LA SEMIOTICA Y EL SIGNO Por Iván Oñate
Quito. 06.92. Al parecer uno de los equivocados en torno al
cual se ha generado la controversia, es la inmediata y fácil
asociación que se hace de la semiótica con el estructuralismo.
A su vez, con el estructuralismo vienen identificadas tajantes
discusiones como, por ejemplo, aquella entre "forma y
contenido", que fueron el pretexto indispensable para
militantes foros en los años setenta.
AUTORES Y VERTIENTES
Ahora, si bien es cierto que esa inmediata asociación entre
semiótica y estructuralismo, se debe a que esta corriente es
al mayor que mayor dedicación ha invertido en los estudios de
diferentes tipos de discurso, tampoco es menos cierto, que
existen otros criterios perspectivas en torno a la semiótica.
Algunos autores retoman su origen hasta los presocráticos,
pasando por Aristóteles, Platón, Galeno, San AgustÃn,
Guillermo de Occam, deriva de Locke, Hume, Charles Sanders
Peirce, y llegan a la semiótica contemporánea, cuyos
principales exponentes podrÃan ser: Roland Barthes, Tzevetan
Todorov, Umberto Eco, Julia Kristeva, Juric Lotman, A.J.
Greimas, Claude Remond, Christian Metz, Louis Hjelmslev,
Gerard Genette y otros que, por el hecho de no nombrarlos, no
mengua su importancia.
La sola mención de este amplio espectro de autores, puede
darnos una idea de las distintas vertientes que han confluido
hasta ese campo fértil y ahora controversial de la semiótica.
Pero también, destaca la persistencia, que nos obliga a
detenernos, muy someramente, en los supuestos básicos de dicha
teorÃa.
SIGNOS Y SIGNIFICADOS
El estructuralismo es un instinto de carácter general por
aplicar la teorÃa lingüÃstica de Ferdinand de Saissure, a
objetos y actividades diferentes del lenguaje propiamente
dicho. Al considerar a sus objetos de estudio como un sistema
de signos, el análisis estructuralista procura aislar el
conjunto de leyes subyacentes por los cuales estos signos se
combinan y forman significados.
Los primeros en aplicar las nociones lingüÃsticas de Saussure,
fueron los formalistas rusos. Que sin llegar a ser
"estructuralistas", trataron al texto literario como una
estructura. Sin embargo, fue un formalista ruso, Román
Jakobson, quien aportó el eslabón más importante entre el
formalismo y el estructuralismo contemporáneo.
Pues bien, ¿cuáles son esas nociones lingüÃsticas de Saussure,
aplicadas al estudio de la literatura? En primer lugar, que
Saussure consideró al lenguaje como un sistema de signos que
debÃa ser estudiado sincrónicamente, es decir, observado como
un sistema completo en un momento determinado dentro del
tiempo, no diacrónicamente en su desenvolvimiento histórico.
En segundo lugar, que cada signo debÃa considerarse como
constituido por un significante (de orden material: un sonido,
una imagen, una grafÃa) y un significado (de orden inmaterial,
conceptual). Que la relación entre significante y significado
es arbitraria, de carácter convencional. En tercer lugar, que
no importa cómo se modifique al significante, siempre y cuando
conserve su diferencia frente a los demás. No importa que la
palabra se pronuncie con diversos acentos, a condición de que
subsista esa diferencia. Y por último, privilegió el estudio
de la Lengua, frente a los estudios concretos y actuales del
Habla.
LOGROS DEL ESTRUCTURALISMO
Antes de adentrarnos en la crÃtica que se hacen a estas
nociones, pensamos que es de justicia, resaltar los logros
alcanzados por la teorÃa estructuralista. Parece ser que
después Greimas y Barthes, es menos probable escuchas el tañir
de las campanas en los poemas o percibir el olor de sus
vocales. la literatura se ha desmitificado. La palabrerÃa
inconexa y subjetiva fue erradicada por una crÃtica para la
cual la obra literaria, al igual que cualquier otro producto
del lenguaje, es una construcción cuyos mecanismos pueden ser
analizados y clasificados como los objetos de cualquier otra
ciencia. Por el estructuralismo aprendimos que los
significados aparentes y de sentido común, no eran por fuerza
los verdaderos; como contrariado a lo obvio y evidente.
Copérnico demostró que el sol no giraba en torno a la tierra.
por el estructuralismo, también comprendimos el carácter
construido del significado humano. El significado no era ni
experiencia privada, ni un hecho de origen divino. Era el
producto de ciertos sistemas comparativos de significación.
Por lo tanto, la confiada creencia burguesa de que el
individuo era manantial y origen de todo significado, recibió
el más duro golpe. El significado no era "natural", no era
meramente cuestión de ver u oÃr, o algo decido para siempre.
La forma como se interpreta al mundo era función de los
lenguajes que uno tiene a mano, los cuales evidentemente
cambian y no tienen nada de inmutable. Precisamente allÃ, se
encontraban ya las semillas de una teorÃa del significado que
el postestructuralismo desarrolla más adelante.
CUENTAS DE UN COLLAR
La crÃtica sustancial que el postestructuralismo hace de la
teorÃa de Saussure, podrÃamos resumirla de la siguiente forma:
que el significado no está inmediatamente presente en el
signo. Asà como el significado de un signo (el objeto), con lo
que sustituye el signo; su significado también se halla
ausente del signo. El significado se encuentra desparramado o
disperso en toda una cadena de significantes; no se le puede
sujetar. Nunca está del todo presente en un solo signo; es más
bien, una fluctuación constante y simultánea de presencia y
ausencia. Según Jacques Derriba, leer un texto se parece más
al hecho de seguir los pasos a este proceso de constante
fluctuación que al acto de enumerar las cuentas de un collar.
Quiere decir entonces, que jamás podremos encerrar al
significado en un puño, porque el lenguaje es un hecho
temporal. No aprehendo el significado de una frase amontonando
una palabra encima de la otra. Para que las palabras lleguen a
integrar por lo menos un significado relativamente coherente,
cada una debe conservar la huella de las que la precedieron y
permanecer abierta a las huellas de las que vendrán después.
Cada signo en la cadena del significado se une a todo los
demás para formar una urdimbre compleja que nunca se agota. De
esta forma, podrÃamos decir que ningún signo es puro o
completamente significativo. Pero al mismo tiempo que esto
sucede, puedo percibir en cada palabra, huellas de otras
palabras que excluye, a fin de ser la que es. SerÃa lo que
desde el estructuralismo clásico se conocen como relaciones in
absentia, relaciones paradigmáticas excluyentes e
inconscientes, tanto en el emisor como en el receptor. "Gata"
es lo que es porque excluyó a "pata", a "mata", o "data"; pero
esta asociación paradigmática posible o virtual, permanece
inherente a la primera palabra "gata", porque son
constitutivos de su identidad.
TEJIDO ILIMITADO
Entendemos entonces, que el significado, nunca es idéntico a
sà mismo. Que es el resultado de una articulación o de un
proceso de división de signos, que son lo que son solo porque
no son otros signos. Un signo es porque no es otro. Por lo
tanto, de ninguna manera podemos llamar signo a una marca que
aparece una sola vez. El que un signo pueda repetirse, o como
dirÃa Umberto Eco, su capacidad de ser reconocido como algo
persistente a través de estados de cosas alternativos,
constituye parte de su identidad pero también, según los
postestructuralista, es lo que divide su identidad, porque
siempre puede repetirse en un contexto diferente que cambia su
significado. "Gata", puede significar un animal, una mujer de
ojos claros o una herramienta de automóvil. Pero aún cuando
solamente significara al animal doméstico, este significado
nunca será exactamente igual de contexto a contexto.
De lo anotado anteriormente, podemos inferir que el lenguaje
es mucho menos estático y establece de lo que Saussure lo
habÃa considerado. En lugar de ser una estructura bien
definida y claramente delimitada, que contiene unidades
simétricas de significantes y significados, el
postestructuralismo considera al lenguaje, como un tejido
ilimitado pero irregular donde constantemente hay intercambio
y circulación de elementos, donde ninguno de esos elementos es
totalmente definible y donde todo se relaciona y se explica
por todo lo demás. No hay concepto que no se encuentre
enredado en el juego sin término fijo en torno de la
significación, horadado por fragmentos y marcas de otras
ideas.
(Tomado del suplemento EDUCACION # 5. p.p. 6-7)
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Ciudad N/D
Publicado el 01/Junio/1992 | 00:00