CUENCANOS, A MOJARSE EL PONCHO

Cuenca. 1 nov 2001. Azuayos en el poder dan su criterio sobre las
relaciones de la ciudad y el Estado.

Aunque el presidente del Congreso Nacional, José Cordero Acosta, dice que
Cuenca nunca perdió su presencia en el ámbito nacional, esta vez la
tercera ciudad del país, que cumple 181 años de Independencia este 3 de
noviembre, aparece con una gran representación en el poder, a diferencia
de los años anteriores.

Además de Cordero ocupan cargos importantes en Quito Rocío Vázquez,
ministra de Turismo; Juan Cordero Iñiguez, ministro de Educación; Xavier
Muñoz Chávez, superintendente de Compañías; Cornelio Malo, miembro del
Directorio del Banco Central; Teodoro Coello Vázquez, miembro de la Corte
Suprema de Justicia, y Alfredo Corral Borrero, actual Contralor, de
origen cuencano y radicado en Quito.

Cordero señaló que siente el respaldo, el afecto y mensaje permanente de
la ciudad, lo que le obliga a hacer mejor las cosas. "Yo presto mis
mejores energías y los mejores esfuerzos en bien de mi ciudad y
provincia". Para Cordero no es difícil, como cuencano, trabajar en el
Congreso. "A la hora de la hora hay conciencia de ecuatorianidad y
mientras más difíciles sean los retos, es mucho mejor", dijo. Para el
presidente del Congreso, la mayor necesidad de la ciudad son el propiciar
oportunidades para jóvenes, así como ofrecer oportunidades de trabajo
para su población.

Para Rocío Vázquez, hasta hace no mucho tiempo hubo una reticencia de los
cuencanos a participar en la política, "por el desprestigio que de alguna
manera envuelve a la actividad política" y recalcó que si más cuencanos
se involucraran en la gestión gubernamental, "se harían oír mejor las
aspiraciones de la ciudadanía en los diferentes campos".

Mientras tanto, para el ministro de Educación, Juan Cordero, "el cuencano
siempre se caracterizó por mirar los problemas, pero también encontrar
las soluciones". Para Cordero, el hecho de que un buen número de
cuencanos compartan el poder ubica a Cuenca en un sitio importante en el
sentido de que el cuencano cuando está en funciones trata de hacer lo
mejor y siempre de manera "honrada, esforzada, pero siempre pensando en
el país". Según Cordero, ocupar el Ministerio de Educación es una de las
más altas responsabilidades que puede tener un ecuatoriano, "porque todos
creemos que a través de la educación va a surgir el desarrollo del país".

Rocío Vázquez señaló que existe en los cuencanos un gran amor a la
ciudad. Sin embargo, dijo que creía que había que pasar, "de esta
actitud emocional y espiritual de identificación con la ciudad, a un
grado mayor de compromiso". Para la ministra es necesario "mojarse el
poncho". Según Rocío Vázquez, la mayor necesidad de la ciudad "es ese
mayor grado de involucramiento. Siento un gran apoyo de mi ciudad, pero
me falta un mayor compromiso y decisión, que hoy vemos en otras ciudades.
Veo en Guayaquil una mayor decisión para tomar pasos y acciones en
defensa de los intereses de su propia ciudad". Mientras tanto, el
ministro Cordero señaló que la mayor necesidad de Cuenca es el
mejoramiento de la vialidad. "Cuando tengamos mejores vías,
intensificaremos la producción".

Actitud siempre honesta

Para el superintendente de Compañías, Xavier Muñoz, siempre ha habido
representantes de Cuenca y "siempre existió un comportamiento honesto que
singulariza al cuencano en las funciones públicas". Los actuales
representantes cuencanos en los altos cargos capitalinos han contribuido
a mantener ese prestigio de honestidad y entrega a las causas públicas.

"El Congreso ha recuperado su prestigio con la presencia de José
Cordero", dice.

Para Muñoz, el problema vial sigue siendo la primordial necesidad de la
provincia, sobre todo en el ámbito rural. Desde su función, dijo no estar
en relación con la gestión de obras para su provincia, ni poder canalizar
de manera directa sus aspiraciones, porque su trabajo concierne a
disposiciones de carácter general para los empresarios. (RMT-SK) (Diario
Hoy)