LA MAYOR RECESION DEL ULTIMO DECENIO EN GRAN BRETAÃA
Londres. 07.01.91. La economÃa británica sufrió en 1990 su más
seria frenada desde principios del decenio, e inició el
segundo semestre del año que acaba de terminar, poco antes de
la salida de Margaret Thatcher del escenario polÃtico, un
periodo de recesión.
Al partir la Dama de Hierro, que cedió su lugar al nuevo
Primer Ministro John Major, dejó como herencia un principio de
recesión marcado en el tercer trimestre de 1990 por un
"crecimiento" económico negativo con una baja de 1,2% del
Producto Interno Bruto (PIB), una disminución de la producción
manufacturera y la reanudación del aumento de la desocupación.
Como "yapa", el año registró un numero récord de quiebras de
empresas.
El único elemento positivo fue la aparente baja de la tasa de
inflación, que hacia fin de año daba signos de agotamiento,
aunque seguÃa entre las peores de la Comunidad Económica
Europea (CEE).
El año 1990 también quedó marcado por la adhesión de la libra
esterlina al Sistema Monetario Europeo (SME), el 8 de octubre,
y el descubrimiento de la "disciplina del SME", que ayuda a
luchar contra las presiones inflacionistas pero obliga a
realizar sacrificios en el plano interno. El SME es un acuerdo
sobre las fluctuaciones máximas que las cotizaciones de las
monedas de la CEE pueden tener ellas.
Paralelamente, las tasas de interés, que habÃan permanecido a
15% durante un año, fueron reducidas a 14%, lo que tranquilizó
a muchos consumidores que no lograban reembolsar sus préstamos
inmobiliarios indexados sobre las tasas.
Algunos éxitos contra la inflación
La lucha contra la inflación, enemigo número 1 del gobierno de
la Primera Ministra Margaret Thatcher (y también de su sucesor
John Major), tuvo algunos éxitos hacia fin de año. Después de
haber subido sin cesar de enero a octubre, pasando de 7,7 a
10,9%, la tasa de inflación perdió fuerzas en noviembre,
disminuyendo a 9,7%, gracias a la baja de los productos
petroleros registrada en octubre y la reducción de las tasas
de interés.
La previsión oficial del gobierno es llegar a una inflación de
5,5% a fines de 1991. Aquel primer resultado alentador ya no
es suficiente para hacer bajar las tasas de interés y dar
algún impulso a la economÃa.
Un relajamiento de la polÃtica monetaria acentuarÃa la baja de
la libra, que ya es una de las monedas más débiles del SME y
podrÃa expulsarla del seno europeo. (AFP)
Industriales británicos en contra de SME
Por eso, después de haber preconizado durante meses la
adhesión al SME, algunos industriales maldicen ahora ese
sistema de estabilización de los cambios que prohibe todo
relajamiento del crédito y frena la recuperación industrial.
En el tercer trimestre, el PIB registró su mayor baja desde
fines de 1980, tras un decenio de expansión y se espera que
los resultados del último trimestre sean tambien negativos,
porque Gran Bretaña se encuentra en medio de una recesión,
definida por dos trimestre consecutivos de "crecimiento"
negativo.
Número récord de quiebras de empresas
La producción industrial registró una baja de 1,5% en doce
meses (de noviembre a noviembre) y el año se destacó por el
número récord de quiebras de empresas. Entre las más célebres
figuran las de British and Commonwealth (servicios
financieros) y la del complejo Polly Peck International, cuyas
acciones quedaron suspendidas desde setiembre en la bolsa de
valores de Londres.
Finalmente, la desocupación volvió a tender al alza en
septiembre, después de 44 meses de baja ininterrumpida. Se
registraron unos 1,7 millones de personas sin trabajo en
noviembre, lo que representa una tasa de desocupación de 6,2%
de la población activa.
Pese a una tasa inferior comparada a la de sus vecinos
europeos, la cantidad de pedidos de trabajo en Gran Bretaña
podrÃa establecerse entre 2,25 y 2,5 millones hacia fines de
1991, estimaron varios analistas.
Para 1991, el gobierno preveÃa originalmente una recesión
corta y moderada que diera lugar a un aumento de 0,5% del PIB
a fin de año, pero los analistas e incluso el Banco de
Inglaterra abandonaron esas previsiones consideradas
optimistas.
Actualmente, la recuperación económica no está programada para
antes del segundo semestre y algunos especialistas llegan
incluso a calcular un "crecimiento" negativo para el conjunto
del año. (AFP) (A-2)
Londres. 07.01.91. La economÃa británica sufrió en 1990 su más
seria frenada desde principios del decenio, e inició el
segundo semestre del año que acaba de terminar, poco antes de
la salida de Margaret Thatcher del escenario polÃtico, un
periodo de recesión.
Al partir la Dama de Hierro, que cedió su lugar al nuevo
Primer Ministro John Major, dejó como herencia un principio de
recesión marcado en el tercer trimestre de 1990 por un
"crecimiento" económico negativo con una baja de 1,2% del
Producto Interno Bruto (PIB), una disminución de la producción
manufacturera y la reanudación del aumento de la desocupación.
Como "yapa", el año registró un numero récord de quiebras de
empresas.
El único elemento positivo fue la aparente baja de la tasa de
inflación, que hacia fin de año daba signos de agotamiento,
aunque seguÃa entre las peores de la Comunidad Económica
Europea (CEE).
El año 1990 también quedó marcado por la adhesión de la libra
esterlina al Sistema Monetario Europeo (SME), el 8 de octubre,
y el descubrimiento de la "disciplina del SME", que ayuda a
luchar contra las presiones inflacionistas pero obliga a
realizar sacrificios en el plano interno. El SME es un acuerdo
sobre las fluctuaciones máximas que las cotizaciones de las
monedas de la CEE pueden tener ellas.
Paralelamente, las tasas de interés, que habÃan permanecido a
15% durante un año, fueron reducidas a 14%, lo que tranquilizó
a muchos consumidores que no lograban reembolsar sus préstamos
inmobiliarios indexados sobre las tasas.
Algunos éxitos contra la inflación
La lucha contra la inflación, enemigo número 1 del gobierno de
la Primera Ministra Margaret Thatcher (y también de su sucesor
John Major), tuvo algunos éxitos hacia fin de año. Después de
haber subido sin cesar de enero a octubre, pasando de 7,7 a
10,9%, la tasa de inflación perdió fuerzas en noviembre,
disminuyendo a 9,7%, gracias a la baja de los productos
petroleros registrada en octubre y la reducción de las tasas
de interés.
La previsión oficial del gobierno es llegar a una inflación de
5,5% a fines de 1991. Aquel primer resultado alentador ya no
es suficiente para hacer bajar las tasas de interés y dar
algún impulso a la economÃa.
Un relajamiento de la polÃtica monetaria acentuarÃa la baja de
la libra, que ya es una de las monedas más débiles del SME y
podrÃa expulsarla del seno europeo. (AFP)
Industriales británicos en contra de SME
Por eso, después de haber preconizado durante meses la
adhesión al SME, algunos industriales maldicen ahora ese
sistema de estabilización de los cambios que prohibe todo
relajamiento del crédito y frena la recuperación industrial.
En el tercer trimestre, el PIB registró su mayor baja desde
fines de 1980, tras un decenio de expansión y se espera que
los resultados del último trimestre sean tambien negativos,
porque Gran Bretaña se encuentra en medio de una recesión,
definida por dos trimestre consecutivos de "crecimiento"
negativo.
Número récord de quiebras de empresas
La producción industrial registró una baja de 1,5% en doce
meses (de noviembre a noviembre) y el año se destacó por el
número récord de quiebras de empresas. Entre las más célebres
figuran las de British and Commonwealth (servicios
financieros) y la del complejo Polly Peck International, cuyas
acciones quedaron suspendidas desde setiembre en la bolsa de
valores de Londres.
Finalmente, la desocupación volvió a tender al alza en
septiembre, después de 44 meses de baja ininterrumpida. Se
registraron unos 1,7 millones de personas sin trabajo en
noviembre, lo que representa una tasa de desocupación de 6,2%
de la población activa.
Pese a una tasa inferior comparada a la de sus vecinos
europeos, la cantidad de pedidos de trabajo en Gran Bretaña
podrÃa establecerse entre 2,25 y 2,5 millones hacia fines de
1991, estimaron varios analistas.
Para 1991, el gobierno preveÃa originalmente una recesión
corta y moderada que diera lugar a un aumento de 0,5% del PIB
a fin de año, pero los analistas e incluso el Banco de
Inglaterra abandonaron esas previsiones consideradas
optimistas.
Actualmente, la recuperación económica no está programada para
antes del segundo semestre y algunos especialistas llegan
incluso a calcular un "crecimiento" negativo para el conjunto
del año. (AFP) (A-2)
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