EL SEGUIMIENTO RESULTO
Quito. 21.06.92. Durante tres años la policía siguió
cuidadosamente la pista de los presuntos narcotraficantes
dirigidos por Jorge Hugo Reyes Torres, que a decir de las
autoridades policiales constituyen un imperio económico y una
banda de narcos capaz de las mayores crueldades. Precisamente
la violación a la mujer de un trabajador de la hacienda que
poseen en Santo Domingo de los Colorados, en presencia de sus
hijos, como represalia a la conducta del marido de la víctima
que no gustó a sus patrones, abrió la posibilidad de
encausamiento legal de los ahora presos. El trabajador
denunciante de apellido Solórzano recibe protección policial
con seguridades extremas y sus paradero conocen muy pocos
policías.
Comienza por la Policía
El trabajo policial se inició con la reorganización de las
propias unidades de investigación policial, cuyas actividades
se habían dirigido durante el régimen anterior a la
intercepción de llamadas telefónicas y al control de los
adversarios políticos, así como a la persecución de
subversivos. El Grupo de Investigación y Rescate y la Interpol
cambiaron de tarea y su personal fue consagrado a seguir la
que se consideraba la más grande banda de narcotráfico
asentada en el Ecuador, la de la familia Reyes Cueva.
Uno de los primeros resultados de la pesquisa fue establecer
que el comando de las operaciones había pasado a un nuevo
jefe: Jorge Hugo Reyes Torres.
Ocho teléfonos
El jefe de los presuntos narcos vive en una amplia residencia
situada en la esquina de las avenidas de los Shyris y Naciones
Unidas. A su disposición tiene ocho teléfonos, que la policía
se dedicó a interceptar prolijamente, en los últimos años. Uno
de ellos se hallaba a nombre de un vecino que momentáneamente
sufrió el susto de quedar envuelto en el operativo policial,
porque la policía también ocupó su casa el viernes cuando se
realizó el allanamiento con los comandos. Se temía que por esa
residencia vecina hubiese un túnel de escape, lo cual resultó
desmentido por los hechos.
La intercepción telefónica permitió establecer las relaciones
de Reyes Torres, su metodología de trabajo, tan esquiva que
cuando la policía capturó hace poco más de un año tres
toneladas de cocaína que seguramente venían para él no pudo
establecerse la prueba del hecho.
Todos saben
Hasta los taxistas señalan con el dedo la casa y dicen allí
vive los narcos, comentó un jefe policial a HOY, pero lo
difícil ha sido formar la base jurídica que permita su
apresamiento. Por lo pronto han sido ocupadas la casa de la
avenida los Shyris, las instalaciones de la empresa Agrícola
Industrial en el kilómetro 7 y medio de la Panamericana Norte,
que se cree ha servido de base para las operaciones de los
presuntos mafiosos, la hacienda de 5000 hectáreas en las
inmediaciones de Santo Domingo de los Colorados y una casa en
Guayaquil.
La posibilidad siempre presente de que los narcos se infiltren
en la Policía obliga a mantener controles cruzados y a que las
decisiones tome un grupo muy pequeño. Precisamente los
allanamientos se adelantaron al viernes pasado cuando debió
realizarse el lunes próximo, porque la tranquilidad de las
conversaciones telefónicas de los Reyes, comenzó a cambiar
desde el jueves con señales evidentes de nerviosismo.
No muertos ni heridos
Treinta y cuatro presuntos integrantes de la banda están
presos. La irrupción policial fue violenta y disparando tiros
al aire para controlar la situación y dar un ambiente de
fuerza invencible, en los cuatro locales allanados.
Los policías que intervinieron conocían en detalle la
distribución de los lugares, gracias a los planos que se
habían levantado reuniendo poco a poco la información. Una de
las primeras tareas fue ametrallar las perreras de la
residencia de Quito en donde estaban unos doberman asesinos
que fueron los únicos muertos.
La Policía tiene bajo su control la hacienda de Santo Domingo
de los Colorados, que en un primer avalúo se cree que cuesta
alrededor de 300 millones de dólares. Es un mini estado bajo
control mafioso dijo un jefe policial, que no quizo añadir
nada más.
En todos los sitios ocupados se ha capturado información,
computadoras, cuentas, que serán analizados por especialistas.
Para la acción la policía trabajo con la agencia de narcóticos
de los EEUU, la DEA y multiplicó sus recursos. Los asaltos
tuvieron la conducción de expertos nacionales y asesoría
internacional. Ahora la información está igualmente en manos
de especialistas, varios de ellos ecuatorianos, que desde hace
años se han formado para penetrar en lenguaje en clave, así
como para descifrar los secretos de la programación de los
computadores.
Centro de Comunicaciones
Otra de las acusaciones que deberán enfrentar los presos es la
posesión de un equipo de comunicaciones enorme y sofisticado,
con los mayores adelantes técnicos, cuya operación está
prohibida para los particulares y solo podría estar en manos
de la Fuerzas Armadas o de la Policía. Con esas instalaciones
es posible interceptar llamadas, transmitir en frecuencias
casi imposibles de detectar por los cambios constantes de
banda, y realizar registros que a veces desbordan la
imaginación.1A
en
Explored
Ciudad N/D
Publicado el 21/Junio/1992 | 00:00