirieron que allà podrÃa estar mi hija yo
temÃa pues me parece una ciudad tan imponente, convulsionada y
trataba de no pensar que estuviera allá.
- ¿Conoce algo sobre la vida de la niña, sus estudios, por
ejemplo?
- Nada absolutamente nada. Solo hemos tenido encuentros
afectuosos, para que sepa que la amo. Creo que éste es el primer
paso y después ya vendrán las cosas.
- ¿Habla castellano EstefanÃa?
- No habla casi nada de castellano, solo unas poquitas palabras.
Cuando hablé por teléfono por tercera vez mi mayor alegrÃa fue
cuando al despedirse me dijo en español "te quiero mucho". A
momentos me ha respondido en español unas pocas palabras. Veo
que élla también está tratando de llegar a su mamá en su idioma,
y eso es muy valioso.
- Y usted, ¿cómo se siente?
- Muy emocionada. Ya ni siquiera quiero ahondar en esta maraña
legal. Sé que todo eso me sirvió, sé que he estado navegando en
medio de un maremoto, y si me hubiera tocado continuar hubiera
seguido, como he dicho muchas veces, revolviendo el mundo. Mi
hijo ya está allá con su hermana. El está muy contento, tratando
de establecer una conexión afectiva con ella. Solo ahora sé lo
que es abandonarse a un descanso de esperanza. Apenas hace unos
dÃas que estoy sintiendo lo que es descansar. Antes era como una
máquina que solo querÃa saber lo que me tocaba hacer mañana.
- ¿En estos momentos el papá de EstefanÃa tiene la custodia?
- No, la custodia la tengo yo. El la tiene fÃsicamente. Asà es,
desgraciadamente. Yo tengo solo un papel que dice que la tengo,
pero no la he tenido cinco años.
- ¿Usted ha mantenido contacto con su ex esposo?
- Me entendà con él solo a través de los abogados.
- ¿En que consistió el acuerdo para que pudiera volver a ver a su
hija?
- El acuerdo establece levantar los cargos contra todas las
personas implicadas en el secuestro. Además ese fue mi
ofrecimiento desde el comienzo. Mi afán no era de venganza, ni de
represalia. Mi meta es estar con mi hija y respetar su deseo de
estar con quien quiera. Ni siquiera en forma egoÃsta pensé en
obligarla a venir conmigo. Eso serÃa nuevamente arrancarla como
si fuera un juguete.
- ¿Cómo está al momento su situación legal con respecto de la
niña?
- La cuestión legal allá es exactamente como si fuera aquÃ. Para
salir, por ejemplo, deberá tener el permiso de su papá. Supe que
el padre en principio habÃa aceptado que EstefanÃa se viniera
conmigo al acabar su perÃodo escolar. Ella necesita volver a su
tierra, a su familia. Allá solo tiene a su padre. Es muy
importante que conozca sus raÃces, su familia, para que tenga una
solidez en su formación, y luego pueda elegir.
- En su opinión ¿cuál fue la clave para encontrar a su hija?
- Humanamente casi es inexplicable. Hubo muchÃsimas cosas que
coincidieron y convergieron en lo mismo. Pienso que esto estuvo
en manos de Dios y que se fueron dando las cosas cuando las puse
en manos de él, mi mejor abogado. Cuando habÃa perdido las
esperanzas me abandoné en él. Una de las cosas que me encaminó
fue demostrar mi infinito amor a mi hija. En mà nunca hubo una
palabra agresiva. ni la intención de hacer daño a quienes sà me
lo causaron. Todo el tiempo estuve dando amor aún a los que me
lo habÃan negado por tanto tiempo. Y quizá eso se fue sembrando
en la conciencia de las personas y al final floreció . Creo que
los medios de comunicación tuvieron una importantÃsima labor de
apoyo. Y me satisface mucho que no solo se creó conciencia sobre
mi caso sino sobre los problemas de los niños, de las custodias,
de los atropellos a estas normas y los derechos de los niños y de
las mujeres. No creo que alcanzarÃa a nombrar en un año entero a
todos quienes me ayudaron.
- ¿Permanecerá en Nueva York hasta cuándo?
- En principio hasta cuando termine el año escolar en junio.
Aspiro a que se cumpla el ofrecimiento del padre de mandarle
conmigo al Ecuador.
- Si la niña prefiriera quedarse en Estados Unidos ¿usted se
trasladarÃa allá?
- SÃ, hasta cuando ella me necesite. Si ella quiere regresar allá
volverÃa con ella. VerÃa la forma de ubicarme. Siempre fui una
mujer muy activa. Y también creo que solo ahora volveré a tomar
mi vida, que estuvo paralizada por cinco años. Solo ahora siento
que me vuelve el alma al cuerpo y mis intereses y afanes. Haré
que mi hija sepa que tiene una madre que no se dejó convertir en
guiñapo y que puede ser un aporte para la sociedad. Quiero que
élla esté orgullosa de mÃ.
RETROCEDE EL PADRE
HOY confirmó que, efectivamente, MarÃa Salvador llegó a Nueva
York la noche del miércoles, pero no pudo entrevistarse hasta
ayer con su hija, por la negativa del padre a dejar que ambas se
reconozcan.
La niña, muy emocionada ante la perspectiva del reencuentro
previsto para ayer, incluso faltó a la escuela para dedicarse
solo a este acontecimiento.
Sin embargo el padre incluso se habrÃa negado a firmar ningún
documento de acuerdo con su ex esposa, por lo cual los abogados
de las partes que inicialmente iban a ir a Nueva York no fueron,
pues no iban a tener nada que hacer.
La niña estarÃa actuando como mediadora para que el padre firme
tal acuerdo.
HOY también conoció que el cónsul ecuatoriano en Nueva York está
vigilando que se cumpla el compromiso del reencuentro madre hija
y que las autoridades estadounidenses intervendrÃan pues el padre
de EstefanÃa serÃa un indocumentado.
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Publicado el 26/Febrero/1993 | 00:00