Quito. 21 may 2001. El pasado viernes se realizó la ceremonia de clausura
de la Asamblea Provincial que se desarrolló durante una semana.
Me han pedido que le diga y le digo: que no sea la última asamblea de
esta década; que se invite a participar activamente a todos los cantones
y sus representantes; que sea más amplia la temática y se incluya
historia y deportes en las discusiones", dijo Orlando Pérez, encargado de
la relatorÃa sobre la Asamblea Provincial por la Cultura, dirigiéndose al
prefecto Ramiro González, durante el acto de clausura que se realizó el
pasado viernes 18 de mayo, en Ciespal.
Y esta solicitud, que nació en la Asamblea Plenaria del miércoles 16 de
mayo, pareció tener origen en un común acuerdo: pintores, literatos,
cineastas, músicos, historiadores, psicólogos, comunicadores, artesanos,
etc. expresaron su deseo de que estas reuniones, que han abierto un
espacio importante para la discusión sobre la cultura, continúen.
La necesidad de la creación de polÃticas culturales urgentes también tuvo
eco, desde la primera mesa de discusión hasta la relatorÃa final. Esta
propuesta incluyó el pedido de urgentes reformas en lo que a educación
cultural se refiere.
Algunos integrantes del público pidieron mayor atención a la cultura
popular; otros pidieron mayor cercanÃa del Estado al trabajo de los
artistas. Talvez, una de las intervenciones más interesantes de la Sesión
Plenaria, que fue citada por Orlando Pérez durante la clausura, fue la
del gremio de albañiles, quienes solicitaron la creación de espacios
académicos donde puedan transmitir sus conocimientos, que ya forman parte
de la tradición del paÃs; en fin, las propuestas tuvieron varias aristas,
e incluyeron exigencias como el aumento del presupuesto destinado a la
cultura en Pichincha.
Aunque las mesas de trabajo estuvieron programadas para que la discusión
desembocara en conclusiones y propuestas, fue muy común que la mayorÃa de
intervenciones por parte del público fueran demasiados extensas, casi a
manera de monólogo. Hay que destacar también que, si bien las reuniones
diarias fueron acogidas por numeroso público, en su gran mayorÃa
integrado por estudiantes universitarios, la ausencia de varios artistas
y actores de la cultura en cada mesa, asà como en la Sesión Plenaria,
demostró que, a pesar de la convocatoria, los más interesados son los que
menos se interesan.
Por su parte, el prefecto Ramiro González se comprometió a cumplir las
demandas de los integrantes de la asamblea, pero solicitó también el
apoyo de todos para impulsar nuevos programas culturales. Asimismo,
anunció la rehabilitación del teatro del Consejo Provincial, para ponerlo
al servicio de la actividad cultural de Pichincha. (KSM)
COMENTARIO
Sección Cultura
Pichincha cuenta con un potencial artÃstico todavÃa no evaluado ni
aprovechado en su plena magnitud. SÃ, pero Pichincha no solo es Quito.
Hay un espacio por ingadar para conocer si efectivamente es posible desde
los gobiernos locales estimular a las poblaciones a un encuentro con el
arte.
La Asamblea de la Cultura, dentro de las jornadas culturales provomovidas
por el Consejo Provincial, revela esa inquietud y aporta otras. Por
ejemplo: que hacÃa falta el espacio para la discusión formal, pues en
cada sector se habla a diario de sus limitaciones y necesidades.
Y es que cuando se crea el espacio se produce la concurrencia, no siempre
masiva. TodavÃa hay excepticismo. Aún hay resentimientos y gente que toma
distancia cuando huele que el oficialismo mete las manos en la cultura.
Es más: muchos artistas esperan resultados para plegarse. Y tienen razón:
por mucho tiempo las entidades estatales han utilizado a la cultura como
un baño de popularidad o purpurina para la próxima elección de su
titular.
Queda pendiente la concreción de los compromisos a los que se sumó el
prefecto. Queda por ver si se retoma la confianza y se proyectan los
programas. Queda en el ambiente que pueda empezar un proceso y como tal
tomará tiempo y control su desarrollo.
Si esta Asamblea no es asumida como una plataforma de la Izquierda
Democrática ni de ningún otro partido, se habrá dado un paso importante
en la explicación de esas inquietudes. Si esta Asamblea es el punto de
rencuentro con esa tradición de mirarse de frente para encontrar algún
consenso, habrá más trabajo para autoridades y actores de la cultura.
Un eje transversal es que ni el mercado afecta al arte, ni los medios de
comunicación son los únicos culpables de la poca difusión y menos que los
artistas necesiten obligatoriamente de auspicio para hacer una obra
verdadera. (Diario Hoy)