Quito. 30.12.92. Los ataques a los herederos reales son un
bocado delicioso para la mayorÃa de los "mortales". Nadie se
salva. Los rumores sobre infidelidades, que para los simples
prebeyos serÃa algo normal, afecta tanto a estos seres que
pueden hacer temblar sus reinos.
La familia real británica tuvo en este último mes una de sus
peores crisis. El prÃncipe Carlos enfrentó revelaciones acerca
de serias relaciones con una antigua novia.
Llegaron incluso a citarse declaraciones de algunos amigos del
prÃncipe de Gales respecto de una presunta decisión de Carlos
de renunciar a su derecho al trono por amor a Camilla
Parker-Bowles, una mujer casada de mediana edad, luego de las
versiones de una supuesta grabación en la que él le decÃa:
'TE ADORO, ESTOY TAN ORGULLOSO DE TI'.
Lady Tryon, una amiga de Carlos, señaló que pensaba que la
versión de la cinta que publicó el Daily Mirror es parte de
una conspiración siniestra para desacreditar a la familia
real.
'Me parece que hay alguien que está manejando, alimentando a
la gente y a la prensa con el objeto de destruir la
monarquÃa', dijo.
Para que estas declaraciones no queden en el aire, el legislador
conservador Geoffrey Dickens llegó a pedir la realización de
una investigación independiente debido a las versiones que
indican que el servicio secreto MI5 británico participó en la
grabación de la 'cinta amorosa', que registra una
conversación que habrÃa tenido lugar en diciembre de 1989.
Señaló que se estima que la calidad de la grabación es tal,
que podrÃa ser producto de un satélite del gobierno.
'SerÃa escandaloso que se abusara del servicio secreto
británico que mantienen los contribuyentes para que se los
defienda de los posibles enemigos de Gran Bretaña', dijo
Parker-Bowles está casada con un brigadier que se mueve en
cÃrculos reales y que sirvió en la guardia de honor de la
reina Isabel. La pareja se casó hace 19 años y tiene dos
hijos.
El brigadier afirmó que los rumores sobre su esposa y el
prÃncipe Carlos son 'basura'. Uno de los hijos del
brigadier, Tom, de 17 años, es ahijado del prÃncipe heredero.
Durante el verano (boreal), la aparición de la llamada cinta
del 'Dianagate', en la que una mujer que, según se dijo, era
la princesa, mantenÃa una conversación afectuosa con un
admirador, sacudió la monarquÃa y agravó los problemas del
convulsionado matrimonio real, después de 11 años de la boda.
La grafación fue hecha por un radio aficionado que después se
arrepintió, pero 40.000 personas llamaron a un teléfono
especial para escuchar la conversación.
Andrew Morton, autor de una controvertida biografÃa sobre la
princesa que se publicó este año, declaró al Sunday Express
que, hace tres años, Diana, en un intento de salvar su
matrimonio, le ofreció al prÃncipe Carlos tener un tercer
hijo.
'Su propuesta de tratar de solucionar las cosas sólo encontró
la indiferencia de su esposo', afirmó Morton.
Sin embargo, una Diana tranquila y, en apariencia, feliz,
realizó una visita de tres dÃas a Francia. Por este motivo,
Carlos pasó su 44§. cumpleaños en la soledad más absoluta en
su mansión de Highgrove, en el sur de Inglaterra.
Cuando la pareja visitó Corea del Sur este mes, los
periodistas británicos criticaron a la princesa por adoptar
una actitud de hastÃo e incomodidad cada vez que Carlos se
hallaba cerca.
Para rematar, el libro de Andrew Morton, "Diana, su verdadera
historia", señala que la princesa ha intentado suicidarse
varias veces.
A todos estos escándalos, según "observadores", la reina
habrÃa encontrado la solución salomónica: "un compromiso con
la pareja, que consistirÃa en que los prÃncipes de Gales
seguirÃan casados pero no vivirÃan juntos". Pero esto tampoco
resultó, finalmente el "cuento de hadas" se fue por la borda,
cuando se anunció la separación. Bueno, es que diez años de
acoso no aguanta ninguna pareja.
Para Antonio Caballero, de la revista Cambio 16, "La esencia
de la realeza (refiriéndose a la época de Enrique VII) era
entonces el poder y no, como ahora, la tradición. Por esta
razón el "cuento de hadas" era la base de todo el cuento:
porque era su justificación simbólica. Y una vez acabado el
"cuento de hadas" se acaba el cuento".
Por su parte, la reina Isabel, quien calificó como "annus
horribilis" el del 40 aniversario de su asunción del trono,
pidió comprensión para con la monarquÃa.
Es que Carlos y Diana no son los únicos dolores de cabeza.
El prÃncipe Andrés se separó de la pelirroja Sarah Ferguson, y
las humillaciones se multiplicaron luego que la prensa
sensacionalista publicara fotos de 'Fergie' con los senos al
aire.
La princesa Ana finalmente se divorció en el transcurso de
este año de su plebeyo esposo, el capitán Mark Phillips.
Para colmo de males, el Castillo de Windsor se incendió el
pasado fin de semana. Una disputa polÃtica estalló en cuanto a
si el costo de 90 millones de dólares que demandarán las
reparaciones deberá ser solventado por los contribuyentes.
La Reina Isabel, en un gesto cuya intención serÃa apaciguar el
enojo público sobre el costo y rol de la monarquÃa de Gran
Bretaña, ha ofrecido pagar impuestos sobre sus ingresos
personales y a eliminar a personajes poco jerarquicos de la
realeza de las planillas del erario público.
Estas concesiones marcan un hito histórico en las relaciones
entre la reina y los ciudadanos comunes, menos reverencial que
en la época del Imperio Británico, y empañada por el costo
público de la monarquÃa, que asciende a 56 millones de libras
(85 millones de dólares) anuales.
Pero ahora no está claro de cuánto deberÃa pagar la reina
sobre sus ingresos de una fortuna privada estimada entre 50
millones de libras esterlinas (76 millones de dólares) y siete
mil millones de libras (10.600 millones de dólares).
El diario The Evening Standard dijo que podrÃa ser 1.2
millones de libras (1.83 millones de dólares), al 40 por
ciento de la tasa impositiva más alta.
La brecha entre la reina Isabel y sus súbditos crece. Los
"plebeyos" están resentidos por el lujoso estilo de vida de la
familia real durante la prolongada recesión de Gran Bretaña.
Pero no todo es malo, la revista People, calculó que la
princesa de Gales valÃa para la Gran Bretaña 500 millones de
dólares anuales, publicitariamente hablando, claro está. La
princesa es comparada en atracción turÃstica como el famoso
reloj de Londres, el Big Ben. Sin contar los 27 millones de
libros vendidos sobre ella.
Pese a esto un miembro del parlamento alemán dijo en una
entrevista publicada por el diario Bild-Zeitung que la
monarquÃa deberÃa ser abolida en Gran Bretaña y la familia
real enviada a retiro.
Wolfgang von Geldern, miembro del partido demócrata cristiano
(CDU) del canciller alemán Helmut Kohl, dijo que la monarquÃa
deberÃa ser abolida en momentos en que la Comunidad se
encamina hacia la integración europea.
'Soy un convencido a favor del desmantelamiento de la
monarquÃa en Gran Bretaña, especialmente como parte de la
unidad europea', afirmó.
Von Geldern, quien fue secretario de estado en el Ministerio
de Agricultura hasta 1991, dijo también que la familia real
podrÃa quedarse como 'consuelo con sus miles de millones de
bienes privados a su retiro'.
El diario "Daily Telegraph" cree que la reina Isabel quizás ve
con envidia a sus parientes españoles. Señala que el gran
crédito del rey Juan Carlos, que sà paga impuestos, es haber
sabido auspiciar el cambio de la dictadura de Franco a una
democracia liberal y que es visto como el artÃfice de una
España moderna, lo que le da una fuerza polÃtica única entre
los monarcas actuales.
Otros monarcas no tienen tan buena suerte. El prÃncipe
heredero Alejandro de Yugoslavia, de 47 años y exiliado en
Londres, pidió hace un año la instauración de una monarquÃa
para salvar al desmembrado paÃs.
Su pariente, el rey Simeón II de BulgarÃa indicó con más
cautela que todavÃa no piensa regresar. A diferencia de Simeón
II, el rey Miguel de Rumania regresó demasiado pronto. Cuando
volvió nostálgico al cabo de décadas, en 1990, después de una
entrevista con funcionarios de segunda fue expulsado del paÃs.
A Vladimiro de Rusia le fue mucho mejor. Fue invitado en 1991
a San Petersburgo por ser el pariente más próximo del último
zar Nicolás II. Después, más tranquilo, murió en su pequeño
apartamento de ParÃs.
En cambio otros miembros de la realeza mo tienen descanso. La
vigilancia férrea de los paparazzi no deja ninguna pista. AsÃ
quedó demostrado cuando un paparazzi francés reconoció que
estuvo durante tres semanas en la puerta del hospital. Esperó
pacientemente tener la primicia fotográfica del ingresó de la
princesa EstefanÃa de Mónaco, junto con su compañero Daniel
Ducruet, su ex guardaespaldas, quienes esperaban un bebé.
Después el paparazzi se enteró que el bebé se llama Luis, por
deseo de la madre, en recuerdo del abuelo del prÃncipe
Rainiero, y que además pesa 3.1 kilos.
Pero no en todas partes gusta la monarquÃa, ni sus herederos.
Un grupo de presión británico llamado República, que tiene
como objetivo reemplazar a la realeza de Windsor por un
presidente de estilo europeo, asegura que la nación se está
volcando a sus filas tras una año de desastrosos escándalos en
la realeza.
'DirÃa que la monarquÃa es anticuada y arcaica, y que el
tiempo la va a alcanzar de todas formas', opinó un
recalcitrante partidario de poner fin a los "excesos"
monárquicos.
La revista The Economist señaló que debe reconsiderarse el
papel de la monarquÃa en una sociedad que cada vez se siente
menos inclinada a venerar a la clase alta.
Como una prueba de ello, después del anuncio de la separación
de Carlos y Diana, en el Museo de Cera de Madame Tussaud de
Londres también separaron las dos figuras. Para Caballero "no
es hoy sobre la ruina de una pareja sobre la que hoy doblan
las campanas, sino sobre la del sÃmbolo milenario de la corona
británica". Y, claro, las campanas han levantado su vuelo.
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Publicado el 30/Diciembre/1992 | 00:00