CUBA Y HAITI EN EL BANQUILLO DE LA SIP
Kansas. 19. 10. 90. Cuba y Haità son para la Sociedad
Interamericana de Prensa (SIP) los dos "rincones más oscuros"
del periodismo hemisférico, que continúa afrontando peligros,
a pesar de estar viviendo el primer año de la historia
continental sin dictaduras militares. Estos dos paÃses fueron
los que más agrios comentarios recibieron durante la Asamblea
General de la SIP, clausurada el jueves, pero en sus
conclusiones y resoluciones no les aplicó la tradicional
"condena" por falta de libertades. Pero sÃ, exhortó al
gobierno de Fidel Castro, "en nombre de la humanidad", a que
levante todas las "restricciones impuestas a los más
elementales derechos de todos los seres humanos", que autorice
el acceso de periodistas extranjeros a la isla y ponga fin a
su restrictiva y opresiva polÃtica contra la prensa.
La SIP consideró a Cuba como "el más oscuro rincón de nuestro
hemisferio", donde el mundo de Franz Kafka "se ha convertido
en algo muy real". Sobre HaitÃ, "otro hueco negro", expresó su
deseo de que termine pronto el "tormento que sufren los pocos
periodistas que quedan" en ese paÃs y que ejercen su
profesional bajo constantes amenazas, golpizas y la
confiscación de sus elementos de trabajo. En ese paÃs, llevar
la identificación de periodista es prácticamente "llevar la
sentencia de muerte encima", afirmó. Sorprendente fue también
una "enérgica" petición formulada al gobierno de Estados
Unidos para que elimine la exigencia que impone a toda persona
"que trata de entrar al paÃs hacer dejación de sus derechos",
pues la medida puede perjudicar a los periodistas.
En sus considerandos, esta resolución explica que se trata de
la Ley McCarran-Walter de 1952, establecida "para evitar la
entrada al paÃs de muchos extranjeros que el gobierno ha
calificado de indeseables, cuando en realidad no lo son" y
otras reformas que exige la "renuncia de sus derechos" a estas
personas ("indeseables") que intentan lograr el visado de
ingreso al paÃs. En sus conclusiones, la SIP aplaudió el nuevo
espÃritu de libertad de prensa que reina ahora en Chile,
Nicaragua, Panamá y Paraguay. Salvo sus habituales
exhortaciones, llamados y peticiones a los gobiernos para
mejorar el respeto de las libertades, el informe final no
incluye condenas categóricas contra ningún paÃs.
La única excepción a la regla se la llevó Colombia, como paÃs
de violencia, pero sin crÃticas directas al gobierno. La SIP
determinó "condenar el secuestro e intimidación de todos los
periodistas, particularmente de aquellos que recientemente han
caÃdo en Colombia" y pidió a los secuestradores devolver sanos
y salvos a los que aún siguen "injustamente en cautiverio".
"Los gritos apagados y el chirriar de neumáticos se han unido
al tabletear de armas de fuego en partes de América Latina,
mientras los secuestradores realizan la sucia labor que
anteriormente era el coto de los asesinos a sueldo", fue la
conclusión de la SIP.
Centroamérica
También indicó que los periodistas continuan siendo objeto de
"violencia terrorista en Perú, El Salvador y Guatemala". En
México, afirmó, las "amenazas de muerte, el encarcelamiento y
las salvajes golpizas propinadas a periodistas, a menudo con
la complicidad de las autoridades, continúan empañando las
credenciales de derechos humanos del presidente Carlos Salinas
de Gortari". Otra condena fue contra legislaciones penales y
la existencia de "tribunales especiales", como en el caso de
Chile donde la justicia militar sigue hostigando a los
periodistas con injustos interrogatorios, detenciones y
juicios por el "carácter sedicioso" de sus informaciones. La
SIP pidió a los gobiernos concernidos -aunque especÃficamente
se habló únicamente de Chile- que deroguen estas disposiciones
por ser "contrarias al libre ejercicio de la información y de
la opinión".
En otra resolución tambien la SIP pidió a los legisladores del
continente la abolición de sentencias de prisiones para hechos
que involucren calumnias e injurias. La tercera y última
condena se refiere al requisito legal de graduación en
periodismo a nivel universitario para ejercer la profesion,
que la SIP condenó como un "peligroso subterfugio destinado a
violar la libertad de pensamiento". En otra resolución sobre
el mismo tema, la Asamblea advirtio que la colegaciacion
obligatoria de periodistas "representa una amenaza a la
democracia misma". (AFP)