LOS ABOGADOS SABEN MAS DE ECONOMIA, por Felipe Burbano
Buenos Aires. 05.11.90.- Forzados por una crisis con momentos
dramáticos, los abogados argentinos saben hoy más de economÃa
que de leyes. La economÃa, decÃa uno de ellos, la vivÃamos
segundo a segundo. Y no era para menos.
Este paÃs, que en los años 20 tenÃa la quinta economÃa del
mundo, fue sacudido de febrero a julio de 1989 por su primera
crisis de hiperinflación.
Aquà recuerdan que en un solo mes los precios llegaron a
aumentar hasta uno 200%. Hubo dÃas en que los precios de un
mismo producto subieron cuatro veces. Algunos almacenes que
decidieron cerrar sus puertas hasta que la situación se
normalice, fueron saqueados por pobladores pobres.
Esos meses, como lo puso Horacio Serafini, corresponsal de
Notimex, el paÃs tomó conciencia de que estaba quebrado,
literalmente. Fue esa misma primera crisis de hiperinflación
la que obligó a adelantar la asunción de Carlos Menem como
nuevo presidente de Argentina, y a Raúl AlfonsÃn reconocer que
no habÃa podido con la economÃa.
Una de las consecuencias de la hiperinflación de hace un año
fue hacer del dólar casi la moneda nacional. Todos empezaron a
comprar dólares para protegerse, de alguna manera, del rápido
deterioro del austral. Tanto se dolarizó la economÃa que hoy
en Buenos Aires es posible pagar en casi todo lugar con
dólares, inclusive la gasolina. También la hiperinflación
generó una suerte de trauma a los argentinos.
Hoy, decÃa Serafini, la popularidad de Menem sigue el camino
contrario a la inflación. Después de una segunda crisis
inflacionaria a comienzos de año, que elevó la cotización del
dólar de 1.870 australes en enero a 5.850 en febrero, los
precios han ido cediendo.
En septiembre se tuvo una inflación mensual del 15%, se
esperaba una del 7% en octubre y una del 4% en noviembre.
Menem ha dicho que para 1991 espera tener una inflación
mensual del 2%. Todos coinciden aquà que el descenso de la
inflación se está logrando a costa de una gran recesión.
Este año la economÃa argentina decrecerá -3%.
La gente ya no sale a las calles como antes y el desempleo y
subempleo bordean el 18%, cuando su nivel histórico ha sido
del 3%. Ante la sorpresa de todos, pero más que nada de las
bases peronistas, Menem ha aplicado una polÃtica económica de
corte liberal.
El dólar, las tasas de interés, los precios, todo, se regula
ahora por la ley de la oferta y la demanda. Se trata de una
liberalización que para no oponerse con el plan anti
inflacionario necesitó en enero que el gobierno congele todos
los depósitos a plazo colocados en el sistema financiero. Fue
un duro golpe para los ahorristas argentinos, que de pronto
supieron que a cambio de su dinero recibirÃan bonos a largo
plazo, con pago de intereses semestral.
El objetivo de esa medida era reducir la cantidad de dinero en
la economÃa para hacer que los precios bajen por falta de
oferta. Los precios han bajado, el dólar se ha estabilizado en
5.500 australes desde entonces, pero la cosa sigue difÃcil.
Aquà el sueldo promedio de un obrero es de unos 450 dólares.
Una coca cola cuesta dos dólares, un kilo de papas un dólar,
un litro de gasolina un dólar y una tasa de café un dólar.
"Esta es una de las ciudades más caras del mundo, pero con
ingresos de Tercer Mundo", dice Serafini.
La situación quizá no sea tan grave para los asalariados, pero
sà lo es para unos 8,9 millones de argentinos (de una
población total de 30 millones) que hoy viven en la pobreza.
El propio Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz, decÃa
con dolor que este año 30.000 niños argentinos morirán antes
de cumplir el primer año de vida. "Antes esto no sucedÃa en
Argentina", comentó. Si ahora sucede es porque la economÃa
argentina ya no es la quinta del mundo: ahora se acerca al
puesto 90.
La crisis también ha roto un legado histórico del peronismo:
el haber dignificado al trabajo y creado un sentido de
igualdad entre los argentinos. Hoy las diferencias han
aumentado, los resentimientos se acumulan y ha desaparecido
ese sentimiento de igualdad.
En esta cuadro, lo único que queda para Juan Carlos, un ex
boxeador de 36 años, hoy dedicado a limpiar zapatos, es
"laburar y laburar", y lo dice con tono nostálgico.(A-5)