Quito. 05.01.95. Los medios de comunicación traen, todos los
dÃas, imágenes conmovedoras de las tragedias que los
enfrentamientos armados causan a la población civil en varias
zonas del mundo. No logramos acostumbrarnos a ver impávidos
los destrozos materiales y humanos en la ex-Yugoslavia, ni las
matanzas e Africa, ni los bombardeos recientes de Chechenia;
aunque ya lo que ocurre en Afghanistan, Yemen y otras zonas
del Lejano y Medio Oriente hayan dejado de constituir noticia,
sin dejar de ser tragedia.
Antes del colapso soviético, la Guerra FrÃa mantenÃa al mundo
pendiente de esa espada de Damocles que es el poderÃo nuclear,
y todos respiramos con alivio cuando, a finales de junio de
1994, el Ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Andrei
Kozyrev, firmó la "Asociación para la Paz" con la Organización
del Tratado del Atlántico Norte -OTAN-, a cuyo cargo estaba la
defensa de la Europa Occidental. Con esa oportunidad, el
Secretario de Estado de los Estados Unidos, Warren Cristopher,
habló del comienzo de "una relación mas constructiva" y el
Presidente Clinton, a su turno, de "un mundo de post-guerra
frÃa mas pacifico". Para tener el cual, eventualmente, se
supone que deberÃan haber menos armas.
Sin hablar de la capacidad destructiva nuclear acumulada,
capaz de destruir 300 veces el planeta, hasta ahora los
comunes mortales desconocÃamos el tamaño real de la potencia
bélica de los dos eventuales rivales cuyo enfrentamiento en
Europa habrÃa acabado con el planeta: la OTAN y el Pacto de
Varsovia. Sin contar con los Estados Unidos que es, sin duda,
la más poderosa fuerza de la Tierra. Solo para dar una idea
del potencial acumulado de armas convencionales -no
nucleares-, el Pacto de Varsovia (paÃses entonces comunistas y
relacionados) superaba grandemente a las fuerzas occidentales
de la OTAN: En tanques, 53.000 a 22.200; en artillerÃa: 36.000
a 10.600; en vehÃculos blindados, 23.600 a 6.200; en aviones
de guerra, 8.800 a 5.200.
Con el comienzo del proceso de pacificación y desarme, se
supone que toda esta parafernalia bélica tendrÃa que
desaparecer. El problema es que, históricamente, la industria
de guerra ha constituido una parte importante del desarrollo
cientÃfico, tecnológico e industrial de los paÃses ricos. Por
otra parte, resulta difÃcil pensar que los grandes stocks de
armamentos, muchos de ellos recién producidos, pudieran ser
simplemente convertidos en chatarra para fabricar tractores
agrÃcolas, camiones o puentes. Asà mismo, es utópico pensar
que la estructura de poder militar-industrial se resigne a
desaparecer, simplemente porque se firmo un documento. La
realidad es que la industria bélica continua funcionando con
"calidad total", aunque no con la misma intensidad que antes y
el negocio de las armas sigue siendo uno de los mejores del
mundo. ¿La razón?, la totalidad de los regÃmenes polÃticos del
mundo se respaldan, de una u otra manera, en las fuerzas
armadas, por mas tratados de paz que se firmen.
"LA OFERTA CREA SU PROPIA DEMANDA"
Esta frase se conoce, en economÃa, como la Ley de Say.
Funciona bien en el mercado de armamentos. Cuando, en agosto
de 1994, el rey Hussein de Jordania y el Primer Ministro de
Israel se daban la mano en la mismÃsima Casa Blanca,
funcionarios militares de los Estados Unidos estaban muy
ocupados preparando un cargamento de armas para entregarlas a
Jordania a fin de "modernizar" sus fuerzas armadas.
Esto, porque uno de los incentivos para la firma de la paz
entre los dos rivales en Medio Oriente fue, a mas de la
reducción de la deuda militar de Jordania a Estados Unidos,
una oferta de mejorar la potencia bélica de la primera. Aunque
resulte incongruente, la extensión de la paz en Oriente Medio
es probable que aumente, no que disminuya, los gastos de los
paÃses de esta zona en armamento.
Una hostilidad continua entre los gobiernos, alimentada por
ambiciones polÃticas, conflictos fronterizos y la amenaza de
la expansión del fundamentalismo islamico, esta llevando a que
los gastos militares en esa región, como proporción del
producto interno bruto, se mantenga en alrededor del 20 por
ciento en el futuro predecible, a pesar de que varios de los
estados del Golfo ya estén acusando altos deficits fiscales.
El señor Shimon Peres, Ministro del Exterior de Israel, en el
verano de 1994 expresó, en términos bÃblicos, que la región
pronto "convertirá las espadas en arados". El presentÃa una
región donde los gobiernos necesitarÃan votos y no balas, y
donde los únicos generales serÃan General Motors, General
Electric o General Dynamics.
Pero parece que estaba equivocado.
Por lo pronto, Los Estados Unidos ya ha concedido a Israel una
ayuda adicional de 28 millones de dólares -por sobre su ayuda
militar anual de 1.800 millones- para el retiro de tropas de
los territorios palestinos ocupados los gastos nacionales en
las fuerzas armadas están aumentando, también con la ayuda de
Estados Unidos, ofrecida como resultado de los "Tratados de
Paz". Israel ya ha comenzado a recibir algunos de los 50 jets
de combate F- 16 (a 40 millones de dólares cada uno) comprados
a Estados Unidos y los israelitas, a principios del ano
pasado, firmaron un contrato por 2.000 millones de dólares con
la McDonnell Douglas para adquirir 20 aviones de guerra F-15 E
"Eagle" uno de los tipos más sofisticados de aviones de
combate de largo alcance.
Los árabes, por su parte, continúan invirtiendo fuertemente en
armamento, aunque sea con propósitos disuasivos. Para empezar
Irak, aunque considerablemente debilitado por la Guerra del
Golfo y las sanciones de las Naciones Unidas, todavÃa es una
amenaza potencial para sus vecinos, especialmente, Kuwait,
sobre cuyos territorios no ha renunciado a sus reclamos.
En otros estados árabes, continúan las disputas sobre las
fronteras y sobre ese recurso de vida o muerte que para ellos
es el agua. Saudi Arabia, por ejemplo, tiene disputas con
varios de sus vecinos; Siria y TurquÃa se enfrentan por sus
fronteras y las aguas del rÃo Eufrates; la Unión de Estados
Arabes y otros estados del Golfo Persico pretenden que Iran
salga de tres pequeñas islas ocupadas cerca del Estrecho de
Ormuz.
LOS PROVEEDORES
Aunque la zona del Golfo es, tal vez, el mayor mercado de
armas, en otras partes del mundo también existe apreciable
demanda. Tal es el caso de la provisión de armamento a las
facciones ex-yugoslavas, a los paÃses asiáticos y africanos,
especialmente del norte, y también a América Latina.
Parte del mercado de armas esta abastecido por los sobrantes
del ejército ex-soviético, pero la participación de Rusia en
las exportaciones de elementos bélicos ha venido decreciendo
constantemente desde 1987. Lo mismo ha ocurrido con las
exportaciones de Gran Bretaña y China.
Las exportaciones rusas y chinas disminuyeron 68 por ciento
entre los perÃodos de 1986-89 y 1990-93 y las de Gran Bretaña
en 76 por ciento. El mercado mundial "legal" de armas ha
disminuido, de 68.000 millones en 1988 a 32.000 millones en
1993, como efecto de la substitución de la Guerra FrÃa por la
Paz Caliente. No obstante, la mayor de la contracción de este
mercado la han sufrido los europeos y los chinos, como indican
las cifras antes citadas. Las ventas de los EEUU en cambio, se
han incrementado notablemente desde la caÃda del Muro de
BerlÃn, en octubre de 1989. Las ventas de armas al exterior,
registradas de este último paÃs, han totalizado 82.400
millones de dólares, que son mucho más que los 66.800 millones
de ventas combinadas de todo el resto del mundo.
En 1993, los acuerdos de transferencia de armas de los EEUU
totalizaron 22.300 millones, contra 2.800 millones de Rusia y
2.300 de Gran Bretaña. Las ventas autorizadas por el Pentágono
abarcan 86 paÃses; aún más, se han aprobado donaciones de
armas y vituallas militares a unos 50 paÃses y se han
realizado acuerdos de venta de armamento a 146 de las 190
naciones del mundo. Hoy dÃa el mayor proveedor de armas al
mundo son los EEUU; su participación en el mercado mundial es
de nada menos que el 70%.
"REALIZACION" DE PRODUCTOS LETALES
En el mes de noviembre pasado, durante su gira por América
Latina, el Secretario de Defensa William Perry dijo que
"considerarÃa" el pedido de Argentina y Brasil, de comprar
caza-bombarderos F-16, y ha autorizado la construcción de
submarinos a diesel para Egipto y otros paÃses, a 350 millones
de dólares la unidad.
Para los paÃses que no pueden pagar por armamento nuevo,
también hay verdaderas "realizaciones" donde pueden conseguir
antiguos -pero aun mortales- stocks de armas sobrantes de la
época de la Guerra FrÃa, a precios insignificantes. Eso, si no
los reciben como "donaciones", según las conveniencias de cada
momento histórico. AsÃ, según datos de TIME, Egipto ha
recibido 700 tanques M-60 y 1500 ametralladoras; Israel, 15
aviones F-15 (versión anterior del modernÃsimo F-16) y 16
helicópteros CH-53. México recibió recientemente 48.178
carabinas M-1, (Chiapas ??). Grecia y TurquÃa, tradicionales
enemigos, ambos aliados de USA, recibieron varios F-16 y,
últimamente ambos han recibido "donaciones" de tanques,
aviones y hasta una fragata misilera, junto con morteros
autopropulsados.
Lo curioso es que pocos de estos "beneficiarios" puedan
siquiera mirar las "donaciones" antes de que les sean
entregadas. La ContralorÃa Genral de los Estados Unidos -
General Accounting Office- indiza que muchos paÃses declinan
la oferta porque "no están en condiciones ni siquiera de
financiar los gastos del viaje" para inspeccionar el
armamento.
El Pentágono, por su parte, justifica las donaciones diciendo
que ellas ayudan a crear lazos más cercanos entre los EEUU y
las fuerzas armadas de otros paÃses y, al mismo tiempo,
permiten ahorrar millones de dólares al Departamento de
Defensa, que deberÃan emplearlos en destruir esos arsenales,
para ellos obsoletos.
Cualquiera que sea la razón, la verdad es que los paÃses del
Tercer Mundo están recibiendo cada vez más armas, con lo cual
la esperanza de un mundo en paz se desvanece. Pude ser que el
horror del cataclismo nuclear total se haya alejado, pero se
esta construyendo un arsenal destructivo tal vez tan peligroso
como aquel y muchÃsimo menos controlado. No sólo porque las
armas tradicionales están siendo distribuidas cada vez en
mayor cantidad a paÃses pobres, inestables y autoritarios,
sino porque inclusive el material radioactivo, como el
plutonio, por ejemplo, está ahora al alcance de quienes tienen
dinero para comprarlo, 20 millones de dólares la libra, a las
mafias que han surgido en los paÃses de la ex-URSS, después
del colapso soviético.
La Guerra FrÃa se ha convertido en Paz Caliente; la ideologÃa
marxista-leninista esta en un congelador y la democracia y la
economÃa de mercado recién hacen pininos en muchas partes del
mundo. El comercio de armas, en cambio, se encuentra
floreciente e, irónicamente, es fomentado por los propios
paladines de la democracia.
Esto aumenta las posibilidades de enfrentamientos bélicos con
pretexto de reinvindicar cualquier tipo de valores:
territoriales, étnicos, religiosos. Sirve también para
proveer, por vÃas ilegales, de armas e instrumentos para un
terrorismo sofisticado, con lo cual la inestabilidad polÃtica
se acentúa, especialmente en los paÃses más pobres.
Cambiar esta situación no es nada fácil, pero un gran parte de
la responsabilidad reside en los paÃses occidentales, hoy
lÃderes del mundo. La unipolaridad del poder en la Tierra,
aparentemente, no garantiza la seguridad de la gente.
Menos si siguen vendiéndose armas a quienes las pida o las
acepte. No existen armas para la paz. Solo para los cruentos
juegos de guerra que muchos paÃses parecen dispuestos a jugar
en la ruleta global.
PRINCIPALES COMPRADORES
DE ARMAS A USA
(en miles de millones de US$)
SAUDI ARABIA 30,4
TAIWAN 7,8
EGIPTO 4,4
KUWAIT 3,8
S. COREA 3,7
JAPON 3,6
TURQUIA 3,3
GRECIA 2,8
FINLANDIA 2,4
SUIZA 1,8
MEDIO ORIENTE
GASTOS MILITARES
(como % del PNB)
Precios constantes de 1991
1981 12,1
1982 15,2
1983 17,4
1984 17,6
1985 17,1
1986 17,5
1987 15,5
1988 14,0
1989 12,6
1990 17,3
1991 20,1
EXPORTACIONES DE ARMAMENTO
(en miles de millones de US$)
AÃOS RUSIA USA OTROS TOTAL
1986 20 8 20 48
1990 9 18 3 30
1993 2 23 7 32
*Texto tomado de: Suplemento de El Comercio (MARTES ECONOMICO)(03-01-95)
en
Explored
Ciudad N/D
Publicado el 01/Mayo/1995 | 00:00