LAS OTRAS VICTIMAS DE LA GUERRA

París. A parte de las numerosas pérdidas humanas y económicas,
la guerra del Golfo está dejando como secuela una serie de
incalculables daños ecológicos.

La marea negra originada a raíz del derrame de crudo en el
Golfo Pérsico, ha puesto en serio riesgo la vida de una
infinidad de especies marinas que habitan este apéndice del
Oceáno Indico.

Según un despacho de la agencia AFP, la marea negra del golfo
Pérsico es la mayor de la historia y resulta cinco veces más
grande que la que ocasionó hace una década el petrolero "Amoco
Cádiz" en las costas francesas.

El Golfo es un ambiente privilegiado para numerosas especies
de peces, crustáceos y aves que proliferan en el mar, en las
islas, en los bancos de coral y en las costas, con frecuencia
bordeadas de pantanos y manglares. La situación es tan
dramática que varias islas e islotes de la costa oriental de
Arabia Saudita serán pronto rodeadas de barreras flotantes, en
un esfuerzo por proteger las zonas de incubación de miles de
aves y tortugas, según indicó en Riad un responsable saudí del
medio ambiente.

Cientos de especies acuáticas

En un estudio publicado en Kuwait en 1986, dos ictiólogos
japoneses clasificaron 465 especies de peces presentes en las
aguas del Golfo, especies que constituyen en buena medida la
pesca de los países ribereños.

En las aguas tibias del Golfo se halla tanto anchoveta,
sardina, lenguado, besuga, atún y caballa, como mero,
barracuda, grandes rayas y rezcasas. También se ha señalado la
presencia de depredadores feroces como el tiburón sierra.

Menos comestible pero más decorativa es toda una familia de
pequeños peces multicolores que viven al borde de la orilla o
en medio de los corales, entre ellos el pez loro o el pez
mariposa, que viven en ese medio, junto a las langostas y a
las cigarras de mar.

Sólo el litoral de Arabia Saudita alberga, según cifras del
ministerio del Medio Ambiente francés, 657 especies de
moluscos y 106 de peces. En sus islas se reproducen dos
grandes tortugas marinas, la tortuga imbricada (4.000
ejemplares) y la tortuga verde (1.000). Otros dos quelonios de
peso (400 kilos) viven por temporadas en los parajes: la
tortuga laúd y la tortuga de carey.

Funestas consecuencias para las aves del Golfo

Las consecuencias de la marea negra serán incalculables para
las aves, en particular para las especies que buscan su
alimento en el limo de la orilla, como las urracas concheras y
los caballeros, que dependen de gusanos y moluscos. Junto con
otro migradores como la grulla blanca de Siberia, las ocas,
las garzas y otros, corren el riesgo de ver desaparecer su
escala salvadora, luego de su agotadoras travesía sobre el
desierto saudí.

Conscientes de los peligros provocados por la rápida
urbanización e industrialización de sus costas, los ocho
Estados del Golfo firmaron, en 1978 un programa de lucha común
contra la polución, que en la zona tiene por causa
esencialmente el petróleo.

Con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente
(PNUE) como piloto, ese programa, que empezó con un apoyo
financiero de unos 8 millones de dólares, logró reunir en la
misma mesa, en plena guerra irako-irania, a los respectivos
ministros de ambos países.

Unos 25.000 petroleros cruzan cada año por el estrecho de
Ormuz, 800 pozos han sido perforados en el mar y se cuenta, en
este mar de estratégica importancia, 25 grandes terminales
"offshore".

Una actividad que provoca en las playas, según un estudio del
PNUE, depósitos de uno a 30 kg de alquitrán por metro caudrado
de arena, la eutroficación de las orillas y la proliferación
de mareas rojas y de los bancos de medusas.

Todas estas son graves poluciones y degradaciones que, sin
embargo, no podrán compararse con los balances gravísimos que
son previsibles de la actual catástrofe ecológica. (AFP)

Las sirenas del Golfo también amenazadas

Así como el oso panda ha sido escogido como emblema de la gran
cruzada mundial para la conservación de la naturaleza, el
dugongo asiático (base del mito de la sirenas) puede ser
escogido como el símbolo que resume la riqueza de la fauna
marina del Golfo Pérsico, y que se halla amenazada por la
guerra que se libra en esa región.

Bahrein. 03. Una de las criaturas más dóciles e indefensas de
la naturaleza podría ser una temprana víctima de la guerra del
Golfo Pérsico.

El dugongo un mamífero tímido y de movimientos lentos al que
se conoce también como vaca marina que podría haber dado
pábulo al mito de las sirenas marinas se halla en la línea
del frente en la batalla contra el derrame petrolero más grave
del mundo.

La enorme mancha formada por 11 millones de barriles de crudo
derramados a raíz de la guerra del Golfo está siendo
arrastrada inexorablemente hacia el lodoso hábitat de los
dugongos del Golfo Pérsico.

Los dugongos van a sufrir mucho cuando sean afectados, explicó
hoy Tony Preen, experto en fauna marina. Ya normalmente el
Golfo Pérsico es un lugar bastante peligroso para la fauna
pero lo que ha pasado ahora podría ser una verdadera tragedia,
agregó.

Preen, un australiano que está estudiando los dugongos en
Queensland, pasó tres años en las postrimerías de la guerra
librada por Irán e Irak entre 1980 y 1988 supervisando la
población de dugongos del Golfo Pérsico.

Se cree que los dugongos habrían sido diezmados por el mayor
derrame petrolero registrado anteriormente en el Golfo, en
1983, cuando Irak destruyó cabezas de pozo en Nowruz, en Irán.
Nueve meses más tarde, más de 1,9 millones de barriles de
crudo habían contaminado las aguas del Golfo.

Entre 50 y 60 esqueletos de dugongos se pudrieron en las
soleadas playas de Bahrein.

Las aguas del Golfo se renuevan cada cinco años

Una inspección más detenida y el rastreo por radio de los
dugongos reveló que en la zona del Golfo Pérsico había una
población de unos 7.000, principalmente entre Bahrein y Arabia
Saudita y Qatar directamente en la trayectoria del vasto
derrame actual.

Al igual que los propios dugongos, animales de unos 3 metros
de largo y hasta 600 kilos de peso, la lentitud de las
corrientes que actúa en el Golfo Pérsico los deja inermes ante
la amenaza del petróleo.

Renovándose tan lentamente como cada cinco años, las aguas del
Golfo Pérsico se desplazan en sentido anti-horario hasta la
costa iraní, en torno a Irak y Kuwait y por la costa de Arabia
Saudita y Bahrein.

Los dugongos son una especia mamífera del orden de los
sirénidos. Tienen mucho en común con sus parientes genéticos,
los manatíes (pejebuey) de la Florida y el Caribe. Su
taciturno modo de vida los pone en peligro frente a las
hélices de los barcos y lanchas y la contaminación causada por
el hombre. Vegetarianos, se alimentan de vegetales marinos en
aguas poco profundas, lodosas y tibias. Los dugongos se
reproducen cada tres a cinco años y no maduran sexualmente
hasta que tienen 13 ó 15 años.

El mito de las sirenas

Los dugongos hembras dan de mamar a sus hijos. Esa conducta, a
pesar de una apariencia elefantiásica, posiblemente dio pábulo
al mito de las sirenas, seres mitad mujer, mitad pez, del que
hablaban los marineros de la antigYedad.

Los dugongos respiran por la nariz y nadan con una cola plana
en sentido horizontal como la de los delfines. Como los
humanos, pueden vivir unos 70 años. Pero una ominosa amenaza
se cierne sobre los dugongos del Golfo Pérsico, la del enorme
derrame de petróleo proveniente de terminales de carga
kuwaitíes, que, al ritmo de su actual avance, podría llegar
hasta donde viven los animales en un lapso de entre seis y
nueve días.

La guerra del Golfo Pérsico torna particularmente difícil
combatir la mancha de crudo. También podría tornar
virtualmente imposible acudir al rescate de los dugongos. Uno
de los mayores habitats de dugongos es un espacio verde frente
a una base aérea secreta.

Walter Vreeland, asesor del Comité de Protección Ambiental del
gobierno de Bahrein (EPC), ha encarado la tarea de salvar a
los dugongos, delfines, tortugas marinas, aves y peces que
pueblan las aguas en torno a la isla.

Evitar que el petróleo llegue hasta donde viven los dugongos
requerirá colocar barreras a traves de centenares de
kilómetros de mar. Capturar y trasladar los dugongos también
podría ser imposible. Son tan dóciles... y temen a los
humanos. Dudo que podamos capturar uno sin que sufra un ataque
al corazón, dijo Vreeland a Reuter.

Manifestó que la mejor esperanza de Bahrein es que el crudo se
espese y se convierta en bolas de alquitrán que puedan ser
desviadas hacia una determinada playa para eliminarlas. De lo
contrario, la mancha pegajosa se esparcirá con sus efectos
tóxicos sobre los dugongos y la vegetación marina de la que se
alimentan. (REUTER)

Ficha del dugongo

Clase: Mamíferos
Orden: Sirenios
Familia: Dugóngidos
Nombre científico: Dugong dugong
Longitud total: 2,5-2,8 metros, excepcionalmente más de 5
metros.
Peso: 140-170 kilogramos, excepcionalmente hasta 600
kilogramos.
Alimentación: herbívora, especialmente algas verdes
Gestación: alrededor de 11 meses
Camada: 1 cría
Longevidad: 70 años
Madurez sexual: 15 años



EXPLORED
en Ciudad N/D

Otras Noticias del día 08/Febrero/1991

Revisar otros años 2014 - 2013 - 2012 - 2011 - 2010 - 2009 - 2008 - 2007 - 2006 - 2005 -2004 - 2003 - 2002 - 2001 - 2000 - 1999 - 1998 - 1997 - 1996 - 1995 - 1994 1993 - 1992 - 1991 - 1990
  Más en el